Hola buenas tardes mis queridas combatientes,
espero que este domingo de pascua, sea genial para ustedes.
Seguimos con bella historia.
Comenzamos
DISCLEIMER: LOS PERSONAJES DE LA HISTORIA
DE CANDY CANDY, NO ME PERTENECEN,
ESTA HISTORIA FUE CREADA
SOLO POR DIVERSIÓN Y SIN FINES DE LUCRO.
AUTOR: MÍA GRANCHESTER.
AMOR EN UN CRUCERO
EL BAILE.
PRIMERA PARTE.
La noche dio paso al día, Michael le pidió a Jolie que le diera su espacio a Candy, para que pudiera realizar sus actividades, le explicó a la niña que la rubia tomó el crucero, porque se tenía merecido un descanso, ya que nunca había tomado vacaciones en el hospital, la niña aceptó la petición de su padre con renuencia ya que le encantaba estar con Candy. La mañana transcurrió con relativa calma para la joven rubia, tomó su desayuno en su suite, recibió una vídeo llamada de Annie, que sin darse cuenta se extendió más de lo que tenía pensado, cuando terminó salió a dar una vuelta por las cubiertas del barco. Llegando la tarde tomó un ligero refrigerio en el comedor principal, de cuando en cuando tomaba su IPhone para echar un vistazo a Instagram y facebook para ver las publicaciones de sus amigos que seguía en la red, vio un mensaje que Albert le mandó, donde le pedía que llegara media hora antes al baile para que tuviera el tiempo necesario para poder hacer la donación para la organización que realizaba el evento.
Cuando concluyó su refrigerio, se dirigió a su habitación para tomar un baño y comenzar a alistarse para el baile, Candy no sabía porque, pero se sentía un poco nerviosas por su parte Terry se levantó temprano acudió como el día anterior al gimnasio, hizo su rutina acostumbrada, al finalizar su entrenamiento se dirigió al comedor a desayunar algo ligero, cuando terminó encaminó sus pasos hacia su suite, para tomar un baño y relajarse un poco leyendo la obra de teatro Hamlet, le encantaban las piezas de teatro de Shakespeare, como actor le gustaba leer las obras de reconocidos escritores, llegada la noche se comenzó a alistar para acudir al baile, al terminar de vestirse se observó en el espejo de cuerpo entero que se encontraba en su habitación, se asombró de cómo le quedaba el atuendo, como un guante. –Definitivamente fue confeccionado para mí, me queda muy bien. –Hablo para sí mismo.
Ya listo, tomó el cheque que había llenado antes, lo metió en un pequeño bolsillo que se encontraba en el interior del chaquetón, se colocó la máscara, nuevamente se observó en el espejo, quedo satisfecho con lo que vio, efectivamente la máscara le cubría la mitad de su rostro, nadie lo reconocería, podría vagar por todo el salón como le diera la gana, sin que nadie lo molestará, salió de su suite y se encaminó hacia el salón donde se realizaría el baile.
Candy sentía unos nervios que no sabía explicarse, desde que comenzó a caer la tarde se sentía inquieta, su arreglo fue sencillo, su rostro llevaba un ligero maquillaje, la diadema de plata lucía esplendorosa en su cabeza, su cabello lo dejó suelto, caía en largas ondas rubias, se puso el vestido y se calzó las zapatillas por último se colocó en el cuello la cadena con la cruz que caía discretamente sobre el escote del vestido, estaba lista parecía una dama del siglo XVI, tomó la bolsita que venía con el vestido, colocó dentro su IPhone, su estuche de maquillaje y un labial, tomó la máscara entre sus manos pensó, “Me la pondré ahora o después de que haga la donación”. –Titubeo la chica. -No importa me la pondré antes de entrar al salón del baile. ---Dijo sin hablar con nadie, con pasos resueltos salió de la suite y se encamino a la cubierta donde se encontraba ubicado el lugar dispuesto para el evento.
Al llegar al lugar, una chica de piel color chocolate la recibió con una gran sonrisa.
-Buenas noches, señorita, mi nombre es Siara, representante de la organización ACNUR en África. –La joven tiende una mano para saludar a Candy.
-Buenas noches, mucho gusto Siara, mi nombre es Candy White Andrew, llámame, Candy por favor. – Le comenta la rubia a la chica. --Dime de que trata esto de la organización ACNUR en África.
