capítulo 1.
“Depende de ti,
Lo que haces decidirá su propio destino
Hacer su elección en la actualidad para el mañana puede ser
demasiado tarde
Y luego te queman en el infierno.”
Twister Sister.
◇
Pertenezco a una de las ramas del ejército, por un confuso incidente estoy en Nueva York.
Eleanor Baker la actriz es lo más parecido a la figura materna que tengo, por eso estoy en su casa de Long Island, en su tejado, con un Jack Daniels bajo la luna. No, no se ve la luna, solo unos arboles pero para la historia la ponemos igual.
-me encontraste- dije a mi compañía que llegaba, me llegó su perfume.
-también me gusta el lugar-contestó sentándose junto a mi- me llamó tu padre
Me serví un trago del whisky, el me quitó la botella
-No se consigue nada ahogando los problemas-dijo
-¿Como supiste donde estaba?-me abracé a una de mis rodilla
-Siempre nos gustó estar aquí-sentí su azul mirada
-Antes de que tu estirado padre te llevara a ese colegio de Londres-respondí
-tranquila enana te vamos a ayudar- Pasó uno de sus brazos por mis hombros,
-Debo presentarme a la corte a fin de mes.-conteste sin mucho entusiasmo
-Lo arreglaremos, para eso son los hermanos, mientras me ayudaras en la oficina-
Terry Grandchester y un amigo tienen el buffet mas importante del país, tomaran mi caso.
Al día siguiente fui hasta el centro de Manhattan a reunirme con el en la oficina.
Llegué cuando Terry, su socio, y una mujer joven estaban en el salón de reuniones, analizando unas fotografías de un data, café y galletas sobre la mesa
Mataron a dos hombres, un tiro en la cabeza a cada uno- hablaba la chica
-¿algún detenido? Preguntó su colega masculino
-no, solo un testigo asegura que vio un auto, Nissan básico color oscuro solo recordó dos números de la placa, una robada hace tres meses en Harlem-continuó ella
Tenemos dos hombres de mediana edad. Jack Marlow, empresario, Lloyd Hanson profesor de ciencias. A simple vista fue un robo.
-creo que debemos comenzar en el "Lady Godiva"-interrumpí
Todos me miraron, Terry hizo un gesto con la mano invitándome a entrar al salón.
-ella es mi media hermana Michelle Santini, estará con nosotros estas semanas, ella es An le Mun y el mi socio Neil Leagan-
Salude con una muy pequeña sonrisa.
-¿decías? -pregunto Terry.
-ahí tercera foto-apunté-hay un flyer, o un trozo de uno.
-eso es un burdel del lujo, en la zona norte-aclaró Grandchester bebiendo de una taza-no para cualquier cliente-
-la víctima era empresario nocturno-leyó An
Terry miro a Neil, y él se paró de la silla- voy a investigar.
-me voy con él, dije cogiendo una galleta- Espérame niño bonito.
El auto de Neil era de lujo, a los ricos les gustaba gastar dinero en esas cosas, tenía un sunroof panorámico, presione el botón, lo abrí y saque la mitad del cuerpo pese a las protestas del abogado de que no pisara el asiento de cuero.
Llegamos al club de chicas, mi compañero estaba un poco incómodo.
-Yo nunca he entrado a un lugar de estos- me dijo algo asqueado, pese que se notaba un ambiente selecto
-yo si, vengo a bailar cuando necesito conseguir unos dólares- desabroche un poco mi camisa, y me solté el cabello, note en su cara la desaprobación
-¡Como se te ocurre niño bonito! vamos a trabajar- lo tome de la mano para entrar.
Nos sentamos en un sillón ovalado, frente a una mesa de vidrio, encendí un Marlboro, mientras se acercaba una chica, con muy poca ropa sonriendo.
-Buffalo Trace con hielo –
-que sean dos-agregó mi acompañante.
Le pregúntanos a la chica que se acercó a la mesa por “Lady Godiva” ella nos indicó que nunca la había visto. Solo atendia clientes “premium”
Era la "meretriz" más famosa del rubro.
Y en una esquina, había una chica que tenía apariencia de “fanática religiosa”.
-mira niño bonito- hice un gesto con mis ojos -a las siete, la rubia de la esquina recuerdo haberla visto en una foto-
El miró discretamente sobre su hombro y vimos a la chica rubia desaparecer tras una puerta
La chica de la foto era la única hija del empresario asesinado. Su nombre, Susana Marlow. Se dedicaba mayormente en cuidar a su madre enferma, Jessica Marlow, quien tenía una salud muy frágil atada a una silla de ruedas hace un buen tiempo.
La señorita Marlow era la heredera de los bienes de su difunto padre, y del seguro.
CONTINUARA...