Este es el tercer capítulo, los dos anteriores están en otra sección,pero como la historia dio un giro...
Les comparto los link de los dos anteriores
CAPITULO I
CAPITULO II
Fueron segundos, minutos u horas, Candy no pudo determinar el tiempo que estuvo entre sus brazos disfrutando del mejor beso de su vida y de unas caricias que sin proponérselo estaban logrando mojar sus braguitas.
- Oh, por favor que me está pasando! - Cómo es posible que un simple beso me este causando estas sensaciones en todo el cuerpo, y este calor que me está abrazando no es normal!!
Por su parte Terrence se encontraba en un estado similar o tal vez más sorprendido, el había besado a varias mujeres, tenía experiencia, mas nunca había sentido ternura y pasión juntas, esa electricidad que le recorrió el cuerpo y puso dura esa parte de su anatomía casi instantáneamente, no le había ocurrido antes y lo tenía intrigado
Candy reuniendo todas sus fuerzas y la poca capacidad de pensamiento cuerdo que le quedaba se aparto bruscamente de él
- ¡No sé que se propone!, pero esto es incorrecto desde todo punto de vista “Señor Grandcheter” – su voz salió agitada y eso la enfureció más
- Si estás esperando una disculpa permítete decirte que lo siento, pero no me arrepiento de haberte besado, ha sido una de las mejores experiencias de mi vida y me parece que para ti también “señorita pecas”
- ¡Es usted un arrogante! – yo no…
Su frase se perdió entre los labios de Terrence que nuevamente se apoderaron de su boca y esa lengua maravillosa volvió a juguetear en su interior y muy a su pesar se encontró respondiendo el beso con la misma vehemencia
- Lo estás disfrutando tanto como yo, Rizitos y permítete decirte que besas con mucha entrega. Le sonrió de lado y no aflojo el abrazo mientras su mirada se oscurecía perdida en las verdes esmeraldas
- No confunda las cosas, me tomo de sorpresa, pero puedo asegurarle que ha sido solo un beso - Y por favor, suélteme!! -
-No sé qué te hace negar lo evidente, puedo asegurarte que ninguno de los dos es indiferente al otro – tu cuerpo dice lo contrario a tus palabras. – La química entre los dos es palpable, se pueden sentir las chispas en el aire.
No, no es posible… lo dijo como un susurro – esto es solo producto de mi cansancio y…
Terrence levanto su mentón y suavemente le dijo cerca a su oído:
- A que tienes miedo? - No quieres enamorarte? - Yo tampoco lo deseo, no está en mis planes llegar al altar, pero contigo he experimentado una conexión única, algo que no me ha pasado con nadie. - Creo podríamos disfrutar juntos del mejor sexo sin un compromiso de por medio .
Candy lo miraba con los ojos como platos, ese arrogante le estaba haciendo una propuesta, como si ella fuera una cualquiera?
- Nuevamente creo que su percepción está equivocada, si piensa que voy a acostarme con usted, simplemente por un beso, se equivoca de persona. No soy como sus amiguitas dispuesta a complacerlo
Levantando una ceja, Terrence la miro fijamente - No pretendo solo una noche contigo, las sensaciones que me has provocado me piden más que eso - Lo que te propongo es estar juntos durante tu estadía en Londres. Imagino te quedarás unos días y podríamos aprovechar ese tiempo.
- Por otro lado al igual que tú, viajo constantemente por mis negocios y me gustaría que nos sigamos frecuentando, ya sea en New York u otra ciudad donde el destino nos junte. - No existirá un compromiso y si lo deseas esto quedará entre nosotros.
- Las reglas son: amarnos apasionadamente hasta el próximo encuentro. Tanto tú como yo tendremos la libertad y la decisión de romper el trato en el momento que se vea conveniente.
- Piénsalo pecas, podríamos disfrutar mucho el uno del otro - Esta es mi tarjeta y acá tienes mi número privado, si aceptas el trato, solo llámame – Te aseguro que no te arrepentirás. Y dándole un suave mordisco en su labio inferior como despedida, se retiró a su asiento
Candy quedo estática, con la tarjeta en la mano y un remolino de sensaciones que iban desde la indignación hasta el deseo??? -
¡No y no! - No puedo ni siquiera plantearme la posibilidad, yo no lo conozco y si es un depravado!! O un sado? – Señor, tengo que quitarme de la cabeza a este hombre y su loca propuesta.
Trato de descansar un poco, pero no dejaba de pensar y recrear los besos recibidos y esas caricias que aún la estremecían. – Se levanto a mojarse el rostro y tratar de calmarse.
