La oficina de la comandante Zul Lopes Sanche se encontraba envuelta en humo con un olor a yerbita de dudosa procedencia . - ¡Secretaria an le mon que le dije, lo que vendemos no es para nuestro consumo quiere quedar tarada! ¿bueno más? - - no jesita esque necesitaba terminar mi escrito - - ¿cuál el del lado oscuro? ¡sigue con sus tonterías! ya le dije yo no sé de donde saco tantas malas palabra, ese escrito está dañando su imagen - - ¡esque jefecita yo! - - ¡nada! ¡nada! ¿a ver que pone? la secretaria an le mon cerro de inmediato la carpeta y pego su silla lo más que pudo a su escritorio - ¡se lo advierto secretaria de … sale con una tontería y ahora si la regalo! - Salió echando chispas la Jefa de la oficina la secretaria se inclinó más su silla y siguió disfrutando de su deliciosa escrito .
ESTE ES UN FIC DE ALTO CRITERIO SI USTED NO GUSTA DE ESTES TIPOS DE ESCRITOS CON ALTO CONTENIDO VIOLENTO SOLO PASE DE LARGO 18+
VIVIR SIN ALMA
Por: an le mon
Capitulo dos
Candy entro en el apartamento si hacer ni un ruido, se introdujo en la bañera con las manos aun temblorosa comenzó a desvestirse, trai la ropa manchada de sangre y el alma destruida. Se introdujo en la ducha y sus lágrimas comenzaron a salir, ella misma apretaba su boca para que no salieran los gritos de que tenían encajados en su corazon y Terry no la descubriera [lo mate, soy una asesina después de tantas vidas que salve ahora sacrifique a una. ¿Quien tomo mi mano? ¿quien se robó mi razón? ¡quien me llevo a la locura? mi odio] sus pensamientos la castigaban. Salió de la ducha desnuda y como autómata se introdujo en su cama.
- ¡Candy! – era el grito de Terry que provenía del cuarto de ducha. La chica se levantó de la cama rapidamente y corrió a ver lo que le sucedió a Terry. - ¿Candy que te paso? ¿qué es lo que está sucediendo contigo? – ella vio el uniforme manchado en las manos de Terry y corrió a arrebatárselo - ¡veras anoche hubo una emergía ¡eh si eso es! y yo tome si querer algo y todo se cayó! - Terry al ver a su pecosa en ese estado se comenzó a sacarse su suéter, camino asi ella – pecas no se lo que haya ocurrido ayer en el hospital, pero creo que te afecto mucho – él le coloco el suéter a la chica pues estaba desnuda. La tomo en bazos y la llevo a su cama. – pecas estas ojerosa y pálida ¿sucede algo? – ella solo negó con la cabeza y giro para darle la espalda.
Ya había pasado más de ocho meses de estar juntos pero estos últimos dos meses Candy había cambiado, ya no era parlanchina, su risa era difícil de escuchar y sus ojos cada vez más ojeroso comenzaban a perder el brillo – ¿No comerás pecas? – la chica solo miraba su plato y negó con la cabeza. – creo que este turno te a afectado linda, será mejor que dejes un tiempo el hospital, cada es te veo más delgada y tu semblante pálido ¡no me gusta! - ella miro hacia la ventana y solo suspiro. – Candy ya me compuse voy a trabar linda haremos una nueva vida ¿tú no quieres? –
ella le tomo su rostro entre sus manos – yo lo quiero esque este bien, tu eres lo más importante que tengo – se sentó en su regazo y metió su rostro entre su pecho. – ¡hoy te acompañare al trabajo! – dijo el castaño, ella negó con la cabeza – ¡no es pregunta dije que te llevara! – Candy se levantó y tomo su bolso - ¡y yo dije que no asi estamos bien mañana te veo – salió dando un portazo. [Terry no te quiero alejar no te quiero perder, pero yo ya estoy perdida]pensaba la chica mientras caminaba.
