Es un trabajo en colaboración con dos grandes y queridas amigas LOKACRIS20, MIA GRANDCHESTER Y SU SERVIDORA PITU GRANDCHESTER.
Gracias por su apoyo y por confiar en mí
VACACIONES EN ALTAMAR UN AMOR EN UN CRUCERO.
CAPITULO III:CORAZONES PERDIDOS
AUTOR DEL CAPITULO III: PITUFA TERRIANA.
DISCLEIMER: LOS PERSONAJES DE LA HISTORIA DE CANDY CANDY, NO ME PERTENECEN, ESTA HISTORIA FUE CREADA SOLO POR DIVERSION Y SIN FINES DE LUCRO.
EN VUELO
El vuelo entre Chicago y New York permitió a Candy relajarse un poco, la alegre y despreocupada conversación con Albert hizo que dejara atrás por un momento el temor que le da ir en la Gran Manzana. Desde que termino su relación con Terrence, ha evitado ir a esa ciudad que solo le trae recuerdos amargos. Sin embargo, al escuchar por el altavoz que en un momento más aterrizaran en el aeropuerto Internacional JFK, ese dolor que la acompaña constantemente por cinco largos años, cuando su corazón se rompió en mil pedazos y su vida quedo sin un horizonte, vuelve a punzarle y vuelca su rostro hacia la ventanilla para evitar que Albert pueda ver ese dolor reflejado en su rostro.
Flashback.
Hospital Memorial Sloan Kettering CáncerCenter, mes de noviembre, 5 años atrás. En la fría sala de espera se encuentra Terrence, sus nervios no le permiten estar sentado y con grandes zancadas se lo ve cruzar la sala de un lado a otro.
- ¡Terry!--La voz de su amada pecosa lo saca de sus pensamientos y al verla ingresar, corre a sus brazos.
- ¡Amor! gracias por venir, ¡te necesitaba tanto! --Inmediatamente sus labios buscan con desespero esa boca que lo enloquece y besa con gran pasión, deseando encontrar en ella la tranquilidad que está buscando y que sabe, solo en sus brazos es capaz de alcanzarla.
Candy lo mira con ternura y responde con toda vehemencia, nunca ha podido resistir esos besos que la estremecen y le saben a gloria. --Amor¿qué ha sucedido?, vine en cuanto pude, ¿cómo esta ella?
-No sé qué ha pasado… Yo fui a su casa, recuerdas amor que su madre me pidió que no dejara de visitarla, que mis visitas le levantan el ánimo.
-Sí, Me dijiste que aprovecharías hoy que no tenías ensayo y que luego pasarías por mí a la clínica para cenar luego juntos.
- Estaba todo bien, llegue con un pastel de queso y arándanos que tanto les gustan, su madre agradeció el gesto y me hizo pasar a la salita, ella estaba recostada en el sillón de siempre con buen semblante, me sonrió y yo me senté en la silla frente a ella, comenzamos a conversar sobre la nueva puesta en escena, a ella parecía hacerle gracia que yo participe en un musical infantil, pero le comenté que la Bella y La Bestiatiene muy buen potencial y modestia aparte estoy increíble en mi papel de Bestia – sonrió de lado al comentarlo. --Transcurrió un cuarto de hora de amena conversación. --continuo Terry relatando. --Estábamos saboreando el té con pastel, fue entonces que ella pregunto ¿cómo iba nuestra relación?¿cómo te sentías en el nuevo trabajo? y ¿si te estabas adaptando a vivir en New York?, tú sabes que para mí no hay tema más hermoso que hablar de nuestro amor y le platique de nuestros planes de boda, que pensábamos casarnos en seis meses, que ya estamos buscado un departamento donde formar nuestro hogar.
Terry quedo en silencio y cerró los ojos un instanteantes de continuar. --Ella me sonrió apenas y no sé en qué momento se puso pálida, la vi convulsionar y perder el sentido, todo en uno. ---Terry se llevó las manos a la cabeza y se cubrió el rostro.
-Terry, tranquilo.--Lo abrazo fuertemente y él se aferró a Candy como si fuera su tabla de salvación. --¿Qué pasa amor? ¿por qué te pones así?
