Desde la fundación K-G Amazonas de Terry —Haremos Arder El Cosmos Por Terry
¿Señorita Ardley o Señorita Pecas
Capítulo VIII
Rossy Castaneda
Candy observaba todo dentro del salon de baile del Real Colegio San pablo. Desde el lugar donde se encontraba podia ver con claridad el rostro sonriente de Annie por algo que Archie le decía al oido, giró ligeramente el rostro y miró como Patty se sonrojaba cuando Stair extendía su mano en un clara señal de invitación de ir al centro del salón de baile.
—Debes estar contenta ¿verdad? —Por tu culpa Anthony se encuentra castigado en el cuarto de meditación y la Tía abuela a venido desde America para retarlo.
—Yo no tuve nada que ver Elisa y deja de una vez de culparme de todo lo que sucede con Anthony, yo no le dije que peleara con Terrence.
—No se lo dijiste con palabras, pero si con tu comportamiento inapropiado.
—¿Y según tu, que fue lo yo hice?
—Te parece poco coquetearle a Terrence frente a las narices de Anthony
—¿De que demonios hablas?
—No te hagas la mustia conmigo, sabes perfectamente de lo que hablo, te comportas como una fulana y no como una distinguida dama.
—¿Como tu? —preguntó Candy sarcástica
—Por supuesto, yo si soy una dama —dijo la joven pelirroja alzando la nariz con arrogancia —yo si sé comportarme como tal, no como tú, que a pesar de las prendas finas que ahora vistes y que estas en este prestigioso Colegio sigues siendo la misma moza de establo que fue abombada por sus padres en un orfanato. Seguramente ni ellos te quisieron para hacer tal cosa.
—Si tu eres el prototipo de una dama —respondió Candy —prefiero mil veces ser una moza de establo como te complaces en llamarme —alzó la barbilla y la miró de pies a cabeza, fijando sus verdes esmeraldas en los ojos marrones de Elisa. No iba a demostrarle ni a darle el gusto a aquella serpiente, de saber que sus palabras cargadas de veneno la habían lastimado —Dime una cosa Elisa, ¿de que les han servido a tu hermano y a ti vivir rodeados de tanto lujo cuando es mas que evidente que sus padres han sustituido el tiempo y el amor por las cosas materiales?, porque siempre han estado tan solos, yo en cambio en ese orfanato al que te refieres con tanto desprecio, crecí rodeada de amor y de los valores de los que tu hermano y tu carecen. Y para que lo sepas —sonrió ligeramente —siempre le estaré agradecida a mis padres el que me hayan dejado en el Hogar de Pony, porque no tuve una, sino dos madres amorosas a las que amo profundamente, porque me enseñaron el significado del verdadero amor y mi infancia fue feliz, a pesar de las carencias, no hubo un solo día en que no sonriera, algo que a juzgar por tu comportamiento, tu hermano y tu jamás hicieron, y por consiguiente, te tu convertiste en una joven amargada y gris mientras que Niel en el cobarde que ataca a las mujeres indefensas. si que dime ¿quien de los tres ha sido realmente feliz, ustedes que lo tuvieron todo manos llenas o yo que carecí de muchas cosas materiales?
—Como te atreves a hablarme así maldita ......
Candy no escuchó mas sus insultos, puesto que había aceptado la invitación de un encantador Romeo que sonreía como nunca antes lo había hecho.
**************
—¿Está segura hermana Grey? —la hermana Margaret no daba crédito a lo que sus oidos escuchaban.
—Completamente hermana Margaret, es la primera vez que Terrence Grantchester participa del Festival de Mayo en los años que lleva en el Real Colegio San Pablo, es algo nunca antes visto y merece que quede grabado en la historia del Colegio.
—¿Y eso implica suspender el castigo de Anthony Brown?
—Si —respondió la hermana Grey —hablaré con la señora Ardley y la pondré al tanto que no aplicaré el reglamento siempre y cuando ella me prometa que hablará con el joven Brown para que modere su conducta, después de todo la agresión no se llevó a cabo.
—Es muy noble de su parte
—En realidad fue Terrence el que abogó por él hace un instante.
—¿¡Terrence!? ¿Por que haría eso, si él fue el agredido?
—Dijo que él provocó al joven Brown para que reaccionara de esa forma.
—¿Aplicará el reglamento con él?
—No —respondió la religiosa —es la primera vez en años que Terrence Grantchester se disculpa sinceramente, en estas ultimas semanas se le ve muy cambiado —suspiró —espero siga de ese modo. Ahora, vaya por el joven Brown y llévelo a su dormitorio para que se vista y lo lleva al salon del baile junto al resto de los estudiantes.
—Si hermana Grey —respondió la hermana Margaret saliendo de la oficina de la directora.
