El retorno de las Amazonas
Después de muchas vueltas buscando a Anohito, después de luchar contra hechiceras y puritanas, defendiendo sus ideales y pasión por la charcutería, un grupo de chicas encontró su hogar defendiendo a su gran amor y a algunos de los familiares favoritos de ese amor: Albert Andrew y sus sobrinos, con algunos invitadillos agregados.
Se establecieron en un lugar secreto que nadie conoce y nadie sabrá exactamente donde está, solamente las invitadas y aquellas que se dan a conocer con sus suculentos pecados capitales.
Desde hace algún tiempo se les observa muy misteriosas; concentradas, preparadas, sin caer en excesos extraños con palabras rimbombantes, porque lo que las caracteriza es su carácter liviano y su buena vibra. Esa Legión se identifica por sus miembros de corazón leal y sencillo, mujeres francotas y dedicadas a alimentar el lado obscuro de la vida.
Una mañana como muchas otras, ese grupo de guerreras de repente recibieron la convocatoria para discutir los puntos a tratar para su próxima aventura en la Guerra Florida.
-¡¡Chicas, Chicas!!!- Gritaba desesperada CandyFann -¿en dónde se meten cuando las necesito? Sin duda están preparando chorizos, con las clases de charcutería impartidas por Archie, que por cierto ¡que guardadito se tenía su pasión por los embutidos! En fin ¿en dónde estarán todas?
Mientras CandyFann gritaba como loca, en otra parte de su guarida secreta, una conversación muy interesante tomaba lugar…
-Ay así, así, mételo Archie… - gimió Chiquita, con sudor perlando su frente.
Archie, con sus manos muy ocupadas, sonrió a medias, muy seguro de sus talentos. -¡¡Si lo voy a meter!! ¡!Me encanta hacer esto!!
Ale, quien estaba a cargo de juntar a las guerreras en el patio de armas, de repente se quedó de piedra al encontrar a ese par en una posición un poco comprometedora. -¡¡Chiquita Andrew, Archie!! ¿¿qué diablos están haciendo??
-Nada que tú no hayas hecho ya Ale, - respondió Chiquita Andrew sin siquiera molestarse en voltear a ver a Ale.
Ale se quedó intrigada, pensando rápidamente en todas las cosas extrañas que había hecho en su vida y rió para sí.
-Estamos practicando nuestra clase de charcutería, - dijo Archie sosteniendo un chorizo enorme. -Esta vez estamos haciendo un chorizo con almendras que será la envidia de todos.
-Ay Archie jamás me imaginé que tuvieras esos gustos, - se carcajeó Ale doblándose sobre si misma de la risa.
-Bueno, a los demás chicos también les encanta el chorizo, - explicó Archie, dándole una ojeada a su creación.
– A todos nos gusta menos al Tío Albert, él anda algo más astrológico en estos días.
-¿¿Albert, astrológico?? – exclamó Ishy que llegaba cargando un montón de cosas que desafiaban descripción.
-Vengo preparada para todo. Esta vez vamos a preparar un suculento ataque para la Guerra. ¿Por cierto alguien ha visto a Farii? Tengo que contarle algo que escuché por ahí.
-No. No la hemos visto para nada, - dijeron a coro los ahí presentes.
Ishy se encogió de hombros. -Bueno, con su permiso. Tengo que encontrar a Farii y me sorprende que CandyFann no haya venido a darles las nuevas indicaciones, ¿Liovana, Saray, Sahra también estarán preparando chorizos o se los estarán comiendo?
-¡¡Ishy!! ¿Acaso nos ves cara de muertas de hambre o qué? - reclamó Sahra al acercarse a ella
Ishy sonrió de oreja a oreja. -Bueno es que los chorizos de los Andrew son los más sabrosos. Yo no perdería la oportunidad de devorármelos, - dijo lamiéndose el labio inferior. Pero, ¡qué bueno que te veo, Sahra! Llevemos todo esto a la sala de juntas. Sé que hay una reunión a la cual no hemos sido oficialmente convocadas, pero con los gritos de CandyFann cualquiera se enterará.
-Vamos y de camino buscamos a las demás chicas y calmamos a CandyFann,- propuso Sahra, tomando un montón de cosas en sus brazos.
Liovana y Saray estaban ofuscadas preparando las armas para la Guerra, su espíritu de amazonas las hacía estar a la defensiva y deseando una buena batalla. Kitten Andrew había entendido el mensaje de CandyFann al igual que Ishy y encontró unos elementos que le servirían para sus trabajos secretos.
Cuando todas las guerreras se encontraron en el patio de armas, se vieron cara a cara con el rubio por el que todas darían gustosas la vida.
