Historia en Universo alternó.
PRÉSTAME TU PIEL.
POR JATZIRY SARAHÍ.
El día era perfecto, el sol resplandecía. No había nubes y el viento soplaba tranquilamente. Era ya más del medio día. Parada sobre el puente ella se encontraba muy felizmente.
El viento movía lentamente sus hermosos cabellos rubios y rizados.
Vestida con un hermoso conjunto azul turquesa y unas zapatillas blancas las cuales combinaban con su pequeño bolso, recordaba como es que estaba ahí.
"Ellos habían peleado debido a la borrachera que él se había puesto hace dos semanas. Discutieron acaloradamente al punto que le confesó que se había acostado con una mujer la cual era de su misma edad.
Como cualquier otra chica, ella se sintió terriblemente ofendida y lo despidió de su casa.
Demasiado enfadado, no dijo nada y se fue azotando la puerta.
Dos semanas habían pasado y entonces ocurrió algo que la joven jamás imaginó que podría suceder... El muchacho llamó y se disculpó por su actitud y le pidió encarecidamente que se vieran en el puente del río Altotonga, cerca de la cascada. La hora acordada era a la 1:30p.m.
Se despidieron telefónicamente, acordando ser puntuales."
Faltaban cinco minutos para que llegará la hora pactada y dándose cuenta de ese hecho, se puso muy nerviosa.
No sabía por qué pero desde la mañana tenía el presentimiento de que nada saldría como lo había planeado. Sin embargo descartó el pensamiento, diciendose así misma que solo estaba demasiado alterada , eso era todo.
Miró su reloj de pulsera y vio que, ¡vaya¡ , solo faltaban tres minutos.
Fue entonces cuando escucho unos pasos acercarse. No era necesario voltear a ver de quién se trataba, sabia muy bien quién era.
La fragancia lo delató, pues muy bien sabia que pocos hombre usaban ese aroma. Su perfume SENSUM, era delicioso y embriagador.
Él habla llegado una hora antes de lo acordado. Quería verla cuando arribará. Temía al hecho de que ella lo dejara plantado. Fue por esa razón por la cual decidió mirar al puente desde una pequeña colina la cual tenía una excelente vista desde ahí.
Sintió un gran alivio al ver que una mujer bajaba de un taxi y se diríjia al lugar donde había quedado que se encontrarían. Ella llegó quince minutos antes de la hora y eso lo llenó de regocijo ya que indicaba realmente quería arreglar las cosas.
Espero un poco más y la vio con gran detenimiento observando perfectamente cada rasgo. Estudio su atuendo imaginando lo que había debajo de aquel vestido. Fantaseo un poco y cuando observó su reloj vio que ya era hora de enfrenta la realidad.
Sabía perfectamente que después de esa cita ya no habría ninguna otra. Tragó saliva fuertemente y reuniendo todo su valor, tomo su ramo y se dirigió hacia el lugar de la cita.
Entre más se acercaba, más lejana la sentía.
Pudo darse cuenta que advirtió su presencia ya que su cuerpo se puso rígido cuando estaba a solo tres metros de distancia. Se detuvo por un par de segundos, pero después de tomar aire volvió a reanudar su marcha.
Una mano grande y pesada tocó su hombro izquierdo. No era necesario girar el rostro, sabia que se trataba de su más grande amor.
Cerró los ojos disfrutando de su contacto. Apesar de lo ocurrido, la joven lo había extrañado demasiado. Su garganta se cerró impidiéndole que articulará palabra alguna
Viendo que la muchacha no hablaba, el joven decidió hablar primero.
-Hola- dijo sintiendo como su voz era un poco más brusca de lo normal.
Ella escucho el tomo de su voz y supo que algo no a daba bien. Se giro para poder estar cara a cara.
Sus ojos se abrieron y en ellos se pintó el asombro al ver que su novio iba con un elegante pantalon de vestir color negro, una camisa azul cielo y unos impecables zapatos negros de piel.
Pero su asombro fue ver a su novio con el cabello corto y perfectamente peinado.