**********************
Los acordes del vals hacían que ambos danzaran con total soltura, como si hubiesen bailado juntos por largas horas; los pocos segundos que lo hicieron en el jardín quedaron totalmente descartados por lo sucedido, ahora las cosas eran diferentes. Terry miraba a Candy directo a los ojos con un brillo especial y sonreía de manera encantadora.
Candy en cambio, temía que los latidos de su corazón fueran escuchados no solo por Terry sino por los otros compañeros de colegio que bailaban cerca a ellos. Sin poder retener por mas tiempo el contacto visual, Candy bajó la mirada, los recuerdos de aquel su primer beso llegaron a su mente y un fuerte rubor se apoderó de ella.
—Candy, perdona mi conducta de hace unos minutos, me comporté como un salvaje, tu
te mereces ser tratada con mucha delicadeza —Terry hizo una pausa —y yo me comporté como Niel y sus amigos —apartó la mirada.
—No, Terry —dijo Candy con suavidad —no hay punto de comparación, tu siempre has sido respetuoso conmigo —esbozó una sonrisa. —¿Te has dado cuenta, que es la segunda vez en lo que va del día que me dices Candy y no Señorita Pecas?
Terry giró el rostro para mirarla nuevamente y sintió que el corazón se saldría de su pecho, Candy sin duda no dejaba de sorprenderlo.
—Es verdad, aunque te confieso que Señorita Pecas me sigue gustando mas —le devolvió la sonrisa acompañada de un guiño de ojo provocando que a Candy le temblaran las piernas bajo su vestido.
—Terry —Candy golpeó ligeramente su hombro para disimular su nerviosismo —eres un tonto.
—¡Hey! Señoritas Pecas —se quejó él recuperando su tono juguetón —te recuerdo que estamos frente a la mirada de muchos y ha quedado evidenciado que he sido objeto de maltrato físico por parte tuya.
—Idiota —Candy se sonrojó
—¿Ese alago significa que perdonas mi actitud pasada?
—Lo hice desde que me alejé del jardín, tonto —Respondió ella sacándole la lengua.
—Eso no es propio de una dama Señorita Pecas.
Candy se echó a reír siguiendo su juego —es mas divertido no serlo ¿no te parece? Ademas tampoco es que tu seas un caballero.
—¡Hey! Me ofendes Señorita Pecas
—Lo ves —Candy sonrió —No es propio de un caballero dirigirse a una dama como usando un sobre nombre.
—Pero si acabas de decir que no eres una dama.
—Yo no he dicho tal cosa, no pongas palabras en mi boca que jamas he pronunciado ¿lo recuerdas?
Terry negó con la cabeza, jamás le ganaría una discusión, ella sabia como, cuando y donde aplicar las mismas palabras que él había usado con anterioridad.
—Maldita moza de establo, la odio —le decía Elisa a sus amigas Luisa y Meredith viendo como Terry y Candy sonreían en medio de la pista de baile —ella muy sonriente con ese salvaje mientras Anthony se encuentra castigado en el cuarto de meditación por su culpa.
—Te recuerdo que el castigo de Anthony, no es culpa de Candice
Elisa fulmino con la mirada a Meredith
—¿De que lado estás?
—Del lado de la verdad Elisa —respondió la joven Francesa sin inmutarse por la mirada furibunda de Elisa —Debes reconocer que tu obsesión por perjudicar a Candice ha escaldo demasiado y si sigues así, todo se volverá en tu contra tarde o temprano.
—Mientras eso suceda, seguiré buscando la oportunidad para llevar a cabo mi venganza en contra de esos dos —dijo la joven Leagan dirigiendo su mirada hacia Candy y Terry —a ella por cruzarse en mi camino con Anthony y a él por la manera como me humilló —Dirigió su mirada ambarina hacia sus dos amigas —y espero contar con la ayuda de ustedes dos.
—Cuentas conmigo para lo que necesites Elisa —dijo Luisa.
—No esperaba menos de ti —respondió la pelirroja —y tú Meredith ¿me ayudarás?
—No —respondió la joven Francesa —olvídalo, no quiero verme involucrada en ningún problema y menos estando el hijo de un Duque Inglés de por medio —se dirigió a su otra amiga —y tu Luisa, deberías hacer lo mismo, tu mejor que nadie sabes como terminan lo que se han metido con Terrence Grantchester.
—Si planeamos las cosas bien, nadie sabrá que nosotras tuvimos algo que ver —dijo Elisa para evitar que Luisa le diera la espalda.
—Elisa tiene razón Meredith —Luisa intentó convencerla —nadie sabrá que tuvimos que ver.
—No —respondió la Francesa —no cuenten conmigo.
—Entonces no me consideres mas tu amiga —sentenció Elisa.
