"NO ME DEJES"
By: Lady Lumont
Capítulo 8
Nicole detuvo sus pasos, luego dijo
–¡Wow, pero Susana mira eso! –señalando a Terry
–¡oh pero que guapo es! Nicole nunca lo había visto por aquí, ¿quién será? –dijo Susana
–¡veo que te pusiste de mejor humor eh! –dijo Nicole
–¡claro, quién no con semejante hombre! -respondió Susana
–pues yo no dejaré ir esta oportunidad –dijo Nicole
–no creo que se interese por ti –le dijo Susana
–nooo, mírame y verás, lo conquistaré en un santiamén
–pues veamos qué tanto talento tienes mujer.
–pon atención y aprende serán menos de dos minutos –aseguró Nicole y se dirigió hacia Terry
–¡ay, ay mi cabeza! –dijo Nicole colocando una de sus manos sobre su cabeza pretendiendo que iba a desmayarse, Terry levantó su vista y reaccionó rápido para sostener a la mujer
–¿señorita está usted bien? –le dijo el castaño
–estoy muy mareada, me duele la cabeza –respondió Nicole sujetando una de las manos de Terry
–Tranquila estará bien –dijo él, luego le empezó a checar su pulso, luego de estar seguro le dijo –su pulso es normal, no hay alteración sanguínea, tampoco veo otro problema, ¿no será sicológico? –le dijo cachandola en la mentira
¡no, no en verdad sí me siento mal! sólo quédate conmigo tengo miedo –dijo Nicole tomando nuevamente la mano de Terry
–no tengas miedo, vas a estar bien -dijo el castaño soltándose de su agarre y se alejó un poco dándole tiempo para que se marchara.
Susana, quien se escondía detrás de un árbol, reía al ver la indiferencia de Terry hacia su amiga.
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Mientras tanto, Olivia había logrado romper el seguro de la puerta de la habitación de Karen, para que ella pudiera salir.
–¿madre estás bien? –le dijo a la débil mujer en cuanto ésta abrió la puerta.
–si estoy bien hija –le dijo Olivia. De pronto oyeron que llamaban a Karen y golpeaban la puerta.
–¡ay que tipo tan necio! –dijo Karen.
–veré qué quiere, tú quédate aquí –dijo Olivia y fué hacia la puerta.
–¿qué sucede Leo, qué quieres? –dijo Olivia
–Vine a ver a Karen, ¿dónde está?...¡¡Karen!! –gritó el hombre
–¿y por qué grita, acaso no le han dicho que es de mala educación?
–mire Señora, mi padre ya le pidió la mano de Karen a James, ahora es mí prometida y pronto será mi mujer, así es que puedo venir las veces que yo quiera a visitar a mi novia –dijo el hombre
–¡pues Karen no está en casa, fué a visitar a una amiga! –dijo Olivia molesta y le cerró la puerta en sus narices.
Luego de que se aseguraran que no había nadie alrededor, Karen se despedía de su madre
–ay madre, no me siento a gusto dejándote sola con mi padre –dijo Karen triste
–Voy a estar bien hija, tú preocúpate por tí, lucha por lo que quieres y no dejes que nadie te reprima como lo hicieron conmigo, ten esto es lo único que tengo, te alcanzará para un boleto de ida para Nueva York. –dijo Olivia tratando de ser fuerte para darle impulso a su hija
–¡pero madre! –dijo Karen abrazando a su madre llorando.
–anda hija sálvate de tu padre, yo le hablaré a mi hermana que vas en camino, así ella te esperara en el aeropuerto. –dijo la mujer bendiciendo y abrazando a su hija ya con las lágrimas de por fuera y dejó que se marchara.
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Patty estaba leyendo una revista, cuando de pronto escuchó entrar a Candy llorando.
–¡Candy!, ¿qué tienes? –le preguntó Patty.
–oh Patty –dijo Candy abrazando a la chica.
–anda ven, siéntate y cuéntame qué te sucedió. –dijo Patty
–me engañaron Patty, jugaron con mi corazón –dijo Candy rompiendo en llanto.
–¿quién, fué ése tal Terry Candy? –dijo Patty molesta
–no, las chicas que me enviaron con él, resulta que querían que fuera mala con él y nunca me lo dijeron, me enviaron para que yo no le gustara, para que hiciera el ridículo. –decía Candy
–¡amiga vamos a vengarte!, ¿pero quiénes creen que son? –dijo Patty ya molesta
–no podemos hacer nada Patty, porque me dijeron que si no cumplía con el trato, les tenía que regresar el dinero,...¡aish, si tuviera dinero iría en este momento y aventárselos en la cara y iría a contárselo todo a Terry!,...pero no puedo, y ahora tengo que tratarlo mal -dijo Candy
–¿con Terry, y por qué debes hacerlo? –preguntó Patty
–para que ya no quiera casarse con Susana, –dijo Candy, dió un suspiro y dijo -como verás Patty yo no tengo nada que ver en esta historia, y me duele mucho, demasiado –dijo Candy rompiendo en llanto refugiándose en los brazos se Patty
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–¿en qué estabas pensando Amelia, por qué trataste así a Miriam? –dijo Eleanor al ver a Amelia en la sala de estar cuando ella entró a la residencia.