Él observó la reacción de la chica y reafirmo lo que ya sabía, que estaba pérdido y profundamente enamorado.
Sonrió divertido ante su gesto de sorpresa de ella y acariciando su hermoso rostro y delineando la superficie de sus labios rojos dijo tiernamente:
- Así que estás sorprendida ante mi cambio de apariencia mi dulce y hermosa pequeña ninfa del bosque- dijo con coquetería- pues espero que te sorprenda más esto.- tras de su espalda se encontraba su mano derecha la cual saco con un pequeño pero hermoso ramo de rosas blancas y se las entrego diciéndole- Se muy bien que te gustan mucho más las rojas pero, hoy te obsequio estás flores blancas como símbolo de lo pura que eres. Por qué eres virgen en todos los sentidos mi hermosa niña- dicho esto se acercó y le robó un beso de sus labios.
La rubia se quedó tan impresionada ante lo dicho y hecho que tardo un par de segundos en reaccionar. Cuando por fin pudo hablar dijo:
-Gracias por las rosas y por tan bellas palabras y si tienes razón, estoy bastante sorprendida ante tu cambio tan brusco de imagen. Puedes decirme ¿en donde dejaste al hombre de 25 años , el cual viste siempre con pantalones de mezclilla olgados y playeras aguadas?- preguntó mirándolo fijamente a los ojos.
El chico sonrió divertido ante la actitud de su novia , y entonces tomándola rápidamente por la cintura la pego a su cuerpo y le respondió:
- Y tu... Puedes explicarme ¿dónde quedó la pequeña joven de 17 años la cual siempre usa ropa decente y anticuada?- preguntó alzando una ceja. Puso cara de reproche aún cuando por dentro se moría de la riza al observar como la joven se ruborizaba, evidencia de lo cerca que estaban y de lo apenada que se sentía al escuchar el reclamo de él.
Ella sentía derretirse en los brazos de su amado, pero no dejaría que fuese fácil para el joven. Así que retomando su autocontrol y respirando hondo se liberó de su abrazo y le dijo:
- No andes por las ramas ¿quieres? Para que querías verme en este lugar- dijo con determinación- que no se te olvide que estoy muy molesta con tigo, y no por regalarme ésto- dijo mostrando el ramo de flores- creas que ya estás perdonado. ¡Oh No! Primero tienes que explicarme lo que pasó y el por qué sucedió. ¡Entendido!- finalizó dirijiendo una penetrante mirada a su novio.
Él se sintió triste al ver la reacción de su amada, pero cuando le pidió explicaciones sintió que todo su mundo colapzaba y se destruía en un par de segundos. Supo que había llegado el momento que tanto temía.
Con voz frajil y débil y con la mirada triste le contestó:
- Te explicaré todo lo que quieras, pero no aquí. Ven- dijo tomándola de la cintura y jalandola hacia si, obligándola a caminar a su lado- Te llevaré al pequeño restaurante de la zona, ahí podremos platicar más a gusto ¿Te parece?- dijo caminando a su lado.
Ella pudo notar como su novio la sujetaba con posesividad y fulminaba a todo hombre que la miraba.
- Está bien, acepto- dijo solamente eso ya que realmente no quería que él se molestará más.
El joven caminaba a su lado. Mataba con la mirada a todo aquel que tansiquiera veía a su novia. Apesar de mostrarse tan fuerte por fuera, por dentro había una revolución de sentimientos.
Se decía a si mismo:
- Eres tan hermosa amor de mi vida... Se muy bien que cualquier hombre sería dichoso de tenerte a su lado... Como quiera ser yo el afortunado... Sin embargo por más que te supliqué que te fujaras con migo, que te juntaras con migo y así después casarnos, tú no quisiste. Ahora me encuentro en un terrible problema del cual no se cómo salir. Y lo peor es que se que no tiene escapatoria... Pero lo que más me duele es que por mi estupidez tú mi amor, saldrás terriblemente lastimada. Pero créeme cariño, yo sufriré mil veces más que tú. Ese es mi único consuelo.