—Que así sea entonces —respondió la joven Francesa separándose de ellas.
—Idiota —dijo Elisa con los dientes apretados.
—¡Por Dios! —chilló Luisa
—¿Que sucede? —preguntó la pelirroja
Luisa no tuvo que responder a la pregunta de Elisa, ya que esta, siguió la mirada de su amiga hasta la entrada del salon de baile.
—Anthony —dijo esbozando una amplia sonrisa y dirigiéndose a él.
Desde que entró, el joven rubio, vestido con un disfraz de Romeo, barrió con la mirada el salon de baile en busca de su Julieta. Cuando por fin la encontró, sonrió al ver como ella sonreía por algo que su compañero de baile le decía. Su sonrisa se desvaneció al ver quien era su compañero. Sus ojos azules chispearon furia. Aquel maldito Inglés no había perdido el tiempo mientras él estuvo encerrado en aquel sucio cuarto. Candy se veía feliz a su lado y el maldito sonreía.
Empuñó las manos y emprendió la marcha hacia ellos, ahora si, ese Duquesito iba a probar el sabor de sus puños, le borraría aquella maldita sonrisa que estaba desquiciándolo.
—Anthony no —Elisa le salió al paso.
—Déjame pasar Elisa.
—No, no permitiré que te hagas expulsar por ellos —Elisa se colgó de su brazo.
—No me importa —Respondió con la mandíbula apretada —ese maldito Inglés me tiene harto, no ves como está coqueteando con Candy.
Candy, Candy, maldita Candy, siempre ella. —Elisa se mordió la lengua, necesitaba lograr que Anthony se tranquilizara y evitar que hiciera algo que terminaría en su expulsión del Real Colegio San Pablo, en todo caso si alguien tenia que irse eran la maldita moza de establo y aquel insolente Inglés.
—Debes tranquilizarte —dijo con suavidad —no te das cuenta que si tu te vas del Colegio, él seguirá como si nada.
Anthony se detuvo, Elisa tenía razón
—Ven, vamos a bailar —Elisa lo llevó a la pista de baile al ver como él relajaba la mandíbula —actúa como si nada pasa, no le des lugar a que se den cuenta cuanto te afecta verlos juntos, como sea las vacaciones de verano están a las puertas —sonrió fingidamente. —Por ningún motivo quería a aquella huérfana cerca de ellos durante las vacaciones de verano y para conseguirlo buscaría la forma de hablar con la Tia Elroy en privado para ponerla al tanto de todo lo que Candy había provocado desde antes siquiera de llegar a Londres. El que la Tía Elroy no soportara a aquella mugrosa moza de establo lo usaría a su favor, no sería nada difícil conseguir lo que se proponía. De su cuenta correría que aquella hospiciana no se reuniera con ellos en la Villa Ardley de Escocia.
—Tienes razón Elisa —Anthony se dejó guiar por ella y bailó ignorando todo a su alrededor o al menos eso aparentaba, porque por dentro se encontraba hecho una furia al ver como Candy y Terry continuaban sonriendo.
—¿Y como fue que conseguiste que la hermana Grey te suspendiera el castigo?
—La verdad, yo no hice nada —respondió el rubio sin mirarla —la hermana Margaret dijo que la hermana Grey me suspendía el castigo y que no aplicaría el reglamento conmigo, dijo también que debía ir a mi habitación, vestirme y venir aquí tan pronto me fiera posible.
—Vaya eso si que es una gran noticia —respondió Elisa siguiendo la mirada de Anthony, y de manera inconsciente apretó la mano del joven.
—¿Estas bien?
—Si —respondió ella con una sonrisa forzada.
—Gracias —musitó él.
—¿Por que?
—Por evitar que hiciera un escándalo frente a todos.
—¡Ah eso! —Elisa sonrió —sabes lo mucho que te quiero Anthony y que haría cualquier cosa por ti
—Elisa yo....
—Ya sé —lo interrumpió ella —lo has dicho muchas veces, pero con todo y eso yo no pierdo la esperanza de conseguir que me veas de otro modo.
—Has cambiado mucho estas ultimas semanas Elisa, eres tan diferente a la joven malcriada de antaño.
—Todo lo he hecho por ti —dijo ella sonriendo al saber que Anthony creía en su fingido cambio.
El poco auto control de Anthony se fue a la basura al ver como Candy salía junto a Terry. Por mas que Elisa trató de evitar que saliera tras ellos no pudo conseguirlo.
—Archie, ve afuera, tienes que evitar que Anthony pelee con Terrence.
—De que hablas Elisa, Anthony está castigado en el cuarto de meditación —Dijo Archie sin dejar de mirar a Annie.
—No, no lo está —respondió la joven pelirroja con desesperación.
—¿Que pasa Elisa por qué estas tan exaltada? —preguntó Stair acercándose en compañía de Patty.
