INVIERTO
Reto
Habian pasado muchos años desde que vio la dulce cara de su madre mas allá de una palida fotografía de periódico, y no podia creer que dentro de poco la volvería a ver pues, al fin, habia reunido el valor suficiente para irse del lado del duque y emprender hasta América, hasta donde se hallaba su madre de seguro esperándolo. Se dio la oportunidad de imaginar como Eleonor, su madre, abriría sus brazos cual alas para recibirlo en sus suaves y cálidos plumajes, a lo mejor le felicitaría por haber contado con la madurez que a su corta edad era difícil de obtener para dirigirse hasta allí, hasta ella…
Desde que bajó del barco y el frio invierno, con sus pálidas y fina lluvia de confetis blancos, lo arropaban él no dejaba de mirar, a través de cada ventana, de cada aparateja, de cada esquina, de cualquier lugar la pronta escena que, junto a su madre, protagonizaría. La larga capa que utilizaba para cubrirse no dejaba de oscilar al compás del arrollador viento de invierno.
¡Por todos los cielos! Era invierno y para él, quien habia estado en un tenebroso y frio lugar desde que lo arrancaran de los brazo de su madre, ya no lo era mas; en su cuerpo la calidez de la primavera se avecinaba, pero no estaría del todo allí hasta no ver de frente a su madre, hasta no sentirla, hasta no escucharla.
Un temblor, una desagradable sensación lo hizo su presa cuando estiró su brazo para llamar a la residencia en donde se suponía vivia Eleonor. Se habia escabullido hasta el despacho del duque una mañana de esas que el colegio le otorgaban unas horas de libertad , la dedicó para buscar la dirección de su madre; no podia negarlo, la búsqueda fue ardua, casi volcaba todo el despacho hasta que una idea, como una estrella fugaz, pasó por su cabeza: la caja fuerte, claro, donde mas si no escondería el duque su secreto.
Y ahora ahí estaba, frente a la gran puerta de la gran actriz Eleonor Baker, la mujer mas hermosa del mundo, quien en ese momento que le recibió le habia roto las ilusiones a un chico, y no a uno cualquiera: a su hijo.
«Aquí nadie sabe que tengo un hijo» le habia dicho la mujer desesperada, sin siquiera darle la oportunidad al chico de pasar a la casa, pues tenia invitados y no quería que estos se enteraran de su pasado.
Terry no dejó que dijera más, con lo que escuchó le habia bastado para reconocer, que esa decisión que habia tomado, fue la peor de todas.
«Asi que esta siempre ha sido la cara del sol»
Eleonor ya no era su madre, desde el momento en que les dijera aquellas palabras y le cerrara la puerta en su cara.
Ella habia elegido, lo hizo por ambos.
A través de una ventana, en el mas duro y cruel de los inviernos, Terry esperaba la primavera que nunca vino; su madre, su bella madre habia interpuesto otras necesidades sobre la de su hijo.
Y con esa idea Terry decidió marchar: abatido, derrotado, humillado; eligió regresar a su realidad, aquella de la que nunca debió haber salido.
Esa misma noche compró un boleto de regreso al viejo continente.
Última edición por igzell el Mar Abr 07, 2020 1:47 am, editado 2 veces