CLASE ESPECIAL AQUELARRE ANDREW
GUERRA FLORIDA 2016
GUERRA FLORIDA 2016
SALUDOS A TODAS NUESTRAS AMABLES LECTORAS, AQUÍ DEJANDO LES OTRO CAPITULO DE ESTE FIC COMPARTIDO CON CANDICE LEDEZMA.
GRACIAS POR LEERNOS
DISCLAIMER: Los personajes de Candy Candy no me pertenecen. Son propiedad de Mizuki & Igarashi. Este fic se realizó sin fines de lucro. Para la Guerra Florida 2016. Historia alterna. Por Candice Ledezma & Sahra Mc Cartney “Gràdhdauphin”
AMOR INESPERADO EN NAVIDAD
Capitulo ocho
Capitulo ocho
Tan pronto como abrieron la puerta deseaban gritar, llorar, terminar de sacar eso que sentían. Bajaron las maletas y buscaron las llaves… Por fin a salvo en su hogar las chicas empezaron a sentirse un poco mejor, prendieron la calefacción, y empezaban a acomodarse, cuando.. Tocaron a la puerta y extrañadas ya que no esperaban a nadie.
-Abre la puerta. Por favor...
-Si,
-Mientras voy por un cafecito, ¿no quieres uno Candy?
Cuando Candy abrió la puerta. No se esperaba verlos ahí, después de todo ellos no sabían dónde Vivian, o eso es lo que ellas creían.
-¿Que hacen aquí?
-Deseó hablar con Kaira, por favor
-¿Quién es Candy?
-¡Te buscan! ¡Ven por favor! - Grito Candy desde la puerta.
Mientras tanto John se acercó a Candy…
-Candy ¿me regalas 5 minutos? quiero hablar contigo.
¡Al verlo se le volteo el estómago! Instintivamente queriendo cerrar la puerta. Pero Erick puso su mano en la puerta evitando que Candy la cerrara de golpe. -¡Espera Candy! Déjame hablar con Kaira
John desde atrás se atrevió a preguntarle a Candy ¿Podemos hablar?
-Perdón, pero ahora no estoy de humor. Lo siento tal vez después. Pensaba para su adentro, mucho después.
John cambió su cara de gusto a molestia total
Con voz insistente -¡5 minutos, nada más!
-¡No! estoy cansada por favor retírate! Grito Kaira desde la cocina. – dijo, seria y con autoridad,
Candy no cruzo más palabras con John. Ni siquiera le dio oportunidad de decir otra cosa... Ellos decidieron dejarlas, ya habría oportunidad después. Cuando se fueron ellas se abrazaron para tranquilizase un poco… Ya más tranquilas se retiraron a sus habitaciones a cambiarse, darse un baño y dormir…
+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*
Los hermanos Andrew. después de un vuelo un tanto incomodo, ya que el compartir su espacio con esas mujeres les desagradaba en gran manera por fin llegaron a Chicago. George y un chofer los esperaban, George un buen amigo para la familia partió con William, y Albert llevo a Luisa a Elisa a su casa ya que quería poner en marcha su plan de desenmascararla. Ya que en el fondo esperaba que todo fuera una mentira, pero si fuera verdad haría hasta lo imposible para cumplirle a su hijo.
William llego a casa de pésimo humor por todo lo que les había pasado hasta ese momento. Su tía sorprendida de verlo entrar con pasos firmes y un semblante de pocos amigos, ya que tenía un carácter sereno y siempre supo mantenerse firme en cualquier situación.
-¡Hijo! que alegri...
