Buenas tardes mis lindas combatientes,
les traigo la continuación de la
historia de mi hermoso Stear.
Comenzamos
CARRERA PARA DOS.
Las lesiones que sufrió Cris durante la carrera no fueron tan graves como todos esperaban, solo estuvo en el hospital un par de días en observación para descartar cualquier daño interno y sanar un poco las magulladuras de su cuerpo.
El día de su salida del hospital, fueron a recogerla Stear, John y Terry, este último se había integrado junto con Candy al círculo de amigos de Stear, habían logrado una buena amistad. En el momento que salió Cris de la habitación en silla de ruedas ayudada por una enfermera y acompañadas del médico de cabecera de Stear, al pelinegro lo embargo un sentimiento de culpa, la chica tenía un cabestrillo para inmovilizar su brazo derecho y un gran moretón en una de sus mejillas, los tres jóvenes se acercaron para saludarla afectuosamente.
-Bienvenida al mundo Cris.
-Gracias John, eres un gran amigo.
-Hola es un placer, me llamo Terrence, pero tú puedes decirme Terry. ---La joven al ver aquel hombre tan hermoso, quedó hipnotizada. “Dios mío, descendió un ángel del cielo para llevarme con él”, pensó la chica, una voz la sacó de su ensoñación.
-¡Cris! , Mi linda Cris, que bueno que ya estas mejor, estaba muy preocupado por ti.—Tocándole suavemente la mejilla, se arrodillo frente a ella, la voz de Stear se escuchaba llena de dolor. ---Perdóname todo esto ha sido mi culpa, ese tipo iba por mí y se desquitó contigo.
- ¡No!, Eso no es cierto y tú lo sabes. ---La chica toma sus manos y lo mira a los ojos. -Stear, no te preocupes estoy bien es solo que el médico no me permitió salir caminando. –--La chica le echa un vistazo al médico con reproche.
-Cris tiene razón Stear, ella está bien, solo tiene que seguir las indicaciones que ya le di y en unas semanas va a estar como nueva. –Agregó el doctor Clark.
-Gracias doctor, por cuidar de ella. –Estrechó el pelinegro la mano del médico.
-No hay problema, Salúdame a William, chicos ¡cuídense! –-Con la mano en alto se despide el médico.
-Vamos a tu casa, una sorpresa te espera. –Le comenta Stear a Cris.
-En serio que emoción, ¡vamos, vamos!
Cuando llegaron al departamento que compartía con Mía, todos estaban reunidos, festejando su llegada, horas después, Terry se encontraba en el balcón observando el lugar, Stear salió a tomar un poco de aire fresco.
-Estas un poco más tranquilo amigo.
-No Terry, esta inquietud que siento, no me deja.
- Lo que sucedió está muy resiente, solo deja fluir de tu cuerpo todas esas energías negativas.
-Sabes ¿cuál es mi manera de sacar toda mi frustración? ---Terry le miró un poco desconcertado, pero en un instante entendió lo que su amigo decía.
-Hoy hay una carrera, en los límites de la ciudad, ¿quieres ir? --- Le comentó Terry.
-Por supuesto que vamos, ¿a qué hora?
-A las nueve esta perfecto.
-Es una cita ¡amor! –Dijo el pelinegro en tono meloso a Terry, lo que le ganó un gran empujón por parte del castaño y una gran carcajada.
Llegada la noche Terry y Stear montados en sus respectivas máquinas, llegaron al lugar donde se llevaría a cabo la carrera, había algunas caras conocidas y por supuesto personas que nunca en su vida habían visto, una mujer llego hasta ellos.
-Hola chicos van a participar en la carrera o solo vienen de espectadores.
-Aún no lo sabemos ¿Por qué la pregunta? –Contestó Terry.
-Porque tengo algo que los llevara a la luna, es de lo mejor.
Stear la miro desprecio. --Lárgate de aquí, esa mierda no va con nosotros. --Dijo el pelinegro ofuscado.
-Espera amigo, no te precipites. ---lo dicho por Terry descolocó a Stear.
-Dime ¿de qué estamos hablando linda? –Le interrogo.
-Tengo de todo un poco, nieve, éxtasis, mariguana, sales de baño, lo que quieras te lo consigo. –Les susurraba la mujer.
Terry sonrió de lado, tomó el brazo de la chica, le musitó al oído. ---En serio traes de esa, que te vuelve como zombi. ¿La traes contigo?
-Ya te dije guapo, lo que quieras te lo consigo en minutos.
-Suena muy bien la oferta ¿estas segura, lo que yo quiera?
La chica torció los ojos -Ya te dije, lo que quieras, si es una dosis pequeña aquí la traigo y si hablamos de algo más grande, solo dime cuánto y te lo consigo, nada es imposible.