-Su madre Candy, ella comenzó a gritarme de forma histérica, a decirme que yo le provoque el ataque, que Susana estaba bien hasta que yo llegue, que si ella moría seria mi culpa y cargaría con eso por el resto de mi vida. Te juro que no fue mi intención… yo tal vez hable con gran emoción de nosotros olvidando lo que ella siente, pero no deseo que le pase nada.
Atine a parar sus furiosos golpes y decirle que Susana necesitaba atención, que llamara a su médico, ella me pidió que llamara una ambulancia, mientras ella se ponía en contacto con el Doctor Lewis. En cuanto llegaron los paramédicos atendieron a Susana y la trajeron acá al Centro, mientras yo los seguía en mi auto y te llamaba para que estuvieras a mi lado.
Mientras están abrazados, las puertas se abren para dar paso a un doctor que pregunta por los familiares de la señorita Marlowe, Terry le informa que la madre se encuentra en la capilla rezando, Candy va en su busca.
La señora Judith viuda de Marlowe está sentada en una banca de la pequeña capilla, no hay lágrimas en su rostro, esta inexpresiva con la vista fija en el crucifijo y apenas si se mueve cuando Candy se acerca a ella para informarle que el médico requiere su presencia, se levanta como un autómata y sigue a la rubia jovencita.
- Doctor, ¿Cómo está mi hija?
-Ella esta vi… --Los sollozos no la dejan terminar la frase.
-Cálmese por favor, Susana ha tenido una crisis y afortunadamente la hemos podido estabilizar, deberá quedarse unos días en observación para hacerle más estudios y un nuevo recuento de los glóbulos blancos, no niego que nos ha dado un buen susto, pero todo está ya bajo control, señora Marlowe en media hora puede pasar a verla, la están preparando para llevarla a una habitación. --Judith Marlowe agradece al doctor y cuando este desaparece por la puerta, se enfrenta a los jóvenes enamorados
-¡Ella tiene los días contados!, ustedes tienen una vida por delante, pero mi pobre hija se me muere y usted Terrence sabe que lo es ¡todo! para ella. Mi pobre Susy comenzó a empeorar desde que supo que usted ama a otra, su salud ha ido en picada desde que usted la dejo por ¡ella! --Y su huesudo dedo señala a Candy. --- Ustedes son los culpables de que ella este así ¡a punto de morir!
-Señora Marlowe. --Le dice Candy con dulzura.--Entiendo que este angustiada, pero la enfermedad que aqueja a Susana no es producto de los sentimientos de Terrence, el grado avanzado de su leucemia linfocítica que ella padece se debe a otro tipo de factores y estos son de tipo genético, que está en su ADNy lo han estado tratando de la mejor manera. --¡No culpe a Terry por ello!
- ¡No puedo!, no puedo dejar de pensar que, si él la amara, ¡mi hija tendría más posibilidades de vivir!, ella no tiene ningún incentivo, ¡porque el único hombre que ama esta con otra y eso la lleva a dejarse morir!, ¡él es culpable! de no amarla y condenarla a una muerte prematura y eso, ¡eso no puedo perdonarlo!, ni a usted ni a él. --Se alejó de ellos sollozando en dirección a la capilla.
Candy al escucharla, negó tristemente con la cabeza, pero algo quedo grabado en su mente “¡dejarsemorir ¡”, pensó en su futuro al lado Terry, el hombre que es dueño de su corazón y de su vida, que es su complemento perfecto. El amor de su vida, que le corresponde con igual intensidad, pero ¿podrá formar un futuro a su lado sin la sombra de Susana?, la joven ex actriz y compañera de reparto de Terry, con la que tuvo un romance antes de conocerla y que si bien cuando ellos se enamoraron, Terry ya había terminado con ella hacía más de un año, sin embargo, la insistencia de la madre, no dejaba que él se alejara por completo de la vida de Susana.
Terry jamás le oculto esa relación y otras sin mayor importancia que tuvo en el pasado, siempre fue honesto especialmente al contarle de Susana, que al comienzo fue una relación muy linda, pero poco a poco por los celos y falta de confianza de ella se volvió destructiva, no lo dejaba a sol ni sombra y deseaba saber qué hacía y con quien estaba cada minuto que no estaban juntos.