Las palabras se quedaron a medio camino al ver la expresión de su adorado sobrino. William solo se limitó a dar un saludo muy breve y se retiró a su habitación. Ya adentro y solo se dejó caer en su cama y salieron unas lágrimas que mojaron esos bellos ojos azules. Sólo pensaba una y otra vez en lo que había pasado… Le dolió que ella no le diera la oportunidad de hablar, que no confiara aunque fuera un poquito en él, después de los momentos vividos. El sintió que hubo mucho en juego en cada entrega que hubo entre ellos. La buscaría por todas partes Si, ¡fuera preciso! Hablaría con George para que la buscara y no supo en qué momento se quedó dormido…Solo durmió unos minutos ya que el estar pensando no lo dejo descansar. Pero cuando despertó su sentir, había cambiado dejo de lado al hombre sensato y tierno y dejo salir al hombre ¡analítico y frio!
Albert llevo a las chicas a su casa cuando por fin dejaba a Elisa. Ella se puso coqueta con el pensado que el caería en su juego,
La casa era bonita muy cómoda y lujosa. Lo invito a la sala hablándole de su hijo de poco a poco se le acercó y quiso besarlo pero Albert la separó bruscamente en un movimiento casi instintivo.
-Tengo que irme Elisa. Mañana vendré por ti, ¡adiós!- levantándose de un salto.
Elisa pensó que su mentira estaba funcionando. ¡Sí! ¡Mi vida! aquí estaré esperándote ¿cómo a qué hora vendrás?
-Después del mediodía, y por favor no me llames así
-¡No me trates así por favor! - Elisa le pidió a Albert el salió de la sala hacia la entrada de la casa, quería gritar de ¡frustración! hizo acopio de todo su control para no perderse en sus múltiples emociones entro al auto. Donde su chofer lo esperaba.
-Antuan, llévame a casa por favor
-¿Señor está todo bien?
Le pregunto al ver tan descompuesto a su jefe.
-¡Sí, estoy bien no hay problema! – con voz desganada.
El clima era frio y caía un poco de nieve... Esa escena le hizo recordar su paseo por París con Candy cerrando los ojos y recordar tan bellos momentos le hicieron el viaje más rápido. Llego a casa entro a la sala y vio a su tía, estaba tomando un té. En cuanto la vio, sintió la necesidad de estar cerca de ella camino y se arrodillo para poder abrazarla y así poder poner su cabeza en el regazo de su tía. Quería sentir la seguridad que siempre sintió desde que era un niño, había sido como una madre para él y su hermano. Al sentirlo tan cerca pudo ver que algo no estaba bien, así que no pregunto nada solo se limitó a acariciar su cabello dándole el consuelo que el silenciosamente le pedía.
-Tía ¿cómo estas, como pasaste navidad?
-Bien hijo aquí en casa. Con George y su esposa Dorothy.
-Qué bueno tía, me da gusto saber que tuviste compañías tan gratas.
- Si hijo, y ¿ustedes? ¿Qué es lo que ha pasado los veo tan tristes y apagados?
-No es nada tía, ya pasará tú no te preocupes.
-Se suponía que éste viaje les haría bien,
-Después hablamos tía, y ¿William está en su habitación?
-Si hijo. Llegó y se encerró no ha querido salir, ni quiso comer, me preocupan, este viaje era para que ustedes se divirtieran y dejar atrás el estrés del trabajo…
-Si tía lo sé, lo sé, pero pasaron cosas….Bueno, voy a descansar.
Le dio un beso y se fue. Ella miraba el fuego de la chimenea pensando que habría pasado en París, le disgustaba ver a sus muchachos así, Albert subió la escalera con pasos lentos estaba muy cansado había pasado tantas cosas en tan poco tiempo, mucho para procesar. Entro a la habitación de William él estaba tumbado en un sofá cerca de la ventana viendo el paisaje frío de Chicago
-Hermano ¿cómo te sientes? Deberías descansar y después pensaremos que vamos a hacer.
Mirando el panorama frio, le contesto sin voltearlo a ver.
-Albert, ¡déjame en paz! ¡Y en un rato más iré a descansar!
Albert sabía muy bien lo que su hermano estaba sintiendo.... Él se sentía igual o peor ya que un engaño podía arreglarse, pero un hijo y el lazo que esto significaba con ¡la madre! ¡Eso era peor!
-William, las buscaremos y arreglaremos las cosas, ellas no pueden quedarse ¡sin una explicación!
