El AMOR NO TIENE RAZÓN DE SER
CAPÍTULO 3
A la mañana siguiente después de tener una de las noches más hermosas de mi vida, me desperté dejándolo en la cama, me dirigí a la cocina por un vaso de agua, y cuando salí se encontraba una señora limpiado.
-¡Oh…! señorita disculpe.
-No, no se preocupe, solo vengo por un vaso de agua, -le dije.
-Yo se lo doy permítame -me dijo muy amable.
Ella tomó el vaso de agua lo trajo hacia mi, ella resbaló pues el piso estaba húmedo lo estaba trapeando. El vaso voló hasta caer en mis manos, quise salvarlo de caer al suelo pero fue inútil, se estrelló y corto mi mano, y ella calló al piso.
-¡Estupida! -grito Neal-. Acaso no te fijas lo que has hecho eres una estupida sirvienta. Él estaba enfurecido.
-¡Basta Neal! Cómo te atreves a gritarle así, el hecho de que sea tu empleada no te da ningún derecho, acaso no te das cuenta ella está en el piso pudo haberse roto un hueso, yo me puedo limpiar la herida ayudala, por favor.
-No es más que una empleada -dijo despectivo.
-Eres un estúpido, no sé cómo pude fijarme en ti. Ella creeme tiene más valor moral que tu y yo juntos, te lo aseguro, no se cuantos años lleva trabajando para ti, alguna vez te ha robado o ha hecho algo que no debiera, ella cuida su trabajo, te aseguró tiene que llevar de comer a su familia, significado que tu no conoces ni conocerás, eres un maldito ¡idiota ególatra! que no conoce el valor de la gente, ni lo hará; ojala que la vida te enseñe a apreciar lo que verdaderamente tiene valor.
Me acerque a la cocina tome un trapo y cubrí mi mano, ayude a levantar a la señora, la senté en el sillón y le pedí me esperara fui a la habitación, me cambié de ropa y tome mi bolso.
-¿A donde crees que vas?
Ah llevar a esta mujer al hospital, y más te vale si ella esta lastimada, respondas para apoyarla, que lastima que seas asi Neal, de esta manera, tu no sabes valorar las cosas importantes de la vida, espero que realmente aprendas hacerlo, verdaderamente me das lastima.
-¡No me hables así! -grito.
-Eso es lo que necesitas, si nadie te lo ha dicho, hoy te lo digo, por que te quiero, pero supongo eso no es importante para ti, soy una simple chica mortal hija de un alcohólico. Esta mujer sirve para ti y tu la desprecias por ser una simple sirvienta, es mejor que me vaya.
Tome de la mano aquella mujer y salí de aquel lugar por un momento pensé que él nos alcanzaría en el elevador o en el hospital y no fue así, nunca llego, creo que espere demasiado de él, soy una tonta y una más de tantas que se ilusiono con un niño rico, así transcurrieron los días hice entrega del trabajo que hicimos los dos y para mi sorpresa exentamos el examen final, pero el nunca se apareció en la universidad, tenía tantas ganas de verle, que me decidí ir a verlo con el pretexto de darle la noticia, cuando llegue a su departamento por alguna razón no me imaginaba lo que me esperaba cuando abrieron la puerta me recibió una chica pelirroja muy bella.
-Que bueno que llegas -fue lo primero que atino a decir-. Es mejor que te pongas a limpiar mi hermano a dejado un desastre en este lugar y la estupida de Mary, ya no volverá por eso mandé llamar otra persona a la agencia de limpieza, ¡anda que esperas ponte a limpiar! -grito.
-Te equivocas yo no soy la chica de la limpieza soy amiga de Neal.
-¿Tu? ¡amiga de Nea!l -me miro despectiva-. Mi hermano, por favor no me hagas reír, él jamás tendría una amiga como tú, mírate, por Dios cómo es que podrías ser su amiga.
-Pues somos compañeros de la universidad vine a buscarlo, pues no se ha presentado quería avisarle que exentamos y quería preguntar por Mary, ella se lastimó el pie.
-¡Esa estupida! ya no trabaja aquí, es una sirvienta tonta, ya no requerimos de sus servicios así que no esta, ahora si no eres la que va limpiar es mejor que te retires.
-Claro que me voy, no sin antes decirte que me das lastima tú y Neal, pensé que él reconsideraría referente a Mary, y tal vez la ayudaría, no son más que un par de niños ricos tontos, te llenas de las mejores ropas y lujos pues dejame decirte que nada llenará el vacío que tus padres han dejado en ti.
Ella solo me miro a los ojos y ya no supo qué contestarme, me di la media vuelta y salí de ese lugar, se que se lo dije con el afán de lastimarla y yo no soy asi, me senti mal por aquello, pero era lo menos que se merecía. El fin del año escolar llegó y guardaba la esperanza tal vez de verlo graduarse sin embargo no asistió a la ceremonia. Mi corazón y razón entendió que todo con él fue un sueño que al final terminó en pesadilla.
*Fin del flashback*
Y no fue sino hasta hace una semanas he vuelto a saber de él, después de cuatro años, he trabajado como fotógrafa en varias partes del mundo haciendo trabajos para los edificios más importantes de todo el mundo Dubai en el Burj Al Arab, Stripes Kuala lumpur en Malasia,y sin pensarlo e imaginarlo fui llamada por el consorcio que dirige el John Hancock de Chicago, quieren nuevas fotografías del edificio, pues piensan hacer una campaña publicitaria para Chicago, los dueños son el consorcio más importante de todo Chicago, Andrew & Graham.