El control de ella se volvió en una obsesión o así lo sentía Terry,antes de que terminara por ahorcarla como le comentaba Terry sonriendo, prefirió cortar por lo sano. No fue sencillo porque ella amenazó con suicidarse si la dejaba, con mucha paciencia y ayuda de un psicólogo amigo ella acepto al fin que tenía una relación nociva y que era mejor seguir como compañeros y amigos.
Al poco tiempo le diagnosticaron leucemia y debió abandonar la actuación para concentrarse en su tratamiento. Fue un duro golpe para ella, pero contaba con el apoyo de su madre y sus ex colegas, entre ellos Terry, quien pese a todo lo pasado, le ofreció su mano amiga. Aunque la madre le pedía que vaya cada día, el prefería mantener distancia, sabía que Susana emocionalmente no era estable y no deseaba darle falsas esperanzas, especialmente después de conocer a Candy y saber que solo junto a ella podría ser feliz, el amor que le tenía y la felicidad a su lado no se comparaba con nada que hubiera sentido antes, para él su vida es Candy y saber que ella le corresponde lo hace sentirse un hombre afortunado y muy muy dichoso. Por nada del mundo pondría en peligro esa felicidad.
Candy se quedó junto a Terry en el Memorial Sloan Kettering Cáncer Center un rato más, aprovecho al ver a una enfermera con la que hizo prácticas en Chicago y le pidió hablar con el doctor que llevaba el caso de Susana, deseaba interiorizarse más de la evolución de su enfermedad. No le costó más de cinco minutos lograr que el doctor Lewis le informara del estado de Susana, al verla hablar con profesionalismo y seguridad, el buen doctor fue detallando el cuadro.
- Al comienzo.--Le dice el doctor Lewis. --Reaccionó al tratamiento de manera favorable, pero luego las cosas no salían bien, su cuerpo rechazaba los insumos que se le administraba y el avance era lento e incluso nulo en algunos procedimientos.
Esto me tiene preocupado, ya que no debería haber tanta complicación, pero al parecer sus estados emocionales afectan demasiado su organismo y la madre se ha negado rotundamente a que la vea un especialista en enfermedades mentales aduciendo que su hija no está loca y que simplemente necesita más apoyo. No he podido hacerla entra en razón e indicarle que un psicólogo no es un loquero y que su hija necesita ese tipo de ayuda.
-Entiendo doctor. --Dice Candy con una mirada perdida en el fondo del pasillo donde Terrence está sentado. --Al parecer su sintomatología está muy relacionada con la afectividad del tratamiento.
-Puede ser señorita Andrew, pero el caso es, que si ella no pone de su parte, las consecuencias pueden ser fatales y a corto plazo.
-Gracias doctor por compartirme su opinión, en verdad lo aprecio mucho y como amiga y enfermera veré si puedo ayudar en algo.
Terrence noto a Candy distante luego de su conversación con el doctor Lewis, eso no le daba buena espina y aún más cuando ella le dice. --Terrence debemos hablar.
-¿Qué sucede amor?, ¿es realmente serio el cuadro de Susana?, el doctor no lo menciono así frente a su madre.
Candy lanzo un suspiro y lo invita a la cafetería del hospital, se dirige a una mesa apartada y luego de pedir un café cargado paraella y un té con limón para Terry, lo enfrenta.
-Hay un común denominador entre las palabras de la señora Marlowe y el informe del doctor Lewis. –Silencio.
-¿Y bien?--Pregunta Terry levantando la ceja.
Candy levantando su rostro, mira directamente a los ojos a Terrence y armándose de valor suelta lo que ha estado dando vueltas en su cabeza.
-Susana se está dejando morir, no quiere luchar y salir adelante, tiene una mínima esperanza y la está dejando ir.Ella no concibe la vida si ti, ¿Terry entiendes lo que está pasando con ella? ¡Susana morirá si tú no estás a su lado!
-Y yo, ¡yo no podré soportarlo! --Candy derramaba lágrimas sin poder evitarlo.
- ¡Su madre tiene razón!, si muere Susana será por culpa de nuestra felicidad.
Sus ojos estaban anegados de lágrimas y su cuerpo temblaba por los sollozos incontrolables. Terry la miro con asombro, no podía digerir las palabras de su amada Pecosa, es que le estaba pidiendoque dejara sus planes junto a ella para volver con una mujer que solo le inspiraba compasión. No, algo no estaba bien.