Annie la encontró en ese estado, nerviosa y aún con las mejllas sonrosadas
- ¿ Que tienes? - Parece que tuvieras calentura, no me digas que has cogido una gripe porque…
- Tengo calentura de la otra, ¡Joder! - Y al salir esas palabras, se llevo las manos a la boca en un ademán de callarse a sí misma
- Queeee! Chilló Annie - Corazón de hielo está demostrando sensibilidad!!! - Esto requiere un trago y se sirvió un whysky doble y lo bebió de una, mientras la empujaba al fondo de la cocinilla. - Ahora mismo Candice White me lo cuantas todo o comienzo a interrogar uno por uno a los pasajeros de primera y no es una amenaza!
Candy, conociendo a su amiga y sabiendo que no descansaría hasta a averiguar el mínimo detalle, procedió a narrarle el breve encuentro con su pasajero “arrogante”
- ¡Estas realmente demente si no aceptas, Candy! - Es lo que necesitas, una NO relación, NO compromiso y con un hombre que ¡Cielos! Esta mejor que Thor - Y no es ningún pervertido, puedo asegurarte basada en la información de las revistas del corazón. -
- Annie, que clase de amiga eres. - Se supone que debes ayudarme y lo que haces es empujarme al precipicio – La miro haciendo un puchero
- Te estoy ayudando!! - Ya es hora de que salgas de esa concha y pruebes un poco de pastel (y que pastel) - Llegue a pensar que de tanto hielo podrías convertirte en una frígida amargada, pero he aquí que hay alguien que ha logrado lo imposible!!! - Tienes una oportunidad única, y ahora que lleguemos inténtalo, si no funcional, le dices “adiós” y continúas como si nada, total, tú tienes el control sobre tus sentimientos verdad mi “corazoncito de hielo” - No tienes nada que perder
- Ay Annie es que justo con ese hombre!! – Si acepto voy a acrecentar su ego de “macho alfa” -
- Y por que debe afectarte su ego ?, Tu solo debes disfrutar de sus bondades!!! – Y no quiero que le des mas vuelta, ya está decidido, ahora tratemos de descansar lo poco que queda del vuelo.
Media hora antes del aterrizaje, la tripulación se encargo de verificar que todo esté dispuesto para el descenso. Candy fue recorriendo los asientos asegurándose estén en posición vertical y tratando de mostrar que no le afectaba esa sonrisa juguetona en labios de Terrence ni el cosquilleo que le recorrió al rozar su brazo.
Las puertas del avión se abrieron y los pasajeros comenzaron a salir lentamente, estirando las extremidades luego del largo viaje, Terrence se entretuvo un poco más y al pasar a su lado no pudo evitar acariciar su mano al despedirse
- En verdad espero tu llamado, Rizitos. - Deseo conocer más de tu encantador servicio a bordo
Annie que se encontraba al final del pasillo, al verlo se le acerco disimuladamente y le susurro: Hotel Ritz. - Se dio la vuelta graciosamente guiñándole un ojo mientras señalaba a Candy con la mirada.
Terrence agradeció con un movimiento de cabeza y continúo su camino. Eso facilita las cosas, ya no tendré que averiguar dónde te alojas mi escurridiza Pecosa, no entiendo porque no puedo sacarte de mi mente, porque provocas tanto en mi…
Candy se encontraba descansando en la habitación de su hotel, realmente estaba agotada, no solo era el desgaste físico, la imagen de ese arrogante inglés no se apartaba de su mente, la tarjeta que le diera parecía quemarle los dedos, mientras la miraba y por enésima vez se preguntaba si estaría bien en llamarlo
El sonido del teléfono la saco de su meditación y atendió la llamada
- Señorita White, le hablamos de recepción, han dejado un paquete para usted y queríamos saber si podemos hacerle la entrega en este momento
- Esta seguro que es para Candice White? _ Bueno en ese caso, súbanlo a mi pieza y muchas gracias
En menos de cinco minutos Candy tenía frente a ella un hermoso ramo de orquídeas amarillas y una pequeña nota: “Sabes lo que significan las orquídeas? Me gustaría que esta noche podamos descubrirlo juntos. T G”
No salía de su asombro cuando su celular comenzó a sonar, era un número desconocido y con los códigos de Reino Unido, su mano tembo levente al agarrarlo y - Si, diga
- ¡Ricitos! Ya estas instalada? - Te gustaron las flores?
- ¡Sr. Grandchester! Usted es muy insistente en verdad
- Solo con quien me interesa y sabes que tú me has impactado. ¿Te gustaría cenar esta noche?
