Su vida ahora era ella, aquella chiquilla que con una gran sonrisas lo recibía apenas escuchaba sus pasos atravesar la puerta, no podía estar mas feliz de volver a casa para ser recibido por ella, por su pequeña Candy, le recordaba tanto a su madre y la amaba incluso podria decir que mas, tal vez porque le tocaba amarla por los dos.
Candy corría a recibirlo cada tarde, hiciera frio, calor, aire o lluvia y el la recibia con los brazos abiertos para transmitirle la felicidad que le hacia regresar a casa y encontrarla donde siempre, sabia bien que la pequeña se paraba en la ventana a esperarlo a veces durante todo el dia, sobretodo en aquellos en que sabia que el volvia un tanto triste.
- Papa, papa. -gritaba para lanzarse a sus brazos.
- No corras candy que puedes caer.
- Esta ansiosa desde que le dije que hoy iria con su madre.
- Ah si? entonces creo que no podre negarme verdad?
- Vamos a ir?
- Hace un poco de frio.
- Ya traigo mi abrigo. - dijo mientras se bajaba y la niñera le tomaba la mano para llevarla a poner el abrigo, las botas y el sombrero.
Albert suspiro y miro aquella foto donde aparecia Candy con una hermosa sonrisa.
- Estoy lista papa.
- Vaya creo que mi chica se esta poniendo cada vez mas linda. -dijo mientras la alzaba en brazos.
Salieron de la casa y ella pidio que la pusiera en los hombros, el sabia que lo que ella deseaba mas que nada era sentir el fresco en su rostro, siempre solia llevarla asi para que pudiera disfrutar del paisaje.
- Huele a frio. -dijo la pequeña.
- Si, ya viene el invierno, hay que estar preparados.
- Papa, de que color son tus ojos. -pregunto mientras hacia una morisqueta intentando percibir el olor del bosque.
- Azules, del color del cielo o podria del color del mar.
- El mar es azul?
- Si, ya te lo habia dicho.
- Y mis ojos tambien son azules?
- No, tus ojos son verdes, como los de tu madre... mmm... son verdes como la hierba fresca, como las hojas de los arboles, las hojas de las flores.
- Verde es un color bonito, suspiro... azul tambien pero es mas bonito el verde.
- Si, el verde siempre indica que llego la primavera.
- Me gusta la primavera, el invierno es triste, los arboles lloran porque se caen sus hojas y ... papa...
- Que?
- De que color es la vida?
- La vida... la vida tiene todos los colores del mundo juntos, es como tener los colores mas hermosos que puedas imaginar.
- Y mama... mama de que color es?
- Mama es de un color tan blanco como la nieve, pero tan calido como la primavera.
- Me gustaria ver los colores, me gustaria ver a mama.
- Si, a mi tambien me gustaria verla pero al menos se que ella siempre nos ve desde donde esta.
Cuando Candy nacio, su madre fallecia en medio de un mar de sangre, su nacimiento fue milagroso segun los medicos pero nacio sin poder ver, mas no importaba porque Albert, su padre siempre le enseñaba el mundo a traves de sus ojos y le enseñaba a vivir sin que el sentido de la vista le fuera necesario.
Candy sonrio, imagino a su madre observandola, no la conocio, tampoco podia saber como era sino por las descripciones de su padre, pero la imaginaba tan hermosa como podia.
Llegaron a la tumba de su madre y al bajar la pequeña se dio cuenta que sobre la tumba habia hierba fresca y flores, el aroma que emanaba la tumba era algo frutal y se sentia una calidez unica.
- Papa, de este color debe ser la vida. -le dijo incandose en la tumba mientras acariciaba la hierba.
Albert quien se sorprendio de ver la tumba en esas condiciones sonrio, alzo la vista y se imagino ver a Candy sonriendoles a ambos.
- Si cariño tu mama nos esta diciendo que aun sigue viva en nuestros corazones.
Fin...