Hola a todos los grupos este año había decidido no participar en la GF como agente debido a mi trabajo, pero como le dije a la jefa Luisy cuando estas inspirada no pude mas y tuve que escribir. Aquí les dejo este pequeño aporte traigan pañuelo en especial Carolina que es la mas llorona. Saludos ]
TAL VEZ MAÑANA
Sus pasos eran lentos y arrastrados, no deseaba abrir la puerta pero al introducir la llave en la cerradura y al girar el pomo la puerta se abrió. Todo estaba tal y como lo recordaba tenia años que no venia a ese departamento, pero la añoranza y la felicidad que compartió en aquellas cuatro paredes lo hicieron regresar.
La pequeña cocina, la sencilla mesa, nada había cambiado y juraba que hasta su olor se podía sentir en el aire. Una combinación de rosas y a la primera bocanada de aire puro en las mañanas.
Se maldecía así mismo por estar allí recordándola, después de que la había amado tanto, ahora la odiaba. La odiaba por el despojo de persona en que se había convertido.
Desde que se había ido la veía en todos lados, en su casa, en su trabajo hasta en su mente. Debía ser una especie de maldición.
Lo supo la primavera vez que había visto esos ojos verdes esmeraldas. Que esa chiquilla le traería problemas, pero cuando la vio al despertar de su amnesia pensó que era un ángel, un ángel hechicero de ojos verdes.
Maldita bruja. ¿Por qué le había hecho eso? ¿Por qué abandonarlo si ella sabia que la amaba con locura? Solo deseaba liberarse de aquel hechizo de su sufrimiento, no quería volver a vivir días como aquellos.
¿Pero así era ella? Enamoraba a todos los hombres que pasaban por su vida. Ninguno se resistía a su embrujo.
Tom, Anthony, Archie, Stear, Terry incluso Neil no fueron los mismos después de conocer a Candy.
Estaba condenado, lo sabia. Y ella estaba feliz. ¿Cómo podía ser feliz sabiendo que el sufría por su abandono? Duele cuando alguien que amas te deja solo unas cuantas palabras y se va para perseguir sus sueños.
De repente escucho unos pasos. ¿No podía ser ella? Pero deseaba que lo fuera, que se hubiera arrepentido de abandonarlo, si así era, la perdonaría por todo solo deseaba estar con ella.
Y efectivamente era ella. Estaba igual que siempre no había cambiado nada mientras que el se sentía años mas viejo.
Le sonrió como ella solo sabia hacerlo. Y su mundo se ilumino nuevamente.
-Alberth….
Si era ella que había pronunciado su nombre.
Y sin pensarlo mas se acerco a ella, la beso con nostalgia y deseo. Cómo llevaba haciendo desde que lo había abandonado.
Luego sin decir nada solo tomados de la mano salieron a dar un paseo. No había necesidad de palabras el amor estaba en el aire.
Pero siempre llegaban al mismo sitio.
Y cuando estaban a pocos metros de aquel lugar no tuvo el valor. Soltó su mano y retrocedió. No necesitaba ver a que lugar habían llegado, lo conocía muy bien, pues en una tumba solitaria y con señal evidente de que nadie nunca la visitaba. Yacía el cuerpo de su amada esposa.
-Mañana Candy. Tal vez mañana tenga las fuerzas que hoy me faltan seré libre y volveré a vivir sin ti.
Por hoy solo necesito llorar….
La pequeña cocina, la sencilla mesa, nada había cambiado y juraba que hasta su olor se podía sentir en el aire. Una combinación de rosas y a la primera bocanada de aire puro en las mañanas.
Se maldecía así mismo por estar allí recordándola, después de que la había amado tanto, ahora la odiaba. La odiaba por el despojo de persona en que se había convertido.
Desde que se había ido la veía en todos lados, en su casa, en su trabajo hasta en su mente. Debía ser una especie de maldición.
Lo supo la primavera vez que había visto esos ojos verdes esmeraldas. Que esa chiquilla le traería problemas, pero cuando la vio al despertar de su amnesia pensó que era un ángel, un ángel hechicero de ojos verdes.
Maldita bruja. ¿Por qué le había hecho eso? ¿Por qué abandonarlo si ella sabia que la amaba con locura? Solo deseaba liberarse de aquel hechizo de su sufrimiento, no quería volver a vivir días como aquellos.
¿Pero así era ella? Enamoraba a todos los hombres que pasaban por su vida. Ninguno se resistía a su embrujo.
Tom, Anthony, Archie, Stear, Terry incluso Neil no fueron los mismos después de conocer a Candy.
Estaba condenado, lo sabia. Y ella estaba feliz. ¿Cómo podía ser feliz sabiendo que el sufría por su abandono? Duele cuando alguien que amas te deja solo unas cuantas palabras y se va para perseguir sus sueños.
De repente escucho unos pasos. ¿No podía ser ella? Pero deseaba que lo fuera, que se hubiera arrepentido de abandonarlo, si así era, la perdonaría por todo solo deseaba estar con ella.
Y efectivamente era ella. Estaba igual que siempre no había cambiado nada mientras que el se sentía años mas viejo.
Le sonrió como ella solo sabia hacerlo. Y su mundo se ilumino nuevamente.
-Alberth….
Si era ella que había pronunciado su nombre.
Y sin pensarlo mas se acerco a ella, la beso con nostalgia y deseo. Cómo llevaba haciendo desde que lo había abandonado.
Luego sin decir nada solo tomados de la mano salieron a dar un paseo. No había necesidad de palabras el amor estaba en el aire.
Pero siempre llegaban al mismo sitio.
Y cuando estaban a pocos metros de aquel lugar no tuvo el valor. Soltó su mano y retrocedió. No necesitaba ver a que lugar habían llegado, lo conocía muy bien, pues en una tumba solitaria y con señal evidente de que nadie nunca la visitaba. Yacía el cuerpo de su amada esposa.
-Mañana Candy. Tal vez mañana tenga las fuerzas que hoy me faltan seré libre y volveré a vivir sin ti.
Por hoy solo necesito llorar….
FIN