—Se trata de Anthony
—¿Que le pasó a Anthony?
—Debemos evitar que pelee con Terrence o de lo contrario lo expulsaran del colegio —dijo Elisa apretando los labios.
—¿De que hablas? —Anthony está castigado en el cuarto de meditación
—No lo está más, pero no hay tiempo para explicaciones —dijo Elisa agarrándolo del brazo —será culpa de ustedes si Anthony es expulsado y la Tia Elroy lo sabrá.
Terry se encontraba absorto observando como Candy aspiraba el aroma de los narcisos que acababa de entregarle luego de disculparse una vez mas. Ambos se giraron al escuchar la fuerte respiración de alguien a espaldas de ellos. Sin previo aviso el,joven rubio tomó a Terry de la solapa y lo atrajo a él.
—¿Anthony que te pasa? Suelta a Terry.
—No te metas en este asunto Candy—respondió el joven rubio si apartar la mirada de Terry. —Maldito Inglés, te advertí que no te quería cerca de mi novia.
—Y me tomé muy enserio tu advertencia Brown, no me he acercado a tu novia —respondió Terry burlón enmarcando la última palabra.
—Pues no parece que lo hayas hecho, —respondió Anthony —he visto como la miras.
—Yo, —Terry fingió sorpresa —¿ de que hablas Brown?
—No te hagas el idiota conmigo Grantchester, sabes que me refiero a Candy.
—¿La señorita Pecas es tu novia? Vaya eso si que es una novedad.
—Aunque lo digas en ese tono burlón sabes que es cierto.
—Basta Anthony —intervino Candy —Tu y yo no somos novios y lo,sabes muy bien.
—¿Es por él ¿verdad?
—Terry no tiene nada que ver en esto —dijo una enfurecida Candy —tan ciego estas que no te das cuenta que con la actitud que has adoptado estas ultimas semanas lo has echado todo a perder. ¡Por Dios! —Ya no eres ni la sombra del joven noble que conocí.
—Ya la escuchaste —dijo Terry con seriedad.
—Maldito Inglés, todo esto es tu culpa —Anthony soltó un golpe al rostro de Terry, pero este, con su destreza fue capaz de esquivarlo y respondió con un golpe certero en la parte baja del estomago del joven Brown que lo hizo que se doblara de dolor.
Al ver aquella escena Stair y Archie corrieron para evitar que Anthony quien se había recuperado del golpe recibido, se le echara encima a Terry quien estaba mas que preparado con sus manos empuñadas esperando la respuesta del joven Brown.
—Eres un salvaje —dijo que Candy estaba enojada era poco, la joven estaba furiosa.
—¿Lo defenderás después que me ha golpeado frente a tus ojos?
Elisa arrugó la tela de la falda de su vestido en una clara señal de lo furiosa que estaba.
—No lo hubiera hecho si tu no hubieras lanzado el primer golpe —Candy se dio media vuelta y se marchó de aquel lugar seguida por Annie y Patty.
—Vámonos Anthony —dijo Elisa con suavidad.
—Esto no se quedará así, Grantchester. —amenazó Anthony mientras era arrastrado por Stair y Archie seguidos por Elisa.
—Claro que no, jardinerito, adquirirá un color negro que te hará lucir como una preciosa vaca pinta —respondió Terry riendo de manera burlona.
—Maldito Inglés —Anthony forcejó con sus primos para liberarse.
—Basta Anthony, no caigas en las provocaciones de ese aristócrata malcriado.
—Hazle caso al muñeco de trapo —dijo Terry entre risas —a no ser que quieras mas manchas en tu delicada piel.
Archie soltó a Anthony y comenzaba a doblar las mangas de su camisa.
—Basta Archie —le gritó Stair —no empeores más las cosas.
—Hazle caso a tu hermano el inventor muñequito de trapo, o te aseguro que terminaras como un espantapájaros —Terry lo miró de arriba a bajo y rió de manera burlona —y mira que no te falta mucho.
Stair aguanto las ganas de reír, a diferencia de Anthony y Archie, aquel chico Inglés le caía bien.
Continuará........
Nota...
Hola mis bellas chicas, antes que nada quiero ofrecer una disculpa por mi ausencia la semana pasada
Y en vista que la GF se ha extendido, seguiré aquí actualizando. En cuanto pueda y encuentre la manera les compartiré en el Foro Rosa regular los capítulos de Directo Al Corazón y La Respuesta de Candy que compartí en otra plataforma pensando que la G.F había terminado y por consiguiente no se podía seguir compartiendo nada más... si, si, ya sé estoy bien mensa jajajaja, pero que le hacemos :?:jajajaja. Realmente lo lamento , pero ahora que sé que se puede seguir compartiendo aquí me tendrán . Gracias por su comprensión
¿Señorita Ardley o Señorita Pecas
Capítulo VIII
Rossy Castaneda
Candy observaba todo dentro del salon de baile del Real Colegio San pablo. Desde el lugar donde se encontraba podia ver con claridad el rostro sonriente de Annie por algo que Archie le decía al oido, giró ligeramente el rostro y miró como Patty se sonrojaba cuando Stair extendía su mano en un clara señal de invitación de ir al centro del salón de baile.
