PRIMER APORTE – PELOTON PECOCITAS
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Este es mi primer aporte como Subteniente del Pelotón Pecocitas.
Espero que disfruten este mini-shot de Archie que he escrito para este personaje.
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Antes que nada, quiero decirles que deseo de corazón que todos ustedes estén bien de salud en compañía de todos sus seres queridos. En estos momentos el mundo entero está pasando por momentos difíciles por este problema de COVID-19, la situación es crítica en todas partes así que desde aquí les mando un abrazo a distancia a todos, deseándoles la mejor suerte del mundo para ustedes y para su amada familia. Espero que las cosas mejoren para todos. Como dicen por ahí “Nunca te rindas, los milagros ocurren cada día.” Dios los proteja a todos
Saludos a todas mis compañeras del Pelotón Pecocitas, especialmente a mi querida amiga y compañera Nerckka Andrew por ayudarme a preparar todos los años los regalos para todas ustedes y a mi querida amiga Maravilla121 de Fanfiction quien siempre me apoya leyendo mis borradores. Gracias, amigas, de verdad les agradezco todo su apoyo.
Espero que disfruten este mini-shot de Archie que he escrito para este personaje.
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Antes que nada, quiero decirles que deseo de corazón que todos ustedes estén bien de salud en compañía de todos sus seres queridos. En estos momentos el mundo entero está pasando por momentos difíciles por este problema de COVID-19, la situación es crítica en todas partes así que desde aquí les mando un abrazo a distancia a todos, deseándoles la mejor suerte del mundo para ustedes y para su amada familia. Espero que las cosas mejoren para todos. Como dicen por ahí “Nunca te rindas, los milagros ocurren cada día.” Dios los proteja a todos
Saludos a todas mis compañeras del Pelotón Pecocitas, especialmente a mi querida amiga y compañera Nerckka Andrew por ayudarme a preparar todos los años los regalos para todas ustedes y a mi querida amiga Maravilla121 de Fanfiction quien siempre me apoya leyendo mis borradores. Gracias, amigas, de verdad les agradezco todo su apoyo.
Mi Novio
La luna llena iluminaba la noche, en el balcón de aquella lujosa mansión, una pareja se besaba apasionadamente. Todo empezó con una mentira, para simular un noviazgo, pero sin que ella se diera cuenta termino enamorada de su novio de mentiras.
Flash Back
Candy caminaba furiosa de un lado a otro en el jardín de la mansión Andrew en Chicago, aun llevaba su uniforme de enfermera. Estaba harta del acoso del nuevo director del hospital, no sabía cómo quitárselo de encima. Paul Rohan era un rico heredero que, igual que ella se dedicaba a la medicina, pero se había obsesionado con ella desde que la conociera unas semanas atrás. Le había dicho infinidades de veces que tenía un novio, pero no le creía porque siempre llegaba y se iba sola.
— Tengo que hacer algo ¿pero ¿qué? ¿Qué? —, súbitamente se detuvo un momento. — Y si le digo a Albert? —, se mordió el labio.
— No, si le digo a Albert se pondrá furioso y romperá los negocios con los Rohan, no —. La estricta cara de la abuela Elroy vino a su mente, no tampoco quería desilusionarla, ni molestarla. Ella era una Andrew y tenía que resolver sola sus problemas. Además, lo primero que la abuela Elroy haría cuando se entera de las intenciones del joven Rohan, seria tratar de formalizar una relación con la acaudalada familia. si se enterara del problema sería formalizar algo con Paul Rohan.
El motor de un automóvil llamó la atención de la atribulada rubia, era el joven Cornwell Andrew.
— Archie —, la joven murmuró y una sonrisa iluminó su rostro y comenzó a caminar hacia la mansión. — Él me va a ayudar —, una idea se le acaba de ocurrir, y el joven de mirada ambarina era el principal protagonista de su plan.
Días después….
— Candy, el director Rohan necesita que vayas a su oficina cuando termines tu turno.
Una sombría Candy solo asentó asentir.
— Adelante
La joven enfermera entro a la amplia oficina del director del hospital y se encontró con la mirada verde de un joven atlético que la miraba atento, eso la intimido un poco.
— Dr. Rohan, me dijeron que quería verme antes —, preguntó nerviosamente. El atractivo ojiverde se acercó a la joven y tomándole la mano, pregunto.
— Señorita Andrew, me haría el honor de ser mi compañera en la gala se celebrará este fin de mes.
Ella rápidamente retiro su mano, nerviosa ante el contacto del galante joven y risueña contestó.
— Lo siento mucho, pero voy a ir con mi novio, y si no tiene otra cosa más que decirme me despido.