Llegaron al pequeño restaurante. Un mesero los atendió y les entrego sus cartas para que pudieran ordenar.
Una vez que supieron lo que deseaban llamaron al camarero .
La rubia fue la primera en pedir lo que apetecía. Pidió algo ligero y agua de sandía.
El muchacho solicitó coctel de camarón y una botella de vino. Y aún cuando el mesero le dijo el precio de la botella para poder desanimar a su comprador, este no flaqueo en ningún momento y la compró.
Pidió dos copas de cristal para poder servir el vino. Aún cuando la joven dijo que no deseaba tomar, él le pidió dulcemente que la aceptará y le juro que esa sería la última vez que tomarían y que ya nunca la obligaria a beber una copa ya que en otras ocasiones también lo había hecho.
Ella acepto extrañada ante las palabras de su amado.
Brindaron por el amor eterno y verdadero. Por ese amor que apesar de no poder disfrutarse y no gritarlo a los cuatro vientos existe.
La joven demaciado confundida por su brindis solo alzó la copa y lo miro por el filo de la misma. Notó que su novio reprimia las lágrimas y el deseo de empinarse la botella y tomarse todo el vino él solo. Fue hasta ese momento que ella pudo darse cuenta que el muchacho estaba triste.
Supuso que se debia a su pelea de hacia dos semanas.
Después de el brindis platicaron de muchas cosas. La comida fue perfecta. Y la plática fue amena. El joven contesto cada pregunta que su novia le formuló. Se aclararon las cosas. Y después de una hora solo se escuchaban las risas de ambos.
Cuando llegó el turno del postre, él se puso de pie excusando que quería ir al baño y la rubia lo espero. Después de tres minutos el joven regreso con una sonrisa dulce y triste a la vez.
El camarero llegó con dos tazones de helado. El de la chica era de chocolate y el de el muchacho era de limón.
Comiendo, ambos platicaban, pero después de cinco minutos cuando ella estaba por terminar, vio algo chispeante en su cucharada de helado.
Con mucho cuidado lo tomó y su sorpresa fue el ver un hermoso anillo de oro con un hermoso diamante pequeño en el centro.
La joven paso su mirada a los ojos de su novio. Y con una sonrisa en los labios dijo:
- Es una broma ¿verdad?- preguntó con duda.
Él movió la cabeza en forma negativa.
- No, no es ninguna broma. Tú mejor que nadie sabe que yo odio las bromas - dijo y tomando su mano izquierda la acuno entre las suyas - esto es realidad mi amor. Este anillo es símbolo del gran amor que te tengo y el día que este diamante se rompa... Ese será el día en que mi amor por ti muera.- dicho esto beso mi mano y tomando el anillo lo deslizó por mi dedo corazón y volvió a besar mi dorso y dijo- Te amo .. siempre te amaré y este amor nunca morirá. Ni aun cuando pasen los años, ni aun cuando no podamos estar juntos.- término la frase y tomo mi rostro y me beso.
Nunca me sentí tan confundida como este día.
Su beso era feroz pero a la vez dulce y tierno. Estaba lleno de sentímientos y pude sentir como con este beso mi amado se despedía de mi.
Después de ese beso terminaron de comer su helado. Hubo silencio total.
Después de pagar la cuenta salieron del lugar y él le pidió que fueran nuevamente al puente ya que tenía algo importante que hablar con ella.
El tono de su voz le advirtió que no sería nada agradable la charla, sin embargo decidió ir para de una buena vez terminar con todo ese embrollo.
Cuando llegaron al lugar la muchacha lo miró un par de veces ya que el joven no decía nada. Solo veía como el chico clavaba su mirada en un punto invisible y después de unos minutos de silencio ella habló:
- ¿y bien?- pregunto un poco extrañada ante la actitud de su novio.
La muchacha vio como él cerró los ojos con fuerza y miró como su manzana se movió .Señal de que el joven habia tragado saliva fuertemente.