-Albert, ¡tú haz lo que quieras! - Dijo William levantándose de un salto del sillón.
-Yo tengo muchas cosas que hacer en el ¡corporativo! Y mañana me voy a trabajar.
Albert lo vio sin saber que decir ante esta helada confección dada por William.
-Pero William ¿qué dices? No puedes estar hablando en serio
-¡Albert! ¡Basta! Estoy cansado de tantas mentiras y si esto no fuera poco, su ¡desconfianza! ¿Cómo es posible que me crea un mentiroso? Después de lo que pasamos...... Yo sé que tenemos poco tiempo de conocernos, pero lo que tuvimos creí que había sido especial Si ella quiere creer que la engañe yo no puedo hacer ya nada.... Ya estoy harto de sufrir y dejarme llevar por mi ¡corazón! ¡Se acabó!! ¡Ya basta de niñerías es tiempo de tomar mi vida en mis manos! Ahora si no te molesta necesito descansar, ¡me duele la cabeza!
- Esta bien William has lo que siempre has hecho, hacerte ¡el fuerte! La Tía abuela está muy preocupada por nosotros.
-Ya te dije Albert tú has lo mejor que creas, después de todo cada uno es libre de actuar como queramos. Además cuando te fuiste a llevarlas a su casa, George me mostró un nuevo proyecto y tenemos que ver el plan de trabajo, ya que tenemos competidores y........
-Bien William ya entendí, tenemos que trabajar y seguir adelante con nuestras vidas, pero tú sabes que mi forma de pensar es muy ¡diferente!... De que me sirve trabajar y tener tanto dinero. Si al final del día estoy ¡solo! Sin nadie con quien compartir todo este supuesto “éxito” Así como dijiste hemos sufrido pérdidas importantes y por esa razón No pienso perder a Candy... La voy a buscar y voy a hacer todo lo que este a mi alcance para que me escuche y me ¡perdone!
Los dos hermanos se miraron tan decididos, cada uno en su posición que mejor Albert salió de la habitación decidido a mandar a buscar a su querida Candy.
Todo paso después de que William pensará en todos los problemas que tendrían que enfrentar con los nuevos socios..... este era un buen pretexto para darse un tiempo y pensar lo que haría después, no quería ver a su hermano sufrir así que lo apoyaría en todo el proceso de la supuesta paternidad y también en lo que el decidiera aún que esto implicará volver a ver a Kaira.
+*++*++*++*++*++*++*++*++*++*++*++*++*
Candy y Kaira estaban acoplándose a su rutina sin imaginar lo que los hermanos pensaban hacer.
-¡Linda levántate! Hay que seguir, no podemos estar encerradas, además no sé cómo diablos Erick consiguió nuestro número, en el teléfono hay mil mensajes de el!
-Candy ¡por favor no me digas nada!
Dijo echa una furia pocas veces se molestaba pero Dios bendito nos agarre confesados ese era un mal momento para ¡molestarla!
-¡Ok!! Entonces desconectare el teléfono. ¡Ya no lo aguanto! Y a ti así ¡Tampoco! Iré a hacer las compras no hay nada en las alacenas y soni necesita comida. ¿Necesitas algo?
-Bien. Candy no creo ocupar nada. Y discúlpame… Creo que más tarde, si me siento mejor salimos un rato.
En realidad no tenía ánimos de nada pero ella sabía que era tiempo de levantarse a pesar de que ya pasaron algunos días sin saber nada de los rubios aunque sabían porque.... Aun recordaban todo lo vivido esos días en París. Candy no está mejor, pero no quería estar mal, deseaba olvidar y seguir.
Todo pasa por algo dice un dicho Aunque a veces no entendemos él porque…
Albert llegó por Elisa muy puntal como siempre, el lucía cansado, no pudo dormir de solo pensar en lo que se le avecinaba.