-Te busco cuando termine la carrera y platicamos ¿Qué te parece? --La chica afirmó con un asentamiento de cabeza y una sonrisa cómplice en los labios, se alejó de ellos contoneando la cadera. Stear solo los observaba incrédulo no podía creer lo que veía y escuchaba.
-Te gusta meterte esa mierda, espero que no seas un toxicómano porque no permitiré que te quedes en nuestro círculo, yo que pensé que eras de otro tipo de persona.
-Tranquilo amigo, ¡tranquilo! no me gusta meterme nada, soy una persona de lo más sana que te puedas imaginar, solo me gusta conocer el terreno que piso y saber dónde están los malos.
Stear lo observaba achicando los ojos. ---Te voy a creer, no me decepciones.
-Claro que no, es más, un día te vas a sentir muy orgulloso de ser mi amigo y cuando llegue ese día hasta me declararas el amor que sientes por mí ¡te lo prometo!
- ¡Estás loco de remate! –Pero una idea se le vino a Stear a la cabeza. –dime que no eres gay o bisexual.
- ¿quéeee? No hombre, soy heterosexual …pero tendrías algún problema si mi sexualidad fuera diferente.
-De ninguna manera, respeto profundamente a las personas, no me interesa su credo o religión, el lugar de donde vengan, mucho menos su sexualidad lo que me importa en ellas es que sean honestas y leales, pero como tú dices me gusta conocer el terreno que piso. –Seguían en su charla cuando llegaron John y Tom.
-Los veo muy juntitos, que se traen entre manos. –Les dijo divertido John, los cuatro chicos se saludaron.
-Es solo que, Stear no acepta que me ama. –dijo en tono lastimero Terry, las carcajadas no se hicieron esperar por los otros chicos.
-No te conocíamos ese lado Stear. ---comentó Tom aun riendo.
-Ya déjense de sus bromas, no le encuentro la gracia ---Ya un poco molesto Stear por ser el objeto de guaza de sus amigos, se dirigió serio hacia el hermano de su amigo. --Es un verdadero milagro que andes por acá Tom.
-La verdad amigo es que tengo tanto trabajo que quería zafarme un poco, respirar otros aires y despejar la mente.
-Mira hermano, él es nuestro nuevo amigo, Terry, nos ayudó cuando aquel cabron se llevó a Cris.
-Los amigos de mi hermano son mis amigos, Tom Stevens detective de la policía de California.
-Un gusto --Una sonrisa de medio lado se dibujó en el rostro de Terry. --Conque eres policía.
-Sí y de los mejores de la región, nada se le escapa al detective Stevens, recibió un reconocimiento a nivel estatal por su buen trabajo capturando a los malos. --complacido contestó Stear.
-¡Oh! Tanto alago para Tom, me voy a poner celoso ¡amor! ---Volvió a molestar Terry a Stear, ahora abrazándolo por el cuello y hablándole muy cerca de la nuca.
-¡Suéltame idiota! van a pensar que somos pareja, ¡dios! ¿porque no vino conmigo Patty? ---añadió el pelinegro. –Bueno a lo que vine, voy a ver si puedo correr una de las carreras y tú, ¡deja de molestar! ---Le sentenció Stear a Terry, se encaminó enfurruñado hacia el lugar donde se estaban organizando los corredores.
-Espera yo te acompaño. -Le gritó Terry a Stear al ver que se alejaba.
-Se llevan bien, es lo mejor de una amistad, no te parece hermano. ---Comentó Tom a su John entre risas.
-Que hay chicos como se va a llevar acabo la carrera –interrogó Stear a uno de los organizadores, llego Terry y se colocó al lado del pelinegro mientras tanto prendía un cigarro y escuchaba las indicaciones.
-Muy simple, el recorrido no será mucho, la pista ha sido cortada a la mitad, ahí estará un retorno, tomaran de vuelta a la meta, darán dos vueltas el que llegue primero gana.
-No se rompieron mucho la cabeza en planearla, verdad.
-Amigo lo improvisado es lo mejor, nunca se sabe que pueda pasar.
Por fin llegó el turno de correr del par de jóvenes, las apuestas se habían duplicado al haberse esparcido el rumor de que el piloto apodado “el hombre de hielo” correría. Terry escuchó a algunas personas hablar de dicha persona, lo que le dio curiosidad e interrogó al pelinegro.
- Escuche a alguien hablar de un tipo, un piloto conocido, por el cual hay mucha expectativa en la carrera y por supuesto mucho más dinero, dime Stear ¿Quién diablos es el “hombre de hielo”?
- Es imposible que no hayas oído hablar de él, es uno de los mejores pilotos de motociclismo en el país. –Expresó un poco decepcionado el pelinegro al castaño.