El joven sentía como su corazón latía rápidamente. Y también pudo darse cuenta como éste en cualquier momento moriría después de darle la noticia a ella , esa noticia la cual él muy bien sabía que también destruiría el corazón de su amada.
Cuando escucho la pregunta de la joven supo que el momento había llegado.
-Candy- hubo un silencio- me voy a casar- dicho eso, él no pudo seguir conteniendose y volvió a mirarla y lo que vio le destrozó el corazón.
Cuando la rubia escuchó lo que sus labios habían pronunciado, su corazón se destrozó. Con un hilo de voz dijo:
-¿Cómo?- y girándose rápidamente le dio la espalda al muchacho para que así esté no viera su dolor.
- Me voy a casar Candy... Me casaré con...
-Amayrani- terminó la chica la oración. De sus ojos se deslizaron unas lágrimas.
Él intento abrazarla, pero la joven lo rechazó.
- No me toques Terry, no lo agas por favor- rogó con un hilo de voz.
-Candy yo te juro que...
- Que me vas a jurar Terry- dijo mirándolo con dolor- Que me amas... Que te duele esto que esta pasado, que no querías lastimarme... Cuál de todas las opciones es la correcta.
- Candy yo... Yo no quería que esto pasará,sin embargo quedó embarazada aquella noche en que me acosté con ella.... Nada de eso hubiese pasado si tú te hubieras fugado con migo. En Lugar de esa mujer, serías tú la que estuvieras embarazada de mi... Deberías de haber sido tú a la que yo le hiciera el amor esa noche... Deberías de haber sido tú a la que yo le decía al oído que la amaba... Deberías de haber sido tú a la que yo penetrara aquella noche.... Pudiste haber sido tú Candy- dijo con voz quebrada- pero no fuiste tú, fue ella... El alcohol me hizo ver cosas que no eran. Todo el tiempo en que la hice mía me imaginé que eras tú... Siempre quise que fueras tú.
- ja. Ahora resulta que soy yo la culpable de tus acciones ¿No? Hay Terry tu muy bien sabías que yo me fugaria con tigo después de terminar mi preparatoria..Pero no quisiste esperar, en vez de comprenderme me acusaste de no amarte y te largaste a emborracharte en la primera taberna que encontraste. Tú y solo tú tienes la culpa, no trates de involucrar a otras personas- dijo muy enérgicamente.
Tienes razón Candy... Solo yo soy culpable. Si te cité hoy fue solo para decirte que te amo, y eso jamás cambiará. Por qué apesar de que ella tenga mi cuerpo, tú tendrás mi corazón y mis pensamientos- dicho esto el se acerco y la besó.
Al principio la rubia trató de resistirse pero después de probar un sabor salado supo que el chico estaba llorando y correspondió al beso con gran amor. En aquel beso ella dreno todo su amor por él.
Después de unos minutos el beso se rompió y entonces la joven dijo:
- Adiós Terry, cuida muy bien de ella y de tu bebé, se feliz que yo intentaré serlo.
Y el castaño vió como su gran amor se alejó de su lado y dejando que todas las lágrimas salieran de sus ojos lloró apretando los puños debido a la impotencia que sentía. Y entre sollozos dijo en voz baja.
- Siempre serás el amor de mi vida Candy y ese anillo que llevas puesto era con el que pensaba pedirte matrimonio... Por qué tarde comprendí que tu querías casarte de blanco.. Sin embargo se que otro lo ara y ese será mi más grande rival.... Mi más grande castigo será el ver cómo otro te toma entre sus brazos y tú das vida en tu vientre a los hijos que quisiera fueran míos.... Mi más grande castigo será el no poder tenerte.
FIN
PRÉSTAME TU PIEL
POR JATZIRY SARAHÍ
Datos adicionales para comprender mejor la historia.
*El joven solía ser demasiado bipolar.
*El cambio de imagen se dió ya que su futura esposa era de la religión Testigos de Geova.
*El muchacho era de clase social, es por eso que la invitó a un restaurante y pudo comprar la botella de vino.
* La joven nunca volteo el rostro cuando se despidieron, ya que él erá muy bueno en el arte de convencer.