-Pues vera, trabajamos para proteger y asistir a los refugiados de todo el mundo, nuestra organización se encuentra en muchos países, estamos en cualquier continente del mundo donde existan desplazados, somos una organización no gubernamental.
Nos encargamos de crear centros de refugio o campamentos para desplazados que huyen de los lugares en conflicto.
En toda África, trabajamos incansablemente para garantizar que los desplazados tengan acceso a servicios tales como educación y atención médica, creamos entornos escolares seguros, mejoramos la seguridad del campamento y proporcionamos iluminación en espacios públicos para ayudar a reducir los riesgos de la violencia sexual y de género entre muchas cosas más.
- ¡Wow! Realizan una gran labor, pero dime ¿Cómo obtienen todo el capital para realizar todo esto? --Interroga Candy a Siara.
-En este mundo aún existen personas de buen corazón que se preocupan por los demás, subsistimos de donaciones en efectivo o en especie. En ocasiones se organizan eventos como este, donde todas las ganancias del evento irán integras a los lugares donde haga más falta.
-Me imagino que a veces es difícil reunir todos los recursos que necesitan, por eso a nombre de la familia Andrew haré una donación. –Dice entusiasmada Candy a Siara.
-Me parese muy bien, harás la donación ¿con cheque o por vía electrónica?
-Por vía electrónica, traigo la aplicación en mi teléfono.
–Muy bien, sígueme. --Siara conduce a Candy hacia un grupo de mesas donde se encuentran las personas encargadas de recibir las donaciones, Candy pensó para sus adentros “Ahora sí, me las voy a cobrar mi querido Bert, además que pueden ser para ti $750,000. – (setecientos cincuenta mil dólares), casi nada, es como quitarle un pelo a un gato” una sonrisa pícara afloró por sus labios. . La rubia estaba tan concentrada en sus pensamientos que no se dio cuenta que era observada por un par de ojos azul profundo, el joven se preguntó de inmediato ¿porque motivo Candy iba sola? Y ¿porque la joven que la atendió la llamó señorita Andrew? Debería haberla llamado con el apellido de su esposo, ya su mente comenzaba a maquinar como acercarse a la rubia sin que supiera quien era él, en sus pensamientos sus palabras se reproducían como una película “pareciera que estamos destinados a estar juntos, esta atracción que siento por ti pecosa es como un imán que me atrae, aunque ponga resistencia…si eres prohibida no me va a importar nada, te quiero para mí, te quiero conmigo”
Siara acompañó a Candy a la entrada del salón, pero antes le ayudó a ponerse la máscara, la chica le explicó a la rubia que nadie debía entrar al salón sin máscara, ya que dadas las 2:00 a.m. se llevaría a cabo una dinámica que le encantaría a los invitados, no le quiso contar más, porque si no ya no sería una sorpresa, la rubia le agradeció todas sus atenciones a Siara, ella por su parte le pidió que se divirtiera mucho, que bailara hasta cansarse, Candy se adentró en el salón, quedo impactada con la decoración del lugar, parecía transportada a otro tiempo, toda la decoración era de la época del renacimiento, las cortinas que enmarcaban los ventanales de color rojo sangre con puntillas doradas, las pinturas colocadas en las paredes, las sillas y los sillones colocados estratégicamente a lo largo del todo el lugar, las pequeñas mesitas, la orquesta hasta el final del salón todas las personas estaban caracterizadas, claro había algo de los tiempos modernos como el aire acondicionado y la electricidad, pero la mayoría de los detalles eran extraordinarios, Candy comenzó a recorrer todo el lugar ensimismada con todo lo que veía, de pronto tuvo una idea, sacó de su bolsita su teléfono comenzó a sacar fotos y a mandarlas a sus amigas, a una distancia prudente detrás de ella se encontraba Terrence, sonrió al ver lo que hacia la chica, se sacaba selfis haciendo poses y sonriendo a la cámara “ Nunca vas a cambiar pecosa sigues siendo la misma de siempre” pensó el castaño.
