Bon jour jolies!
- Encore une fois, c'est mon tour d'attaquer (Una vez más, es mi turno de atacar), y ahora nuevamente volvemos con escritura – mira hacia atrás y se da cuenta de que Terry está muy ocupado tratando de esconderse de ellas, sonríe divertida. – Y en esta ocasión, traemos un relato muy interesante… -
- ¿Qué estás planeando Bruja? – llega Liath repentinamente - ¿No te tocó la ofensiva ayer? –
- Oui – como de costumbre, ella responde fresca y llana; ya sospechaba que la interrumpiría
Él la mira interrogante, ella lo mira pícara… él la mira intensamente, ella lo mira risueña… él se cruza de brazos, ella también… él refunfuña y ella suelta una carcajada…
- Y bien, ¿me dirás por qué vienes tú de nuevo? – terminó por ceder él, todavía no averigua cómo hacerla caer, ¡pero ya le encontrará la debilidad! Se promete a sí mismo.
- ¡Oh! ¿Era eso lo que deseabas mon amour? – le responde la amazona mientras se revisa con sumo interés la manicura; la francesa adora hacerlo rabiar, tanto como él adora hacerlas rabiar a ellas. Terry la mira impaciente – D’accord, - finalmente decide dejar de molestar a su precioso Liath y se le acerca sonriente para acomodarle el cuello de la camisa – la estrategia fue planeada cuidadosamente de este modo ma vie, nuestra ofensiva tiene el factor sorpresa como prioridad – le guiña el ojo y lo observa satisfecha y fascinada.
- ¿La estrategia eh? Pues me parece que yo debería estar enterado de la misma – él se recarga en el marco de la puerta, con piernas y brazos cruzados, mirándola con una mezcla de reproche y diablura.
Y la Amazona del Hielo se derrite cual glaciar en calentamiento global… ama verlo en esa actitud entre despreocupada y arrogante, tan suya… pero no se lo demostrará, todavía.
- Mais non mon amour! (¡Qué va mi amor!), tú nada más déjate mimar y nosotras nos encargamos del resto, oui? – Y se le acerca tanto y tan velozmente que él no alcanza a moverse, ella le deja un beso lento en la mejilla y luego lo toma de la mano para llevarlo a sentarse. – ¡Disfrútanos precioso! -
Y así, con un vaso de té helado en las manos él se queda sonriendo de lado en espera de ver qué trajeron sus amazonas para defenderlo hoy…
Esperemos que se divierta al ver lo que traje...
À bientôt!! (¡¡Hasta pronto!!)
By: Andreia Letellier (AyameDV)
Eran las 17:15 hrs y se escuchaban algunos jadeos en la habitación que daba al ala este del inmenso jardín de la mansión ubicada en Knightsbridge, en Londres; misma que fungía como el punto de reunión y oficinas de la Fundación K-G. Sí, esa magnífica y vieja casona que el Duque de Grandchester pusiese a disposición de las amazonas desde que fueron asignadas a la protección de su amado y precioso primogénito.
- ¡Vamos Liath, dame más duro! – era la voz un tanto entrecortada de la amazona del trueno… - Sí, así está perfecto… Wunderbar! (¡Maravilloso!) – se fascinó la alemana - ¡Ahora más rápido anda! – soltó, imperiosa e impaciente.
Los suspiros y jadeos iban in crescendo… se podía sentir la intensidad del momento aunado a la calidez del ambiente…
Hasta que de pronto se escuchó un golpe sordo y seco, seguido de un “¡Oouuugh!”
- ¡Cuore mío! ¿Estás bien? – la dulce Maia cuestionó de inmediato llegando de un salto al sitio en el que yacía Terry tirado en el suelo del gimnasio, sudoroso y con la mano derecha tocándose el costado izquierdo, justo donde recibiese una buena patada por parte de su Chispita. Acto seguido se dirigió a la castaña – Luana debes tener más cuidado cuando entrenas con él – le reclamó, con menos dulzura de la acostumbrada.
- ¡Vamos ni que fuera un debilucho! Puede con esto y más – se defendió la alemana, quitándose un mechón de cabello de la frente y mirándolos inquisitiva a ambos.
- Tranquila Nerd, estoy bien; sólo fue un descuido mío. – Medió el actor, resoplando. Pero al intentar incorporarse un agudo e intenso dolor en sus costillas lo obligó a volver a su posición de espaldas en los colchones. – Damn! (¡Maldición) – se quejó, con los dientes apretados.
- No te muevas mio caro, permíteme revisarte – Moretti se movió veloz y pasó su mano derecha que emitía un ligero resplandor violáceo, sobre el torso del joven, sin tocarlo. Su mirada se endureció un momento cuando se volvió hacia la Hoffman – tienes dos costillas fracturadas amore – fue su diagnóstico.
Los verdes ojos de la bella y ahora avergonzada Luana bajaron mirando al piso, ella adoraba a su Liath, como todas; por eso había insistido hasta que convenció a sus compañeras de que debían ayudarlo a mejorar sus técnicas de defensa personal; pues ahora sabían que Terrence no era ningún mocoso mimado y que si algo no le gustaba, era tener que depender de ellas tres para protegerse. No era que tuviera más opción en realidad, pero el sentir que podía dar unos buenos golpes y patadas por su cuenta era liberador.