PRÉSTAME TU PIEL.
POR JATZIRY SARAHÍ.
El día era perfecto, el sol resplandecía. No había nubes y el viento soplaba tranquilamente. Era ya más del medio día. Parada sobre el puente ella se encontraba muy felizmente.
El viento movía lentamente sus hermosos cabellos rubios y rizados.
Vestida con un hermoso conjunto azul turquesa y unas zapatillas blancas las cuales combinaban con su pequeño bolso, recordaba como es que estaba ahí.
"Ellos habían peleado debido a la borrachera que él se había puesto hace dos semanas. Discutieron acaloradamente al punto que le confesó que se había acostado con una mujer la cual era de su misma edad.
Como cualquier otra chica, ella se sintió terriblemente ofendida y lo despidió de su casa.
Demasiado enfadado, no dijo nada y se fue azotando la puerta.
Dos semanas habían pasado y entonces ocurrió algo que la joven jamás imaginó que podría suceder... El muchacho llamó y se disculpó por su actitud y le pidió encarecidamente que se vieran en el puente del río Altotonga, cerca de la cascada. La hora acordada era a la 1:30p.m.
Se despidieron telefónicamente, acordando ser puntuales."
Faltaban cinco minutos para que llegará la hora pactada y dándose cuenta de ese hecho, se puso muy nerviosa.
No sabía por qué pero desde la mañana tenía el presentimiento de que nada saldría como lo había planeado. Sin embargo descartó el pensamiento, diciendose así misma que solo estaba demasiado alterada , eso era todo.
Miró su reloj de pulsera y vio que, ¡vaya¡ , solo faltaban tres minutos.
Fue entonces cuando escucho unos pasos acercarse. No era necesario voltear a ver de quién se trataba, sabia muy bien quién era.
La fragancia lo delató, pues muy bien sabia que pocos hombre usaban ese aroma. Su perfume SENSUM, era delicioso y embriagador.
Él habla llegado una hora antes de lo acordado. Quería verla cuando arribará. Temía al hecho de que ella lo dejara plantado. Fue por esa razón por la cual decidió mirar al puente desde una pequeña colina la cual tenía una excelente vista desde ahí.
Sintió un gran alivio al ver que una mujer bajaba de un taxi y se diríjia al lugar donde había quedado que se encontrarían. Ella llegó quince minutos antes de la hora y eso lo llenó de regocijo ya que indicaba realmente quería arreglar las cosas.
Espero un poco más y la vio con gran detenimiento observando perfectamente cada rasgo. Estudio su atuendo imaginando lo que había debajo de aquel vestido. Fantaseo un poco y cuando observó su reloj vio que ya era hora de enfrenta la realidad.
Sabía perfectamente que después de esa cita ya no habría ninguna otra. Tragó saliva fuertemente y reuniendo todo su valor, tomo su ramo y se dirigió hacia el lugar de la cita.
Entre más se acercaba, más lejana la sentía.
Pudo darse cuenta que advirtió su presencia ya que su cuerpo se puso rígido cuando estaba a solo tres metros de distancia. Se detuvo por un par de segundos, pero después de tomar aire volvió a reanudar su marcha.
Una mano grande y pesada tocó su hombro izquierdo. No era necesario girar el rostro, sabia que se trataba de su más grande amor.
Cerró los ojos disfrutando de su contacto. Apesar de lo ocurrido, la joven lo había extrañado demasiado. Su garganta se cerró impidiéndole que articulará palabra alguna
Viendo que la muchacha no hablaba, el joven decidió hablar primero.
-Hola- dijo sintiendo como su voz era un poco más brusca de lo normal.
Ella escucho el tomo de su voz y supo que algo no a daba bien. Se giro para poder estar cara a cara.
Sus ojos se abrieron y en ellos se pintó el asombro al ver que su novio iba con un elegante pantalon de vestir color negro, una camisa azul cielo y unos impecables zapatos negros de piel.
Pero su asombro fue ver a su novio con el cabello corto y perfectamente peinado.