Elisa todo lo contrario su sonrisa de lado a lado se veía tan feliz, se puso muy guapa y lista para la conquista. No sabía los planes de Albert, el cual antes de salir de casa llamó al doctor Martin y le platico lo que quería, ellos concretaron una cita para el chequeo de ella. Llego a la casa de Elisa donde lo recibió una mucama muy amable
-Señor Andrew ya lo espera la señorita Elisa en la sala, ¿le ofrezco algo de tomar?
-No, gracias
-¡Querido, que gustó verte!
Elisa con voz melosa. Albert con mucho fastidio acepto el abrazo, trato de estar bien con ella pues sería la madre de su “hijo”
-¡Vámonos Elisa! ¿Estas lista?
Ella triunfante -Si amor. Estoy lista.
Salieron de la casa y como había algo de nieve el, la llevaba abrazada de la cintura para cuidarla de que no cayera, pues en su estado era peligroso. Ella estaba ¡extasiada! creía tener la sartén por el mango, la ayudó a subir al auto una vez adentro ella entusiasmada le pregunta
¿A dónde vamos?
A lo cual Albert solo se limitó a conducir…
Ese día no caía nieve pero había acumulada de varios días.
**********++++++***********
Candy decidió ir cambiado a hacer sus compras y de paso checar una cita con el veterinario para soni, quería despejar su mente y mientras caminaba, recordaba el último día en París, la caminata para ir a comer con el fuera del hotel, iban abrazados y sonrientes…
Mientras Candy caminaba sumida en sus pensamientos, no se dio cuenta que alguien seguía sus pasos…. –
-¡Candy! ¡Hola!
- ¡John..! Pero… ¿qué?
Acercándose a ella le dio un beso en la mejilla.
- ¿Cómo has estado querida Candy? te he buscado porque quiero que hablemos, es solo un momento. ¡Por favor! Ya vez que el otro día no quise causarte más preocupaciones…
Resignada - Está bien… solo un momento, es que Kaira me espera..
- No te preocupes regresaras rápido.
Tomándola del brazo, caminaron en busca de una cafetería donde poder platicar…. Los minutos se convirtieron en algunas horas. La charla paso más tranquila de lo que los jóvenes pensaban seria, dados los acontecimientos acordaron tener otra charla…
-Mmm… Tengo que irme ya es tarde y ¡tengo que hacer las compras!
Miro su celular y vio la hora. -Bueno me voy -
John rápidamente - Permíteme acompañarte, después de todo ha sido mi culpa el retrasarte.
No de muy buena gana acepto…. ya que era tarde y quería llegar a casa. En casa de las jóvenes. Un teléfono lleno de mensajes are borrado uno por uno sin detenerse a escucharlos. Pensando en lo que había pasado y lo que tendría que enfrentar para recuperar el control de su vida, de pronto escucho el timbre y de un sobresalto corrió a abrir, cuál fue su sorpresa de encontrar a su amiga en compañía de ¡su ex!
-¡Candy!...Pero……. ¡amiga!
-Se me olvidaron las llaves ¡Se apresuró a decir! Antes de que su amiga dijera algo o hiciera algo…
-¡Muchas gracias!
John se despidió de las jóvenes no sin antes mirar a las dos amigas mirarse tan extrañadas por la situación, cuando John se fue
-Candy ¡ESTAS LOCA! ¿Qué crees que hacías?.. ¡No, no, es que no!
-¡Tranquila! No pasó nada, solo platicamos y ¡nada más! No creerás que pienso tener algo con el ¿verdad?
-¡No! claro que no…. Pero… es que...
-Ya te dije no pasara ¡nada de nada!
++++++++++++++++
En el auto de Albert una Elisa emocionada sin saber adónde iban, estaba encantada pues creía que su mentira y su bien tramado plan daba resultado, Albert solo la escuchaba parlotear, en su mente el oía puro; bla,bla, bla…En realidad su mente viajo hacia tiempos mejores. Llegaron al centro de la ciudad y ella pensó que irían a comer o a pasear a una plaza comercial, cuando aparcaron cerca de la clínica del Doctor Martín, él era amigo de la familia y era dueño de una clínica muy reconocida. Elisa se sintió un poco preocupada, pero no quería demostrarlo,
-¡Llegamos!