-Sí claro, y ¿qué iba a estar haciendo en una carrera como esta, si es un profesional?.
-Por una simple razón amigo, él se hizo en este tipo de carreras callejeras, carreras ilegales, carreras de los mundos bajos, ahí es donde están sus inicios.
- ¿Cómo sabes todo eso? ¿acaso lo conoces?
-Por supuesto que lo conozco, lo tienes frente a ti.
-¡Tuuú! estas de coña amigo. –Terry lo miro con mucha seriedad, pero de inmediato cambio su rostro a uno divertido. ---Ya estuvo ¡llevamos todas las de ganar! ¡Amor!
Una gran carcajada salió de los labios del pelinegro. –vamos a divertirnos un rato amigo.
Los pilotos tomaron sus lugares, Stear en un extremo de la pista y Terry en el otro, los motores rugían, en señal de que estaban listos, el ambiente era un poco tenso, el pelinegro sonreía esperando lo mejor de esta carrera, los ojos de los corredores estaban fijos en la pista, esperando que callera el pañuelo rojo, por fin este cayó, arrancaron las máquinas a toda velocidad, el arranque es importante en cualquier tipo de carrera eso define si vas a la cabeza o te quedas estancado atrás.
Al parecer Stear y Terry pensaron lo mismo, arrancar y tomar uno de los primeros lugares, el pelinegro va a la cabeza de la comitiva de corredores, seguido muy de cerca por Terry y Brad otro corredor, en el retorno hay una curva cerrada que deben tomar con mucha precaución, Stear inclina su motocicleta hacia dentro del retorno cuidando que el movimiento no sea demasiado, la toma de manera magistral, pasada este endereza su máquina, su experiencia le ayuda a tomar una distancia considerable de ventaja al aumentar la velocidad, Terry por su parte hace lo suyo y toma el retorno haciendo lo mismo que su amigo, al pasarlo también le mete velocidad a su moto dejando atrás a Brad y a los demás corredores, llegan a la meta pero retornan nuevamente para realizar la segunda vuelta, el procedimiento lo repiten de nuevo, la velocidad que llevan las máquinas es tremenda, por fin entra a la meta Stear con un gran margen de ventaja seguido por Terry, segundos después llegan los demás corredores. Al dejar las motos parqueadas los chicos se reúnen.
-¡Eres un loco Stear! corres como alma que lleva el diablo.
-¡Pero si tú venias igual que yo! vamos hombre no te quejes, lo gozaste confiésalo.
-Lo confieso, ¡fue fabuloso! La velocidad me encanta es adictiva, sentir toda esa adrenalina y eres buen maestro.
- ¿Por qué lo dices? –Le pregunta el pelinegro al castaño.
-Al correr detrás de ti, comprendí tu técnica y la apliqué sin problema. Te das cuenta llegamos primero que todos, ¡ganamos! --El pelinegro solo le sonreía a su amigo, él sabía perfectamente cual era la sensación de ganar o perder la llevaba gravada en los huesos. Los altavoces sonaron anunciando al ganador.
-Felicidades chicos buena carrera, Stear tu premio. ---El joven le entregó a Stear en la mano diez mil dólares.
-Gracias hermano. ---Agradeció el pelinegro al chico que ya se alejaba. –Toma Terry, te lo mereces hiciste un buen trabajo. –Le extendió un fajo de billetes al castaño.
-No, ¿cómo crees? Tú ganaste, el premio es tuyo.
-Corrimos juntos, llegamos de primero, así que te toca la mitad del premio. –-En eso estaban cuando llegaron junto a ellos Tom y John.
-No discutas más con él, no ganaras, es terco como una mula. ---Añadió John.
Terry lo miro divertido moviendo su cabeza de un lado a otro. –Tú ganas amigo lo acepto.
Siguiendo con la convalecencia de Cris, las chicas la visitaban todos los días para ayudarla en sus labores diarias, Patricia le llevaba la comida que le preparaba la señora Robinson con mucho cariño para su nueva amiga. Cris nunca se encontraba sola siempre estaba acompañada, los chicos la visitaban a menudo.
Patty realizaba sus actividades con normalidad, preparándose para su nueva aventura, Stear la apoyaba siempre al cien por ciento en todas sus decisiones, llevaba una vida tan confiada que nunca se percató que la seguía un hombre muy de cerca.
CONTINUARÁ….
Aclaraciones:
Toxicómano: persona viciosa, drogadicto que consume cualquier sustancia nociva para la salud o sustancias prohibidas.
Espero que la lectura haya sido de su agrado
Seguimos en la lucha.
DEFENSORA DE TODOS
AMANTE DE UNO.