Encuentros
Capítulo IV
Capítulo IV
- Bien, que bueno que llegaste – me dice, ya sabe que, aunque no me guste llevar el apellido de Ferguson, lo debo usar por seguridad.
- Patty, ¿cómo está la abuela Martha? – pregunté por ella, hace tiempo que no se nada de su abuela.
- Bien también, anda en casa, ya sabes, vamos, ayer le dije a mi jefe que había contratado a una buena administradora médica – me confiesa, al parecer ni siquiera le pidió su parecer.
- Pero sin entrevista, ni curriculum ni nada de eso, Patty -comencé a decirle, eso no me parece muy correcto.
- Bueno de hecho la entrevista te la va hacer él, pero no hoy, hoy es para que conozcas todo esto y veas en qué puedes ayudarnos, la verdad es que su administración es muy estricta, pero sólo no le digas que somos amigas y listo – le digo, es lo mucho que puede hacer.
- Ay no sé Patty, tú sabes que te admiro mucho y que por eso vas a ayudarme – prefiero hacerle ver que no es importante que me ayude tanto.
- Candy no comiences… - me pide sintiéndome jalada por su mano.
- De acuerdo – lo admito, discutir con Patty, es como hablarle al aire.
- Bien, pasa por aquí, ¡ay no cielos! Bueno mi jefe irremediablemente viene hacia aquí, tu compórtate normal, no me veas mucho y por favor no me trates como si fuésemos entrañables amigas, mi jefe es un tanto especial, ya lo verás – me explica mientras me suelta la mano, se aleja un poco y sigue caminando deprisa.
- Buenos días señorita o Brian – la saluda un adusto hombre, que por supuesto no levanto la mirada para verlo.
- Buenos días señor Grandchester, mire, le presento a la nueva administradora médica – Patty me presenta y no tengo más remedio que levantar la mirada.
- Con que esta es nuestra nueva adquisición -muy bonita- - piensa más para sí que nada.
- Buenos días, mi nombre es Candice Andley… Whittaker – me presento muy tontamente, como pasar desapercibida si digo mi apellido de soltera.
- Señorita Andley Whittaker, es ¿usted algo de William Andley? – me pregunta, cielos, yo y mi bocota.
- El señor Alb...William es mi padre, señor Grandchester – confieso, pues ya qué le puedo hacer.
- Buen elemento y cómo una hija del multimillonario William Andley está trabajando como negociadora, no debería estar en otros menesteres – insinúa el señor Grandchester, fabuloso un misógino más a la larga lista.
- Señor ella no es la negociadora, a la que se refiere es a Annie, Candice es administradora médica – explica Patty.
- ¡Ah vaya! Pero ya debería estar casada, no lo cree – refiere con insidia.
- ¡Papá! – se oye la voz de un joven.
- ¿Qué pasa Terruce? Ven, creo que deberías conocer a la nueva adquisición – se sonríe odiosamente.
- ¿Usted es la nueva administradora médica? – me pregunta cuando lo miro, ¿por qué Dios me hace esto?
- Vaya, alguien me prestó atención – susurra Patty.
- Así es señor Grandchester – respondo repitiéndole lo de señor Grandchester.
- Mi padre es el señor Grandchester, usted puede tutearme, mi nombre es Terruce – me dice, el joven de los Grandchester. ¡Qué joven!
- Bien Terruce, mi nombre es Candice – le digo muy torpemente.
- Mucho gusto, señorita Candice – responde, de dónde es que me ve tan joven.
- El gusto es mío- nadie podría negarlo, el frio clima de Escocia hace que me vea súper joven.
- Señorita O’Brian, podría usted conducir a la señorita Candice hasta mi oficina – le pide Terruce a Patty.
- De hecho, le dije que la entrevista sería mañana, Terruce – avisa Patty.
- Bueno siendo así, tengo muchas cosas que hacer, permiso papá – Terruce se desaparece de ahí y yo lo veo en la distancia.
- Me quedo aquí – avisa el señor Grandchester sonriéndome.
- Si así lo quieres, la veré luego señorita O’Brian - se despide de Patty sin hacerle caso a su padre.
- Pudiera decirle que no era necesario que viniera hoy – confiesa el señor Grandchester.
- Pero ya vino, así que no hay problema con que la lleve a su oficina – informa Patty.
- Claro, me sigue señorita Whittaker – me pide Patty.
- Por supuesto, con su permiso – pido desaparecerme de ahí y sigo a Patty.