caminaba deprisa sobre la banque detrás de un árbol una sombra hablo – no tendrás unas zapalillas menos ruidosas- la rubia sintió un sobre salto en su corazon –Neil que quieres – en la miro de hito a hito con una sonriza perversa – ¡verte! ¡tocarte! ¡olerte! ¡controlarte! – cada palabra iba helando el corazon de la pecosa y paralizando sus movimientos. El chico aprovecho la oportunidad y la llevo a la oscuridad de árbol, comenzó a lamer su mentó – ¡no sabía que las zorritas olieran tan bien! – ella rio por lo bajo –Neil eres cobarde y tonto de dos patadas te derrumbo –.
Neil la azoto contra el árbol haciendo que la rubia soltara un grito de dolo – ¡ya vez golfa no soy tan débil y ahora sentirás un dolo más grande! - giro a la rubia e hizo que inclinara su cuerpo, el chico llevo su mano a la bragueta de su pantalón. Pero un fuerte golpe en su cabeza lo hizo trasrabillar – que haces maldito cerdo hijo de puta – Candy se enderezo y le propino un puntapié entre sus piernas – medad – grito la rubia y corrió a sus brazos.
- Acabalo – indico medad metiendo su mano en el bolsillo - ¡no medad! el no, el es…- - ¡cállate eres perfecta pendeja! esta es tu oportunidad vamos será uno meno es una podredumbre apesta a mierda – la rubia nego una ves - ¡no dije que no el que quiera meno el! – medad coloco una sonriza de medio lado - le amas cobrancita- - ¡no seas tonta medad mi corazon está tu sabes dónde esta! - - vale ¡la piojito blanco aún tiene corazon! esos sí que es bárbaro – medad tomo a la rubia de los hombros - vamos que esta noche está caliente, camina vamos por nuestro parbado pero quiero uno grande -.
De las sombras emergió un cuerpo alto delgado, pero con buena masa corporal, había visto y escuchado todo.
- buenas noches señorita – la joven de recepción levanto la vista y tremendos ojos abrió al ver al guapo hombre que le saludaba – buenas noches joven busca algún paciente o se siente usted mal- - no mi bella dama ¿busco a la enfermera White? – preguntaba Terry –ella ya no labora en este hospital desde hace dos meses – Terry palideció - ¿cómo ha dicho? – - ¡que el hospital…- Terry levanto su mano en señal de despido y salió de este. Comenzó a caminar sin rumbo [¡pecas que está pasando! ¿y el dinero y tus salidas por las noches? ¿que estas asiendo mi alma? ¡y esa mujer!]
Caminando llego a las calles oscuras de chicago, al escuchar el correr de varios pasos lo hiso esconderse entre una división de casas – ¡corre! ¡idiota! ¡corre! – una voz de mujer susurraba muy agitada – ¡corran perros¡ las quiero completas a esas hijas de puta se ¡chingaron al patrón! ¡quiero que sus gritos de dolor despierten a todo chicago! – la chica tropezó y un hombre la atrapa, como si fuese un costal la aventó sobre el techo de una casa y trepo el - ¡ya no la vemos señor! – grito uno de los matones – ¡si serán pendejo! limpien la zona las quiero ¡aquí y ya! sobre todo a la rubia esa me la como yo – Terry replegó a Candy contra un rincón y la metió dentó de su abrigo.
La rubia levanto su rostro y al ver la cara del hombre abrió más los ojos y las lágrimas salieron – ¡Terry yo! – el castaño tapo su boca y le indico que no con la cabeza, no supieron cuánto tiempo pasaron en aquel rincón, pero casi cayendo el alba, él le levanto y comenzaron a correr sobre los techos de la casa ya más retirados bajaron le tomo de su mano y corrieron a su apartamento.
