En el capítulo anterior
"Desde que tú te has ido"
By Cherry C.FIC OVA "Mil Sonrisas" UA. OOC
Casi en el Olvido.
Terry no se ha propuesto nada malo, simplemente le gusta pasar el tiempo con la joven, es muy graciosa, gesticula mucho a la hora de hablar y sus ojos lo hipnotizan con un encanto tan peculiar, que sin darse cuenta quedan encerrados en una especie de burbuja que los resguarda del entorno y quienes les rodean. Se vieron días después y comparten mucho tiempo juntos, ríen y bromean... se sienten tan bien cuando están cerca que no hay travesura que no se les ocurra.
Ca- Ya queda poco para que te marches, Terry
Te- Sí... ¿Candy?...
Ca- ... Dime
Te- ¡¿Por qué no le dices a tu padre que te envié a estudiar conmigo a Londres?!
Ca- ¿¡De verdad!?
Te- Sí, así podríamos pasar más tiempo juntos
Ca- Mmm no sé si les parezca buena idea a mí papá, pero se lo puedo preguntar...
Te- ¿Candy?
Ca- ¿Sí?
Te- ¿Qui-quieres ser mi novia?
¡Lo había dicho! Por fin lo había dicho, ahora era ella la que tenía el balón en su campo, le gustaba, vamos que le gustaba ¡Y mucho!
Ca- Ssssiii...
Comenzó tímidamente y los ojos azules de él la observan detenidamente
Ca- Sí, quiero ser tu novia
Y le dedico una hermosa y deslumbrante sonrisa, el castaño la abraza y le besa torpemente haciendo que se ría aún más nerviosa
Te- Me gustas mucho Candy
Ca- Tú también me gustas Terry
El deseo de poder permanecer cerca de ella es enorme por eso no quería irse sin antes haberlo intentado. Es verdad que tiene un poco más de quince años pero sigue siendo menor de edad y como le ponga una mano encima ¡Se le puede caer el pelo! ¡Incluso entrar a la cárcel! Por lo tanto no teme en intentar hacerlo todo despacio, siente que tienen tiempo para poder prepararse, terminar su carrera, sacar su especialidad y entonces casarse con Candice Angese Brither y formar su propio hogar.
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El tener en su vida a Candy le da mucha ilusión, quiere hacer planes a largo plazo con ella, pensar, maquinar, trazar una vida al lado de la rubia. Finalmente se llegó el día que debía partir, una sensación extraña le rebota en el pecho, fue a casa de ella para decirle adiós como si al día siguiente se fuesen a encontrar, que solo haría un viaje de fin de semana, tan simple y natural… pero no podía evitar sentirse triste por tener que dejarla.
Al llegar a Londres saberse tan lejos de la rubia lo ensombrecía, parecía como si hubiese estado en un sueño, un mundo paralelo donde había descubierto un universo lleno de pequeñas cosas que solo florecen si Candy las nombra, un mar entero resumido en su boca, suave y deliciosa.
Retomar su rutina fue fácil, en parte le ayudó a superar su tormento de saber a Candy lejos… las semanas se siguen una tras otra y los meses del calendario van pasando. Las noches de desvelo acompañados de grandes tochos de libros, apuntes y hojas sueltas imperaban sobre su mesa, pero cuando necesitaba estirar los músculos de la espalda o el cuello, solía deleitar la vista con la fotografía que había pegada en la pizarra de corcho frente a él, donde sale junto a la rubia; su hermano se la había tomado en nochevieja cuando llegó a visitarlos.
Pronto empezaría a hacer prácticas en el hospital, turnos de tres horas cada día y una vez a la semana acompañaría en las guardias, también estaban las clases y debía preparar sus trabajos… simplemente Terry fue absorbido por su carrera, o por una “Secta” como bromean algunos. El siguiente ciclo pasó de tres a cinco horas de prácticas; cada vez tiene menos tiempo libre para poder contestar a uno que otro e-mail personal que recibe, incluidos los de Candy.
En la planta de cirugía conoció a una enfermera un tanto peculiar que está haciendo su pasantía en el mismo hospital, la verdad que si por él fuera le prestaría poca atención o casi nula, mejor dicho, pero sus amigos Owen y Riley bromean mucho con la rubia... pero a él no le pasa desapercibida la forma en cómo se le queda viendo.
Después de dos años y medio de haber hecho el viaje a Estado Unidos, podría decirse que había relegado al olvido los momentos compartido con su familia y Candy… estaba muy concentrado con su carrera y sus tíos siempre están pendiente de él por si necesita algo. Como suele ser en estos casos, su vida social estaba limitada a las personas con las cuales compartía gran parte del tiempo de su día en el hospital y la universidad.
Por eso no se sorprendió cuando se encontró a Susana Marlow en la fiesta de cumpleaños de su compañera Amelia, bailó un par de piezas con ella, incluso se retaron a un duelo en el “Ping Pong Vodka”… como buen caballero o gracias al alcohol que ya había ingerido dejó que la rubia ganara, poca importancia le prestó al hecho de saber que como pago le pedía un beso, por lo que sin pensarlo le dio dos, tres, cuatro y hasta cinco y algo más.
