Un mal día
Capítulo 3
Paisaje
La abrazaba con fuerza y pedía perdón, como si con esa sola acción pudiera cambiarlo todo
Eliza suspiró
Al menos aquella cosa débil e inútil que había logrado evadir a la muerte, aún podía llorar
En cambio Eliza Leagan ya tenía los ojos vacíos
Vacíos de vida.
Como si su vida se hubiese ido con aquellos que partieron
Sentía el cuerpo entre sus brazos temblar.
Los fuertes sollozos parecían querer derrumbar todo a su alrededor.
Súplicas de perdón y frases inteligibles escapaban de los labios, que también temblaban.
Eliza no sabía en realidad qué hacer en la trágica situación.
Nunca se había preocupado en brindar consuelo a nadie
De sus labios, se negaban a salir palabras suaves, palabras de reproche o siquiera alguna pequeña sílaba
Por eso, por esa simple y tal vez estúpida razón, se limitaba solo a sostenerla
Mecánicamente intentó acariaciarle torpemente el cabello, como si esa acción reemplazara toda palabra.
En este estado de inconsciencia, escondió su rostro en el cabello de la rubia
Cerró los ojos, concentrándose en escuchar los gemidos que escapaban de la joven.
De repente un pensamiento la inundó.
No era su deber consolarla.
Ni siquiera tenía que estar abrazándola.
Ella era en parte culpable de lo ocurrido
—Neil….-–Su corazón se detuvo al escuchar el nombre de su hermano
El dolor le recordó que…
Debía apartarse
Debía gritarle a esa mujer
Debía echarla de su mansión.
Ya lo había hecho antes.
Muchas veces
Ella no se resistiría
Y esta vez nadie la juzgaría por echarla
Sin embargo, por primera vez dudaba
A su mente acudieron los recuerdos del día en que Neil abandonó la casa familiar.
-. -. -. -. Flashback-. -. -
Eliza estaba en su habitación, pero aún así podía oír los gritos de su madre.
No era de extrañar
Desde hacía tiempo que Neil y su madre discutían por todo
Sin embargo, esa vez la discusión era diferente. No entendía lo que decían, pero al escuchar los pasos fuertes por el pasillo fue a ver
Cuando entró a la habitación de su hermano, se le hizo un nudo en el estómago, al verlo meter desordenadamente ropa en su baúl
Pese a notar su presencia, Neil ni siquiera volteó a mirarla.
Eliza quería rogarle que no se fuera, que no los abandonase, pero no lo hizo. Sólo por orgullo.
El orgullo que caracterizaba a los Leagan
Mientras adivinaba lo ocurrido, el nudo en el estómago se hacía más y más fuerte
Al verlo alejarse, lo odió.
Lo odió por elegir nuevamente ir tras la patética huérfana.
Lo odió por dejarla sola.
Lo odió de la misma forma que odiaba a Candy
–. -. -. -. -. -. -. - fin flashback-. -. -. -
–....mi hija …por favor, ¡Eliza, ayúdame a encontrarla!
Eliza suspiró derrotada
–Te ayudaré, …. no por ti,.... todo será por ella, por Rose,.... ella es una Leagan,...–dijo con convicción
Ya no habría odio, reproches, ni culpas.
No la perdonaba. Aquello sólo era conceder una tregua.
Acompañarse y darse, silenciosamente, un empujoncito para seguir, eso era todo
Pero debía poner algo en claro
–... la pondré a salvo, a tu lado, porque es hija de mi hermano,.... pero a él … –susurró entre dientes –¡Lo mataré! …¡Lo juro! …
Candy sabe que no miente.… sabe que Eliza se vengará y disfrutará de ese momento.
–No sé cómo , no sé cuándo , pero lo haré; sin importar que suponga mi misma muerte.
-.--.-.-.-.-.-.-.--tiempo después -. -. -
–... las pesadillas…. siento que la oscuridad y la tristeza finalmente me van a devorar, …..entonces, escucho su voz que me dice que no tema, que todo irá bien,.... me dice que todo mejorará…
Flamy ladeó la cabeza y Candy sonrió con amargura
–... camino por las calles solitarias y oscuras,.... sintiendo miedo, cansancio, desesperación y furia,... repentinamente lo escucho: "Camina con cuidado, pecas…. tranquila, …debes ser fuerte,.... Rose te necesita" …. Entonces, me abraza, me da un beso en la frente y me cuenta que ella está bien…. –empezó a temblar–... que está sana…¡Qué puede verla! ,... ¡Ella está tan linda!
Flamy tosió intentando mantener la calma
–.... seguramente piensas que me estoy volviendo loca…. – Candy se inclinó y tomó el vaso de agua delante suyo
Flamy frotó su sien, solo era una enfermera, no tenía ningún entrenamiento en salud mental. Pero Candy rechazaba cualquier tratamiento, así que únicamente estaba la posibilidad de apoyarla como amiga
–Y cómo te sientes, Candy, ¿cómo te sientes cuando él te habla?
– Me siento bien,.... protegida,... se siente como si nada hubiera cambiado. Él no dice nada profundo, ni impactante, no dice: "he venido del cielo por esto o aquello " de hecho es más común que me hable sobre lo frustrado que se siente porque puede ver a Rose únicamente cuando ella duerme y por eso no puede indicarme dónde está,... es que…. ella es tan pequeña
–¿Habla con ella?
–¿No me crees?
El silencio se hizo, y una especie de melancolía se esparció por el lugar.
–Candy, ¿Hace cuánto tiempo murió Neil?
– tres años…
Eliza, había insistido en que Candy asistiera a esa especie de "terapia" , quizá eso podría ayudarle un poco a salir de la depresión.