Así fue como decidieron que entre las tres entrenarían con él; pero claro, cada una tenía su estilo y especialidad. Ahí donde Maia era más de ejercicios de concentración, coordinación y equilibrio, Andreia lo apoyaba en defensa y control de reacciones; pero Luana… bueno ella de plano se enfocaba en combate ofensivo al 100%, y por ello era menos delicada al momento de atacarlo; a veces, con lo excelente que Terry era peleando, como que se le olvidaba que su reizvoll (delicioso) británico no tenía entrenamiento de caballero de Athena.
- Lo siento Liath, tendré más cuidado la próxima vez – fue su sincera y avergonzada disculpa - ¡Pero es que Andreia debería entrenarte mejor en defensa! – se cruzó de brazos, en medio de un simpático berrinche. Y no, no fue capaz de contenerse X-D
- Auch… - Terry emitió un pequeño quejido, más con el afán de desviar el tema de su Bruja, que no se encontraba ese día con ellos pues tuvo que viajar a Atenas a presentar su reporte trimestral a Athena y Shion; dejando en las expertas manos de sus amigas el cuidado de su adorado tesoro, (y por supuesto, bajo amenaza de pasar unas cuantas horas metidas en un Ice coffin si le encontraba una pestaña menos a su precioso ¬¬ ). Cuando ella no estaba, sus funciones eran llevadas a cabo por la Moretti, quien pasaba a ser la sombra de su encantador y rebelde marqués. Y ella feliz claro está X-D
- ¿Duele mucho schatz (querido)? – quiso saber la Hoffman con cara compungida, más como cortesía que otra cosa; ella sabía bien lo que duelen un par de costillas rotas.
- Nada más cuando respiro… - bromeó el ojiazul, con una media sonrisa que le iluminó el rostro a ambas mujeres y quitándose el fleco de su sudorosa frente.
Luana se movió y le llevó un poco de agua al actor en una botella especial, pues el pobre no podía ni pestañear casi.
- Yo me encargo bella, si gustas puedes ir a ducharte y descansar un poco. – La invitó la hermosa italiana.
- Sehr gut (Muy bien) – afirmó la joven.
La perspectiva de quedarse a solas con su Nerd puso altamente nervioso a Terry, quién miró con creciente angustia cómo Chispita accedía y se retiraba del sitio; y es que no solamente estarían sin compañía, ¡sino que además quedaría completamente a su merced! Y con el historial de comportamiento raro y acosador de esta chica… bueno que se sentía indefenso por completo, encima tirado ahí sin poder moverse… Pobrecito, también se le olvidaba en ocasiones que aunque estuviese en su mejor forma no era rival para Maia, ni para ninguna de ellas tres :-P
- ¿Nerd?– la llamó con cautela, al ver que la joven no se movía pero miraba fijamente su torso.
Él ya casi la veía encima de él y se removió inquieto, causando que soltara un sentido “¡Aargh!” pues su hermoso cuerpo protestó enérgicamente… Pero la verdad es que la chica sostenía una corta conversación vía cosmo con Luana, al tiempo que se concentraba para determinar la extensión del daño recibido, y reunía la cantidad exacta de energía que se requería de su poder curativo.
“¿Le dirás a Andreia?” preguntó la más pequeña de las tres.
“No, y tú tampoco… pero por favor intenta ser más cuidadosa, recuerda que él no es Aioria o Seiya” le respondió con firme calma la preciosa morena.
“Lo sé, lo sé… pero es que es tan bueno peleando que me emocioné y se me fue la mano…” se justificó la ojiverde.
“Eso y que sus ojitos hermosos te distrajeron ¿no?” se burló Moretti, para sentir divertida cómo el cosmo de su compañera vibraba nervioso. “Anda ya, quedará como nuevo en unos minutos.”
“Ok… y Maia… danke (gracias)” terminó la alemana.
- ¿Maia? – volvió a tantear con cuidado Terry, procurando usar esta vez el nombre de pila de su amazona del veneno; digo, mera precaución…
- Relájate bellissimo, estarás bien en menos de lo que te imaginas – le prometió con voz suave y tranquilizadora.
Bien, la amazona del veneno podía ser desconcertante y acosadora con quienes ella deseaba, pero era una guerrera antes que todo; y su Liath pudo observar de primera mano, una vez más, cómo ella era totalmente profesional cuando se disponía a curarlo, la escena de aquél día que se conocieron se repitió…
- Rigenerazione (regeneración) — dijo la italiana en voz alta al tiempo que su ya conocida y cálida aura morada comenzaba a surgir de ella, y de sus manos esos fascinantes destellos luminosos de los mismos tonos violetas de sus hermosos ojos.
Terry sintió un intenso calor cuando ella colocó sus manos por encima del área afectada, regenerando sus huesos y cualquier daño colateral que tuviese extra. ¡Si hasta los moratones y raspones que tenía por el reciente intercambio de golpes se le curaron vaya! Él ya sabía que debía quedarse quieto después de esto, y también que tendría un ataque de sueño; al cual, cabe mencionar, se estaba resistiendo como podía; sabía que la joven no se aprovecharía de él estando dormido, pero, pero… ¿y si sí? La chica lo notó y le sonrió con gracia.