-¿A dónde querido?
-A la clínica del Doctor Martin, hable con él y acepto llevar el control de tu embarazo.
¡Elisa palideció! ¡Tenía que actuar rápido!
-¿Algún problema “querida”?- Diciendo esto con énfasis
- No Albert, ¡cómo crees! vamos
Sonreía, pero no sabía cómo iba hacer para seguir con su mentira, sabía que ahí no podría sobornar a nadie resignada siguió a Albert a la recepción de la clínica, se presentaron con la secretaria. La cual rápidamente les pregunto.
-Buenos días ¿a nombre de quien está la cita?
-Elisa Leagan
- Si, el Doctor los espera, pasen al piso tres una enfermera los espera.
-Gracias señorita muy amable.
-Albert mejor vamos con mi Doctor ahí me siento más segura, es un excelente ginecólogo, por favor querido, aquí no conozco al médico...
-Mira el Doctor Martín es el Doctor de la familia, y claro que es un gran Doctor. Y en el tengo mi total confianza para poner a mi hijo en sus ¡manos!
Dijo un poco desesperado, puso una mano en el vientre de ella.
-¡Está bien Albert!
Sabía a lo que se iba a enfrentar, ¡estaba en pánico! Pero lo supo ocultar muy bien y siguió adelante con su farsa, después de llenar papelería de rigor una enfermera llevo a Elisa a cambiarse una bata para su revisión, El Doctor Martín no era obstetra, pero tenía un buen equipo de trabajo, después de unos minutos Elisa se encontraba lista, sabía que la descubrirán…. Pero ella lloraría y rogaría, se justificaría que fue por el gran ¡amor! la comedia estaba a punto de descubrirse. Estaba pálida, temblaba de nervio pues estaba a punto de ser descubierta, aun así trató mal al personal de la clínica.
-Señorita, por favor pase por aquí,
Ella volteo la cara y paso de largo llego donde estaba la camilla y el radiólogo para empezar la ecografía se recostó en la camilla a la habitación entró Albert miro a Elisa acostada, el joven radiólogo ponía gel en el vientre.
Elisa se levantó en un acto de orgullo o locura ¡le grito al joven que se fuera! Albert la vio un poco confundido por su reacción. Ya sintiéndose acorralada grito
-¡Te mentí!, ¡no hay ningún bebé!...
Albert no estaba sorprendido sabia los alcances de ella, que sería capaz de esto y ¡más!
¿Quién carajos te crees? ¡Para querer engañarme de esta maldita manera! subiendo la voz
Ella frustrada -Es que… no te quería perder ¡entiende! ¡Te amo! ¡Por favor!
Albert sintiéndose mejor -¡Entiende tú! lo de nosotros hace tiempo que terminó y termino por ¡ti! saliste con otros hombres estando conmigo ¡yo no soy el tonto de nadie! así que aléjate de ¡mí! me harías un gran favor al desaparecer de mi vida.
Albert salió de ahí. ... molestó por la magnitud de la mentira de Elisa, ¿cómo pudo jugar así con él?, Y más rabia al darse cuenta que perdió a Candy por ella y sus mentiras. Albert salió de la clínica, de pésimo humor, subió a su auto y manejo sin rumbo, dio varias vueltas durante el día, aparco en un parque donde se sentó en una banca, el clima era frío y quería aclarar su mente despejarse no sabía porque le pasaban estas ¡cosas!
-Ahora si podré buscar a Candy, arreglar las cosas y recuperar nuestra relación - sabía e intuía que ella era la indicada.
William en la empresa ha estado estudiando los contratos y acuerdos para las nuevas sociedades, pero no tenía cabeza para ¡nada! ya era la quinta o sexta vez que los leía. Él también pensaba en todo lo que le había pasado ¡Compartieron tanto! ¿Por qué no lo espero? ¿Por qué no le dio oportunidad de nada?