—Debes estar contenta ¿verdad? —Por tu culpa Anthony se encuentra castigado en el cuarto de meditación y la Tía abuela a venido desde America para retarlo.
—Yo no tuve nada que ver Elisa y deja de una vez de culparme de todo lo que sucede con Anthony, yo no le dije que peleara con Terrence.
—No se lo dijiste con palabras, pero si con tu comportamiento inapropiado.
—¿Y según tu, que fue lo yo hice?
—Te parece poco coquetearle a Terrence frente a las narices de Anthony
—¿De que demonios hablas?
—No te hagas la mustia conmigo, sabes perfectamente de lo que hablo, te comportas como una fulana y no como una distinguida dama.
—¿Como tu? —preguntó Candy sarcástica
—Por supuesto, yo si soy una dama —dijo la joven pelirroja alzando la nariz con arrogancia —yo si sé comportarme como tal, no como tú, que a pesar de las prendas finas que ahora vistes y que estas en este prestigioso Colegio sigues siendo la misma moza de establo que fue abombada por sus padres en un orfanato. Seguramente ni ellos te quisieron para hacer tal cosa.
—Si tu eres el prototipo de una dama —respondió Candy —prefiero mil veces ser una moza de establo como te complaces en llamarme —alzó la barbilla y la miró de pies a cabeza, fijando sus verdes esmeraldas en los ojos marrones de Elisa. No iba a demostrarle ni a darle el gusto a aquella serpiente, de saber que sus palabras cargadas de veneno la habían lastimado —Dime una cosa Elisa, ¿de que les han servido a tu hermano y a ti vivir rodeados de tanto lujo cuando es mas que evidente que sus padres han sustituido el tiempo y el amor por las cosas materiales?, porque siempre han estado tan solos, yo en cambio en ese orfanato al que te refieres con tanto desprecio, crecí rodeada de amor y de los valores de los que tu hermano y tu carecen. Y para que lo sepas —sonrió ligeramente —siempre le estaré agradecida a mis padres el que me hayan dejado en el Hogar de Pony, porque no tuve una, sino dos madres amorosas a las que amo profundamente, porque me enseñaron el significado del verdadero amor y mi infancia fue feliz, a pesar de las carencias, no hubo un solo día en que no sonriera, algo que a juzgar por tu comportamiento, tu hermano y tu jamás hicieron, y por consiguiente, te tu convertiste en una joven amargada y gris mientras que Niel en el cobarde que ataca a las mujeres indefensas. si que dime ¿quien de los tres ha sido realmente feliz, ustedes que lo tuvieron todo manos llenas o yo que carecí de muchas cosas materiales?
—Como te atreves a hablarme así maldita ......
Candy no escuchó mas sus insultos, puesto que había aceptado la invitación de un encantador Romeo que sonreía como nunca antes lo había hecho.
**************
—¿Está segura hermana Grey? —la hermana Margaret no daba crédito a lo que sus oidos escuchaban.
—Completamente hermana Margaret, es la primera vez que Terrence Grantchester participa del Festival de Mayo en los años que lleva en el Real Colegio San Pablo, es algo nunca antes visto y merece que quede grabado en la historia del Colegio.
—¿Y eso implica suspender el castigo de Anthony Brown?
—Si —respondió la hermana Grey —hablaré con la señora Ardley y la pondré al tanto que no aplicaré el reglamento siempre y cuando ella me prometa que hablará con el joven Brown para que modere su conducta, después de todo la agresión no se llevó a cabo.
—Es muy noble de su parte
—En realidad fue Terrence el que abogó por él hace un instante.
—¿¡Terrence!? ¿Por que haría eso, si él fue el agredido?
—Dijo que él provocó al joven Brown para que reaccionara de esa forma.
—¿Aplicará el reglamento con él?
—No —respondió la religiosa —es la primera vez en años que Terrence Grantchester se disculpa sinceramente, en estas ultimas semanas se le ve muy cambiado —suspiró —espero siga de ese modo. Ahora, vaya por el joven Brown y llévelo a su dormitorio para que se vista y lo lleva al salon del baile junto al resto de los estudiantes.
—Si hermana Grey —respondió la hermana Margaret saliendo de la oficina de la directora.