El capitán del crucero hizo su aparición presentándose a los invitados, después de un breve discurso deseo a todos que se divirtieran y disfrutaran del baile y así comenzó un lindo vals, las parejas se alinearon en la pista y comenzaron a bailar, Terrence quiso abordar a Candy pero un joven se le adelantó, de inmediato maldijo para sus adentros, esperó a que la pieza terminara, cuando esto sucedió llegó hasta ella, tuvo que fingir una voz que no era de él, para que no fuera descubierto por la joven, Candy al verlo retrocedió unos pasos, esto desconcertó a Terrence, no sabía que pasaba por la mente de la rubia, era imposible que lo hubiera descubierto, hizo una pequeña reverencia extendió su mano y dijo.
-Señorita, ¿me permite bailar esta pieza? --La rubia dudó por un momento observando al chico.
-Discúlpeme. –Le dice Candy a la joven contrariada, Terrence levantó la mirada, la ubicó fijamente en sus ojos verdes, ambos se observaban sin parpadear, él joven lucía espectacular en el traje de Romeo, le quedaba como si fuera echo a medida, simplemente perfecto, su cabello estaba peinado hacia atrás terminando en una coleta baja, la máscara era bellísima, el traje en si era hermoso, hasta las botas que llevaba eran maravillosas. Candy sintió un cosquilleo en el estómago al observar aquellos ojos azules, sin romper el contacto de sus miradas Terry le comenta a la rubia.
-No se preocupe señorita, la entiendo a la perfección, soy un completo extraño para usted, pero no tema, no le hare daño, es solo un baile… me permite. –La joven rubia no corrigió al castaño cuando la llamó señorita, definitivamente estaba desconcertado, tenía que saber que estaba pasando en la vida de Candy.
-Claro, vamos. –Le dice Candy al castaño aún un poco aturdida “¿Qué me pasa? Hace demasiado tiempo que esto no me sucedía, tal vez es porque no quería ver al personaje de Romeo tan pronto cerca de mí”. --Pensó la chica.
Terry extendió nuevamente su mano para tomar la de ella y dirigirla a la pista de baile, en ese momento sintió un hormigueo que le recorría todo el cuerpo, sintió también estremecerse a Candy “es increíble pecosa estamos muy conectados, nuestros cuerpos se reconocen” pensó el castaño. Candy se dejó guiar por el joven, al llegar al centro de la pista como todo un caballero de la época renacentista, irguió su cuerpo en toda su estatura, estiro su brazo izquierdo en posición esperando la mano de la chica, al tomarlo la rubia, inmediatamente Terrence con su otro brazo la rodea por la cintura, sus ojos nunca abandonaron los de ella, comenzaron a bailar, el castaño siente una tensión entre ellos, comienza a hablar para que la joven se relaje.
- Se ha dado cuenta, somos la pareja perfecta. –le dice Terry a Candy.
-A usted le parece, somos iguales a cualquiera.
-Me refiero a que somos la pareja perfecta, porque somos Romeo y Julieta, se ha percatado de ello. —Las palabras dichas por Terrence estaban cargadas de un poco de sarcasmo le encantaba molestar a la chica. Cuando eran novios y tenían la oportunidad de salir a cualquier lugar, dentro de sus pláticas siempre había algo de divertido, porque siempre en algún momento, la conversación se volvía acalorada por algún punto de vista que no estaban de mutuo acuerdo, el debate era muy enserio, los dos jóvenes defendían sus puntos, al final todo terminaba entre besos y arrumacos. -Además usted Julieta luce bellísima, su vestimenta es regia, me encanta como luce esta noche, es la dama más hermosa del lugar. –El tono de voz empleado por el chico estaba matizado con algo de sensualidad, Candy con toda la serenidad posible le contesta amablemente al chico.
-Claro que sí, lo he reconocido en el mismo instante que me pidió bailar y muchas gracias por sus cumplidos. –Candy le comenta al castaño con un tono de ironía. Terrence comprendió el porqué de su retroceso cuando se acercó a ella, por lo que la cuestionó.
- ¿Viene usted sola? …Me refiero al crucero.
-Creo que no es de su incumbencia, no le parece. –Le contestó Candy esquiva al chico, Terrence captó que la chica no quería entablar una conversación con él, pero no le importó comenzó a hablar, sabía que en algún momento la rubia cedería, era curiosa por naturaleza.