- Descansa Liath, estás a salvo conmigo; mientras te estés recuperando claro – le guiñó el ojo pícara.
- Más te vale Nerd… - los párpados comenzaban a cerrarse por voluntad propia. De pronto, él sonrió divertido pues una travesura cruzó sus pensamientos, pero ya sería cuando despertara.
La cazadora de serpientes abrió los ojos, curiosa ante la expresión del británico antes de quedarse profundamente dormido… “¿Y ahora qué se le habrá ocurrido?”
…
Un par de horas después, mientras el ama de los truenos seguía metida en su habitación haciendo vaya uno a saber qué… Maia disfrutaba la magnífica vista que tenía la oportunidad de apreciar.
El perfil de ángel de Terrence mientras dormía era una cosa digna de admirarse, y de babearse también; el cabello le caía en descuido sobre la mejilla y ella se lo quitó con delicadeza. Su respiración pausada y rítmica así como su pacífica expresión le resultaban hipnotizantes…
- Por Athena y Zeus juntos, ¿Cómo puede ser tan hermoso? – dijo en un susurro y sonriendo extasiada.
No resistió más y empezó a pasar las yemas de los dedos por las mejillas de él, yéndose al cuello y enredando los dedos en el sedoso y castaño cabello del actor… luego la inquietud de ella creció y se animó a pasar al pecho de él y recargar su cabeza en ese amplio y protector sitio. Suspiró fascinada y cuando levantó la cabeza dispuesta a darle algunos besitos a su engreído marqués, se topó con esa intensa mirada zafiro bien despierta y penetrante… viéndola fijamente y arqueando una ceja.
- ¿Qué se supone que haces ragazza (chica)? – preguntó él, entre divertido y preocupado y empleando un adjetivo en el idioma natal de la chica – Ustedes y su manía de invadir mi espacio personal – agregó rodando los ojos, pero sin hacer el menor intento de quitarla.
- Cuore mío… es que tengo que aprovechar ahora que no está Andreia – contestó ella, seductora y traviesa. – Si quieres puedo darte un tratamiento “especial” – añadió, y decidida se incorporó para quedar encima de él, apoyada en sus manos; sí, exactamente como él supo que haría.
- ¡Hey miss Moretti cuidado con mis costillas! – protestó él, sabiendo claro, que ya estaban como nuevas. Y se movió un poco, pero solamente logró que su cuerpo se frotase de forma, digamos… mmm… sexy, con el de ella y… mejor se quedó quieto X-D
La mirada inocente de la italiana se transformó en una llena de sensualidad por unos instantes, pero luego, por increíble que pareciera, bajó los párpados y se levantó de su cómodo (¡Comodísimo!) lugar, para acomodarse con suavidad un mechón de cabello que le había caído sobre los ojos.
- Vamos, date vuelta Liath – habló con voz suave y un tono coqueto, para desconcierto del aludido. Ella soltó una risita – Anda, coopera, sé que te va a encantar – dijo sin perder su sonrisa, invitándolo a sacarse la camiseta y colocarse boca abajo.
Él la miraba con los ojos bien abiertos… - ¿Me va a doler? – bromeó entre asustado y perverso, mientras se movía no tan dócilmente para permitir que ella terminara de acomodarlo.
- ¡Ja, ja, ja! – la melodiosa risa de ella inundó el lugar - Sí, un poco al principio; pero te aseguro que al poco tiempo pedirás más; así que tú flojito mio cuore – le siguió ella el juego con sus acostumbradas insinuaciones.
- Mientras no uses agujas… - sentenció el bello británico, cauteloso.
- Non, el de las agujas es Milo – respondió la bella morena como si nada y se encogió de hombros, al tiempo que abría el frasco de aceite relajante que obtuviera en unos segundos, usando la velocidad amazona plateada por supuesto. El hermoso castaño ni cuenta se dio de eso…
- ¿Milo? – cuestionó el ojiazul, el nombre como que le sonaba…
- Sí, el Caballero de Escorpio – contestó la joven, dejando caer un poco de líquido sobre la ancha espalda de Terry…
Era actor, no se le notaban los nervios; pero la realidad es que Terrence respiraba agitadamente. Jugaba con su Nerd pero también estaba buscando disimuladamente a ver si en ese momento entraban a rescatarlo… Chispita, el mayordomo, el perro, su papi… ¡alguien!
Nada… no hubo suerte, y él tragó en seco…
Maia estaba perfectamente consciente de la ansiedad del fabuloso ojiazul, por lo que emitió una risa delicada y empezó a deslizar sus suaves manos por la espalda del joven para esparcir la sedosa sustancia.
Pero claro, como prometió, sus firmes y expertos movimientos causaron dolor en los muy tensos hombros y cuello del actor. Ella, como amazona con la habilidad de curar, también era formidable dando masajes; sus amigas también sabían hacerlo, era parte del entrenamiento básico, pero ninguna como ella…
- ¡Aauch! – soltó la muy profunda voz del británico, quejándose por tercera o cuarta ocasión quizá.