-Candy, amor --Se acercó y la abrazo. --No puedes pensar algo así, ambos sabemos que su enfermedad no tiene vuelta atrás y que tarde o temprano ella se irá
- ¿No lo entiendes? --Le dice Candy con dolor. --Tiene una esperanza y esa esperanza eres ¡tú!, No puedo iniciar una vida junto a ti con ese peso en la conciencia, ¡no podríamos ser felices!, me pongo en el lugar de ella y sé que para mí también sería muy duro.
Terry se aparte de ella y con voz dura le responde. --¿Estas segura? ¿Realmente me amas? ¡por qué parece que te es muy fácil dejarme en brazos de otra para acallar tu conciencia!
- ¡Terry, no por Dios yo te amo! pero el amor de ella la está consumiendo y no me siento capaz de quitarle una oportunidad de extender sus días o incluso de que pueda curarse.
-Y no se te ha pasado por la mente que yo no quiera estar a su lado!¡porque mi vida eres tú! y que sin tu amor ¡yo puedo morir!, no te das cuenta de que me ¡estas condenando!--La levanta de su silla y la abraza con tanta ternura, trasmitiéndole su amor en ese abrazo y prodigándole caricias.
-¡Ahh Terry!, por favor no hagas más difícil este momento, yo…!yo te amo!,eres lo más importante en mi vida, pero entiende que no puedo basar en mi felicidad en el sufrimiento de ella,y por ese amor es que prefiero sacrificarnos, ella te necesita y nosotros… mientras haya vida hay esperanza, trata de hacerla feliz en sus últimos días y si estos se prolongan… será una bendición que te llenara de satisfacción y recuerda siempre que te amo y nunca olvides mientras haya vida nos volveremos a encontrar….
Candy se deshizo del abrazo y salió velozmente del hospital, al llegar a su departamentose encerró en su cuarto a llorar amargamente, ignorando las llamadas de Terry a su móvil, bloqueo su número. Ya más calmada llamo a Albert para decirle que la ayudara a pedir su traspaso a Los Ángeles, que moviera sus influencias, ella ya le explicaría los motivos que tenía para alejarse lo más pronto posible de esa ciudad y de ellos.
Fin del flashback
NEW YORK.
Candy recordó la última vez que vio a Terry y ya más serena se volvió hacia Albert para con una gran sonrisa decirleque estaba lista para desembarcar.
-Me alegra pequeña, tenemos tiempo de sobra para llegar al puerto. Así que vamos con calma a recoger tu voluminoso equipaje, tal vez sea mejor encargar una van para llevar todo a bordo. –Solto una sonora carcajada el rubio.
-¡Oh Albert!--Dice Candy mientras le da un golpe amistoso en el brazo.--Por mi hubiera salido con mi vieja maleta, pero ya sabes Annie y su manía por la moda, parece que empaco toda una tienda, además tú tienes parte de culpa no te quejes y comienza por cargar mi bolso de mano.
Ambos rubios salen el avión riendo y gastándose más bromas, se dirigen a la sección de recojo de equipaje, en verdad 4 maletas y un bolso mano, le dieron un poco de trabajo al muchacho que gentilmente se ofreció a ayudarlos. Afuera los esperaba un auto de alquiler que el eficiente de George tenía previsto para la llegada de sus jefes. El amable chofer con el beneplácito de Albert los llevo al puerto dando una vuelta por Brooklyn, haciendo que el corazón de Candy se encoja por los recuerdos que esa zona le traía.
-Pequeña, la mejor manera de olvidar el pasado es enfrentarlo y tú tomaste una decisión por ambos, ya es hora de que dejes atrás los fantasmas del pasado y que mejor que pasando por las calles que vivieron tu amor y ahora te ven iniciando una nueva página. –La abraza por los hombros y deposita un casto beso en su frente.
Candy sonríe con firmeza y le confirma que esa es su intención, se siente segura con el apoyo de su amigo, hermano y mentor. – ¿Que haría yo si ti querido padre?
La mira con una gran sonrisa en su rostro.--No lo sé pequeña, pero de algo estoy seguro, siempre estaré ahí para darte mi apoyo y confió que estas vacacioneste devuelvanla sonrisa sinceray esa alegría genuina que sale de tu corazón.