Chiquita fue la primera en enviarle un beso en el aire. -Albert, que hermoso luces hoy, - dijo seductivamente jugando con su melena.
-Chiquita tu no dejas títere sin cabeza- le dijeron todas, poniendo los ojos en blanco de buen humor.
El rubio sonrió complacido por tanta belleza a sus pies. -Que veo que las veo bellas guerreras. Quiero que pasemos a la sala de juntas por favor.
Entraron todas sigilosamente y ordenaditas como siempre, su espíritu amazónico jamás las hacía perder el encanto y la gracia de unas damas, aunque su revolucionaria mente que, para mucha gente era pervertida, siempre las dotaba de gracia y picardía.
Albert las siguió, y cuando estuvieron en sus lugares, se paró frente a ellas con los brazos en su espalda y sus musculosas piernas separadas.
-Sé que están nuevamente emocionadas y preparadas para la Guerra Florida, - declaró en voz clara y varonil.
-El camino será hostil, pero ustedes con su perseverancia y su principal finalidad, que es la diversión, saldrán victoriosas como siempre. Quiero que enciendan el lado obscuro, que por eso es que me he quedado con ustedes y también una encomienda para que todo salga mejor.
-Si Albert. Tú dinos lo que quieras,- contestaron todas al mismo tiempo como inocentes colegialas.
La voz de Albert hizo un eco seductor en ese salón.
-QUIERO QUE MIREN LAS ESTRELLAS Y CON SUS CONSTELACIONES TRIUNFEN EN ESTA GUERRA. EL CIELO NOS REGALA CADA NOCHE MIL LUCES Y SE QUE, AL VERLAS, AUNQUE NO ESTEMOS JUNTOS, NUESTROS CORAZONES SI LO ESTÁN.
Ishy que cargaba con todo, soltó su carga, demostrando con todo su equipo que estaba dispuesta a mostrar su lealtad hasta el final. Sarah y Saray sacaron todos los elementos que cargaban en sus alforjas: bolas de cristal, telescopios, tinas de agua, pociones secretas, etc.
Kitten Andrew, Chiquita, Sahra, CandyFann comenzaron a observar y a tomar notas, trazando cada plan de batalla imaginable.
Ale, al fondo del salón, seguía feliz con los chorizos de Archie, quien los llevó en una bandejita de plata; unos ya bien cocidos para que todas pudieran disfrutar y concentrarse mejor en los preparativos.
Se establecieron en un lugar secreto que nadie conoce y nadie sabrá exactamente donde está, solamente las invitadas y aquellas que se dan a conocer con sus suculentos pecados capitales.
Desde hace algún tiempo se les observa muy misteriosas; concentradas, preparadas, sin caer en excesos extraños con palabras rimbombantes, porque lo que las caracteriza es su carácter liviano y su buena vibra. Esa Legión se identifica por sus miembros de corazón leal y sencillo, mujeres francotas y dedicadas a alimentar el lado obscuro de la vida.
Una mañana como muchas otras, ese grupo de guerreras de repente recibieron la convocatoria para discutir los puntos a tratar para su próxima aventura en la Guerra Florida.
-¡¡Chicas, Chicas!!!- Gritaba desesperada CandyFann -¿en dónde se meten cuando las necesito? Sin duda están preparando chorizos, con las clases de charcutería impartidas por Archie, que por cierto ¡que guardadito se tenía su pasión por los embutidos! En fin ¿en dónde estarán todas?
Mientras CandyFann gritaba como loca, en otra parte de su guarida secreta, una conversación muy interesante tomaba lugar…
-Ay así, así, mételo Archie… - gimió Chiquita, con sudor perlando su frente.
Archie, con sus manos muy ocupadas, sonrió a medias, muy seguro de sus talentos. -¡¡Si lo voy a meter!! ¡!Me encanta hacer esto!!
Ale, quien estaba a cargo de juntar a las guerreras en el patio de armas, de repente se quedó de piedra al encontrar a ese par en una posición un poco comprometedora. -¡¡Chiquita Andrew, Archie!! ¿¿qué diablos están haciendo??
-Nada que tú no hayas hecho ya Ale, - respondió Chiquita Andrew sin siquiera molestarse en voltear a ver a Ale.
Ale se quedó intrigada, pensando rápidamente en todas las cosas extrañas que había hecho en su vida y rió para sí.
-Estamos practicando nuestra clase de charcutería, - dijo Archie sosteniendo un chorizo enorme. -Esta vez estamos haciendo un chorizo con almendras que será la envidia de todos.
-Ay Archie jamás me imaginé que tuvieras esos gustos, - se carcajeó Ale doblándose sobre si misma de la risa.