- Vamos Liath relájate, estás muy tenso; por eso te lastimo – con paciencia y dulzura la italiana intentaba tranquilizar a su delicioso protegido; aunque lo cierto es que ella justamente le había dicho que sí le dolería al principio X-D. Sobre aviso no hay engaño dicen…
- ¿Relajarme? ¿Con lo acosadora que eres? ¡Quién sabe qué se te pueda ocurrir! – fue la sarcástica y directa respuesta del él, mientras se retorcía ligeramente cuando los pulgares de la italiana se clavaron con fuerza en sus trapecios.
Ella estaba fascinada por supuesto; normalmente era Andreia quien se la pasaba cerca de Terry, y de todos modos Luana también solía rondar cerca generalmente; no es que le molestara o se quejara, pero definitivamente le parecía exquisito tenerlo para ella sola al menos un rato, así que se estaba divirtiendo bastante, adoraba ponerlo nervioso… ¿Quién diría que la inocente Moretti resultara tan traviesa?
Ante una nueva y teatral exclamación de dolor por parte del actor, Maia decidió que fue suficiente tortura y aplicó un poco de cosmo para soltar los músculos contraídos, y que el resto del masaje fuera verdaderamente relajante y placentero para su Liath; quién sintió de inmediato el cambio.
Las expertas manos de la bella morena se deslizaban de arriba hacia abajo y a los lados, resbaladizas por el aceite aromático que usaba. Pronto Terrence dejó de sentir molestias y solamente sensaciones placenteras lo recorrían, al grado que se permitió cerrar los ojos y ahora sí, ponerse flojito y cooperativo.
- Eso se siente muy bien Nerd… no te detengas… - murmuró él, con voz tan baja y sensual que Moretti se sorprendió un instante; sin embargo, en un afán de controlar el sobresalto y los nervios que ese tono de voz le provocaron, atinó a responderle.
- ¿Ves cómo sí pediste más mio caro? – y sus movimientos se volvieron un poco más provocativos, así como su voz.
- No te emociones tanto… - gruñó él en broma... la joven se limitó a sonreír sabiéndose ganadora de esa pequeña batalla.
Así siguió un buen rato, con Terry totalmente descansado y en calma; no hablaban, se limitaban a disfrutar cada uno su momento… la respiración rítmica y acompasada de él dejaban en evidencia cuánto estaba disfrutando; pero cuando los dedos de ella llegaron un poco más abajo de la cadera, Grandchester se giró de improviso y la tomó de las muñecas, mirándola con intensidad… Maia se quedó quieta, expectante.
Él se incorporó y quedó sentado frente a ella, seguía sin decir nada; solamente la observaba como queriendo ver hasta lo más profundo de su alma, con mirada felina... La italiana empezó a respirar algo agitada, ese hombre tenía un gran poder sobre sus tres amazonas y de pronto parecía haberse dado cuenta de ello, y se veía dispuesto a ejercerlo. Sus bellísimos zafiros se clavaron en los ojos violetas de la cazadora de serpientes, que no atinaba ni a respirar, presa del hechizo que esos verdiazules ojos ejercían sin remedio sobre su voluntad y cordura…
Él se le acercó despacio, hasta quedar casi respirando su aliento, le miró los labios y entreabrió los suyos un segundo antes de sonreír de lado, de esa forma tan cautivadora que él tenía… se acercó más al rostro de ella, casi acariciando la boca entreabierta de la chica, en el último instante él desvió su dirección y rozando con su blanca mejilla la sonrojada de Maia, llevó sus labios al oído de la joven, que se había quedado paralizada como si un par de toques de su Zanna Mortale hubiesen sido lanzados en su contra…
- Eres una Nerd hermosa y encantadora ¿sabes? – habló casi en un suspiro, acariciando el corazón de la chica con ese tono seductor de su maravillosa voz... el aliento cálido del bello hombre la hizo estremecer de pies a cabeza… él se retiró muy lentamente, y con tal alevosía hizo que sus labios tocaran muy sutilmente la delicada piel que había entre la oreja y la mandíbula, que la amazona del veneno soltó un levísimo jadeo – Y también luces muy graciosa cuando te quedas quieta y sorprendida ¡je, je!– completó él alejándose y guiñándole un ojo divertido.
Acto seguido se levantó totalmente con su sonrisita medio burlesca para ver a la anonada Moretti mirarlo con los ojos a todo lo que le daban.
- ¿Qué se siente eh? – preguntó socarrón, antes de darse la vuelta llevando su camiseta al hombro – A più tardi bambina! (¡Hasta más tarde niña!) – levantó la mano libre a modo de despedida y salió de ahí, satisfecho.
Maia parpadeó repetidas veces con los ojos bien abiertos… ¡pero si es que se la había regresado!