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Los acordes del vals hacían que ambos danzaran con total soltura, como si hubiesen bailado juntos por largas horas; los pocos segundos que lo hicieron en el jardín quedaron totalmente descartados por lo sucedido, ahora las cosas eran diferentes. Terry miraba a Candy directo a los ojos con un brillo especial y sonreía de manera encantadora.
Candy en cambio, temía que los latidos de su corazón fueran escuchados no solo por Terry sino por los otros compañeros de colegio que bailaban cerca a ellos. Sin poder retener por mas tiempo el contacto visual, Candy bajó la mirada, los recuerdos de aquel su primer beso llegaron a su mente y un fuerte rubor se apoderó de ella.
—Candy, perdona mi conducta de hace unos minutos, me comporté como un salvaje, tu
te mereces ser tratada con mucha delicadeza —Terry hizo una pausa —y yo me comporté como Niel y sus amigos —apartó la mirada.
—No, Terry —dijo Candy con suavidad —no hay punto de comparación, tu siempre has sido respetuoso conmigo —esbozó una sonrisa. —¿Te has dado cuenta, que es la segunda vez en lo que va del día que me dices Candy y no Señorita Pecas?
Terry giró el rostro para mirarla nuevamente y sintió que el corazón se saldría de su pecho, Candy sin duda no dejaba de sorprenderlo.
—Es verdad, aunque te confieso que Señorita Pecas me sigue gustando mas —le devolvió la sonrisa acompañada de un guiño de ojo provocando que a Candy le temblaran las piernas bajo su vestido.
—Terry —Candy golpeó ligeramente su hombro para disimular su nerviosismo —eres un tonto.
—¡Hey! Señoritas Pecas —se quejó él recuperando su tono juguetón —te recuerdo que estamos frente a la mirada de muchos y ha quedado evidenciado que he sido objeto de maltrato físico por parte tuya.
—Idiota —Candy se sonrojó
—¿Ese alago significa que perdonas mi actitud pasada?
—Lo hice desde que me alejé del jardín, tonto —Respondió ella sacándole la lengua.
—Eso no es propio de una dama Señorita Pecas.
Candy se echó a reír siguiendo su juego —es mas divertido no serlo ¿no te parece? Ademas tampoco es que tu seas un caballero.
—¡Hey! Me ofendes Señorita Pecas
—Lo ves —Candy sonrió —No es propio de un caballero dirigirse a una dama como usando un sobre nombre.
—Pero si acabas de decir que no eres una dama.
—Yo no he dicho tal cosa, no pongas palabras en mi boca que jamas he pronunciado ¿lo recuerdas?
Terry negó con la cabeza, jamás le ganaría una discusión, ella sabia como, cuando y donde aplicar las mismas palabras que él había usado con anterioridad.
—Maldita moza de establo, la odio —le decía Elisa a sus amigas Luisa y Meredith viendo como Terry y Candy sonreían en medio de la pista de baile —ella muy sonriente con ese salvaje mientras Anthony se encuentra castigado en el cuarto de meditación por su culpa.
—Te recuerdo que el castigo de Anthony, no es culpa de Candice
Elisa fulmino con la mirada a Meredith
—¿De que lado estás?
—Del lado de la verdad Elisa —respondió la joven Francesa sin inmutarse por la mirada furibunda de Elisa —Debes reconocer que tu obsesión por perjudicar a Candice ha escaldo demasiado y si sigues así, todo se volverá en tu contra tarde o temprano.
—Mientras eso suceda, seguiré buscando la oportunidad para llevar a cabo mi venganza en contra de esos dos —dijo la joven Leagan dirigiendo su mirada hacia Candy y Terry —a ella por cruzarse en mi camino con Anthony y a él por la manera como me humilló —Dirigió su mirada ambarina hacia sus dos amigas —y espero contar con la ayuda de ustedes dos.
—Cuentas conmigo para lo que necesites Elisa —dijo Luisa.
—No esperaba menos de ti —respondió la pelirroja —y tú Meredith ¿me ayudarás?
—No —respondió la joven Francesa —olvídalo, no quiero verme involucrada en ningún problema y menos estando el hijo de un Duque Inglés de por medio —se dirigió a su otra amiga —y tu Luisa, deberías hacer lo mismo, tu mejor que nadie sabes como terminan lo que se han metido con Terrence Grantchester.
—Si planeamos las cosas bien, nadie sabrá que nosotras tuvimos algo que ver —dijo Elisa para evitar que Luisa le diera la espalda.
—Elisa tiene razón Meredith —Luisa intentó convencerla —nadie sabrá que tuvimos que ver.
—No —respondió la Francesa —no cuenten conmigo.
—Entonces no me consideres mas tu amiga —sentenció Elisa.
—Que así sea entonces —respondió la joven Francesa separándose de ellas.
