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I´VE CHANGED FOR YOU
FINALE
FINALE
Candy se dio cuenta la noche de bodas que se había vuelto adicta a la forma de hacer el amor de su marido. Si antes le quería y se sentía gusto y protegida a su lado durante el noviazgo, cuando sus cuerpos se unieron en un acto maravilloso donde conoció un Neal Leagan que jamas imaginó le amó con locura. Se fueron de viaje de luna de miel a Venecia y la experiencia romántica los unió todavía más. Neal se sentía el hombre más afortunado del mundo y caminaba con ella del brazo erguido de orgullo masculino, que la gente al no conocerlo lo hallaban antipático y presuntuoso. La realidad es que su actitud tenía más que ver con saberse el esposo de la mujer que llevaba del brazo que con cualquier otra cuestión de riqueza o posición social. Ella lo entendía y por eso mismo lo comprendía y hasta gracia le encontraba.
Todo era miel sobre hojuelas, hasta la ultima noche que pasaron en la "reina del Adriatico". Dormían abrazados pero Neal que tenía el sueño ligero se despertó al oír a Candy sollozar, se incorporó un poco para ver que le pasaba y ella profundamente dormida lloraba llamando a Terry, diciéndole que no muriera, que no quería perderle. Neal sintió como se le helaba la sangre de unos celos que le atravesaron la espina dorsal cual dagas filosas. Aun así, guardó silencio respecto a sus sentimientos y con suavidad movió a Candy para despertarla.
-Babe, honey, despierta Candy, despierta mi amor, tienes pesadillas... le llenó de besos la cara y limpió con ellos las lagrimas que corrían por su mejilla. Ella reaccionó y lo miró sorprendida, pero al fin lo reconoció y lo abrazó con fuerza del cuello, como una niña. El correspondió el abrazo y ella sin decirle nada comenzó a besarlo con una violencia apasionada que a él le tomó por sorpresa, a continuación ella se montó sobre él por primera vez y le hizo el amor a un sorprendido Neal que se sintió confundido pero que sin poder negarse tuvo un orgasmo que casi lo dejó ciego por la forma como ella se desenvolvió sin pudor ni control alguno. Cuando al fin terminaron, ella quedó rendida sobre él, quien le acariciaba la melena desconcertado por lo que había pasado, sin embargo decidió no darle importancia.
-Candy...
-Dime Neal, Candy tenía su cara sobre el pecho del muchacho, casi a punto de volver a dormirse.
-Me amas? Neal miraba el techo de la suite donde se hospedaban y donde había un fresco pintado de una reproduccion del Eros y Psique de Francois Gerard. Ella sonrió sobre él y levantó su barbilla poniéndola sobre ambas manos mirándolo con un gesto travieso.
-Claro que te amo, tontito! Eres mi vida entera!
El la miró tan hermosa, sonrojada por el sexo recién ejecutado, la tomó con sus brazos y la acercó a su cara tomándosela con ambas manos y acariciándola.
-Yo no podría vivir sin ti, lo entiendes?
-Ni yo sin ti, mi amor, por que te siento triste? No te gustó lo que te hice, no lo hice bien?
-No Babe, no te preocupes, son cosas que de pronto uno puede llegar a pensar. Ven, durmamos que mañana hay que alistarnos temprano para regresar.
Pronto estaban de vuelta en el barco que los llevaba de regreso a América. La última noche de su viaje trasatlántico, Candy se despertó en la madrugada al escuchar desde el pasillo lo que ella creyó era la voz de Terry. Neal dormía profundamente por que la noche anterior se había embriagado apostando en el casino del lujoso buque, ella con mucho cuidado salió de la cama, se puso una capa y salio descalza de su camarote y salió siguiendo esa voz que ella claramente escuchaba.
"Candy, Candy!"
-Terry? Eres tú Terry? Candy susurraba intentando no levantar la voz para no despertar a nadie, salió hasta la cubierta de primera clase y había una densa niebla, el corazón comenzó a palpitarle de una forma desbocada, Siguió avanzando hasta que divisó la silueta de aquel que hacía tantos años había visto en un lugar muy similar. Era solo una sombra, pero ella se llevó las manos a la boca para no gritar.
"Candy, no volteaste atrás..."
-No Terry, no, yo nunca te dejé, fuiste quién lo hizo! dijo con la voz quebrada.
"Candy, si esta era nuestra separación, hubiera sido mejor no conocerse..."
La silueta comenzó a esfumarse entre la niebla mientras que ella lloraba con más fuerza
-No Terry, no te vayas por favor...!
-CANDY!!! La voz de Neal la hizo reaccionar y volteó hacia él quien descalzo y sin camisa la miraba completamente furioso. La pobre chica sentía que se quería morir cuando lo vio dar la media vuelta y regresar echando humo de las orejas hacia su camarote, Candy corrió detrás de él llamándolo con desesperación.