-¡Oye! yo no he cambiado, siempre estoy alegre y… --Albert puso sus dedos en su labios.
-Pequeña, sé que tratas de engañarnos y de engañarte, pero ambos sabemos que tu mirada no tiene el mismo brillo de hace cinco años y espero de corazón que retornes con ese brillo de siempre, ahora tienes la oportunidad de disfrutar 15 días para ti sola, para regalarte tiempo y mimarte, olvídate de los demás por una vez en tu vida y te doy licencia para disfrutes cada minuto a bordo.
- ¡Albert, miracómo me consientes!, me estás dando permiso de portarme mal.--Le dice mientras le sacala lengua y le hace un simpático guiño. –Conste que lo tomare en cuenta y no quiero regaños luego.Además yo también me hice el propósito de dejar lo triste en el pasado y darme una nueva oportunidad.
- Mi pequeña confió en tu buen juicio, pero no estaría mal que alguna vez eches una canita al aire. –Solto una carcajada, a modo de burla el rubio.
Llegaron al puerto para ser exactos a la terminal de Brooklyn donde se observa una marejada de personas yendo y viniendo de un lado a otro, montones de equipaje amontonados en las esquinas, marineros corriendo y algunos guardias de rostro serio vigilan los puestos de entrada y salida.
-Vamos pequeña, al sector VIP es por allá. --Alberthle indica que es hacia la izquierda. --Ya tengo tu registro en mano, George lo envió a mi WhatsApp, así que no tendrás que hacer largas filas y podrás pasar directo. --Le decía esto mientras entregaba al botones todo el equipaje y las indicaciones de la cabina reservada.
Se acercan al mostrador de registros donde Candy presenta toda la documentación para su verificación y una vez todo listo, se aproxima a Albert para darle un fuerte y cariñoso abrazo como despedida.
-Estaré aquí pequeña en 15 días esperándote, recuerda lo que hablamos y feliz viaje. --Le dice mientras un dejo de melancolía se deja sentir en su voz.
-Hasta pronto mi querido Albert y gracias por este viaje maravilloso, no te defraudare, ya verás que el pasado lo dejare atrás y no voy a desaprovechar el conocer gente nueva y hacer nuevos amigos
A BORDO DEL CRUCERO
Candy sigue ala azafata por la gran rampa, está la ubica hasta el gran ascensor central que la llevara a la cubierta 12 donde se ubica su suite. Candy se encuentra muy emocionada y sin saber porque, siente un cosquilleo particular que le sube del estómago al pecho que la llena de ilusión.Mientras espera su turno de subir al ascensor, se distare leyendo los folletos que le han entregado sobre las diversas actividades que se pueden hacer, escucha un grito.
-No corran así ¡Jolie, Jean!, tengan cuidado con…
Candy antes de poder distinguir de donde provenía esa voz que se alzaba, se vio siendo arrastrada al suelo por el cuerpito de una pequeña de unos siete años que se la llevó por delante y ambas terminan sobre el impecable piso de mármol del lobby.La pequeña con el rostro rojo por la vergüenza trata de levantarse y le dice muy suavemente.
-¡Excuse moi mademoiselle !
Antes de que Candy pueda reaccionar se vio levantada por unos fuertes brazos y unos ojos grises la miraban con simpatía,
-Candy White Andrew,¿eres tú en verdad?, ¡Que feliz coincidencia!
- ¡Michael, que agradable sorpresa encontrarte aquí a bordo! --Le responde Candy con su radiante sonrisa mientras lo observa junto a sus dos pequeños.
-Candy, estos son mis mellizos, Jean y la pequeña Jolie. Hijos, les presento a una buena amiga, Candy White Andrew, ella es enfermera y trabajamos juntos en Chicago en el hospital Santa Juana. –Informo,volviéndose a los dos niños a los cuales seguidamente reprendió.
-¡Qué pasa con ustedes dos! Por qué han salido corriendo de esa forma como si estuvieran solos en el barco y miren ahora como la señorita ha terminado en el suelo por su culpa, ¿Jolie? --La pequeña niña, con la mirada en su pies le responde tímidamente.
-Lo siento en verdad papá, pero Jean me amenazó conlanzarme al mar y yo salí corriendo para evitar que me agarre. Lo siento mucho señorita.