- Adelante – se despide de mí el señor Grandchester y me da el pase.
Continuará…
- Patty, ¿cómo está la abuela Martha? – pregunté por ella, hace tiempo que no se nada de su abuela.
- Bien también, anda en casa, ya sabes, vamos, ayer le dije a mi jefe que había contratado a una buena administradora médica – me confiesa, al parecer ni siquiera le pidió su parecer.
- Pero sin entrevista, ni curriculum ni nada de eso, Patty -comencé a decirle, eso no me parece muy correcto.
- Bueno de hecho la entrevista te la va hacer él, pero no hoy, hoy es para que conozcas todo esto y veas en qué puedes ayudarnos, la verdad es que su administración es muy estricta, pero sólo no le digas que somos amigas y listo – le digo, es lo mucho que puede hacer.
- Ay no sé Patty, tú sabes que te admiro mucho y que por eso vas a ayudarme – prefiero hacerle ver que no es importante que me ayude tanto.
- Candy no comiences… - me pide sintiéndome jalada por su mano.
- De acuerdo – lo admito, discutir con Patty, es como hablarle al aire.
- Bien, pasa por aquí, ¡ay no cielos! Bueno mi jefe irremediablemente viene hacia aquí, tu compórtate normal, no me veas mucho y por favor no me trates como si fuésemos entrañables amigas, mi jefe es un tanto especial, ya lo verás – me explica mientras me suelta la mano, se aleja un poco y sigue caminando deprisa.
- Buenos días señorita o Brian – la saluda un adusto hombre, que por supuesto no levanto la mirada para verlo.
- Buenos días señor Grandchester, mire, le presento a la nueva administradora médica – Patty me presenta y no tengo más remedio que levantar la mirada.
- Con que esta es nuestra nueva adquisición -muy bonita- - piensa más para sí que nada.
- Buenos días, mi nombre es Candice Andley… Whittaker – me presento muy tontamente, como pasar desapercibida si digo mi apellido de soltera.
- Señorita Andley Whittaker, es ¿usted algo de William Andley? – me pregunta, cielos, yo y mi bocota.
- El señor Alb...William es mi padre, señor Grandchester – confieso, pues ya qué le puedo hacer.
- Buen elemento y cómo una hija del multimillonario William Andley está trabajando como negociadora, no debería estar en otros menesteres – insinúa el señor Grandchester, fabuloso un misógino más a la larga lista.
- Señor ella no es la negociadora, a la que se refiere es a Annie, Candice es administradora médica – explica Patty.
- ¡Ah vaya! Pero ya debería estar casada, no lo cree – refiere con insidia.
- ¡Papá! – se oye la voz de un joven.
- ¿Qué pasa Terruce? Ven, creo que deberías conocer a la nueva adquisición – se sonríe odiosamente.
- ¿Usted es la nueva administradora médica? – me pregunta cuando lo miro, ¿por qué Dios me hace esto?
- Vaya, alguien me prestó atención – susurra Patty.
- Así es señor Grandchester – respondo repitiéndole lo de señor Grandchester.
- Mi padre es el señor Grandchester, usted puede tutearme, mi nombre es Terruce – me dice, el joven de los Grandchester. ¡Qué joven!
- Bien Terruce, mi nombre es Candice – le digo muy torpemente.
- Mucho gusto, señorita Candice – responde, de dónde es que me ve tan joven.
- El gusto es mío- nadie podría negarlo, el frio clima de Escocia hace que me vea súper joven.
- Señorita O’Brian, podría usted conducir a la señorita Candice hasta mi oficina – le pide Terruce a Patty.
- De hecho, le dije que la entrevista sería mañana, Terruce – avisa Patty.
- Bueno siendo así, tengo muchas cosas que hacer, permiso papá – Terruce se desaparece de ahí y yo lo veo en la distancia.
- Me quedo aquí – avisa el señor Grandchester sonriéndome.
- Si así lo quieres, la veré luego señorita O’Brian - se despide de Patty sin hacerle caso a su padre.
- Pudiera decirle que no era necesario que viniera hoy – confiesa el señor Grandchester.
- Pero ya vino, así que no hay problema con que la lleve a su oficina – informa Patty.
- Claro, me sigue señorita Whittaker – me pide Patty.
- Por supuesto, con su permiso – pido desaparecerme de ahí y sigo a Patty.
- Adelante – se despide de mí el señor Grandchester y me da el pase.
Continuará…