LUNA DE PRIMAVERA
Apenas un año habia pasado, un año y unos meses en los cuales el peso en sus hombros se habia duplicado. Quería ser una persona nueva, alguien que pudiera cumplir con su deber sin la necesidad de sentirse tan abatido, sin embargo ahora que la fecha estaba mas que próxima Terry sin proponérselo denotaba cansancio, fastidio, tristeza. Era obvio para cualquiera, la única que parecía radiante era Susana, quien a horas de estar en el altar, parecía la novia mas feliz del mundo.
Aquella noche la luna radiante iluminaba el cielo oscuro, Luna de gusano, luna de primavera, luna llena. Una luna rosada como pocas veces podia observarse.
Terry salio y la verdad era que no se habia fijado en ella, para el pocas cosas tenían importancia esos días, Susana lo vio desde el balcón, hacia un par de meses vivian en la misma casa, separados pero cerca, como ya el compromiso era formal y la fecha estaba fijada, era lo de menos compartir el mismo lugar. Lo miro caminar por el jardín, preocupado tal vez, ella sonrio y miro al cielo y entonces vio aquella hermosa luna que coronaba el cielo, miro abajo y vio como el resplandor de esta parecía seguirlo, como si de luces de teatro se trataran. Cerro la ventana y decidio bajar a acompañar a su futuro esposo.
Habia aprendido bien a manejar las muletas y a moverse a voluntad por todos los lugares y superficies asi que sin prisa bajo y salio de la casa, no es que Terry fuera a correr o a alejarse, asi que lo busco en el jardín y lo encontró sentado sobre una gran roja que hacia de banca mirando un brillante objeto en sus manos.
- Es una hermosa noche para pasear.
- Susana… me sorprendiste. –dijo guardando la armonica.
- Porque no la tocas, te he escuchado algunas veces y lo haces muy bien.
- No, yo solo no tengo ganas hoy.
- Ya viste la luna?
Terry miro automáticamente al cielo, si, era una bella luna, una como pocas habia disfrutado en su vida.
- Sabes como se llama a esta luna.
- Luna llena?
- Jajajaja, se llama Luna de Primavera, algunos la llaman luna de gusano y no se porque, pero es la primer luna que anuncia que la primavera ha llegado por eso el color y el brillo.
- Si, es bonita. –dijo sin mucho interés.
- Dicen que si pides un deseo a esta luna se cumplirá, lo sabias.
- Charlatanerías de la gente.
- Tal vez, pero es algo romántico si lo piensas, algo que a veces uno quiere creer para tener la esperanza de que todo cambiara.
- Ya haz pedido algun deseo.
- Si.
- Y se te cumplio?
- Creo que si… aunque …
- Que?
- Fue hace un par de años cuando vi una luna tan hermosa como esta, ya me habia enamorado de ti, tal vez no te acuerdes pero aquella vez subi a la azotea a buscarte para la obra.
- Ah si?
- Cuando la vi y te vi a ti desee que un dia pudiéramos casarnos y aquí estamos a punto de hacerlo… no crees que mi deseo se cumplio?
Terry la miro y no dijo nada, si la luna cumpliera deseos el la odiaría por haber cumplido el de ella.
- Porque no pides un deseo ahora.
- No creo en esas cosas Susana, mejor entremos.
- Pide un deseo y luego entramos.
Terry miro la luna, no es que fuera a pedirle un deseo pero sin querer su mente lo traiciono y penso en Candy y deseo sin apenas pensarlo, que esa boda se cancelara y el pudiera ser libre. Miro a Susana y movio la cabeza a forma de negación.
- Entremos, aun se siente un poco fresco y puedes enfermarte. –le dijo para ayudarla a entrar mientras ella se apoyaba en el.
Ambos se despidieron dentro, el se fue a su cuarto en cuanto ella entro en el suyo con un hasta mañana solamente.
Al empezar la mañana Terry vio como todo era un ir y venir de personas, la boda estaba a solo unas horas y era lógico que todo el mundo estuviera como loco llevando y trayendo cosas, el se mantuvo en calma, no es que tuviera prisa. Cerca del mediodía uno de los sirvientes que habian contratado para atender el nuevo hogar toco la puerta, Terry suspiro pensando en que era hora de que empezara a arreglarse, seguro su prometida ya estaba mandando a buscarlo pero en cambio el hombre le dio una nota.
Terry la tomo y comenzó a leerla al ver que era de Susana, se le hizo extraño pero no tanto al creer que estaría pidiéndole algo antes de llegar a la iglesia.
“Querido Terry:
Se muy bien el deseo que haz pedido a la luna, lo se y he sabido que es algo que desde que todo esto inicio lo haz deseado. No puedo ser ajena a tu dolor, no puedo aceptar que por mi causa toda tu vida se vea afectada al no poder ser feliz. Yo haria hasta lo imposible por hacerte feliz, incluso dejarte ir, quería casarme contigo pero no a la fuerza, no por deber, no por obligación, quería hacerlo por amor y si este solo viene de mi parte se que no funcionara. No es eso lo que deseaste anoche? No es eso lo que pediste? Me he llevado mis cosas a mi antigua casa, se que saldré adelante porque simplemente no voy a dejarme vencer asi que no te preocupes por mi y se feliz con lo que decidas hacer con tu vida, me dara mucho gusto saber de ti en un futuro.
Me despido diciéndote lo que no pude frente al altar… Te amo y siempre te amare.
Susana.
El leyó la carta una, dos, tres veces intentando entenderla, la verdad era que no podia creer lo que tenia en sus manos, y entonces se sento en la orilla de la cama a llorar, al fin podia respirar otra vez y sentirse vivo. Agradecio a Susana mentalmente y de alguna forma, agradeció a la luna por escucharlo.
FIN>