-¿Y bien? ¿Por qué ese comportamiento con tu hermana?
El pequeño rubio con mirada hosca, pero mirando firmemente a su padre responde en tono seco. --Ella estaba fisgoneando en mi mochila y tomo mi libro de recuerdos.¡No tiene derecho a meterse con mis cosas privadas!
-¡Quería ver las fotos de mamá! --Le grita Jolie con los ojos llenos de lágrimas. -¡La mama es de ambos!
El joven padre abraza a la pequeña mientras extiende su mano al niño y se da la vuelta para dirigirse nuevamente a Candy que permanecía atenta ante la familia
- Candy, por favor acepta mis disculpas, has tenido que presenciar este momento entre mis hijosy…
-Michael, no tienes que estar apenado, tienes unos hijos muy hermosos y estoy segura de que son más los nervios por iniciar esta aventura que los tiene así de exaltados,¿Verdad chicos que están emocionados con este viaje?
La pequeña le sonríe y el niño luego de una mirada de su padre asiente con su cabeza
-¡Los ves Michael! , no tienes de que preocuparte con este par de pilluelos, si no hicieran travesuras, nos sería niños.–La rubia les da un guiño.
-Merci,mademoiselle. –Contestanambos niños al mismo tiempo.
Candy no se resiste a darle un cariñoso beso a ambos, pensando en lo hermoso que sería poder tener una familia propia y niños a los cuales cuidar y mimar. Al notar que Candy acariciaba la cabeza de los chicos con aire pensativo y no verla con mayor compañía, Michael le pregunta.
-¿Has venido sola al crucero? o tal vez Annie y Patty se encuentran por ahí.
-No, estas vacaciones son regalo mi querido Albert con el propósito de tener tiempo para mí y creo que el sol y la brisa marina me sentaran muy bien y aquí me tienes lista para quince días de diversión.--Le informa con su brillante sonrisa reflejada en su rostro.
-Te mereces eso y más Candy, no olvidare todo el apoyo y compañía que le diste a mi amada Chantal durante sus prolongadas estadías en el hospital y como me ayudabas con mis guardias para que pudiera pasar tiempo con ella. Como sabes, hace cinco meses que ella partió y para todos ha sido muy difícil ir adaptándonos a la vida sin su presencia, por lo que se me ocurrieron estas vacaciones, especialmente por los niños que se han visto tan afectados por su larga enfermedad y ahora su ausencia.--Sus ojos se nublaron.
- ¡Animo querido Michael! ella es un ángel que está velando por ustedes y lo mejor que puedes hacer es pasar tiempo junto a ellos y permanecer unidos como ella lo deseaba, recuerdas que ella te pedía que no dejaras a los niños tanto tiempo solos y te regañaba por estar horas en el hospital a su lado. Ahora amigo es el momento de recuperar ese tiempo junto a tus hijos.
-Siempre con las palabras justas, mi enfermera favorita.¿Te parece bien acompañar entonces a este viejo amigo y sus dos diablillosen la travesía de este barco? Bueno, sé que has venido en busca de tranquilidad y con mis dos pequeños cerca, eso será difícil.
-Michael, tú necesitas tiempo a solas con ellos.
-Tal vez, pero me siento un poco perdido para manejarlos. Tú tienes tacto con los niños, fíjate como lograste calmarlos luego del incidente, hasta Jean que es el más rebelde esta ahora sereno y mira como ha tomado la mano a su hermana, pero entiendo que no puedo disponer de tu tiempo y menos en tus vacaciones.
- ¡Ohh! Michael, te aprecio sinceramente y tus hijos son un amor, por mí no hay problema, pero me gustaría que lo platiques con ellos para que te den su opinión, siempre podremos vernos y hacer algún que otra actividad. Este barco está lleno de diversión para grandes y chicos.
La pequeña Jolie estaba atenta y se acerca lentamente a su padre llamando su atención, Jean también se acerca a ellos.
-Papa, la señorita ha sido muy amable, no se ha molestado porque la tire al suelo y tiene una sonrisa muy dulce, me recuerda un poco a ma…
- ¡Pero no es mamá! --Comenta Jean. --Y sin embargo tiene algo que me gusta,¿no le molestará si la invitas a comer con nosotros esta noche? Así ayuda a alimentar a la bebe de mi hermanita.