No me lo hubiera imaginado. Tú otra vez en mi vida.
Al entrar al gran Hancock con sus pisos de marmol pulidos, podía escuchar los tacones al dar cada uno de mis pasos. No me gusta vestir formal, pero como era la primera cita con mis clientes debía dar la mejor impresión, lucía una falda recta azul marino entallada a mi cuerpo con un blusa de satin de flores azules que hacen juego con la misma algo elegante, sobrio, pero a la vez sexy, me encanta andar sport por mi tipo de trabajo pero en estos casos hago excepciones, se que mi trabajo habla por mi, me reconocen en el mundo de la fotografía por lo que he hecho, pero he aprendido bien que a esta gente rica lo que mas les importa es la apariencia, entró al elevador y en el me encuentro a una chica rubia de ojos verdes, ella me sonríe y yo respondo de igual manera, cuando llegamos al piso cuarenta me dirijo a recepción y preguntó por el Señor William Albert Andrew.
-El espera por mí -digo a la secretaría, la rubia de hermosos ojos verdes me responde.
-Hola mucho gusto soy Candy Andrew Graham, - me extiende la mano-. Mi hermano parece se ha atrasado en la junta que tienen, pero ven vamos a mi oficina, en ella te invito un café en lo que lo esperamos.
-Yo estaré presente en la reunión que tenemos contigo al igual que mis primos, estamos muy emocionados que una fotógrafa como tu, haya aceptado trabajar con nosotros tienes unos trabajos estupendos y un sello muy personal en todo lo que haces.
-No al contrario el gusto es mío, poder trabajar para ustedes es realmente un placer y honor para mi.
-Dime ¿donde es que estudiaste?
-En La Universidad de Columbia de New York, después de terminar decidí ir de paseo ha Malasia y ahi surgio mi primera oportunidad de trabajo y así consecutivamente han llegado todos los demás trabajos.
-Eres estupenda, de hecho a mi esposo y hermano les costó mucho trabajo contactarte, tu nombre es muy raro no estas en las redes sociales solo tienes un página con lo que haces, de dónde has sacado tu Nickname es la primera vez que lo escucho, firmas en todos como “Ymalf”
-Es mi nombre al revez una ocurrencia loca que tuve.
-Oh ya veo.
Toc.. toc.. -Señora Graham la sala de juntas está lista para que empiece la reunión con la señorita Ymalf.
-Muchas gracias Rachel, en un momento vamos para allá -respondió Candy a la secretaria-. Vamos todos esperan por nosotras debe de estar mi hermano Albert que es él señor Andrew y Terrence Graham, que es mi esposo y mis primos; ellos son socios de esta compañía a la que nos complace mucho que tu hayas aceptado trabajar para nosotros, es tiempo de que los conozcas.
Me dirigió por el pasillo hasta llegar a una oficina cuando se abrió la puerta y entré ahí, estaba él vestido de traje con su mirada arrogante, pareciera que el tiempo se detuvo para mi en ese instante.
-¡Flamy! ¿estas bien? -me sacó de mis pensamientos Candy.
-Oh sí disculpen -logré recuperarme.
-Mira te presento a mis primos ellos son: Stear, Archie, Anthony y Neal.
A duras penas pude sonreír.
Después prosiguió a presentarme a su esposo y hermano, ellos dos me dieron la bienvenida y me invitaron a sentar, la mirada de Neal estaba sobre mí, es como si quemara mi cuerpo por dentro, no pude mirarlo evite a toda costa su mirada.
-Señorita Ymalf o Flamy ¿como te agrada que te llamen? así te dijo mi hermana no es así?
-Esta bien Flamy, el otro es el Nickname o seudónimo con el que firmo mis trabajos.
-Bueno Flamy, es un placer que hoy estés con nosotros, cómo ves todos aquí somos jóvenes, somos los sucesores de nuestros padres y como tal queremos nueva publicad para el John Hancock Center, nuevas fotografías tú te harás cargo de ellas y te dirigirás al departamento de publicidad, que lo dirige mi sobrino Neal, lo que necesites él te puede ayudar, al igual que mis sobrinos quiero que te sientas cómoda el tiempo que trabajes para nosotros.
-Si, claro Señor Andrew.
-Llamame Albert, por favor y él es mi socio Terry.
-Entonces yo les pido lo mismo me llamo Flamy, y estoy a sus ordenes, bien pues hemos hecho las presentaciones correspondientes, y me contactare con el Señor Neal, si lo necesitó buenas tardes a todos.
Me levanté a toda prisa solo quería salir corriendo de esa oficina, tome mi bolso y camine hacia el elevador ahí me alcanzó Candy.
-¡Flamy! ¿todo está bien? ¿te ha molestado o intimidado algo?
-No, no to te preocupes, es el cambio de horarios es solo el jet lag, no me siento muy bien, ayer llegue de un viaje muy largo, estoy bien.
Cuando la puerta del elevador se abrió él me llamó, se acercó a Candy.
-Flamy, estás muy pálida ¿necesitas algo? ¿puedo hacer algo por ti?
-No gracias estoy bien, ahora me despido me contactare si es necesario con usted señor Leagan.
Continuara...