I´VE CHANGED FOR YOU
PRIMERA PARTE
PRIMERA PARTE
La diferencia que puede significar en la vida de tantas personas un minuto antes o un minuto después.
Candy preparaba su maleta llena de emoción por que sabía que el cambio que tanto anhelaba para su vida finalmente llegó, Terry le había mandado una carta con un boleto ONE WAY a Nueva York para asistir al estreno de ´Romeo y Julieta´ y acompañarlo en el primer protagónico de su incipiente carrera como actor en Broadway. Ella experimentaba una gran euforia por que sabía que estaba por iniciar una vida nueva al lado del hombre que amaba y por el que había abandonado todo al seguirlo de regreso a América. Estaba consciente de que aun le faltaban cosas por aprender como enfermera, pero confiaba que en su nueva ciudad ella encontraría alguna institución donde continuar con sus preparación. Soñaba dormida y despierta con volver a verlo y poder por fin besarle hasta la locura como en aquella ocasión fue incapaz por ser tan inmadura y tonta. Al fondo del departamento su buen amigo Albert la observaba, compartiendo su felicidad y dándole miles de recomendaciones ante ese gran paso que estaba a punto de dar.
Lejos de ahí, Terry se preparaba para salir de su camerino para realizar el ensayo final previo al estreno y los nervios estaban a flor de piel, no sentía miedo, era alegría de tener la gran oportunidad de su vida y estaba dispuesto a dar lo mejor de si mismo para que sus sueños y ese proyecto de vida que acarició largamente por fin se pudieran realizar. En ese mismo instante, el tramoyista a cargo del sistema de iluminación del teatro revisaba su reloj de bolsillo viendo cuanto tiempo tenía para intentar nuevamente ajustar la pesada estructura que sostenía las poderosas lamparas que iluminaban el escenario. Se dio cuenta que su reloj estaba parado y se puso a darle cuerda con la intención de no estar desfasado con el cronograma de las actividades del teatro. Sin embargo al hacerlo quedó retrasado por un minuto y no se cercioró de verificarlo con el director de escena.
Se hizo el llamado general para que los actores personificados se presentaran finalmente para comenzar el ensayo y se colocaron en sus posiciones conforme a la escena que detallarían, el tramoyista seguía teniendo problemas para poner las luces en la posición correcta. Realizó los ajustes conforme a su itinerario de acuerdo a la hora que le indicaba su reloj y se dirigió al otro extremo del andamio a revisar el sistema del cortinaje. Debajo el desarrollo del capitulo de la obra se llevó con absoluta normalidad, y en un momento en el que Susana caracterizada de Julieta, salía brevemente del proscenio dejando sólo a Terry para la ejecución de un monólogo, la estructura súbitamente colapsó sobre el sorprendido joven que no alcanzó a correr y fue aplastado por esta ante el terror y los gritos de pánico de todos los presentes. Susana escuchó el escándalo y al regresar al escenario, se llevó las manos a la cabeza jalándose con desesperación los cabellos al ver el cuerpo de Terry bajo la pesada estructura. El llanto y los lamentos no se hicieron esperar y a pesar que todo el personal del teatro hizo el intento de inmediato de levantar los fierros para salvarlo, Terry había perdido la vida casi al instante. Lo revisaron en un intento desesperado por ver si aun había alguna oportunidad de reanimarlo pero no tenía ningún indicio de signos vitales y la magnitud de sus heridas hacían imposible cualquier esfuerzo. Susana lo abrazó llenando su delicado vestuario de la sangre que manaba profusamente del diferentes partes del cuerpo del infortunado actor.
Candy ignorando esto llegó a la estación en Nueva York y se sorprendió de gran manera de no encontrar a Terry por ninguna parte, sentándose extrañada en una banca, se dijo a si misma que quizá se le había hecho tarde con algún compromiso y que seguramente estaba por llegar. Pero a un lado de ella escuchó a un par de policías que comentaban con gran consternación que la noche anterior había pasado un grave accidente en el teatro de la compañía Stratford, que la joven estrella que interpretaría a Romeo había muerto y que estaban velándole sus restos en el mismo teatro como tributo póstumo a su talento y lamentable pérdida. Conforme ella escuchaba sus ojos se fueron agrandando llenándose de llanto y su boca se abría en un gesto de horror y un grito que no podía desahogar la hizo casi perder el sentido. Uno de los policías se percató de ella, al verla que casi se desmayaba dejando caer su maleta. Candy en un grito de angustia les pidió la ayudaran a trasladarse al teatro y entre sollozos y palabras mochas intentó de hacerles entender que el joven de quien hablaban era su novio con quien estaba por reunirse después de mucho tiempo. Uno de los oficiales, sintiendo gran compasión por la triste situación se ofreció a llevarla al lugar en su patrulla. Antes de salir de la estación, Candy llamó desde un teléfono público a la mansión Andley para avisar a Archie sobre lo que había pasado y le pidió le avisará a Annie y a Albert. Archie recibió la noticia con gran consternación e inmediatamente se dirigió en el carro con su chofer para avisarle a los muchachos y dirigirse sin demora alguna a acompañar a su querida prima en esos momentos tan difíciles. Los tres viajaron en silencio y totalmente consternados por lo ocurrido y lamentando el gran sufrimiento que su querida amiga estaría con toda seguridad viviendo.