-Tengo cinco años igual que tú y solo soy menor por 10 minutos, además yo no le temo a la oscuridad y si puedo comer sola --Respondió indignada la chiquilla.
- ¡Basta ya! con ese comportamiento, Candy no querrá compartir ni una simple merienda con ustedes.
Una vez calmados los ánimos y a punto de ingresar al ascensor, Michael le pidio a Candy que compartiera la cena con ellos esa noche, intercambiaron números de cabinas y quedaron de verse a las siete en el restaurante de la cubierta seis.Candy acepto y con un gracioso movimiento de su mano les dijo.
–¡Hasta pronto!
Se encamino con paso ligero hasta la puerta de su suite,cuando entro se quedo encantada con la amplia y cómoda habitación decorada en colores pasteles, se diola tarea de curiosear cada rincón, repitiéndose mentalmente que Terrence Grandchester es ya su pasado.
En otra suite con balcón, una cubierta por encima de donde se ubica la de Candy, un castaño acomoda sus pertenencias en una hermosa y moderna cómoda, no tiene ánimos de salir, ya bástate tuvo con el ingreso al barco y la algarabía que se generaba entre los pasajeros.
Apenas pudo despedirse de su madre con el temor de que alguien lo reconociera, enfundado bajo unas gafas oscuras y una boina estilo francés se adentró en esa marea de gente.
Prefiere quedarse cómodamente en un sillón a leer un ejemplar de las obras completas de Shakespeare, se trata de una edición de lujo, gastada por el uso y con varias frases remarcadas, no puede evitar volver a su lectura favorita” Romeo y Julieta”, inevitablemente el recuerdo de su gran amor regresa. Cierra de golpe el libro y se levanta molesto.
- ¡Prometí olvidarte y es eso lo que hare! Tú así lo decidiste y ahora que alcanzaste la felicidad en otros brazos, yo debo seguir mi camino y arrancarte de mi corazón.
Observa la hora en el reloj ubicado en una de las lujosas paredes de la suite, reserva para el primer turno de la cena que se sirve ala siete de la noche, eso le da media hora para alistarse y una vez enfundado en un pantalón de lino y una camisa de seda color azul marino, con pasos decididos sale de su camarote con destino al restaurante de cubierta seis.
Por su parte Candy ya instalada en su suite, ha elegido un vestido de corte recto, color celeste agua que delinea perfectamente sus curvas, unos zapatos de tacón a juego, el cabello se lo peina y se lo coloca de lado, se mira al espejo y contenta con su aspecto va camino al encuentro de la familia de Michael.
Jolie está impaciente por ir a la cena, Candy le recuerda la dulzura de su mamá y su papá le conto que ellas eran amigas, que incluso le dio un poco de alivio a su mami cuando estuvo tan enferma.–“¿Tal vez pueda ayudarme con mi cabello? papi siempre me pone la moñita al revés” pensó la chiquilla con una sonrisa dibujada en sus labios.
Diez minutos para las siete, Candy se encuentra caminando por el corredor, observado la colorida decoración, se vio sorprendida por segunda vez en el día por dos bracitos, pero que esta vez la estrechan con más cuidado.
- ¡Hola Candy!, te ves muy hermosa.
-Gracias Jolie, ese vestido color crema te sienta muy bien pequeña.
-Me vería mejor si…Candy ¿puedes ayudarme con mi peinado? sabes a mi papi no le va muy bien con ello. --Le dice sonriendo.
- ¡Candy! le grita Jean desde el otro lado, a mí me puedes dar una mano con la camisa, creo que lado izquierdoestá más largo que el derecho y muestra una camisa mal abotonada.
Candy sonríe a los dos chiquillos, se encarga diligentemente de arreglarlos, mientras les reparte cariñosos besos y abrazos.Michael se acerca a ellos para decirle cerca al oído.
- Adiós a tu paz y tranquilidad, si Albert sabe que te tengo de niñera, ¡me matará! ----rio sonoramente.
Ella le saca la lengua y con una mano lo empuja con cariño para que vayan pasando al comedor de una vez.A pocos pasos de ellos unos ojos zafiro no pierden detalle de esa escena tan familiar, Terrence siente que el aire le falta y palidece al reconocer a su Pecosa junto a “su familia”.
CONTINUARA…….