Siempre nos hemos preguntado por qué Elroy odia tanto a Candy, bueno pues se me ocurrió esto a ver qué tal les parece.
Originalmente me iba a basar por completo en la película de píntame angelitos negros, con Pedro Infante, pero ya sobre la marcha cambié de opinión. Espero les guste.
Los personajes de Candy Candy pertenecen a sus autoras originales Mizuki e Igarashi. Este fic es sin fines de lucro.
*ELROY*
1860.
Se esperaba la llegada de quién sería el próximo heredero de los Andley, el próximo patriarca. La servidumbre corría de un lado a otro trayendo las cosas que necesitaba la señora Henderson (la partera), afuera de la habitación se podía ver muy nervioso a William Andley, quien diría que aquel hombre tan fuerte de carácter y tan sereno todo el tiempo, estaría tan vulnerable, se veía la preocupación en su rostro con el pasar de los minutos; mientras él iba de un lado para otro en el pasillo, Margaret su esposa se debatía entre la vida y la muerte, nunca pensó que traer un bebé al mundo requiriera de tanta fuerza, de tanto dolor…sentía que poco a poco su vida se apagaba... pero no se rendiría...
- Vamos Margaret yo sé que tú puedes, inténtalo una vez más...-
Margaret pujó con todas sus fuerzas y al final pudo escuchar el llanto del bebé.
- ¡Es una niña! Pero...
- ¿Pero qué señora Henderson? ¡Vamos dígamelo! ¿De qué se trata? ¿Es que acaso hay algún problema con mi bebita?
- No es eso Margaret... ella se encuentra en perfectas condiciones.
- ¡Enséñeme a mi bebe ahora mismo!
En la cara de la partera se notaba angustia y un poco de lástima, tomó a la pequeña envuelta en las suaves cobijas y la llevó con su madre.
- ¡Oh pero si eres un ángel hermoso mi amor! ¡Sabía que serías una hermosa niña! Has llegado a este mundo a hacerme compañía, soy la mujer más feliz de éste mundo... ¿Qué le pasa señora Henderson? ¿Por qué pone esa cara? ¿Por qué me asustó de esa manera? Mi hija está hermosa, ya sé que William quería un varón... pero que vamos a hacer, no es para tanto, quite esa cara por favor.
- ¿Es que acaso no lo ves Margaret? Ella es... ¡De piel oscura!
- ¿Qué es lo que me está queriendo decir? ¡Usted no sabe nada de mí!
No puedo creer lo que estoy escuchando, ¡Todos somos iguales! ¿O es que acaso usted se creé superior a los de piel oscura? ¡Llámele a William si me hace el favor!
**********
William sentía tantos nervios que decidió tomar un trago de whisky para ver si se calmaba un poco.
- Margaret... me haces el hombre más feliz, falta poco para ver a mi heredero, tengo el nombre perfecto para él, se llamará igual que mi abuelo...-los golpes en la puerta lo sacaron de sus pensamientos.
- Señor William la señora quiere verle, pero antes que vaya quisiera hablar con usted, verá... la señora tuvo una niña de... ¡De piel oscura!-
- ¿Y...? ¿Cuál es el problema?
- ¿Pero es que no lo ve?
- Lo que veo señora Henderson es que su trabajo ha terminado en esta casa, le agradezco infinitamente por su ayuda y el cuidado que tuvo para mi esposa y mi hija, pase con el mayordomo, él tiene un sobre listo con sus honorarios, ¡Nuevamente muchas gracias! Que pase buena tarde, si me disculpa voy a ver a mis mujeres.
William corrió a su alcoba y al abrir la puerta se encontró con la escena más conmovedora que había visto en su vida. Vio a su esposa dándole de comer a su bebé.
-Mira William ¿No es la bebe más linda del mundo? Ya tengo el nombre perfecto para ella, se llamará Eliza...-
-Claro que es la más hermosa cariño.- mientras decía esto le daba un beso en la cabeza a su bebé.
- De verdad pensé que sería niño, ya hasta tenía el nombre perfecto para mi heredero.
- Oh… ¿Si? ¿Cómo pensabas ponerle?
- Quería ponerle como mi abuelo... William Roy Andley.
- Y… ¿Por qué como tu abuelo?
- Mi abuelo fue un hombre muy trabajador, de carácter fuerte pero sencillo, una persona muy noble, que con todo y la fortuna que tenía, se le veía conviviendo con la gente más humilde, sus trabajadores lo amaban, era muy querido por todos nosotros.
- Ya sé, ¡Tengo una idea!- dijo Margaret con mucha ilusión.
- Tenía pensado ponerle Eliza, pero viendo el amor que sientes por tu abuelo, que te parece si le ponemos "Elroy" Así lleva parte de los nombres que cada uno había elegido, ¿Qué te parece?
- Elroy... me gusta, no suena nada mal, además de que me parece un nombre original.
- Pues ya está, así llamaremos a nuestra princesa. Por cierto debo comentarte algo que me causo mucha tristeza, sentí que la señora Henderson discriminó a mi angelito.
- Cariño... desafortunadamente la gente le sigue dando mucha importancia al color de la piel, y claro, como tú y yo somos de piel blanca y cabello rubio, la gente hace conjeturas tontas, pero tampoco tenemos que darles explicaciones a todos de nuestros orígenes.
- No tengo ningún problema en decir que mi madre fue una mujer de piel oscura, estoy muy orgullosa de ella, gracias a el amor que me dio pude crecer segura de mi misma y hoy por hoy no me avergüenza decir que mi madre fue una sirvienta. Vi cómo la gente la discriminaba, la gente la señaló por mi culpa, por tener una hija de piel blanca, todo eso me ayudó y me dio el coraje de salir adelante para no dejar amedrentarme por nadie. Fui testigo de las injusticias que se cometieron con mi madre, así que no permitiré que nadie haga menos a mí princesa.