-Neal, Neal, detente, déjame explicarte!!!
Entró casi inmediatamente atrás de él al camarote y se dirigió hacia su equipaje mientras juntaba apresuradamente sus cosas, ella lo miraba desesperada y confundida.
-Que haces, Neil me puedes decir que estas haciendo?? Detente!
-Que hago? me voy a buscar otra habitación, eso es lo que hago, le contestó con una voz fría que a ella le heló la sangre.-Si es necesario que me vaya a tercera clase de no haber otra opción créeme que prefiero hacer eso que quedarme aquí contigo.
-Pero mi amor, mi amor, por que dices eso??
-Por que no quiero sentir celos de un muerto, por eso! No quiero sentir que vamos a ser tres en esta relación y sentirme en desventaja, menos de alguien que hace mucho tiempo se pudrió en una tumba.
-Neal!
El se puso un saco y tomó su maleta para dirigirse a la puerta, ella lo tomó del brazo intentando detenerlo
-No mi vida, no te vayas por favor! Candy lloraba destrozada.
-Dime, Candy, si Terrence no hubiera muerto, estarías ahorita casada conmigo? La mirada llena de dolor de Neil y esas palabras la dejaron a ella helada, fue tal el impacto de la pregunta que ella dejó de llorar quedándose con la boca abierta y sin tener una respuesta posible.
-No dices nada, verdad? Lo suponía. Ahora suéltame que no te quiero faltar al respeto, quizá en el pasado fui un patán y un estúpido, pero YO SI CAMBIE POR TI. Necesito estar sólo, por favor.
Candy lo soltó y lo vio salir y dirigirse al camarote del encargado de primera clase. No se atrevió a seguirlo y se dejó caer al piso de su habitación. Como había podido ser tan pero tan estúpida? Como fue capaz de seguir una visión sin pensar primero en el hombre con el que había sido tan feliz los últimos años de su vida? Alguien que le dio todo aquello con lo que alguna vez soñó, que le dio estabilidad, tiempo, cariño y un amor enloquecedor? Se odió y deseó tirarse de cabeza por la misma cubierta en la que hacía un momento arruinó el sueño de amor que había estado viviendo.
Llorando se quedó dormida y en la mañana la despertaron suaves golpes en la puerta de su camarote. Un grumete le entregó una nota de su esposo.
"Babe, como seguramente te has quedado dormida llorando, levántate ya y arréglate junto con tu equipaje para desayunar y estar listos para el desembarco. Tu padre debe estar esperándonos en el muelle. Haznos el favor de arreglarte de tal manera que no note que has llorado para que no se preocupe en vano.
El estúpido de tu esposo"
Candy se sintió acongojada al leer la nota, no sabía que pensar respecto a la nota, pero obedientemente siguió al pie de la letra las indicaciones y se dirigió lo más bella que le fue posible a encontrarse con su esposo en el restaurante para el brunch. Lo encontró con dos tazas de café servidas y su plato favorito para desayunar. Le enterneció ver que él había pedido por ella lo que sabía le gustaba y se sintió una cucaracha aplastada de la vergüenza por espectáculo de la noche anterior. Neal no le sonrió, el enojo aun se le notaba pero al menos trataba de disimularlo y ella evitó besarlo por su cara de pocos amigos. Se sentó frente a él y se acomodó la servilleta para empezar a desayunar.
-Buenos días Neal.
-Buenos días Babe. Todo bien, descansaste?
-Oh si, gracias por preguntar. Y tú? Comenzó a cortar sus panqueques tratando de lucir tranquila y desperocupada.
-Oh si, muy bien, afortunadamente había algunos camarotes disponibles en nuestro piso. Ya están listas tus maletas.
-Si querido. Dijo ella comiendo mientras él tomaba su café.
-Perfecto, ya estamos a punto de llegar y no tardan en pasar por ellas para desembarcar. Candy, te quiero pedir que olvides lo que pasó anoche. Al menos por el momento, por que no quiero que nadie de nuestra familia se entere que hemos tenido problemas recién llegando de nuestra luna de miel, no quiero preocupar a nadie por pendejadas.
Finalmente llegaron al puerto de Nueva York y fueron recibidos por Albert y Susana quienes estaban felices de verlos volver, Neal caballerosamente le ofreció el brazo para ayudarla a bajar segura por la rampa hacia el muelle y ella se sintió agradecida de que a pesar de estar indignado, al menos lo disimulaba para evitarle la vergüenza.
Después de los abrazos emotivos y los saludos esperados subieron al Rolls Royce familiar. Albert y Neal iban hablando de negocios y Susana notó que Candy iba muy seria y que sonreía de vez en cuando por compromiso. Cuando finalmente llegaron a la mansión Andley donde estarían unos días previamente a que les entregaran su residencia propia, los varones se disculparon con las damas y se encerraron en la biblioteca por que había asuntos muy urgentes de las empresas que tenían que arreglar por lo que Susana acompañó a Candy hacia su recamará para ayudarla a instalarse . Subieron tomadas del brazo por la hermosa escalera mientras charlaban y Susana trataba de animarla.