En la residencia Leagan de Chicago, Elisa leía con incredulidad la noticia en el periódico y una mezcla confusa de emociones donde la pena fue la mayor de ellas la invadió, corrió al cuarto de Neal para despertarlo y comunicarle la fatal noticia. Su hermano la tomó con sombría actitud, era verdad que en el pasado ambos tuvieron una desagradable rivalidad y enfrentamientos, pero no se alegró para su sorpresa por la muerte del actor. Los hermanos se miraron silenciosamente y Neil dijo en un tono muy serio que lo más correcto era ir a despedir al actor como muestra de respeto. Se vistieron a prisa y partieron en su automóvil poco después.
Candy con gran esfuerzo entró al teatro, la nieve caía con suavidad por las calles ante el espíritu festivo y lleno de actividad de la metrópolis. Una pequeña multitud se encontraba en el lobby el cual fue acondicionado para fungir como una improvisada funeraria, lleno de arreglos florales y velas de diferentes tamaños. Siguiendo a la gente que iba y venía por el lugar, entró hasta el interior y vio el féretro en la enorme sala de espera. Susana Marlow estaba sentada a un lado de este acompañada por Karen Klaise quien le tomaba de las manos y de pie observando el interior del cofre se encontraba Eleanor Baker. Temblando de incredulidad se acercó y las 3 mujeres voltearon hacia ella, Susana al reconocerla comenzó a llorar y levantándose se lanzó a los brazos de la sorpendida rubia que sin pensarlo mucho la abrazó con fuerza y ambas lloraron desconsoladamente.
-Oh Candy, esto es una pesadilla, aun no puedo creer que algo así haya pasado!
Candy la miró a los ojos y vio la sinceridad del sufrimiento de Susana y la ausencia de cualquier sentimiento negativo hacia ella.
-Susana, por favor, dime que paso, esto tiene que ser mentira...!
-Creeme Candy, si en mis manos hubiera estado, YO HABRÍA TOMADO SU LUGAR!!...
Susana pareció desplomarse y Karen apresuradamente se levantó para tomarla y ayudarla a sentarse de nuevo mientras que una aturdida Candy miraba hacia el ataúd sin atrever a moverse. Eleanor se acercó a ella y con una dignidad y fortaleza fuera de entendimiento, la tomó con dulzura del brazo y la llevó hacia él para que pudiera verle con sus propios ojos. Candy respiró cerrándolos y una vez que estuvo frente a él, con lentitud los abrió, mientras que la hermosa mujer la apretaba con fuerza por los hombros. Ahí, tendido, estaba Terry. De no haber sido por la mujer que la sostenía, ella se hubiera dado un porrazo en el piso de la impresión. Eleanor la apretó con mas fuerza y la sacudió con cuidado para hacerla reaccionar mientras ella misma lloraba y hacía un esfuerzo sobrehumano para mantenerse firme ante lo que sus ojos incrédulos miraban.
-Candy, hija mía, no sabes como estoy ante esta perdida. Yo se cuanto te amaba mi hijo y cuan emocionado estaba de tu llegada...
-Señora Baker, ay no por Dios, no puedo, no puedo creer que esto haya pasado... Terry, TERRY...!!!
Puso sus manos sobre el cristal tratando de acariciar el bello rostro del joven que parecía dormir profundamente, Eleanor le dio un pañuelo pero Candy solo atinó a apretarlo en su puño derecho y cruzando sus brazos recargo su cabeza sobre el vidrio cubriéndolo de lagrimas, nadie osó moverse, la vieron y escucharon llorar y llamar a gritos al muchacho.
-No, NO, NO!! Gritó separando su rostro y mirándole a través del cristal como si él pudiera escucharle - Despierta por favor, Terrence Grandchester, no me vas a engañar, tu no puedes estar muerto, NO PUEDES MORIR!!!
Volvió a sollozar con fuerza recargando su rostro de nuevo como queriendo romper el vidrio que la separaba de él.
Las personas presentes en voz baja se enteraron que esa jovencita era la novia de Terry, que al parecer estaban por casarse y de inmediato sintieron una gran pena por ella y por el despliegue del dolor que no pudo ocultar ante tantos desconocidos. Susana la veía llorar y cualquier traza de celos o envidia se evaporó por la solidaridad de la perdida compartida. A Candy finalmente las fuerzas le fallaron y las piernas se le doblaron por lo que uno de los miembros de la compañía se le acercó para levantarla en los brazos y sentarla en un sillón para atenderla. Serían poco mas de 24 horas las que estarían acompañando su cuerpo antes de ir a la catedral San Patricio para la misa de cuerpo presente y posteriormente enterrarlo en el cementerio de Green Wood en Brooklyn. La noche sin duda iba a ser muy larga.
CONTINUARA...
SEGUNDA PARTE
TERCERA PARTE
CUARTA PARTE
QUINTA PARTE
Última edición por Maga Cafi el Sáb Mayo 02, 2020 2:08 pm, editado 5 veces