La joven salió rápidamente antes del que atractivo joven reaccionara a su respuesta. La rubia aceleró el paso al encontrarse a Archie esperándola frente al hospital quien al verla abrió galante la puerta. La sonrisa que iluminaba su atractivo rostro desapareció al darse cuenta de quien venía caminando de prisa tras de su Gatita, furioso frunció el ceño, la ayudó a subir y de inmediato aceleró el freno.
— ¿Qué pasa Archie?
— Tu enamorado venía tras de ti —, la joven lo miró confusa
— ¿Paul?
— ¿Acaso tienes otro, Gatita? —, pregunto mordaz,
— No —, contestó, nerviosa.
Varios días después…
Una joven rubia miraba atenta a través de su ventana la bella noche, sonrió esperanzada cuando vio llegar el automóvil, se puso la bata y abrió con cuidado la puerta de su recamara, necesitaba hablar con él. No era el mejor momento, pero necesitaba un consejo, pero debía tener cuidado que la abuela no la escuchara, entre las penumbras la joven avanzo lentamente para encontrar a su paladín.
Archie dejo caer su elegante saco, y aflojó su corbata, y extenuado se sentó, estaba cansado, cerró los ojos. Tenía días que no había podido recoger a Candy a la hora de la salida por un proyecto nuevo, Ese día había estado ocupado con varias juntas, no pudo recogerla a la hora de salida, pero se encargó de que el chofer estuviera puntual esperándola a la hora de salida. Albert su padre adoptivo seguía de viaje de negocios en New York. Se llevó su mano a la cabeza mientras dejaba escapar un suspiro. Era muy tarde para llamar a la servidumbre, pero tenía un poco de hambre, tan ensimismado en los negocios que ni siquiera se dio cuenta de la presencia de la joven.
— Archie —, susurró sutilmente, el joven abrió los ojos inmediatamente al escuchar a la joven.
— Candy, ¿qué haces aquí? —, sorprendido interrogo a la joven que sonriente estaba parada frente a él.
— Esperándote.
— Pero…es muy tarde, espera déjame prender la lampara.
— No, no lo hagas —, si la abuela Elroy nos ve, me retara.
— Esta bien, pero ven acompáñame, hablaremos en la biblioteca, ahí nadie nos molestara.
Con mucho cuidado ambos jóvenes se dirigieron a la elegante biblioteca.
— Te sucedió algo Candy —, la ayudo galantemente a sentarse. La joven bajo la cabeza y jugando nervosamente con las manos comenzó a hablar.
— Sí, Archie, Paul Rohan, ha seguido molestándome. Él nunca ha creído que eres mi novio, y como hace días que no vas por mi…bueno, eso ha confirmado sus sospechas, y hoy… —, la joven se calló.
— Hoy que Candy, ¿Qué fue lo que paso?
Suspiró profundo.
— Archie solo prométeme que no te vas a enojar y que no vas a hacer nada —, Archie se levantó furioso y la miró fijamente.
— ¿Qué fue lo que te hizo Candy?, dime ¿qué paso?
La joven lo miró nerviosa y asustada, la actitud del joven la asustó. Sabía que se enojaría, pero pensó que reaccionaria menos agresivo.
— No te voy a decir nada, si no te calmas.
— Candy —, amenazó furioso.
Ella lo miró furiosa y se levantó para irse, pero el detuvo a la joven tomándola de los hombros.
— No te vas a ir sin antes decirme que fue lo que ese imbécil te hizo.
— Si no te calmas no te digo —, volvió a decirle. Sus ambarinos ojos se enfrentaron a las verdes esmeraldas y la fiereza de la joven lo calmo.
— Esta bien Gatita, me calmo.
— Prométeme y dame tu palabra de honor —, el joven la miró serio, pero de inmediato sonrió.
— Solo si me das un beso novia mía.
— ¿Qué? —, una ruborizada joven exclamo espantada.
Archie le guiñó el ojo y le señaló su mejilla.
— Aquí Candy, solo te pido un beso aquí —, la miró intensamente. La joven tragó seco, Archie estaba jugando sucio, eran novios de mentiras, solo eso.
Lo que Candy no sabía es que su eterno enamorado había aceptado su juego para ayudarla, pero también para enamorarla. Estaba dispuesto a ganarse su corazón con ese engaño, él sabía que era su única oportunidad. Candy ya no tenía ninguna excusa para rechazarlo, su amiga de la infancia ya no era un impedimento para una relación entre ambos. La pelinegra se había casado con un extranjero al darse cuenta de que el heredero de los Cornwell seguía enamorado de Candy. Además, Candy ya no sentía amor por el joven inglés, eso había sido una ilusión de adolescente. Este noviazgo de mentira era su oportunidad y no la desaprovecharía, su Gatita sería su mujer, él la conquistaría.