Susana estaba que daba saltitos de felicidad, esa sonrisa en su rostro lo dice todo ¡Dicha Total! Desde entonces pasan más momentos juntos y ella no se corta con sus muestras de cariño en público, Terry se limitaba simplemente en compartir los pocos ratos libres que tenía y cuando vino a sentir también las pocas noches que dormía en su cama.
La enfermera había rechazado a varios y posibles buenos pretendientes, el más insistente de todos era Robert, el técnico de radiología. Coincidieron en un par de fiestas y la invitó a bailar, la rubia aceptaba porque en parte se sentía sola ya que Terry no solía acompañarla a ese tipo de cosas; aprovechando que había bebido más de la cuenta Robert estaba muy cariñoso con la joven, quien sedienta de mimos se entregó a sus brazos, este era salvajemente pasional, la abrazaba y acariciaba mientras la poseía... Susana se entregaba en los besos y lo llama por un nombre, "Terry"...
Ro- Yo no soy ese idiota de Terry preciosa…
Su- Oh, Terry mi amor
Ro- Te voy hacer gemir como nunca para que te enteres
Hizo de sus embestidas más contundentes mientras le mordía el labio, Susana llega a la cúspide de su placer y después se queda dormida. Cuando despierta y descubre el cuerpo desnudo de Robert a su lado el pánico la invadió hasta su médula; empezó a vestirse con rapidez para salir huyendo de ese lugar, los auto reproches que se hacía despertaron al hombre, quien le saludo todo meloso
Ro- Buenos días mi amor
Su- No me digas así
Ro- Pues ayer bien que te gustaba
Su- ¡¿Ayer?! – Mierdaaa
Vagas imágenes de su cuerpo desnudo junto al de él haciendo “cosas” venían a su mente de manera desordenada, tropieza y se siente torpe
Ro- Ven aquí, te haré recordar lo que hicimos
Su- ¡Ni hablar!... esto… esto nunca ha pasado ¿Me oyes bien? Tú y yo no nos hemos acostado
Ro- ¿Ahora te pones mojigata cuando ayer disfrutabas como una pe…?
Su- ¡Cállate! ¿Qué parte del concepto “Aquí no ha pasado nada” no entiendes?
Ro- Hahahaha me gusta cuando te enojas
Su- Aléjate de mí
Dicho esto, abandonó el apartamento y se fue al suyo para darse una ducha que borrara los rastros del encuentro. Simplemente deseaba seguir con su vida y relación como si nada de eso hubiese pasado.
Su- Terry cariño ¿Qué te parece si vamos al cine esta noche?
Te- Estoy muy cansado Susi, quisiera dormir un poco pues mañana entro a las cinco al hospital
Su- Está bien, si gustas te puedo hacer un masaje
Te- Juuummm eso sí que me apetece más
Deja que se siente sobre él y deslice sus manos por su torso, luego se inclina para besarle el cuello, pectorales y abdomen, las típicas cosquillas aparecen anticipándose a sus intenciones, desabrocha y baja la cremallera de su pantalón, para acariciarlo con su boca… instintivamente el cuerpo de Terry se enciende, se levanta para arrancarle la ropa, y poder satisfacer el deseo primitivo de las carnes…
Susana gime del gusto, se contorsiona del morbo y logran alcanzar el clímax… el castaño se desploma a un lado de ella y respira fuerte intentando recuperar el aliento; la rubia imita el gesto y acerca su cuerpo desnudo al de él, automáticamente Terry le da un par de palmadas en el trasero como quien dice “Bien Hecho”, suelta un suspiro largo y se levanta para darse una ducha; luego toma un libro y un par de minutos después empieza a quedarse dormido muy relajado.
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Llevaban tres meses en ese estilo pero el castaño estaba aburrido de esa rutina, de sus palabras, caricias, su persona... en fin, cansado de Susana. En diciembre lo habían cambiado al área de traumatología logrando así tener cada vez menos tiempo con la rubia, ella se había percatado del cambio y quería seguir fingiendo que entre los dos las cosas estaban bien y salía con sus amigos fardando de lo lindo, la relación que tiene con Terry... intentando olvidar que había tenido ese encuentro con Robert.
En enero las cosas cambiaron más: él decidió dar por finalizada sea lo que sea que hayan tenido los dos, está más que seguro que no es la persona con la que quiere compartir su vida. Susana está molesta porque Terry pasa olímpicamente de ella; tanto que se había esforzado por conquistarlo, la de días que estuvo detrás de él y este parecía que veía a través de su cuerpo, como si fuese transparente.
Había volado entre sus brazos hasta las nubes, deseaba sentir su cuerpo, odiaba extrañarlo y gracias al vodka volvió a confundir a Robert con su tormento... pero esta vez se había dejado llevar por la rabia y ganas de venganza; había visto al castaño hablando muy alegre un par de veces con Karen Claisse y de solo imaginar que la había dejado por esa la sangre le hervía.