¡Aventó los papeles! Y se sirvió una copa, tomando la foto de sus padres y su hermano.
-Creó que Albert tiene razón debería buscarla. Ya no quiero sentirme ¡solo! Albert ¡siempre tienes razón!
Saco su Smartphone vio la fotografía de ellos en la gala. - La buscare - se dijo ¡hablaría con ella!
Albert en otro lugar….subía a su auto ya que sintió era hora de regresar a sus actividades.
Candy y John caminaban.
A veces el mundo parece pequeño por las casualidades que se presentan en esta, Albert manejaba giro en esa misma calle miro a Candy y casi detiene el auto ¡cuando la vio! y ¡acompañada! Se le subió el coraje al ver a la chica que lo traía ¡loco! En compañía de alguien ¡más! aunque fuera por el resentimiento, después de lo que había pasado, No esperaba verla con otro ¡tan pronto! Tenía que pensar más objetivamente, si quería arreglar las cosas, respiro profundo y decidió seguir al auto donde se habían subido. Cuando por fin se detuvieron frente a una linda casa al ver a John tomarla de la mano y ayudarla a salir del auto, cargaban varias bolsas con despensa y para ese momento estaba que se moría de celos. Empezó a imaginar varias cosas pero todo paso tan rápido que no le dio tiempo de ¡nada! Los vio acercarse a la puerta y cuando solo ella entro y vio que su acompañante no había sido invitado a entrar, sonrió gratamente. Se sintió tan bien por dentro, que tal vez había malinterpretado ¡todo! sin duda alguna ella seguía siendo libre y la sentía suya. Salió de su auto solo para observar su rival de lejos ya que vio al joven retirarse, se animó a caminar hacía la entrada si bien no era una casa lujosa si era cómoda y bien ocupada tenía enfrente varios rosales que habían plantado las jóvenes. Se miraba recién pintado el frente, cuando por fin se acercó lo suficiente pudo escuchar a las chicas discutir entre ellas la recién llegada de Candy y su acompañante, se animó a tocar el timbre y se oyó la voz dé Kaira.
-¡Ves Candy no te dejará en paz!
-¡Está bien! Abre la puerta… y se lo diré
-¡Abre la tú! al fin de cuentas es para ti
-Ni siquiera sabemos, Kaira estas imposible este día, bien voy a abrir, y acomoda esto en las alacenas
Volvieron a tocar
-Voy, ¡ya voy!
Albert nervioso, temblaba de frio o de nervios. Llegó Candy con mil ideas de que decirle a John para que no mal entendiera nada, ya que ella estaba bien sin él, todo se había terminado. Cuando se abrió la puerta…Albert y Candy se miraron por un momento ella no se lo ¡esperaba! El ya no supo qué decir, y por increíble que pareciera al tenerla tan cerca, perdió el control de sus emociones. Las lágrimas de Candy salían sin poder controlarse al sentirse llena de ¡coraje!
Por fin le salieron las palabras no soportaba verla así.
-Candy por favor ¡escúchame!
-¡De que! Todo quedó dicho en el hotel ¡No quiero problemas, de acuerdo!
-Sal solo un momento ¡por favor! es lo que te pido.
Candy quería terminar con esa situación, después de todo tenían que hablar así que acepto.
-¡Espera! Voy por mi abrigo - Cerró la puerta y fue a ver a su amiga.
-¡Kaira! es Albert el que está en la puerta!
-¿que, quién?...
-Albert y… me pidió salir a hablar con él ¿Qué hago? unas lágrima se escaparon.
Sorprendida por tal noticia… pensó un poco y tal vez era lo mejor, deberían hablar las cosas.
-Candy, no quiero verte mal, bueno… más de lo que ya andamos, va a tener un hijo con otra no lo olvides, se cómo te sientes, pero lo mejor es ponerle las cosas claras.
-Sí, lo sé, lo sé, pero, haré lo correcto.
CONTINUARA…