- Está dando por sentado demasiado, pero esta noche no puedo, tengo ya un compromiso y..
- Lo sé Ricitos, festejan el cumpleaños de un miembro de tu tripulación y será en el bar de la terraza del Ritz. - Podemos comer algo en el restaurante del hotel y tus continuas la fiesta con tus amigos. Te parece bien que pase por ti a las ocho?
- ¿Cómo lo sabe? Es que me ha puesto algún micrófono - su voz tenía un dejo de molestia
- No, por supuesto que no, ja ja ja. Digamos que tengo buenos contactos y algún amigo por ahí. ¡Vamos Ricitos, no te enfades! y acepta mi invitación o quieres que suba a tu habitación, eso estaría mejo no crees?
- No, no necesita venir. Lo veo en el lobby a las ocho. Hasta pronto y le colgó de forma rápida
- Este hombre está terminando con la poca cordura que tengo, pero será mejor enfrentarlo y en un lugar público no habrá peligro. Si, es lo mejor y ahora Candy date un baño de tina, relájate y ponte hermosa para disfrutar de la noche con el equipo.
A las ocho en punto Terrence se encontraba puntual en el gran lobby, él siempre tan seguro de sí, por primera vez estaba nervioso ante una cita, le gustaban las mujeres difíciles, pero este desafío era especial. - Mi Pecas es toda una fierecilla, que vale la pena domar, no quiero dejarla ir. Estaba en esas cavilaciones cuando la puerta del ascensor se abrió y de ella salió una hermosa rubia de ojos verdes que miro distraídamente a un lado y otro
Terrence quedo impactado y es que Candy irradiaba belleza y sensualidad en ese vestido corto color turquesa, que se amoldaba perfectamente a sus cuerpo resaltando sus atributos y dándole un porte elegante. Le llevo unos segundos reaccionar y se acerco a ella, sin disimular la admiración que le producía
-Buenas noches Candy,- ¡Estas realmente bella! - Mientras le daba un suave beso en la mejilla y volvió a sentir estremecer su cuerpo por ese leve roce
- Eh, yo… gracias Sr Granschester - Candy respondió suavemente al sentir nuevamente ese magnetismo y un ardor en su rostro
-Terry, por favor llámame así, ya no soy tu pasajero y esta noche somos solo dos amigos que comienzan a conocerse – Le sonrío con alivio al ver que ella no protestó y se dejo guiar hasta el elegante restaurante del hotel.
La mesa reservada estaba muy bien ubicada y la tenue luz daba un ambiente romántico que Terry deseaba aprovechar. La ayudo a sentarse como todo un caballero inglés y le pregunto que le gustaría para beber
-Me gustaría una cerveza y ante la cara de sorpresa de Terry- no pudo evitar carcajear - Tranquilo, la cerveza no va con este lugar pomposo, supongo que un vino es más adecuado, te dejo la elección, ya que el vino no es mi fuerte.
Terrence la observo divertido e hizo el pedido a la vez que también la elección del menú, al notar su indecisión.
-No pareces muy a gusto, no te agrada el lugar?
-No, el lugar es muy bonito, pero demasiado rosa y elegante para mí, la verdad una pizzería cubre más mis expectativas: comida sencilla y, sabrosa. Y sin tanta etiqueta.
-Quien lo creería, viéndote arreglada de esa forma, qué prefieres una simple pizzería a un lugar de lujo- La miro y curvo sus labios en una sonrisa.
-Realmente eres imposible, no te das por vencido verdad? Frunció el entrecejo mientras bebía un poco de vino
- Cuando te enojas, se te notan más las pecas y no sabes cómo me gustan. Le dijo Terry ignorando el comentario de ella y recorriendo con el índice los puntitos sobre su nariz, pero te vez más linda cuando sonríes y no pienso rendirme, sobre todo cuando sé que puedo ganar, porque no me das una oportunidad y lo pasamos bien? Solo te pido una noche
- Una noche y quedaré libre de tu acoso? – Trató que su voz salga impersonal y queriendo ignorar internamente la cálida sensación que el dedo de Terry dejaba por su rostro
-Una noche bastará para que decidas. Tomo su mano y su dedo índice comenzó a acariciarle su palma mientras su mirada se oscurecía por el deseo. Candy sintió un dulce estremeciendo en su vientre y asintió levemente mientras pensaba “Solo será una noche, que puedo temer después de todo”
CONTINUARA….
La hermosa portada es gracias a mi querida Saadessa