- Ah mio amore… eres meraviglioso… - y se levantó de donde se había quedado como estatua – ¿quieres guerra eh? – sonrió ampliamente – Guerra tendrás bellissimo… -
Y salió de ahí con paso calmo y gracioso…
- Encore une fois, c'est mon tour d'attaquer (Una vez más, es mi turno de atacar), y ahora nuevamente volvemos con escritura – mira hacia atrás y se da cuenta de que Terry está muy ocupado tratando de esconderse de ellas, sonríe divertida. – Y en esta ocasión, traemos un relato muy interesante… -
- ¿Qué estás planeando Bruja? – llega Liath repentinamente - ¿No te tocó la ofensiva ayer? –
- Oui – como de costumbre, ella responde fresca y llana; ya sospechaba que la interrumpiría
Él la mira interrogante, ella lo mira pícara… él la mira intensamente, ella lo mira risueña… él se cruza de brazos, ella también… él refunfuña y ella suelta una carcajada…
- Y bien, ¿me dirás por qué vienes tú de nuevo? – terminó por ceder él, todavía no averigua cómo hacerla caer, ¡pero ya le encontrará la debilidad! Se promete a sí mismo.
- ¡Oh! ¿Era eso lo que deseabas mon amour? – le responde la amazona mientras se revisa con sumo interés la manicura; la francesa adora hacerlo rabiar, tanto como él adora hacerlas rabiar a ellas. Terry la mira impaciente – D’accord, - finalmente decide dejar de molestar a su precioso Liath y se le acerca sonriente para acomodarle el cuello de la camisa – la estrategia fue planeada cuidadosamente de este modo ma vie, nuestra ofensiva tiene el factor sorpresa como prioridad – le guiña el ojo y lo observa satisfecha y fascinada.
- ¿La estrategia eh? Pues me parece que yo debería estar enterado de la misma – él se recarga en el marco de la puerta, con piernas y brazos cruzados, mirándola con una mezcla de reproche y diablura.
Y la Amazona del Hielo se derrite cual glaciar en calentamiento global… ama verlo en esa actitud entre despreocupada y arrogante, tan suya… pero no se lo demostrará, todavía.
- Mais non mon amour! (¡Qué va mi amor!), tú nada más déjate mimar y nosotras nos encargamos del resto, oui? – Y se le acerca tanto y tan velozmente que él no alcanza a moverse, ella le deja un beso lento en la mejilla y luego lo toma de la mano para llevarlo a sentarse. – ¡Disfrútanos precioso! -
Y así, con un vaso de té helado en las manos él se queda sonriendo de lado en espera de ver qué trajeron sus amazonas para defenderlo hoy…
Esperemos que se divierta al ver lo que traje...
À bientôt!! (¡¡Hasta pronto!!)
Biricchina vendetta (Traviesa venganza)
By: Andreia Letellier (AyameDV)
Eran las 17:15 hrs y se escuchaban algunos jadeos en la habitación que daba al ala este del inmenso jardín de la mansión ubicada en Knightsbridge, en Londres; misma que fungía como el punto de reunión y oficinas de la Fundación K-G. Sí, esa magnífica y vieja casona que el Duque de Grandchester pusiese a disposición de las amazonas desde que fueron asignadas a la protección de su amado y precioso primogénito.
- ¡Vamos Liath, dame más duro! – era la voz un tanto entrecortada de la amazona del trueno… - Sí, así está perfecto… Wunderbar! (¡Maravilloso!) – se fascinó la alemana - ¡Ahora más rápido anda! – soltó, imperiosa e impaciente.
Los suspiros y jadeos iban in crescendo… se podía sentir la intensidad del momento aunado a la calidez del ambiente…
Hasta que de pronto se escuchó un golpe sordo y seco, seguido de un “¡Oouuugh!”
- ¡Cuore mío! ¿Estás bien? – la dulce Maia cuestionó de inmediato llegando de un salto al sitio en el que yacía Terry tirado en el suelo del gimnasio, sudoroso y con la mano derecha tocándose el costado izquierdo, justo donde recibiese una buena patada por parte de su Chispita. Acto seguido se dirigió a la castaña – Luana debes tener más cuidado cuando entrenas con él – le reclamó, con menos dulzura de la acostumbrada.
- ¡Vamos ni que fuera un debilucho! Puede con esto y más – se defendió la alemana, quitándose un mechón de cabello de la frente y mirándolos inquisitiva a ambos.
- Tranquila Nerd, estoy bien; sólo fue un descuido mío. – Medió el actor, resoplando. Pero al intentar incorporarse un agudo e intenso dolor en sus costillas lo obligó a volver a su posición de espaldas en los colchones. – Damn! (¡Maldición) – se quejó, con los dientes apretados.
- No te muevas mio caro, permíteme revisarte – Moretti se movió veloz y pasó su mano derecha que emitía un ligero resplandor violáceo, sobre el torso del joven, sin tocarlo. Su mirada se endureció un momento cuando se volvió hacia la Hoffman – tienes dos costillas fracturadas amore – fue su diagnóstico.
Los verdes ojos de la bella y ahora avergonzada Luana bajaron mirando al piso, ella adoraba a su Liath, como todas; por eso había insistido hasta que convenció a sus compañeras de que debían ayudarlo a mejorar sus técnicas de defensa personal; pues ahora sabían que Terrence no era ningún mocoso mimado y que si algo no le gustaba, era tener que depender de ellas tres para protegerse. No era que tuviera más opción en realidad, pero el sentir que podía dar unos buenos golpes y patadas por su cuenta era liberador.