–Eleanor, ven siéntate aquí conmigo anda ven y hablemos –dijo Amelia dando unas palmaditas en el lugar.
–Eleanor, cuando mis padres murieron tuve que hacer el rol de madre y hermana a la misma ves, nunca tuve hijos pero es como si lo hubiera tenido, porque crié a Richard hasta que se casó contigo, Eleanor, yo no te veo como a una cuñada, sino como a una hermana y Terry como a un hijo, es por eso que si alguien intenta hacerles daño es como si me lo hicieran a mi y se las verán conmigo,...lo siento si te lastimé con todo esto –dijo Amelia disculpándose pero Eleanor seguía empecinada de la inocencia de su amiga
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–toma este té Candy, te hará bien –dijo Patty
–gracias Patty –dijo la rubia y en ese momento sonó su móvil
–contéstale Candy –dijo Patty al ver que Candy dudaba en hacerlo
–pero qué le digo, no puedo decirle…perdón Terry no soy lo que piensas, te mentí –dijo Candy
–¡pues contestale y termina de una vez con esto! –dijo Patty, a lo que Candy le hizo caso
–¿qué pasa Terry? si estaba ocupada, si estoy bien…muy bien ya voy -dijo la rubia y colgó
–es hora de terminar con esto Patty –dijo Candy luego tomó sus cosas y salió hacia la playa donde Terry la había citado.
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–¡Eleanor!, ¿por qué estás sentada aquí en la oscuridad, te pasa algo? –dijo Richard al entrar a la recámara, luego abrió las cortinas para que entrara la luz del día.
–¡óh, no me dí cuenta, y no, no es nada mi amor! solo quería estar sola un momento es todo –respondió ella
–bien entonces mira amor te traje estas flores –dijo Richard entregando un ramo de daisies blancas
–¡ah son hermosas Richard! gracias mi vida –dijo Eleanor
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Karen caminaba lo más rápido que podía, no quería que alguien conocido del pueblo la viera y fuera a decirle a su padre, pero cuando estaba a punto de doblar la esquina, alcanzó a ver a Leo y se apresuró a esconderse detrás de un arbustos.
Ya casi a la entrada del pueblo, Albert alcanzó a divisar a Karen, él aceleró el auto y cuando estuvo cerca la llamó.
–¡Karen! –dijo una vez que se había estacionado y bajó del auto –¿qué sucede, a dónde vas? –preguntó
–¡déjame que me vaya! –le dijo Karen molesta.
–no lo haré hasta que me digas que sucede –dijo Albert deteniendola
–te pedí que no le dijeras a nadie de la facultad, ¿por qué se lo dijiste a mi padre, por qué? –dijo Karen, pero Albert no supo cómo contestar, entonces Karen siguió su camino
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Terry observaba el azul del océano y el sonido de las gaviotas en el muelle, de pronto Candy se iba aproximando y Terry alcanzó a verla y escondió el ramo de flores detrás de él .
–¡Hola Susana! –dijo Terry y al verla con los ojos rojo dijo
–¿qué pasa, discutiste con tu amiga, te vez algo molesta?
–¡no es nada! ¿por qué quisiste venir aquí? –dijo Candy molesta, empezando a trabajar en lo acordado con Susana
–¡quería darte esto! –dijo Terry, mostrándoles las flores, Candy las tomó para luego tirarlas al piso y le dijo.
–¡Ya basta de juegos Terry! debemos hablar en serio
-Su…Susana, qué estás diciendo –dijo el castaño confundido.
–¡Ya me escuchaste!..¿Dime qué quieres de mí? –dijo la rubia
–Susana no entiendo qué pasa contigo, si hace unas horas todo estaba bien, ¿qué cambió tan rápido? –dijo Terry
-No pasó nada, solo me pregunto, ¿por qué quieres conocerme más Terry? ¿es porque soy Susana Marlow? o ¿es por la familia que tengo?
–tu familia no tiene nada que ver,...¡tú eres la que me atrae! tu pureza, tu sinceridad, tu buena fé -dijo Terry haciendo con estas palabras, sentir a Candy aún más enamorada de él, Candy se giró para poder limpiarse unas lágrimas que se le salieron, y entonces Terry la abrazó por la espalda y le dijo.
–Susana mírame. –dijo el castaño.
Candy lo hizo y fueron esas miradas lo que bastó para decirse todo, Terry la abrazó fuerte como para asegurarse de que no se fuera,...pero de pronto Candy reaccionó y le dijo.
–¡Basta de tonterías Terry, tenemos que terminar con este juego ahora!
Candy se zafó de sus brazos y se fué.
Continuará…..