Ella titubeante se acercó y puntitas besó la mejilla del joven, el corazón del joven latió aceleradamente al sentir la boca de la joven, tuvo que hacer un esfuerzo titánico para no besarla ahí mismo. La joven se retiró nerviosa, la situación era demasiado embarazosa, era de madrugada, ella en bata y los dos estaban encerrados. Si Albert o la tía Elroy los encontraba, de seguro los casaban enseguida.
— Ahora si por favor, Gatita, dime que fue lo que paso —, aparentando una calma que no sentía pregunto sonrientemente mientras la sentaba a su lado y la abrazaba.
Ella bajó la cabeza y dejando caer un suspiro.
— Paul trató de besarme a la fuerza.
— ¡Que! —, se paró furioso, inmediatamente la jovencita, se acercó a su novio de mentira.
— Archie, cálmate por favor, dijiste que te calmarías.
Levantó con cariño su mentón y masculló molesto.
— ¿Te lastimó?
Ella lo miró cariñosa, y meneó la cabeza.
— Afortunadamente, llego Peter —, la rubia se soltó de los brazos del joven y caminó hacia la ventana, Archie la miraba atento y furioso. La joven volteó y lo miró mortificada — Archie, Paul sigue pensando que tú solo eres mi primo y que no tengo novio, aunque le he insistido que tú eres mi novio, no me cree. No sé qué más decirle para que me deje en paz. Me dijo que hablaría con la tía Elroy para formalizar una alianza entre las dos familias. Albert no llegará hasta después de la gala y tú la conoces, ella es capaza de aceptar.
Archie se acercó a ella, la abrazó cariñoso y besó su frente.
— Te prometo que Paul Rohan nunca más volverá a molestarte.
— Pero ¿cómo lo vamos a hacer?
Su mirada se tornó obscura antes de apretarla a su cuerpo, y besar su cabello, la joven se estremeció al sentir el cuerpo del joven tan cerca de ella, trató de alejarse, pero el galán joven la apretó más.
— ¡Archie! —, exclamó nerviosa.
— Mmmm.
— Aarrcchie, ¿qué…queé haces?
Ignorando sus forcejeos, el joven la mantuvo sujeta a su varonil su cuerpo y la miró fijamente a los ojos.
— Gatita, si queremos que todos crean que somos novios, estoy haciendo lo que cualquier pareja enamorada de novios hace.
Antes de que la joven pudiera decir algo, Archie silencioso sus quejas con un beso en su pequeña boca. La joven atontada por la audaz caricia aceptó la caricia sin protestas, hasta que despertó del ensueño. Mortificada por lo sucedido se apartó, trago seco, se llevó sus manos a la boca, estaba asustada de la apasionada respuesta de su cuerpo al ardiente beso recibido. incrédula observó los dilatados ojos de su novio de mentiras. Eso no podía estar sucediendo, él no odia besarla, eso era una locura. Afligida gritó.
— Archie…esto, esto no está bien, no vuelvas hacer eso.
— Candy si queremos que crean que somos novios, tenemos que hacer lo que todos los novios hacer —, le dijo mientras la acercaba a su cuerpo nuevamente.
— Pppero, nadie está aquí.
— Sí mi novia de mentiras, pero tenemos que practicar para estar listos cuando tengamos que hacerlo frente a la gente.
La joven se quedó boquiabierta ante su respuesta, el audaz joven volvió a silenciar a la joven con un nuevo beso, pero este fue más atrevido y apasionado. Aunque Candy trato nuevamente de zafarse y retirarlo, sus intentos fueron en vano, Archie no cedió. Al final la joven dejo de forcejear, y se dejó llevar por la ardiente caricia, sin darse cuenta su cuerpo respondió al ardiente beso de su paladín.
Esta vez, Archie no se rendiría, él la conquistaría. Toda su vida, se había hecho a un lado por otros, nunca había peleado por su amor. Pero esta vez lo haría, ella sin darse cuenta le dio la oportunidad de su vida. Le seguiría el juego que ella misma le pidió. Sería su novio de mentiras, pero trataría de conquistar el corazón de la joven rubia. La amaba con toda su alma y esta mentira era posibilidad a su anhelo de años, era. Su única posibilidad.
Fin de Flash Back
Lo que empezó con una petición para alejar un molesto pretendiente terminó siendo el comienzo de un romance intenso entre Candy y Archie.
La joven rubia sin darse cuenta fue víctima de la seducción de su galante paladín quien con el pretexto de representar un papel ante un terco pretendiente, noche a noche le robó besos y su joven corazón.
Una risilla traviesa se escuchó en el balcón donde una pareja disfrutaba la fresca noche. Un atractivo joven de mirada ambarina volteó sorprendido a ver a la dueña de su corazón.