Así fue como decidieron que entre las tres entrenarían con él; pero claro, cada una tenía su estilo y especialidad. Ahí donde Maia era más de ejercicios de concentración, coordinación y equilibrio, Andreia lo apoyaba en defensa y control de reacciones; pero Luana… bueno ella de plano se enfocaba en combate ofensivo al 100%, y por ello era menos delicada al momento de atacarlo; a veces, con lo excelente que Terry era peleando, como que se le olvidaba que su reizvoll (delicioso) británico no tenía entrenamiento de caballero de Athena.
- Lo siento Liath, tendré más cuidado la próxima vez – fue su sincera y avergonzada disculpa - ¡Pero es que Andreia debería entrenarte mejor en defensa! – se cruzó de brazos, en medio de un simpático berrinche. Y no, no fue capaz de contenerse X-D
- Auch… - Terry emitió un pequeño quejido, más con el afán de desviar el tema de su Bruja, que no se encontraba ese día con ellos pues tuvo que viajar a Atenas a presentar su reporte trimestral a Athena y Shion; dejando en las expertas manos de sus amigas el cuidado de su adorado tesoro, (y por supuesto, bajo amenaza de pasar unas cuantas horas metidas en un Ice coffin si le encontraba una pestaña menos a su precioso ¬¬ ). Cuando ella no estaba, sus funciones eran llevadas a cabo por la Moretti, quien pasaba a ser la sombra de su encantador y rebelde marqués. Y ella feliz claro está X-D
- ¿Duele mucho schatz (querido)? – quiso saber la Hoffman con cara compungida, más como cortesía que otra cosa; ella sabía bien lo que duelen un par de costillas rotas.
- Nada más cuando respiro… - bromeó el ojiazul, con una media sonrisa que le iluminó el rostro a ambas mujeres y quitándose el fleco de su sudorosa frente.
Luana se movió y le llevó un poco de agua al actor en una botella especial, pues el pobre no podía ni pestañear casi.
- Yo me encargo bella, si gustas puedes ir a ducharte y descansar un poco. – La invitó la hermosa italiana.
- Sehr gut (Muy bien) – afirmó la joven.
La perspectiva de quedarse a solas con su Nerd puso altamente nervioso a Terry, quién miró con creciente angustia cómo Chispita accedía y se retiraba del sitio; y es que no solamente estarían sin compañía, ¡sino que además quedaría completamente a su merced! Y con el historial de comportamiento raro y acosador de esta chica… bueno que se sentía indefenso por completo, encima tirado ahí sin poder moverse… Pobrecito, también se le olvidaba en ocasiones que aunque estuviese en su mejor forma no era rival para Maia, ni para ninguna de ellas tres :-P
- ¿Nerd?– la llamó con cautela, al ver que la joven no se movía pero miraba fijamente su torso.
Él ya casi la veía encima de él y se removió inquieto, causando que soltara un sentido “¡Aargh!” pues su hermoso cuerpo protestó enérgicamente… Pero la verdad es que la chica sostenía una corta conversación vía cosmo con Luana, al tiempo que se concentraba para determinar la extensión del daño recibido, y reunía la cantidad exacta de energía que se requería de su poder curativo.
“¿Le dirás a Andreia?” preguntó la más pequeña de las tres.
“No, y tú tampoco… pero por favor intenta ser más cuidadosa, recuerda que él no es Aioria o Seiya” le respondió con firme calma la preciosa morena.
“Lo sé, lo sé… pero es que es tan bueno peleando que me emocioné y se me fue la mano…” se justificó la ojiverde.
“Eso y que sus ojitos hermosos te distrajeron ¿no?” se burló Moretti, para sentir divertida cómo el cosmo de su compañera vibraba nervioso. “Anda ya, quedará como nuevo en unos minutos.”
“Ok… y Maia… danke (gracias)” terminó la alemana.
- ¿Maia? – volvió a tantear con cuidado Terry, procurando usar esta vez el nombre de pila de su amazona del veneno; digo, mera precaución…
- Relájate bellissimo, estarás bien en menos de lo que te imaginas – le prometió con voz suave y tranquilizadora.
Bien, la amazona del veneno podía ser desconcertante y acosadora con quienes ella deseaba, pero era una guerrera antes que todo; y su Liath pudo observar de primera mano, una vez más, cómo ella era totalmente profesional cuando se disponía a curarlo, la escena de aquél día que se conocieron se repitió…
- Rigenerazione (regeneración) — dijo la italiana en voz alta al tiempo que su ya conocida y cálida aura morada comenzaba a surgir de ella, y de sus manos esos fascinantes destellos luminosos de los mismos tonos violetas de sus hermosos ojos.
Terry sintió un intenso calor cuando ella colocó sus manos por encima del área afectada, regenerando sus huesos y cualquier daño colateral que tuviese extra. ¡Si hasta los moratones y raspones que tenía por el reciente intercambio de golpes se le curaron vaya! Él ya sabía que debía quedarse quieto después de esto, y también que tendría un ataque de sueño; al cual, cabe mencionar, se estaba resistiendo como podía; sabía que la joven no se aprovecharía de él estando dormido, pero, pero… ¿y si sí? La chica lo notó y le sonrió con gracia.