En marzo fue a un congreso de Medicina en Suiza, a su regreso al hospital pasó al piso de cardiología y a preparar sus exámenes parciales; y cuando menos los trabajos de fin de ciclo, le quedará como mucho de un par de meses para terminar la carrera, solo debe decidir qué especialidad quiere realizar…
Una noche mientras estaba sentado en su mesa de estudio repasando para los próximos laboratorios cuando su padre Richard le llama para decirle que su abuela Gwendolyn Grandchester nuevamente está ingresada muy delicada de salud, habría rechazado de primera mano la propuesta de viajar a verla, de no ser porque recordó los días que vivió la última vez que estuvo en Estados Unidos; busco la foto de ellos que había pegado en la pizarra de corcho que está frente a él, pero al remover los papeles se dio cuenta que ya no estaba, pensó que a lo mejor se habría colado detrás del escritorio pero tampoco estaba ahí.
Sus dedos repiquetean uno tras otro sobre la superficie de madera intentando hacer memoria ¿Cuándo pudo perder de vista la foto? ¿Cuándo se olvidó de Candy? ¿Qué habría sido de ella todo este tiempo?
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Después de hacer un par de gestiones, había decidido viajar nuevamente a los Estados Unidos; sus padres estaban felices de poder contar con su hijo, Albert estaba finalizando su especialidad de “Cirugía General” y le apetecía ir al extranjero para estudiar “Tanatología”, se sentía impotente ante ciertos casos que necesitaba saber más y muy pocos países tienen aprobada esa especialidad. Después que Terry visitará a su abuela y empezar las gestiones para su traslado decidió que tenía que verla ¡Ya!
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De pequeña Candy siempre ha parecido un torbellino que va de aquí pa ya… de lunes a viernes en clases, los sábados con sus padres y el domingo salida con los amigos a la montaña, el parque o lo que sea.
Charlie le ha propuesto que sea monitora, desde Albert dejó su puesto por los estudios; muchos han pasado por ahí pero no han durado lo suficiente, esos renacuajos son imposibles de tratar. Después de pensarlos un par de días accede en colaborar; al fin de cuentas, es un mundo que le fascina y desde entonces cada dos por tres se encuentra organizando actividades con los scout.
Menos mal que Candy supo ganarse la simpatía de los chicos en un plis plas y cada vez que podía su amigo Albert los visitaba. Ella fue a verlo en su graduación y estuvo también en la fiesta pero debido al trabajo y círculos sociales diferentes dejaron de coincidir y frecuentarse…
La rubia está de vacaciones, empieza el verano y ahora podrá disfrutar del campamento de los Scouts del 10 al 15 de junio, lleva muchas semanas preparándose para ese evento; dos días antes había ido a pasar el rato al centro comercial con sus amigas Marisol y Sofía; luego verían una película que les apetece mucho... mientras que hacen cola en el cine, Candy aprovecha para ir al lavabo cuando de presto le pareció ver a alguien familiar en la distancia, pero no pudo corroborarlo.
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Cuando por fin se llegó el momento de partir para el campamento, la alegría gobernaba en los niños quienes estaban subiendo las maletas en el autobús amarillo que los llevaría hasta el lugar donde se irían a pasar ese largo fin de semana; Candy se sube para apartar asiento junto a sus amigas Marisol y Sofía en los últimos asientos, observa un momento por la venta mientras espera, siente que alguien está a su lado... cuando se gira para ver quien es, inmediatamente su presencia la dejó congelada
Te- Bueno días
Ca- Qué… qué… ¿Qué haces aquí?
Te- Yo también me alegro de verte Candy
Ca- Terryyy…
Te- Podrías mostrar un poco más de entusiasmo “Hola Terry ¡Qué alegría verte! Ven siéntate conmigo”
Ca- ¿Eehh? ¿Pero qué dices?
Te- Hahahaha ya veo que mi presencia te tiene aturdida, no saludas, no me abrazas ni me ofreces que me siente, ¡Santo cielos Candy! Qué cruel eres conmigo, como se nota que no me extrañaste
Ca- No digas tonterías - ¿Pero qué hace este hombre aquí? Tanto tiempo sin verle que ya ni me recordaba de él… sigue tan… tan igual de odiosamente guapo… madre mía ¿Por qué no deja de verme detenidamente?
Te- ¿Te puedo acompañar? - No sabes cómo me alegro de haberte sorprendido
El castaño no espero respuesta y se acomoda en su lugar junto a la rubia, quien le costó un mundo poder salir de su asombro; primero el disgusto por la manera que la había saludado, luego incredulidad de verlo sentado a su lado, también de felicidad al ver como una sensual sonrisa era dedicada completa y exclusivamente solo para ella ¡Por el amor hermoso, ese hombre a su lado es tan guapo! Como cuatro años sin verlo, y el tiempo ha obrado cambios magistrales en su ser ¡Es un completo adonis!
Continuará.
PD: Muchas gracias por la invitación de participar en esta Guerra... hehehe conste que soy pacifica... un amor... una pobre cabecita loca hehehe, así que no se sorprendan si de repente desvarío y me quedo a Terry solo para mí hahahaha... es broma... o no así que muchas gracias a las Místicas por la invitación y a cada una de las lectoras que dedican una parte de su tiempo a esta historia, espero que la disfruten mucho