Él observó la reacción de la chica y reafirmo lo que ya sabía, que estaba pérdido y profundamente enamorado.
Sonrió divertido ante su gesto de sorpresa de ella y acariciando su hermoso rostro y delineando la superficie de sus labios rojos dijo tiernamente:
- Así que estás sorprendida ante mi cambio de apariencia mi dulce y hermosa pequeña ninfa del bosque- dijo con coquetería- pues espero que te sorprenda más esto.- tras de su espalda se encontraba su mano derecha la cual saco con un pequeño pero hermoso ramo de rosas blancas y se las entrego diciéndole- Se muy bien que te gustan mucho más las rojas pero, hoy te obsequio estás flores blancas como símbolo de lo pura que eres. Por qué eres virgen en todos los sentidos mi hermosa niña- dicho esto se acercó y le robó un beso de sus labios.
La rubia se quedó tan impresionada ante lo dicho y hecho que tardo un par de segundos en reaccionar. Cuando por fin pudo hablar dijo:
-Gracias por las rosas y por tan bellas palabras y si tienes razón, estoy bastante sorprendida ante tu cambio tan brusco de imagen. Puedes decirme ¿en donde dejaste al hombre de 25 años , el cual viste siempre con pantalones de mezclilla olgados y playeras aguadas?- preguntó mirándolo fijamente a los ojos.
El chico sonrió divertido ante la actitud de su novia , y entonces tomándola rápidamente por la cintura la pego a su cuerpo y le respondió:
- Y tu... Puedes explicarme ¿dónde quedó la pequeña joven de 17 años la cual siempre usa ropa decente y anticuada?- preguntó alzando una ceja. Puso cara de reproche aún cuando por dentro se moría de la riza al observar como la joven se ruborizaba, evidencia de lo cerca que estaban y de lo apenada que se sentía al escuchar el reclamo de él.
Ella sentía derretirse en los brazos de su amado, pero no dejaría que fuese fácil para el joven. Así que retomando su autocontrol y respirando hondo se liberó de su abrazo y le dijo:
- No andes por las ramas ¿quieres? Para que querías verme en este lugar- dijo con determinación- que no se te olvide que estoy muy molesta con tigo, y no por regalarme ésto- dijo mostrando el ramo de flores- creas que ya estás perdonado. ¡Oh No! Primero tienes que explicarme lo que pasó y el por qué sucedió. ¡Entendido!- finalizó dirijiendo una penetrante mirada a su novio.
Él se sintió triste al ver la reacción de su amada, pero cuando le pidió explicaciones sintió que todo su mundo colapzaba y se destruía en un par de segundos. Supo que había llegado el momento que tanto temía.
Con voz frajil y débil y con la mirada triste le contestó:
- Te explicaré todo lo que quieras, pero no aquí. Ven- dijo tomándola de la cintura y jalandola hacia si, obligándola a caminar a su lado- Te llevaré al pequeño restaurante de la zona, ahí podremos platicar más a gusto ¿Te parece?- dijo caminando a su lado.
Ella pudo notar como su novio la sujetaba con posesividad y fulminaba a todo hombre que la miraba.
- Está bien, acepto- dijo solamente eso ya que realmente no quería que él se molestará más.
El joven caminaba a su lado. Mataba con la mirada a todo aquel que tansiquiera veía a su novia. Apesar de mostrarse tan fuerte por fuera, por dentro había una revolución de sentimientos.
Se decía a si mismo:
- Eres tan hermosa amor de mi vida... Se muy bien que cualquier hombre sería dichoso de tenerte a su lado... Como quiera ser yo el afortunado... Sin embargo por más que te supliqué que te fujaras con migo, que te juntaras con migo y así después casarnos, tú no quisiste. Ahora me encuentro en un terrible problema del cual no se cómo salir. Y lo peor es que se que no tiene escapatoria... Pero lo que más me duele es que por mi estupidez tú mi amor, saldrás terriblemente lastimada. Pero créeme cariño, yo sufriré mil veces más que tú. Ese es mi único consuelo.