Al principio la idea fue rechazada
Lo importante era la búsqueda de Rose
Pero, lo cierto era que por más que así lo deseara, el sol no se cubre con un dedo y Candy estaba al borde de no encontrar sentido a nada.
Flamy estaba preocupada
-. -. -. -. - un año después-. -. -.
Los rayos de sol dorado
Eliza no quiso acompañarla, insistía en que aquel era sólo era un prado interminable y aburrido, cubierto únicamente por la salvaje maleza que crecía a sus anchas, moldeando el paisaje a su antojo.
Pero a Candy no le importó
Aquél campo le recordaba cuando un día lejano, Neil la había acompañado a visitar el hogar de la señorita Pony
-. -. -. -. Flashback-. -. -
Con una sonrisa radiante de niño pequeño y expectante de nuevas aventuras, Neil comenzó a correr a tiempo que gritaba su nombre, llamándola a unirse al juego de volar el colorido cometa con los niños, en el preciso momento que el sol se fundía con el lejano horizonte
Ese momento mágico e irrepetible, con las nubes teñidas de rojo, formando parte del decorado de un paisaje místico.
Leagan se volvió hacia ella, con los ojos más brillantes que de costumbre, la brisa jugando con su pelo, la sonrisa deshinibida, la actitud traviesa
Le tendió una mano, las risas de los niños aumentaron
Y ella aceptó
Aceptó, sí.
¿Por qué no hacerlo?
-. -. -. -.. -. -. -.fin flashback -. -. -
–Él cambió tanto….. hubiera sido un gran padre… – el viento jugó con su pelo y secó las incipientes lágrimas –¿Por qué la vida no me ha permitido ser feliz y me quita todo?, ¿Por qué se ensaña conmigo de esa manera?
El viento incrementó, la noche caía, era el momento de volver
Candy sacudió la cabeza, aquellos recuerdos le hacían daño
--.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-..Un año después-. -. -.
Eliza Leagan frunce el ceño
Nuevamente le ha tocado ser la villana y eso está bien para ella
Está harta. Ya no se molesta en fingir
Sus pasos retumban ingresando al pequeño teatro.
A su paso puede notar la mirada confundida de los presentes.
No importa, no intenta ganarse su favor. Basta con el dinero que les paga
Está exhausta, la búsqueda ha tardado demasiado, y por sus ancestros no va a dejar que gente estúpida como el grupo de teatreros dueños del lugar, se pongan en su camino.
Está segura de que ellos saben algo acerca de quien busca.
Y si no saben poco le importa
Ya ha sido suficiente.
A su paso lleva consigo dos de las linternas de aceite que encuentra en su camino.
Ignora las miradas que le dedica su personal de seguridad
Con paso seguro camina hasta el escenario.
—Ahora sabrán que hablo en serio —piensa antes de mirar al frente retadoramente
Contempla a todos por un par de minutos, antes de mirar una de las linternas que trae consigo y después arrojarla contra una de la pesadas cortinas
Los gritos de asombro se escuchan mientras la segunda linterna es tirada hacia la otra
El fuego comienza a extenderse y consumirlo todo
Eliza sabe lo peligroso que es quedarse en el lugar, pero no sale corriendo como cualquiera lo haría
Eliza Leagan sale con calma, con paso seguro y elegante.
La cabeza en alto, sin miedo a nada
Si alguien la ve salir del edificio que comienza a arder no le importa, nada importa realmente.
-. -. -. -. -. -
Por un tiempo, desde una colina cercana, Eliza mira impávida las llamas, consumiendo el teatro de las afueras de aquella pequeña ciudad
Repentinamente un tirón en su muñeca la obliga a volverse ante la recién llegada
El ceño fruncido le provoca molestia
– ¡Eliza!¡¿Qué has hecho?!
–¡Quemé el nido de ratas! – dijo señalando el edificio en llamas–¿No lo ves?
– ¿Por qué?
– Porque ninguno de ellos quiso darnos datos. No importó mi dinero,…¡ni tus lágrimas! ¿Se merecían otra cosa?
Candy fijó la mirada en el fuego
Por fuentes muy confiables sabían que Terry había pasado por el lugar no hace mucho.
Sinceramente ellas esperaban esta vez poder encontrarlos
Pero….
El silencio de todos ante sus preguntas.
La “lealtad de la gente del teatro”.
Todo había sido inútil
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Ya llegaban los vecinos con baldes de agua para intentar apagar el fuego
—¿Crees que me excedí?...¿Les tienes… pena?
La mirada helada de Eliza se fija en Candy
– ¿No estás dispuesta a hacer lo necesario para encontrarlos?
Los ojos de Candy tiemblan, pero no aparta la mirada.
— ¡Haré que este "triste accidente”, sea primera plana en los periódicos más importantes del país! —Una sonrisa depredadora ilumina el moreno rostro
Candy entiende el trasfondo.
Eliza prepara una trampa
Candy cierra los ojos un momento y la suelta.
La morena camina hacia el coche que las está esperando
—Eliza,. …espero que tu plan funcione
Eliza da la vuelta
– si funciona y lo encontramos…. Tú tomarás a tu hija… y no te interpondrás, ¡promételo!…
Candy guarda silencio
— NO ME IMPORTA LA JUSTICIA O EL TEMOR AL CASTIGO DE DIOS….¡ÉL MATÓ A MI HERMANO…. Y LLEVO CUATRO AÑOS SOÑANDO, EN LO QUE LE HARÉ CUANDO LO TENGA EN MIS MANOS!.... ¡LOS LEAGAN NO PERDONAN!
Candy no objetó, su corazón a ese punto también estaba lleno de decepción,....de dolor, …de confusión, pero sobre todo ira
Candy White Leagan tampoco perdonaría
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Última edición por LightGiogia el Dom Abr 28, 2024 2:40 pm, editado 1 vez