Llegar la rubia quiso encerrarse en su recamara pero Terry se lo impidió se introdujo en ella – ¿cuándo me lo dirás Candy? – el movía su quijada muy molesto y sus ojos se llenaban de lágrimas - ¿otra vez ibas a esperar en las escalera a que termina tu horario de trabajo para entrar? – la rubia lo miro sorprendida – ¡lo sabias? – el asintió con la cabeza – ¡estabas extraña! llevo dos semana intentando deducir tu comportamiento y tu acciones - Terry se llevó las manos a la cabeza, la rubia solo daba vueltas y estrujaba la correa del bolso – ¡con una reputa madre! ¿quiero que me cuentes todo? ¡todo! ¿lo que has hecho estos ultimo mese y no quiero mentira? – la rubia se arrincono sobre un costado de la cama - ¡Terry yo quiero que te vayas a tu casa! – el solto una carcajada - ¿a mi casa? ¡estoy en mi casa tu eres mi hogar y no me vas a sacar de tu vida! – la rubia lo enfrento y con furia le escupió sus palabras - ¡ya te saqué Terry déjame sola! ¡el favor del colegio ya te lo pagué! - - ¿y ya con eso crees que me mataste? no princesa tu y yo hasta el final ¡junto para el infierno! – ella agacho su cabeza - ¡vete Terry! no puedes estar ya más conmigo- el le tomo del mentón - ¿y Neil si porque anoche casi te jode la vida? – Candy respiro tragándose su vergüenza y dolor.
Terry la tomo entre su brazo la envolvió con su abrigo queria formar un solo ser – ¿cuéntame somos pareja no? la pareas se cuentan todo – ella lo miro sintió un gran deseo de hablar y comenzó el más terrorífico de los relatos del robo de veinte almas. Cuando termino se levantó de la cama donde estaban sentados tomo una caja y se la entregó a Terry – ¡ya esa es la historia ahora toma esto y ve a casa! – salió de la habitación rumbo a la cocina.
Estaba recargada en la ventana el aire era frio y tría un vaso de agua en la mano. Escucho los pasos de Terry no quiso voltear su vista hacia el chico apretaba los ojos no queria ver como su corazon se marcha despreciándola. Su cintura fue rodeada por los brazos del castaño – ¡vete Terry! – dijo la rubia, en el giro para vele sus ojos – ¡no! no iré a ninguna parte sin ti - -Terry fui una tonta y me hundí – el castaño pego su frente a la de ella - veras el fango siempre estará ahí y si tú te hundes yo entrare contigo – ella lo miro muy angustiada – ¡no Terry tu no! - - yo te amo pecas esa es mi única justificación para esta locura -.
Bajo su rostro hasta el de la chica y la comenzó a besar suavemente en las comisuras de sus labios, dando pequeñas lamidas a estos, introdujo su lengua en la boca de la pecosa y comenzó a disfrutas su sabor, la subió a la encimera de la cocina y se colocó entre sus piernas la atrajo más a él, para que ella sintiera su excitado miembro. – ¿Terry esto puede traer consecuencias? – el llevo sus labios sobre los de ella rosándolos le susurro – ¡te cuidare pequeña! – apretó más su cuerpo y sus manos comenzaron a viaja por el cuerpo se la pecosa, quitando cada penda que cubría su blanco y perfecto cuerpo.
Al tiempo el tambien se desprendía de sus ropas, la tomo entre sus brazos y la llevo a la recamara de ella. Lamio succiono cada pare de su exquisito cuerpo mientras le susurraba cuanto anhelaba ese momento, entre besos y caricias bajo hasta su vientre, ella por inercia serró sus piernas el suavemente las abrió y siguió bajado cuando posición su cara entre sus piernas el castaño dijo – robare tu alma mujer – la llevo hasta el mismito cielo asiendo que su cuerpo de la pecosa se agitara cada vez más hasta llegar a un grito desenfrenado de placer.