— ¿Qué te causa tanta risa corazón? .
La joven se ruborizo intensamente antes de contestarle al dueño de su corazón.
— No sé porque, pero me acordé de que hace más de un año en una noche de luna llena, la tía Elroy puso el grito en el cielo porque golpeaste a Paul en la recepción de la compañía, ¿lo recuerdas?
— Ah, era eso —, orgulloso recordó el incidente con el doctor de quinta con una amplia sonrisa, pero de pronto su sonrisa se congelo, su mirada se oscureció y volteo a verla muy serio.
— Me puedes decir ¿por qué te recordaste al imbécil de Paul Rohan?
Ella sonrió, su paladín nunca cambiaría, lo atrajo hacia ella y lo besó intensamente.
— Porque nunca voy a olvidar que me rescataste del acoso de ese tipejo.
— Mi querida “novia de mentiras”, ¿aun te acuerdas de eso? —, le acarició su cara con ternura.
Ella se zafó y le dio la espalda ofendida.
— Como no voy a acordarme, si bien que te aprovechaste de lo ingenua que era.
Él sonrió burlón y comenzó a besarle el cabello.
— ¡Yo! Candy adorada, soy incapaz de haberme aprovechado de la inocencia de mi adorada Gatita.
— Ja, y lo que hacías todas las noches conmigo, ¿cómo se le llama a eso? —, hizo un mohín molesta.
— Ah, yo le llamo practicar a “hacer novios.” No hicimos nada malo, todos los novios lo hacen —, le guiño el ojo. — Recuerda amor, estábamos practicando para representar un papel ante el idiota de Paul y de toda la sociedad de Chicago—, le dijo juguetón, ella le echo los brazos al cuello y risueña le contestó.
— Sí tanto que cuando Albert nos descubrió, casi le da infarto y nos llevó con un sacerdote esa misma noche.
Archie soltó una carcajada al escucharla.
— Sí ríete, jajaja, yo nunca voy a olvidar la cara de desilusión de Albert quien llego de repente de su viaje —, dijo una furibunda Candy —, y todo por tus dichosas prácticas —, le apunto el pecho con su delgado dedo.
— Candy ya te expliqué, Albert ya lo sabía. Yo le pedí permiso por teléfono antes de pedirte a ti que fueras mi novia de verdad. Él solo te quiso jugar una broma —, calló un momento mientras ella lo miraba furiosa. — Bueno, sí se sorprendió un poquito cuando nos encontró besándonos, pero solo un poquito, ¿cuándo lo vas a olvidar?
— Nunca —, dijo airada, y se levantó rabiosa. Él la abrazo por detrás, apenado habló.
— Candy, te juro por mi honor que yo ya le había pedido permiso a Albert y a la tía abuela para cortejarte. Lo que paso esa noche fue solo una metida de pata mía…lo que pasa es que te amo demasiado y solo quería convencerte de que tu “novio de mentiras” quería ser tu novio de verdad. ¿Me perdonas?
Ella bajó la vista, cerró los ojos y se volteó.
— Esta bien, te perdono porque no toda la culpa fue tuya; la culpa fue también mía por permitirte todos esas “practicas nocturnas” —, murmuró burlona. — Pero te perdono principalmente por haberme quitado al odioso de Paul Rohan.
— Y dale con ese tipo Candy.
— Archie no sé porque te enojas, yo recuerdo perfectamente lo que paso en esa velada.
— ¿Qué recuerdas de ese imbécil? —, dijo molesto.
— Su cara de terror cuando lo agarraste de las solapas y le repetiste una y otra vez que me dejara en paz porque era tuya, que tú eras mi prometido y futuro esposo. Aparte nunca olvidaré el ojo morado que le hiciste al cretino esa noche. La tía Elroy se puso a gritar como loca.
Ambos se miraron y las carcajadas explotaron; ambos se abrazaron enamorados.
— Te amo Candy
— Yo también te amo amor.
— Mi novia de mentiras.
— Mi esposo amado.
— Esposa mía.
Se acercaron para sellar con un beso su reconciliación bajo la hermosa luna. De pronto…
Un llanto de bebé se escuchó a lo lejos
Ambos se miraron
— El bebé —, gritaron ambos.
— Tiene hambre mi bebito.
— Ven vamos amor, el abuelo Albert debe estar desesperado.
La pareja de los recién estrenados padres caminó felices hacia la mansión. Lo que una vez comenzó con una mentira, se convirtió en un tórrido amor bendecidos con el nacimiento de su producto de amor.
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Fin
Última edición por stormaw el Vie Abr 17, 2020 1:52 am, editado 2 veces