EN LA CIMA
Su elegante figura se paseaba dentro de la oficina de un lado a otro. Estaba nervioso, pero como no estarlo ante esa oportunidad que ahora tenía en sus manos. Saco un cigarrillo y lo encendió, abrió una ventana para que se disipara de a poco el humo mientras descuidadamente se sentaba en la cornisa de la misma mientras miraba al exterior. Si, estaba nervioso pero se sentía realizado al estar ahora mismo en ese lugar, esperando a que tocaran a su puerta para darle la noticia que todo había sido aprobado.
Neal Leagan, dueño de una compañía de moda, cualquiera diría que Archie era más el tipo de crear o trabajar en el negocio, pero por alguna razón la oportunidad había tocado a la puerta del moreno una vez que se había recuperado de la humillación que Candy le había provocado. Ahora, él estaba rodeado de mujeres bellas, todas dispuestas a todo tan solo para aparecer en las pasarelas con los diseños, que si bien no todos eran de él, llevaban su nombre.
Aspiro nuevamente el cigarrillo, afuera podía ver un mar de gente caminando a toda prisa, las calles lucían sucias, a pesar de que se limpiaban a diario, era lógico pues aún se veían transitar carretas con caballos en cualquier lugar y el humo que emanaban las chimeneas, los nuevos automóviles de combustión y las fábricas que había en la ciudad, mantenían un aire denso y cubría todo de hollín, una muestra de que estaban en la ciudad, en una muy importante.
Neal apago el cigarrillo aplastándolo contra la cornisa, se sacudió la ropa y volvió a su escritorio después de mirar su reloj y de ponerse el saco. Esperaba visitas, tal vez la visita más esperada desde que había iniciado en el negocio. Esta vez era su turno…
Continuara…