Llegaron al pequeño restaurante. Un mesero los atendió y les entrego sus cartas para que pudieran ordenar.
Una vez que supieron lo que deseaban llamaron al camarero .
La rubia fue la primera en pedir lo que apetecía. Pidió algo ligero y agua de sandía.
El muchacho solicitó coctel de camarón y una botella de vino. Y aún cuando el mesero le dijo el precio de la botella para poder desanimar a su comprador, este no flaqueo en ningún momento y la compró.
Pidió dos copas de cristal para poder servir el vino. Aún cuando la joven dijo que no deseaba tomar, él le pidió dulcemente que la aceptará y le juro que esa sería la última vez que tomarían y que ya nunca la obligaria a beber una copa ya que en otras ocasiones también lo había hecho.
Ella acepto extrañada ante las palabras de su amado.
Brindaron por el amor eterno y verdadero. Por ese amor que apesar de no poder disfrutarse y no gritarlo a los cuatro vientos existe.
La joven demaciado confundida por su brindis solo alzó la copa y lo miro por el filo de la misma. Notó que su novio reprimia las lágrimas y el deseo de empinarse la botella y tomarse todo el vino él solo. Fue hasta ese momento que ella pudo darse cuenta que el muchacho estaba triste.
Supuso que se debia a su pelea de hacia dos semanas.
Después de el brindis platicaron de muchas cosas. La comida fue perfecta. Y la plática fue amena. El joven contesto cada pregunta que su novia le formuló. Se aclararon las cosas. Y después de una hora solo se escuchaban las risas de ambos.
Cuando llegó el turno del postre, él se puso de pie excusando que quería ir al baño y la rubia lo espero. Después de tres minutos el joven regreso con una sonrisa dulce y triste a la vez.
El camarero llegó con dos tazones de helado. El de la chica era de chocolate y el de el muchacho era de limón.
Comiendo, ambos platicaban, pero después de cinco minutos cuando ella estaba por terminar, vio algo chispeante en su cucharada de helado.
Con mucho cuidado lo tomó y su sorpresa fue el ver un hermoso anillo de oro con un hermoso diamante pequeño en el centro.
La joven paso su mirada a los ojos de su novio. Y con una sonrisa en los labios dijo:
- Es una broma ¿verdad?- preguntó con duda.
Él movió la cabeza en forma negativa.
- No, no es ninguna broma. Tú mejor que nadie sabe que yo odio las bromas - dijo y tomando su mano izquierda la acuno entre las suyas - esto es realidad mi amor. Este anillo es símbolo del gran amor que te tengo y el día que este diamante se rompa... Ese será el día en que mi amor por ti muera.- dicho esto beso mi mano y tomando el anillo lo deslizó por mi dedo corazón y volvió a besar mi dorso y dijo- Te amo .. siempre te amaré y este amor nunca morirá. Ni aun cuando pasen los años, ni aun cuando no podamos estar juntos.- término la frase y tomo mi rostro y me beso.
Nunca me sentí tan confundida como este día.
Su beso era feroz pero a la vez dulce y tierno. Estaba lleno de sentímientos y pude sentir como con este beso mi amado se despedía de mi.
Después de ese beso terminaron de comer su helado. Hubo silencio total.
Después de pagar la cuenta salieron del lugar y él le pidió que fueran nuevamente al puente ya que tenía algo importante que hablar con ella.
El tono de su voz le advirtió que no sería nada agradable la charla, sin embargo decidió ir para de una buena vez terminar con todo ese embrollo.
Cuando llegaron al lugar la muchacha lo miró un par de veces ya que el joven no decía nada. Solo veía como el chico clavaba su mirada en un punto invisible y después de unos minutos de silencio ella habló:
- ¿y bien?- pregunto un poco extrañada ante la actitud de su novio.
La muchacha vio como él cerró los ojos con fuerza y miró como su manzana se movió .Señal de que el joven habia tragado saliva fuertemente.
El joven sentía como su corazón latía rápidamente. Y también pudo darse cuenta como éste en cualquier momento moriría después de darle la noticia a ella , esa noticia la cual él muy bien sabía que también destruiría el corazón de su amada.