-Yo viajo solo, soy soltero y sin compromiso, he venido a relajarme, sabes tengo un trabajo bastante estresante, podría decir de tiempo completo, las jornadas suelen ser largas, nunca puedo tomar vacaciones porque cuando acabo un proyecto ya está en puerta otro, no me quejo es bueno tener trabajo, con la situación actual en el mundo existe mucha competencia y dime ¿a qué te dedicas?
-Soy enfermera quirúrgica, en el hospital Santa Juana de la ciudad de Chicago, y te ahorro la pregunta por si pensabas hacerla, soy soltera… ¿qué? no me mires de esa manera, no me digas que eres un hombre machista que piensa que las mujeres deberían estar en su casa tejiendo y bordando. –Le dice Candy en tono indignado.
Lo que no se imaginaba la rubia es que con su comentario Terrence quedó sorprendido al saber que seguía soltera, no entendía entonces quienes eran el hombre y los niños que la acompañaban, “debo tener paciencia para saber ¿qué pasa?, no quiero que sepa todavía quien soy” pensó el joven castaño.
-No, claro que no, las mujeres hoy en día deben de tener las mismas oportunidades que los hombres, de lo que hablo es de equidad de género somos iguales ante las oportunidades del mundo.
-¡Vaya!, ya me agradas un poco más. –Le sonrió la chica. –Dime a que te dedicas ya mencionaste que tu trabajo es de tiempo completo.
Pensó en soltarlo, sin dudarlo le dijo. –Soy artista hago de todo un poco, películas, doblajes para películas, televisión, pero me encanta el teatro. ---La sostuvo con más fuerza contra su cuerpo al momento en que sintió su sorpresa y su alejamiento. --¿Qué pasa? No me digas que no te gustan las personas que se dedican a este gran arte. –La interroga el castaño.
-No…es que, no me interesa nada de la farándula.
-Pero ¿por qué? Hay de todo en este medio, malo y bueno, algunos feos y otros guapos, pero realmente eso no importa, porque lo que te define es tu trabajo, pero bueno dejemos eso de lado, hoy somos dos personas que están disfrutando de un lindo baile. –El joven le sonríe de forma sincera a la rubia. -Te han dicho que te ves espectacular con ese bello traje de Julieta.
-No, eres el primero que me lo dice.
-Aunque no pueda ver tu rostro por completo, puedo decirte que eres hermosa, toda una belleza. –Con el comentario del joven la chica se ruborizo.
Sin darse cuenta bailaron pieza tras pieza siguiendo la plática, tomaban pequeños descansos, los meseros se acercaban a ellos para ofrecerles algunas bebidas, sin darse cuenta Candy había tomado un poco más de la cuenta, se sentía desinhibida, ligera, como hace mucho tiempo no se sentía.
Terry la observaba, ver a la mujer tan maravillosa que era Candy, físicamente era hermosa, pero su corazón era de oro, esa noche se enamoró más de ella, tenía que cuidarla, con cautela indagó más sobre su vida. - ¿Vives con tu familia en Chicago?
-No, vivo sola en un departamento cerca del hospital. ---Le comentó entre risas. - te puedes imaginar una mujer de mi edad viviendo con mi padre y mi abuela. ¿Y tú? --Sin pensarlo Candy fue diciéndole poco a poco lo que Terry quería saber.
-Vivo solo desde hace mucho tiempo, soy una persona muy solitaria, me gusta tener mi espacio. Pero como dice mi madre ya es tiempo que piense en tener una novia y pensar en el matrimonio y una familia. –Sin siquiera pensarlo le dice a Candy.
-¿Quieres ser mi novia? --Candy lo ve sorprendida, Terry la mira divertido, sin más suelta una carcajada, al escucharlo la rubia se le pone la piel de gallina, le hizo recordar a cierto castaño, de inmediato y sin dudarlo le contesta.
-¡Es broma verdad! Porque una proposición así, no se hace a la ligera.
-No es broma y no la estoy haciendo a la ligera, desde que te vi me gustaste, quiero que seas mía para toda la vida ¿aceptas?
CONTINUARÁ….
AGRADECIMIENTOS.
Para mis amigas
Cristina e Isabel
en la elaboración del fic.
Espero que la lectura haya sido de su agrado.
Seguimos en la lucha.
Defensoras de todos
Amante de uno
Última edición por Inez Ruiz el Dom Abr 12, 2020 7:26 pm, editado 1 vez