- Descansa Liath, estás a salvo conmigo; mientras te estés recuperando claro – le guiñó el ojo pícara.
- Más te vale Nerd… - los párpados comenzaban a cerrarse por voluntad propia. De pronto, él sonrió divertido pues una travesura cruzó sus pensamientos, pero ya sería cuando despertara.
La cazadora de serpientes abrió los ojos, curiosa ante la expresión del británico antes de quedarse profundamente dormido… “¿Y ahora qué se le habrá ocurrido?”
…
Un par de horas después, mientras el ama de los truenos seguía metida en su habitación haciendo vaya uno a saber qué… Maia disfrutaba la magnífica vista que tenía la oportunidad de apreciar.
El perfil de ángel de Terrence mientras dormía era una cosa digna de admirarse, y de babearse también; el cabello le caía en descuido sobre la mejilla y ella se lo quitó con delicadeza. Su respiración pausada y rítmica así como su pacífica expresión le resultaban hipnotizantes…
- Por Athena y Zeus juntos, ¿Cómo puede ser tan hermoso? – dijo en un susurro y sonriendo extasiada.
No resistió más y empezó a pasar las yemas de los dedos por las mejillas de él, yéndose al cuello y enredando los dedos en el sedoso y castaño cabello del actor… luego la inquietud de ella creció y se animó a pasar al pecho de él y recargar su cabeza en ese amplio y protector sitio. Suspiró fascinada y cuando levantó la cabeza dispuesta a darle algunos besitos a su engreído marqués, se topó con esa intensa mirada zafiro bien despierta y penetrante… viéndola fijamente y arqueando una ceja.
- ¿Qué se supone que haces ragazza (chica)? – preguntó él, entre divertido y preocupado y empleando un adjetivo en el idioma natal de la chica – Ustedes y su manía de invadir mi espacio personal – agregó rodando los ojos, pero sin hacer el menor intento de quitarla.
- Cuore mío… es que tengo que aprovechar ahora que no está Andreia – contestó ella, seductora y traviesa. – Si quieres puedo darte un tratamiento “especial” – añadió, y decidida se incorporó para quedar encima de él, apoyada en sus manos; sí, exactamente como él supo que haría.
- ¡Hey miss Moretti cuidado con mis costillas! – protestó él, sabiendo claro, que ya estaban como nuevas. Y se movió un poco, pero solamente logró que su cuerpo se frotase de forma, digamos… mmm… sexy, con el de ella y… mejor se quedó quieto X-D
La mirada inocente de la italiana se transformó en una llena de sensualidad por unos instantes, pero luego, por increíble que pareciera, bajó los párpados y se levantó de su cómodo (¡Comodísimo!) lugar, para acomodarse con suavidad un mechón de cabello que le había caído sobre los ojos.
- Vamos, date vuelta Liath – habló con voz suave y un tono coqueto, para desconcierto del aludido. Ella soltó una risita – Anda, coopera, sé que te va a encantar – dijo sin perder su sonrisa, invitándolo a sacarse la camiseta y colocarse boca abajo.
Él la miraba con los ojos bien abiertos… - ¿Me va a doler? – bromeó entre asustado y perverso, mientras se movía no tan dócilmente para permitir que ella terminara de acomodarlo.
- ¡Ja, ja, ja! – la melodiosa risa de ella inundó el lugar - Sí, un poco al principio; pero te aseguro que al poco tiempo pedirás más; así que tú flojito mio cuore – le siguió ella el juego con sus acostumbradas insinuaciones.
- Mientras no uses agujas… - sentenció el bello británico, cauteloso.
- Non, el de las agujas es Milo – respondió la bella morena como si nada y se encogió de hombros, al tiempo que abría el frasco de aceite relajante que obtuviera en unos segundos, usando la velocidad amazona plateada por supuesto. El hermoso castaño ni cuenta se dio de eso…
- ¿Milo? – cuestionó el ojiazul, el nombre como que le sonaba…
- Sí, el Caballero de Escorpio – contestó la joven, dejando caer un poco de líquido sobre la ancha espalda de Terry…
Era actor, no se le notaban los nervios; pero la realidad es que Terrence respiraba agitadamente. Jugaba con su Nerd pero también estaba buscando disimuladamente a ver si en ese momento entraban a rescatarlo… Chispita, el mayordomo, el perro, su papi… ¡alguien!
Nada… no hubo suerte, y él tragó en seco…
Maia estaba perfectamente consciente de la ansiedad del fabuloso ojiazul, por lo que emitió una risa delicada y empezó a deslizar sus suaves manos por la espalda del joven para esparcir la sedosa sustancia.
Pero claro, como prometió, sus firmes y expertos movimientos causaron dolor en los muy tensos hombros y cuello del actor. Ella, como amazona con la habilidad de curar, también era formidable dando masajes; sus amigas también sabían hacerlo, era parte del entrenamiento básico, pero ninguna como ella…
- ¡Aauch! – soltó la muy profunda voz del británico, quejándose por tercera o cuarta ocasión quizá.