—Idiota —dijo Elisa con los dientes apretados.
—¡Por Dios! —chilló Luisa
—¿Que sucede? —preguntó la pelirroja
Luisa no tuvo que responder a la pregunta de Elisa, ya que esta, siguió la mirada de su amiga hasta la entrada del salon de baile.
—Anthony —dijo esbozando una amplia sonrisa y dirigiéndose a él.
Desde que entró, el joven rubio, vestido con un disfraz de Romeo, barrió con la mirada el salon de baile en busca de su Julieta. Cuando por fin la encontró, sonrió al ver como ella sonreía por algo que su compañero de baile le decía. Su sonrisa se desvaneció al ver quien era su compañero. Sus ojos azules chispearon furia. Aquel maldito Inglés no había perdido el tiempo mientras él estuvo encerrado en aquel sucio cuarto. Candy se veía feliz a su lado y el maldito sonreía.
Empuñó las manos y emprendió la marcha hacia ellos, ahora si, ese Duquesito iba a probar el sabor de sus puños, le borraría aquella maldita sonrisa que estaba desquiciándolo.
—Anthony no —Elisa le salió al paso.
—Déjame pasar Elisa.
—No, no permitiré que te hagas expulsar por ellos —Elisa se colgó de su brazo.
—No me importa —Respondió con la mandíbula apretada —ese maldito Inglés me tiene harto, no ves como está coqueteando con Candy.
Candy, Candy, maldita Candy, siempre ella. —Elisa se mordió la lengua, necesitaba lograr que Anthony se tranquilizara y evitar que hiciera algo que terminaría en su expulsión del Real Colegio San Pablo, en todo caso si alguien tenia que irse eran la maldita moza de establo y aquel insolente Inglés.
—Debes tranquilizarte —dijo con suavidad —no te das cuenta que si tu te vas del Colegio, él seguirá como si nada.
Anthony se detuvo, Elisa tenía razón
—Ven, vamos a bailar —Elisa lo llevó a la pista de baile al ver como él relajaba la mandíbula —actúa como si nada pasa, no le des lugar a que se den cuenta cuanto te afecta verlos juntos, como sea las vacaciones de verano están a las puertas —sonrió fingidamente. —Por ningún motivo quería a aquella huérfana cerca de ellos durante las vacaciones de verano y para conseguirlo buscaría la forma de hablar con la Tia Elroy en privado para ponerla al tanto de todo lo que Candy había provocado desde antes siquiera de llegar a Londres. El que la Tía Elroy no soportara a aquella mugrosa moza de establo lo usaría a su favor, no sería nada difícil conseguir lo que se proponía. De su cuenta correría que aquella hospiciana no se reuniera con ellos en la Villa Ardley de Escocia.
—Tienes razón Elisa —Anthony se dejó guiar por ella y bailó ignorando todo a su alrededor o al menos eso aparentaba, porque por dentro se encontraba hecho una furia al ver como Candy y Terry continuaban sonriendo.
—¿Y como fue que conseguiste que la hermana Grey te suspendiera el castigo?
—La verdad, yo no hice nada —respondió el rubio sin mirarla —la hermana Margaret dijo que la hermana Grey me suspendía el castigo y que no aplicaría el reglamento conmigo, dijo también que debía ir a mi habitación, vestirme y venir aquí tan pronto me fiera posible.
—Vaya eso si que es una gran noticia —respondió Elisa siguiendo la mirada de Anthony, y de manera inconsciente apretó la mano del joven.
—¿Estas bien?
—Si —respondió ella con una sonrisa forzada.
—Gracias —musitó él.
—¿Por que?
—Por evitar que hiciera un escándalo frente a todos.
—¡Ah eso! —Elisa sonrió —sabes lo mucho que te quiero Anthony y que haría cualquier cosa por ti
—Elisa yo....
—Ya sé —lo interrumpió ella —lo has dicho muchas veces, pero con todo y eso yo no pierdo la esperanza de conseguir que me veas de otro modo.
—Has cambiado mucho estas ultimas semanas Elisa, eres tan diferente a la joven malcriada de antaño.
—Todo lo he hecho por ti —dijo ella sonriendo al saber que Anthony creía en su fingido cambio.
El poco auto control de Anthony se fue a la basura al ver como Candy salía junto a Terry. Por mas que Elisa trató de evitar que saliera tras ellos no pudo conseguirlo.
—Archie, ve afuera, tienes que evitar que Anthony pelee con Terrence.
—De que hablas Elisa, Anthony está castigado en el cuarto de meditación —Dijo Archie sin dejar de mirar a Annie.
—No, no lo está —respondió la joven pelirroja con desesperación.
—¿Que pasa Elisa por qué estas tan exaltada? —preguntó Stair acercándose en compañía de Patty.