Terry acomodo sus caderas entre las piernas de Candy, dejo caer sus manos a un costado de la chica y la volvió a besar apasionadamente dando suaves mordidas que asían que la chica gimiera y se estremeciera - te amo Terry – el castaño al escuchar esta palabra nunca antes dicha por su pecosa entendió que era momento de ser uno. Levanto un poco la cadera de la rubia e introdujo de apoco su miembro eréctil, sintiendo como cada barrera se abría para él, sin tener que lastimarla pues la humedad de la excitación de ambos hacia placentero el momento.
Al llega a la parte más cerrara miro a su pecosa ella con la cabeza asintió y traspaso el tiempo dejando atrás a la niña para ahora ser la mujer de Grandchester. Al terminar él se dejó caer de un costado y la a como entre sus brazos. De un impulso el chico se levantó desnudo, ella muy grandes abrió sus ojos, regreso el castaño y se introdujo en la cama tomo la mano de ahora su mujer – Candy te juro que algún día haremos nuestros votos, pero de ahora ya eres mi mujer, esposa, amante, amiga y mi única familia. Coloco en su dedo un solitario - ¡Candy White! Aceptas a este humilde hombre sin trabajo como tu esposo, te juro amarte respetarte y contarte todo sin omitir nada. ¡Te juro darte sustento casa y amor! – beso la mano temblosa de la rubia -si acepto – la riza cantarina de la pecosa lleno la habitación y el corazon de el castaño.
- ¡Que ahora sigues tú! ¿dime tus votos pecosa? – Candy seguía riendo – ¡esque no soy tan ocurrente! – -tu solo di lo que sientes- le daba ánimos el chico –mmm…- pensaba la chica y movía sus ojos se sentia como si estuviera en examen – haber te ayudo repite ¡yo Candy te amare toda la vida! – riendo la chica repetía – ¡y te seré fiel y te apoyare y te cuidare y todos los días! - continuaba repitiendo una a una como si fuese lección - ¡y a todas hora dejare que mi marido me haga el amor, asi sea cuando este comiendo para que me meta siete chamos en la panza! – eso no lo repetiré Terry - ¡lo tienes que hacer son tus botos! – y la pecosas tapándose la cara susurro – ¡y dejare que de vez en cuando …! - Terry le arranco la almohada – ¡asi no era y aunque no la hayas repetido a vos lo hiciste en tu mente y ahora cumples! - se metió debajo de las sabanas – ¡Terry espera! – el castaño comenzó nuevamente a devorar a besos el cuerpo de la pecosa - ¡no! ¡Terry no está! bueno si estoy, pero ¡ocupado y mucho! – lamia sin desenfreno los hermosos senos de la chica.
Tres días después a las ocho de la mañana tocaron la puerta de su departamento Candy adormilada abrió – ¿Medad que haces aquí? – la pelirroja veía todo el departamento – mmm… se te ve más respuesta ese brillo en tus ojos – la escudriñaba con malicia - ¿que necesitas medad? - cuestiono molesta la rubia – bien quieres ponerte ruda pues ruda seré ¡te aviso que la noche de bodas acabo y tienes una ofre…- Candy tapo su boca de medad rapidamente – ¡shsss por favor medad! - - ¡no nada hicieron un trato tú y ella! y aquí no hay pa’ tras asi que hágale te dare dos días más en el nidito y luego a volar –.
Candy agacho la cabeza – ¡Medad él ya lo sabe! – la pelirroja pego su rostro a la rubia - ¿que lo de vuestro trato? – Candy nerviosa contesto - ¡no! ¡eso no! lo de hace dos meses, eso es lo que sabe – Medad le dio un cabezazo - ¡dilo cobarde que te comiste ya veinte almas y te faltan! - - Medad ayúdame por favor – suplico la rubia - ¿qué? ¿a que más te ayudo? corro cada tercer día arriesgando mi pellejo por vos y aun ¿queréis más?- - ¡medad me refiero ah! - - mira rubia tú y la otra rubia aceptaron las condiciones, esto no es un mercado donde se regatea aquí se paga o las consecuencias corren –.
