Bastante me ha costado cometer mis pecados, como para malbaratarlos en arrepentimientos vanos…
FRIDITAS
- Entonces no te arrepientes de nada?
- Claro que no…
- Segura?
- Exacto, no me diras que tu si Terry, me sorprende de ti.
- Que puedo decirte Friditas, después de escucharte y de escuchar tu sabiduría creo que tienes razón, no hay que arrepentirse de nada.
- Lo se… Ahora si, dime para que me citaste aquí.
Horas atrás una llamada habia sorprendido por completo a Friditas, quien estaba bañándose para salir a dar batalla. Terry estaba al otro lado de la línea preguntándole si tenia un poco de tiempo para verlo, por supuesto Friditas no se nego, quien se negaría a esa mirada azul y esa sonrisa sexy, asi que de inmediato acudió a la cita a la hora prevista.
Cuando llego al lugar lo vio a lo lejos sentado en una mesa, se veía radiante… “ahora si se me hizo”…-penso friditas caminando hasta donde estaba Terry.
- Hola Terry, ah me alegro de verte, esto si que es una sorpresa.
- Hola Friditas, es que necesitaba que vinieras.
- No te preocupes, siempre estoy para ti… pero dime que necesitabas.
- No, no, primero dime, que te haces para verte tan bien.
- Ay, gracias, tu siempre tan galante.
- Es la verdad, hoy luces espectacular.
- De verdad… sabes que me sorprendio tu llamada.
- Lo se, debi haber llamado antes… ahora tengo un remordimiento.
- Remordimiento? Que va, eso no debe ser, nunca debes de arrepentirte de nada, mírame a mi, yo no conozco esa palabra.
- De verdad?
- Por supuesto, tengo un lema que me ayuda a manejar situaciones absurdas de este tipo.
- Ah si? Y cual es.
- Bastante me ha costado cometer mis pecados, como para malbaratarlos en arrepentimientos
- Suena, genial…pero que tal si haces algo malo, sabes que esta mal, sabes que puede irte mal y …
- Nada, nada, nunca hay que arrepentirse de nada, todo hecho tiene un aprendizaje y eso debes aprenderlo.
- Entonces no te arrepientes de nada?
- Claro que no…
- Segura?
- Exacto, no me diras que tu si Terry, me sorprende de ti.
- Que puedo decirte Friditas, después de escucharte y de escuchar tu sabiduría creo que tienes razón, no hay que arrepentirse de nada.
- Lo se… Ahora si, dime para que me citaste aquí.
- Bueno, pues ya que estamos en confianza y ahora que me siento mas ligero te dire.
- Soy toda oídos.
- Fijate que llegaron unos amigos mios de Inglaterra y no tenían donde quedarse.
- Vaya y luego.
- Les dije que tenia una bella casa, con ventanas grandes, dos recamaras, cocina, comedor, baño.
- Pero tu vives en un departamento.
- Déjame terminar… les dije que podían quedarse ahí el tiempo que quisieran, les di la llave del lugar y …
- Eso que tiene que ver conmigo.
- Es tu casa.
- Que?
- No iba a dejarlos quedarse en mi departamento verdad?
- Y de donde sacaste la llave?
- En lo que venias para aca mande a un cerrajero a cambiar la chapa y …
- Estas loco? Como me echas de mi propia casa, ahorita mismo ire a echarlos.
- No lo creo, son amigos de armas tomar y si te ven en su propiedad.
- Su…? Pero estas loco, esa es mi casa.
- Y lo sigue siendo, no te preocupes ellos se iran en un par de meses, mientras puedes quedarte en un hotel.
- Pero…
- No te apures, ya todo esta arreglado, te consegui una bonita habitación con descuento, eso si, esta un poco lejos de la ciudad y…
- Te arrepentiras de esto Terrence, como pudiste.
- No, no, no, no… bastante me costo planear esto para arrepentirme, tu misma lo dijiste, bueno me voy porque tengo cosas que hacer…
Friditas se quedo viéndolo, sabia que podia echar a la gentuza que llego a su casa pero el problema era cuando y como… vio salir a Terry de la cafetería y lucia tan bien… no, que estaba pensando, no lucia bien, era un cinico, un desvergonzado… a punto de salir llego el mesero llevándole la cuenta, no solo se habia quedado sin casa sino que además tendría que pagar lo que Terry y sus amiguitos se habian comido. Porque antes de ella un batallón como de 10 personas habian comido a sus costillas.
Ahora si se arrepentia de haber tomado esa llamada.