—Se trata de Anthony
—¿Que le pasó a Anthony?
—Debemos evitar que pelee con Terrence o de lo contrario lo expulsaran del colegio —dijo Elisa apretando los labios.
—¿De que hablas? —Anthony está castigado en el cuarto de meditación
—No lo está más, pero no hay tiempo para explicaciones —dijo Elisa agarrándolo del brazo —será culpa de ustedes si Anthony es expulsado y la Tia Elroy lo sabrá.
Terry se encontraba absorto observando como Candy aspiraba el aroma de los narcisos que acababa de entregarle luego de disculparse una vez mas. Ambos se giraron al escuchar la fuerte respiración de alguien a espaldas de ellos. Sin previo aviso el,joven rubio tomó a Terry de la solapa y lo atrajo a él.
—¿Anthony que te pasa? Suelta a Terry.
—No te metas en este asunto Candy—respondió el joven rubio si apartar la mirada de Terry. —Maldito Inglés, te advertí que no te quería cerca de mi novia.
—Y me tomé muy enserio tu advertencia Brown, no me he acercado a tu novia —respondió Terry burlón enmarcando la última palabra.
—Pues no parece que lo hayas hecho, —respondió Anthony —he visto como la miras.
—Yo, —Terry fingió sorpresa —¿ de que hablas Brown?
—No te hagas el idiota conmigo Grantchester, sabes que me refiero a Candy.
—¿La señorita Pecas es tu novia? Vaya eso si que es una novedad.
—Aunque lo digas en ese tono burlón sabes que es cierto.
—Basta Anthony —intervino Candy —Tu y yo no somos novios y lo,sabes muy bien.
—¿Es por él ¿verdad?
—Terry no tiene nada que ver en esto —dijo una enfurecida Candy —tan ciego estas que no te das cuenta que con la actitud que has adoptado estas ultimas semanas lo has echado todo a perder. ¡Por Dios! —Ya no eres ni la sombra del joven noble que conocí.
—Ya la escuchaste —dijo Terry con seriedad.
—Maldito Inglés, todo esto es tu culpa —Anthony soltó un golpe al rostro de Terry, pero este, con su destreza fue capaz de esquivarlo y respondió con un golpe certero en la parte baja del estomago del joven Brown que lo hizo que se doblara de dolor.
Al ver aquella escena Stair y Archie corrieron para evitar que Anthony quien se había recuperado del golpe recibido, se le echara encima a Terry quien estaba mas que preparado con sus manos empuñadas esperando la respuesta del joven Brown.
—Eres un salvaje —dijo que Candy estaba enojada era poco, la joven estaba furiosa.
—¿Lo defenderás después que me ha golpeado frente a tus ojos?
Elisa arrugó la tela de la falda de su vestido en una clara señal de lo furiosa que estaba.
—No lo hubiera hecho si tu no hubieras lanzado el primer golpe —Candy se dio media vuelta y se marchó de aquel lugar seguida por Annie y Patty.
—Vámonos Anthony —dijo Elisa con suavidad.
—Esto no se quedará así, Grantchester. —amenazó Anthony mientras era arrastrado por Stair y Archie seguidos por Elisa.
—Claro que no, jardinerito, adquirirá un color negro que te hará lucir como una preciosa vaca pinta —respondió Terry riendo de manera burlona.
—Maldito Inglés —Anthony forcejó con sus primos para liberarse.
—Basta Anthony, no caigas en las provocaciones de ese aristócrata malcriado.
—Hazle caso al muñeco de trapo —dijo Terry entre risas —a no ser que quieras mas manchas en tu delicada piel.
Archie soltó a Anthony y comenzaba a doblar las mangas de su camisa.
—Basta Archie —le gritó Stair —no empeores más las cosas.
—Hazle caso a tu hermano el inventor muñequito de trapo, o te aseguro que terminaras como un espantapájaros —Terry lo miró de arriba a bajo y rió de manera burlona —y mira que no te falta mucho.
Stair aguanto las ganas de reír, a diferencia de Anthony y Archie, aquel chico Inglés le caía bien.
Continuará........
Nota...
Hola mis bellas chicas, antes que nada quiero ofrecer una disculpa por mi ausencia la semana pasada
Y en vista que la GF se ha extendido, seguiré aquí actualizando. En cuanto pueda y encuentre la manera les compartiré en el Foro Rosa regular los capítulos de Directo Al Corazón y La Respuesta de Candy que compartí en otra plataforma pensando que la G.F había terminado y por consiguiente no se podía seguir compartiendo nada más... si, si, ya sé estoy bien mensa jajajaja, pero que le hacemos :?:jajajaja. Realmente lo lamento , pero ahora que sé que se puede seguir compartiendo aquí me tendrán . Gracias por su comprensión