- Vamos Liath relájate, estás muy tenso; por eso te lastimo – con paciencia y dulzura la italiana intentaba tranquilizar a su delicioso protegido; aunque lo cierto es que ella justamente le había dicho que sí le dolería al principio X-D. Sobre aviso no hay engaño dicen…
- ¿Relajarme? ¿Con lo acosadora que eres? ¡Quién sabe qué se te pueda ocurrir! – fue la sarcástica y directa respuesta del él, mientras se retorcía ligeramente cuando los pulgares de la italiana se clavaron con fuerza en sus trapecios.
Ella estaba fascinada por supuesto; normalmente era Andreia quien se la pasaba cerca de Terry, y de todos modos Luana también solía rondar cerca generalmente; no es que le molestara o se quejara, pero definitivamente le parecía exquisito tenerlo para ella sola al menos un rato, así que se estaba divirtiendo bastante, adoraba ponerlo nervioso… ¿Quién diría que la inocente Moretti resultara tan traviesa?
Ante una nueva y teatral exclamación de dolor por parte del actor, Maia decidió que fue suficiente tortura y aplicó un poco de cosmo para soltar los músculos contraídos, y que el resto del masaje fuera verdaderamente relajante y placentero para su Liath; quién sintió de inmediato el cambio.
Las expertas manos de la bella morena se deslizaban de arriba hacia abajo y a los lados, resbaladizas por el aceite aromático que usaba. Pronto Terrence dejó de sentir molestias y solamente sensaciones placenteras lo recorrían, al grado que se permitió cerrar los ojos y ahora sí, ponerse flojito y cooperativo.
- Eso se siente muy bien Nerd… no te detengas… - murmuró él, con voz tan baja y sensual que Moretti se sorprendió un instante; sin embargo, en un afán de controlar el sobresalto y los nervios que ese tono de voz le provocaron, atinó a responderle.
- ¿Ves cómo sí pediste más mio caro? – y sus movimientos se volvieron un poco más provocativos, así como su voz.
- No te emociones tanto… - gruñó él en broma... la joven se limitó a sonreír sabiéndose ganadora de esa pequeña batalla.
Así siguió un buen rato, con Terry totalmente descansado y en calma; no hablaban, se limitaban a disfrutar cada uno su momento… la respiración rítmica y acompasada de él dejaban en evidencia cuánto estaba disfrutando; pero cuando los dedos de ella llegaron un poco más abajo de la cadera, Grandchester se giró de improviso y la tomó de las muñecas, mirándola con intensidad… Maia se quedó quieta, expectante.
Él se incorporó y quedó sentado frente a ella, seguía sin decir nada; solamente la observaba como queriendo ver hasta lo más profundo de su alma, con mirada felina... La italiana empezó a respirar algo agitada, ese hombre tenía un gran poder sobre sus tres amazonas y de pronto parecía haberse dado cuenta de ello, y se veía dispuesto a ejercerlo. Sus bellísimos zafiros se clavaron en los ojos violetas de la cazadora de serpientes, que no atinaba ni a respirar, presa del hechizo que esos verdiazules ojos ejercían sin remedio sobre su voluntad y cordura…
Él se le acercó despacio, hasta quedar casi respirando su aliento, le miró los labios y entreabrió los suyos un segundo antes de sonreír de lado, de esa forma tan cautivadora que él tenía… se acercó más al rostro de ella, casi acariciando la boca entreabierta de la chica, en el último instante él desvió su dirección y rozando con su blanca mejilla la sonrojada de Maia, llevó sus labios al oído de la joven, que se había quedado paralizada como si un par de toques de su Zanna Mortale hubiesen sido lanzados en su contra…
- Eres una Nerd hermosa y encantadora ¿sabes? – habló casi en un suspiro, acariciando el corazón de la chica con ese tono seductor de su maravillosa voz... el aliento cálido del bello hombre la hizo estremecer de pies a cabeza… él se retiró muy lentamente, y con tal alevosía hizo que sus labios tocaran muy sutilmente la delicada piel que había entre la oreja y la mandíbula, que la amazona del veneno soltó un levísimo jadeo – Y también luces muy graciosa cuando te quedas quieta y sorprendida ¡je, je!– completó él alejándose y guiñándole un ojo divertido.
Acto seguido se levantó totalmente con su sonrisita medio burlesca para ver a la anonada Moretti mirarlo con los ojos a todo lo que le daban.
- ¿Qué se siente eh? – preguntó socarrón, antes de darse la vuelta llevando su camiseta al hombro – A più tardi bambina! (¡Hasta más tarde niña!) – levantó la mano libre a modo de despedida y salió de ahí, satisfecho.
Maia parpadeó repetidas veces con los ojos bien abiertos… ¡pero si es que se la había regresado!
- Ah mio amore… eres meraviglioso… - y se levantó de donde se había quedado como estatua – ¿quieres guerra eh? – sonrió ampliamente – Guerra tendrás bellissimo… -
Y salió de ahí con paso calmo y gracioso…
¿FIN?[
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