Candy miraba sus pies descalzos – ¡no me dejara ir sola! – la pelirroja se llevó su mano a la frente - ¡jolines! ¿ahora queréis tu chulo? ¡estáis pendeja! - - ¿no, pero esque? - - no vayáis a llorar porque aquí y ahora te parto el alma - - ¡tráelo vale ah, pero eso si ten! – le entrego una moneda – ¿y esto? – Medad puso los ojos en blanco y respiro hondo muy profundo - te lo vuelvo a repetir ¡una maja más pendeja no me hubiese tocada! deberás que sois muy …- medad se rasco el mentón - estoy pensando que ya agoté todos mis apelativos para decirte lo imbécil que eres, adiós rubio gózalos échate todos los polvos que podáis total pa’ eso des el cuerpo -.
Candy se dejó caer en el sillón no encontraba la salida de pronto encontró la solución, pero la puerta volvió a sonar – ¿Medad que se te olvido? – la pelirroja la tomo por los hombros y con una fuerza exorbitante la azoto contra la pared – ¡esto no es una fiestita ni un juego no hagáis pendejadas, porque encontrare a la otra y pagara la ofrenda desde el principio ¿estamos? – la solto con otro fuerte empujón. Candy muy asustada, miro como medad bajaba las escaleras.
Durante dos años Terry y Candy se dedicaron a embaucar a personas. Lo estafaban, les vendían propiedades fantasmas, los invitaban a ser partícipes de pirámides, Terry al ser conocedor de caballos y su buena e inteligente platica enredaba a las esposas de los acaudalado, se presentaban como los esposo Graham, pero Candy seguía pagando su ofrenda muy y a pesar de la opinión de Terry, había noches que de la nada aparecían almas pecadoras como si alguien le ayuda a la pecosa para acabar más rapido con su trato.
CONTINUARA
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Secretaria rebelde ¿a qué hora saldrá a coordinar el evento? - gritaba la jefecita Zul Lopes Sanchez. La secretaria dio tremendo brinco - ¡ahora ya salgo para allá jefecita - - pues si primero organiza una fiestita y luego se viene a encerrar ¡salga y reciba todos eso camiones que están llegando ! - - ¡ya voy jefecita ! – - ¡uhm pos’ esta! - y salió la jefecita
De debajo de la mesa salió un castaño , tomo la pava y le prendió para darle el toque final . - Tu jefa sí que es de armas – - es un poco enojona, pero es un pan – contestaba una sonriente secretaria levantándose para acomodarse la falda. - Ahora ya vete terminare mi escrito - - a ver que me pusiste hacer hoy ¡mmm… ! suena interesante esta parte – Terry se acercó al ordenador y coloco CONTINUARA – ¿ah? – contesto la secretaria an le mon muy sorprendida – ¡veras como buen actor tengo que probar estas escenas ! - - ¡no vendrá mi jefecita Zul Lopez Ssnches y me pondrá como cuete chiflado ! - el castaño dio una sonriza maliciosa – ¡comándate Zul venga aquí inmediatamente! – fue el grito que Terry dio. Como de volada llego la jefecita asta rechinaron sus botitas el frenar y se cuadro. – ¿Dígame mi genera ? - - ¡Necesito que en este momento me vaya y busque tenmeaqui ! - - ¿ah? – fue su respuesta de la Jefa Zul – ¡Ahora !- grito Terry y salió como alma que lleva … a buscar la encomienda. Terry cerró la puerta la secretaria an le mon tenía los ojos bien abiertos y solto unas tremendas carcajadas – ¿voy a creer que ni cuenta se dio que vistes de rockero ? - - eso es lo de menos cariño , cargo a la secretaria en tipo coala trepador y le dijo – te voy hacer volar preciosa -