Cuando escucho la pregunta de la joven supo que el momento había llegado.
-Candy- hubo un silencio- me voy a casar- dicho eso, él no pudo seguir conteniendose y volvió a mirarla y lo que vio le destrozó el corazón.
Cuando la rubia escuchó lo que sus labios habían pronunciado, su corazón se destrozó. Con un hilo de voz dijo:
-¿Cómo?- y girándose rápidamente le dio la espalda al muchacho para que así esté no viera su dolor.
- Me voy a casar Candy... Me casaré con...
-Amayrani- terminó la chica la oración. De sus ojos se deslizaron unas lágrimas.
Él intento abrazarla, pero la joven lo rechazó.
- No me toques Terry, no lo agas por favor- rogó con un hilo de voz.
-Candy yo te juro que...
- Que me vas a jurar Terry- dijo mirándolo con dolor- Que me amas... Que te duele esto que esta pasado, que no querías lastimarme... Cuál de todas las opciones es la correcta.
- Candy yo... Yo no quería que esto pasará,sin embargo quedó embarazada aquella noche en que me acosté con ella.... Nada de eso hubiese pasado si tú te hubieras fugado con migo. En Lugar de esa mujer, serías tú la que estuvieras embarazada de mi... Deberías de haber sido tú a la que yo le hiciera el amor esa noche... Deberías de haber sido tú a la que yo le decía al oído que la amaba... Deberías de haber sido tú a la que yo penetrara aquella noche.... Pudiste haber sido tú Candy- dijo con voz quebrada- pero no fuiste tú, fue ella... El alcohol me hizo ver cosas que no eran. Todo el tiempo en que la hice mía me imaginé que eras tú... Siempre quise que fueras tú.
- ja. Ahora resulta que soy yo la culpable de tus acciones ¿No? Hay Terry tu muy bien sabías que yo me fugaria con tigo después de terminar mi preparatoria..Pero no quisiste esperar, en vez de comprenderme me acusaste de no amarte y te largaste a emborracharte en la primera taberna que encontraste. Tú y solo tú tienes la culpa, no trates de involucrar a otras personas- dijo muy enérgicamente.
Tienes razón Candy... Solo yo soy culpable. Si te cité hoy fue solo para decirte que te amo, y eso jamás cambiará. Por qué apesar de que ella tenga mi cuerpo, tú tendrás mi corazón y mis pensamientos- dicho esto el se acerco y la besó.
Al principio la rubia trató de resistirse pero después de probar un sabor salado supo que el chico estaba llorando y correspondió al beso con gran amor. En aquel beso ella dreno todo su amor por él.
Después de unos minutos el beso se rompió y entonces la joven dijo:
- Adiós Terry, cuida muy bien de ella y de tu bebé, se feliz que yo intentaré serlo.
Y el castaño vió como su gran amor se alejó de su lado y dejando que todas las lágrimas salieran de sus ojos lloró apretando los puños debido a la impotencia que sentía. Y entre sollozos dijo en voz baja.
- Siempre serás el amor de mi vida Candy y ese anillo que llevas puesto era con el que pensaba pedirte matrimonio... Por qué tarde comprendí que tu querías casarte de blanco.. Sin embargo se que otro lo ara y ese será mi más grande rival.... Mi más grande castigo será el ver cómo otro te toma entre sus brazos y tú das vida en tu vientre a los hijos que quisiera fueran míos.... Mi más grande castigo será el no poder tenerte.
FIN
PRÉSTAME TU PIEL
POR JATZIRY SARAHÍ
Datos adicionales para comprender mejor la historia.
*El joven solía ser demasiado bipolar.
*El cambio de imagen se dió ya que su futura esposa era de la religión Testigos de Geova.
*El muchacho era de clase social, es por eso que la invitó a un restaurante y pudo comprar la botella de vino.
* La joven nunca volteo el rostro cuando se despidieron, ya que él erá muy bueno en el arte de convencer.