-Bueno, a los demás chicos también les encanta el chorizo, - explicó Archie, dándole una ojeada a su creación.
– A todos nos gusta menos al Tío Albert, él anda algo más astrológico en estos días.
-¿¿Albert, astrológico?? – exclamó Ishy que llegaba cargando un montón de cosas que desafiaban descripción.
-Vengo preparada para todo. Esta vez vamos a preparar un suculento ataque para la Guerra. ¿Por cierto alguien ha visto a Farii? Tengo que contarle algo que escuché por ahí.
-No. No la hemos visto para nada, - dijeron a coro los ahí presentes.
Ishy se encogió de hombros. -Bueno, con su permiso. Tengo que encontrar a Farii y me sorprende que CandyFann no haya venido a darles las nuevas indicaciones, ¿Liovana, Saray, Sahra también estarán preparando chorizos o se los estarán comiendo?
-¡¡Ishy!! ¿Acaso nos ves cara de muertas de hambre o qué? - reclamó Sahra al acercarse a ella
Ishy sonrió de oreja a oreja. -Bueno es que los chorizos de los Andrew son los más sabrosos. Yo no perdería la oportunidad de devorármelos, - dijo lamiéndose el labio inferior. Pero, ¡qué bueno que te veo, Sahra! Llevemos todo esto a la sala de juntas. Sé que hay una reunión a la cual no hemos sido oficialmente convocadas, pero con los gritos de CandyFann cualquiera se enterará.
-Vamos y de camino buscamos a las demás chicas y calmamos a CandyFann,- propuso Sahra, tomando un montón de cosas en sus brazos.
Liovana y Saray estaban ofuscadas preparando las armas para la Guerra, su espíritu de amazonas las hacía estar a la defensiva y deseando una buena batalla. Kitten Andrew había entendido el mensaje de CandyFann al igual que Ishy y encontró unos elementos que le servirían para sus trabajos secretos.
Cuando todas las guerreras se encontraron en el patio de armas, se vieron cara a cara con el rubio por el que todas darían gustosas la vida.
Chiquita fue la primera en enviarle un beso en el aire. -Albert, que hermoso luces hoy, - dijo seductivamente jugando con su melena.
-Chiquita tu no dejas títere sin cabeza- le dijeron todas, poniendo los ojos en blanco de buen humor.
El rubio sonrió complacido por tanta belleza a sus pies. -Que veo que las veo bellas guerreras. Quiero que pasemos a la sala de juntas por favor.
Entraron todas sigilosamente y ordenaditas como siempre, su espíritu amazónico jamás las hacía perder el encanto y la gracia de unas damas, aunque su revolucionaria mente que, para mucha gente era pervertida, siempre las dotaba de gracia y picardía.
Albert las siguió, y cuando estuvieron en sus lugares, se paró frente a ellas con los brazos en su espalda y sus musculosas piernas separadas.
-Sé que están nuevamente emocionadas y preparadas para la Guerra Florida, - declaró en voz clara y varonil.
-El camino será hostil, pero ustedes con su perseverancia y su principal finalidad, que es la diversión, saldrán victoriosas como siempre. Quiero que enciendan el lado obscuro, que por eso es que me he quedado con ustedes y también una encomienda para que todo salga mejor.
-Si Albert. Tú dinos lo que quieras,- contestaron todas al mismo tiempo como inocentes colegialas.
La voz de Albert hizo un eco seductor en ese salón.
-QUIERO QUE MIREN LAS ESTRELLAS Y CON SUS CONSTELACIONES TRIUNFEN EN ESTA GUERRA. EL CIELO NOS REGALA CADA NOCHE MIL LUCES Y SE QUE, AL VERLAS, AUNQUE NO ESTEMOS JUNTOS, NUESTROS CORAZONES SI LO ESTÁN.
Ishy que cargaba con todo, soltó su carga, demostrando con todo su equipo que estaba dispuesta a mostrar su lealtad hasta el final. Sarah y Saray sacaron todos los elementos que cargaban en sus alforjas: bolas de cristal, telescopios, tinas de agua, pociones secretas, etc.
Kitten Andrew, Chiquita, Sahra, CandyFann comenzaron a observar y a tomar notas, trazando cada plan de batalla imaginable.
Ale, al fondo del salón, seguía feliz con los chorizos de Archie, quien los llevó en una bandejita de plata; unos ya bien cocidos para que todas pudieran disfrutar y concentrarse mejor en los preparativos.
0o0o0o0 - FELIZ GUERRA FLORIDA 2016 - 0o0o0o0
ÉXITO A TODOS LOS CLANES