**********
1870
La pequeña Elroy aprendió de su madre lo importante que eran los valores en la familia, siempre le dijo que los valores humanos eran mucho más importantes que el estatus social, ya que ella llegó a conocer a muchas personas de buen linaje pero que carecían de valores, también le enseñó que no hiciera diferencia de clases sociales porque la vida da muchas vueltas y a veces estamos arriba y otras estamos abajo.
Paso el tiempo y con la llegada de su hermano William las cosas empezaron a cambiar "Según Elroy", ella empezó a sentirse relegada; El simple hecho de que William fuera de piel blanca y cabello rubio como sus padres le daba ventaja sobre ella. Esto no paso por inadvertido para Margaret por lo que día a día platicaba con ambos creando así un vínculo de unión, compañerismo y amor.
William pasaba mucho tiempo de viaje debido a sus negocios por lo que se perdía de esos momentos en familia.
A Margaret le gustaba cocinar así que le enseño a Elroy todo lo que sabía de repostería, la jovencita aprendió rápidamente y sorprendía a su madre y hermano con pasteles de su creación.
Pero como no todo en la vida es color de rosa, lamentablemente Margaret se encontraba muy delicada de salud por lo que decidió hablar con su hija, sentía que su hora estaba cerca...
- Cariño ven mi pequeña Ely... ¿Sabes que eres el orgullo de mamá cierto? Verás mi amor... mi partida está muy cerca, quiero que nunca olvides todo lo que te he enseñado, el amor, el respeto, la confianza, la humildad, siempre deben estar contigo, recuerda que tú, y tú hermano son mis tesoros. Hija quiero hablarte sobre mi madre, te pareces mucho a ella, incluso tienes el mismo color de piel que tú abuelita, ella sufrió mucha discriminación por parte de ésta sociedad, pero nunca dejó que nadie la hiciera menos, al contrario ella siempre tuvo coraje y valor para enfrentar la vida y salir adelante; si te cuento esto es porque yo no estaré más contigo, y a lo largo de tu vida te vas a encontrar con gente que quiera hacerte sentir menos porque tienen la tonta idea que las personas de color sólo deben servir a los demás. Cuando tenías tres años el presidente abolió la esclavitud, pero desgraciadamente sigue existiendo gente que trata mal a las personas de color, levanta tu cara mi niña, tú misma te has sentido menos en tú familia... así es mi princesa, pude ver que te sentías relegada cuando nació tu hermano, por eso te hacía participe en cuanto a cuidados con él, sé que él te ama y tú a él. Lo que quiero decirte es que nunca dejes que nadie te quiera humillar por el color de tu piel, sé fuerte, tienes el carácter y la determinación para ser alguien importante corazón. Seca esas lágrimas, te estaré cuidando desde donde me encuentre.
**********
1875
William Andley regresa de uno de sus viajes por Irlanda pero no lo hace solo, regresa con una mujer rubia de cabellos rizados, piel blanca y ojos esmeralda. La conoció en el barco que venía de regreso a América, él pensó que fue amor a primera vista, así que se casó en el barco, el capitán fue el que los unió. Era una idea descabellada pero William se sentía solo desde que Margaret murió hace cinco años.
- Hola chicos, anoche llegue muy tarde por lo que no quise despertarlos.
- Esta bien papá, cuéntanos, ¿Que nos trajiste?- decía el pequeño William muy emocionado.
- Al rato les enseño los regalos, y tú, ¿Cómo estas princesa?
- Bien padre, he estado estudiando mucho y cuidando de mi hermano, ayer William se trepó otra vez al gran roble y me asusté mucho, ¡Pensé que se haría daño!
- Pero no fue así Ely...
- Bien chicos me alegra que lo hayan pasado muy bien, terminamos de desayunar y quiero hablar con ustedes de algo muy importante.
- Aquí estamos papá, ¿De qué quieres hablar?
- Siéntense chicos, bien, no sé cómo empezar... Ustedes saben que mami hace años que se fue al cielo, ¿Verdad? Papi había estado solo, pero papi conoció a una maravillosa mujer de la cual se enamoró...
- Papá, ¿Te vas a casar otra vez?
- Ely... hija espero que me comprendan, amé mucho a tu madre.
- ¡¿Pero ahora amas a otra mujer?!
- Así es princesa, quiero que la conozcan, y quiero que la traten bien, ya verán que les va a caer muy bien.
- Esta bien papá por nosotros no te preocupes, le daremos una magnífica bienvenida.
Y así Elroy con todo y el dolor de saber que su padre se casaría otra vez, se dispuso a organizar todo para el recibimiento de la prometida de su padre, se encontraba en la cocina horneando un pastel cuando las puertas de la cocina se abrieron bruscamente.
- Tu, dame algo de comer, que me quedé dormida.
- ¿Quién es usted?
- No hagas preguntas niña y dame algo de comer, ¡O haré que William te corra!
- Oh ¿Si? Y… ¿Quién es usted?
- Permíteme presentarme... Soy Rachel Andley... ¡Así que haz lo que te digo! Soy la nueva ama y señora de todo esto- decía mientras extendía sus manos y le mostró su anillo de bodas.
Elroy salió corriendo hacia el Jardín, se escondió de tras del gran roble y ahí empezó a llorar...
Continuará...
Nota: No soy escritora como podrán darse cuenta, este pequeño aporte sólo lo hago con el fin de divertirme y dar mi punto de vista de la historia de Candy Candy.
Espero sus comentarios, gracias por leer.