-Oh Candy querida, que hermosa vienes! El matrimonio te ha sentado de maravilla, linda, te ves divina!
-Gracias Susi, tú y papá se ven muy bien. Me hace muy feliz verlos tan enamorados.
-Ay Candy, William es un hombre incomparable. No podría ser más feliz en la vida, NO SE QUE HICE EN ALGÚN OTRA VIDA QUE DIOS ME PAGÓ CON EL...
Candy le sonrió, ahora ellos tenían 4 hermosos niños que eran la adoración de la pareja. Susana se veía esplendida, llena de energía y vigor. Albert por su parte ahora llevaba una barba y bigote que acentuaba mas su fuerte y bondadosa personalidad. La forma como se miraban el uno al otro delataba una complicidad y devoción mutua digna de admirarse. Candy deseó con todas sus fuerza tener también la oportunidad de vivir esa vida. Su rostro no pudo ocultar la naturaleza de sus pensamientos. Una vez que entraron a la habitación, Susana observándola, le habló con suavidad y un tono dulce que le generara confianza.
-Candy, te noto triste, pasa algo, cariño, hay algo con lo que te pueda ayudar?
Candy urgida de desahogo, le confió el bochornoso episodio que había ocurrido en el barco, la rubia color miel la escuchó con atención y después de meditarlo, tomó las manos de la cabizbaja joven.
-Candy, nadie que fue amado con todo el corazón termina de irse por completo. Ellos permanecen en nuestros recuerdos y forman parte de nuestra memoria, pero los fantasmas a veces son nuestros miedos e inseguridades que se disfrazan de espectros y apariciones para atormentarnos y boicotear nuestra felicidad. No te lo permitas, Candy. Exígete a ti misma a cambiar, a no temerle a ser feliz. Neal te ama, eso es innegable, y tu lo amas igual! Se firme y toma el control de esas emociones, deja ir con amor el dolor por la pérdida de Terry, él esta en un lugar mejor, mucho mejor! El hubiera no existe, no pierdas tiempo siguiendo visiones y aferrate con obstinación al presente, a tu esposo, a tu felicidad.
Las mujeres se abrazaron y Candy decidió seguir el consejo de su amiga.
Después de cenar, Neal le dijo que saldría a visitar a Eliza y a sus padres y que en la semana irían juntos para comer con ellos en su residencia. Al despedirse le dio un beso en la mejilla que ella recibió con una sonrisa.
Después salio hacia el jardín y caminó entre las hermosas rosas recordando cada evento feliz y triste que había marcado su existencia, cuando al fondo rumbo al portón de las rosas, volvió a aparecer la silueta de Terry. Candy la miró con serenidad, y escuchó de nuevo esa voz.
"Candy... no me olvides nunca..."
-No Terry, nunca te olvidaré. Siempre daré gracias a Dios por todo lo que aprendí de ti. Voy a honrar tu memoria siendo una mujer feliz y plena. Voy a ser una mujer fuerte y segura. Voy a ser una esposa y madre entregada, sin miedo al futuro, sin miedo a la soledad, por que hay una familia que me ama. Gracias, Terry, ahora puedes descansar en paz."
Pudo ver como esa figura decía adiós con la mano y se desvanecía y al hacerlo, ella no sintió ni angustia, ni miedo, ni dolor. Solo una felicidad de estar segura de que él había encontrado su camino hacía la luz hacía mucho tiempo, y que ella ahora andaba por un sendero iluminado.
Esa noche Neal llegó cuando ella ya estaba en cama y se metió entre las sabanas abrazándola por la espalda, ella estaba despierta esperándolo.
- No duermes, babe? Es tarde, y estas desnuda! Neal sintió como se le erizaba la piel del deseo y una punzada en la entrepierna lo traicionaba. Candy volteó hacia él y se restregó sensualmente contra su cuerpo besándolo con lujuriosa ansiedad.
-Te estaba esperando, no podía dormir por que tenía ganas de ti, mi amor... Neal, yo...
-No digas nada, Candy, por favor. Yo se que me amas, yo lo se... A veces lo único que necesitamos es tiempo...
-Neal, dijo ella con una seguridad en su voz que a él lo llenó de alegría, -lo único que necesito en mi vida eres tú, y tu cuerpo esplendoroso, hazme el amor...
-Eso quiere la niña? Eso le daremos por que soy su esclavo.
FIN
pero no!!! la Candida por fin atinando por amor al pulento!!!
xD 
Bueno, por lo menos Candy terminó por tomar al toro por los cuernos y decidió ser felíz. 
🤭 un Neil renovado 
un minifics espectacular 🥰
. Hermoso minifics Maga Cafi. Un placer leerte.
