Hola. Solamente quiero compartir contigo lo que no he podido decirte a la cara todo este tiempo. Mi alegre y frustrante vida conyugal.
¿Esto es todo?... ¿En esto consiste la vida?... ¿Cómo puede todo resumirse una vida a la disposición de un hombre?... paseo por las calles del brazo de mi marido, saludamos a los vecinos, vamos a misa los domingos... pero sigo sintiendo un vacío.
Rodeada de comodidades, paseo por las estancias de mi casa... estas cuatro paredes que pretende albergar el calor de un hogar... entre las cuales me esfuerzo por ser esa perfecta ama de casa y disponer de todo para que esté siempre a tu gusto... pero me cansé de hacerte una cena especial y ver que te has ido... con la diferencia que me siento feliz porque te vas.
Me es igual tu presencia y tu ausencia... si cada vez que vienes a mi alcoba, a cumplir con tu obligación de marido, sin besos, ni caricias... hasta la almohada es más tierna que tus miradas. Me haces sentir nada... y luego te marchas y me quedo sola sintiendo que se me va la vida, de una manera tan banal, triste, pueril y vacío... contigo, pero sola.
Ya me cansé de ser para ti como cualquier camisa, que se plancha y se arruga al compás de tu risa... como si fuese otro objeto que cuelga de las paredes, que está sobre una mesa, una simple taza y que tú ni siquiera te enteres de que está tronchada... siento que mi vida no es más que un rato, un simple suspiro que se estrella contra los platos, y ni siquiera eres capaz de enterarte cuánto te extraño.
No pienso tolerar que el destino siga burlándose a carcajadas de mi fútil vida a tu lado... detrás de mi ventana he visto pasar muchas mañanas, lluvias y tormentos... y no me siento dispuesta de ver pasar mi vida sumida en tanta soledad...
Decidida cogí una maleta y la llené de cuatro cosas que consideré prescindibles para empezar una nueva vida, contigo pero sola... buscaré un camino, un oficio, algo que me llene más que ir y pasear de tu brazo nada más... sé que sor María me sabrá aconsejar.
No dudes que mi amor por ti fue sincero, pero estoy segura que no es esto lo que quiero. Y si asomas tu rostro por la ventana podrás verme pasar, pero no esperes que te reproche, simplemente me voy a marchar y dejarte en libertad.
Att: tu querida Ponny.
Adiós.