CAPITULO I
El día de mi presentación en sociedad debió ser el día más feliz de mi vida, por fin fui adoptada, pero fue todo lo contrario, Anthony sufrió un terrible accidente, cuando lo vi caer del caballo sentí que mis sueños caían con él. Sentí mucho miedo cuando me acerqué a él y no respondía, lo creí muerto, comencé a gritar sin parar, mis gritos resonaron por todo el lugar y no fue difícil que los demás me escucharan.
¡¡¡Esta muerto!!! ¡¡¡Anthony está muerto!!!… repetía una y otra vez, mientras mi rostro se bañaba en lágrimas, uno de los miembros de los Ardlay se acercó para tomarle el pulso.
__ “No está muerto”, su pulso está muy débil pero no está muerto.
Los Leagan no tardarán en soltar su veneno, Eliza fue la primera.
__ ¡Es tu culpa Candice! __
Y Neil continuó…
__ “Si no se hubieran separado del grupo esto jamás hubiera pasado, pero está huérfana quiso alejarlo de todos, una señorita decente no hace eso, apartarse del grupo para estar a solas con un chico”
La tía abuela Elroy estaba muy asustada, se desmayó al ver a Anthony tendido en el pasto, después cuando recupero la conciencia su mirada se ensombreció y descargo su ira hacia mía.
_ ¡Candice lo que ha dicho Neil es verdad!, “no es propio de una señorita andar a solas con un muchacho”, bien sabía que nada bueno se podía esperar de esto_ Me reprendió sin importar que no estábamos solas, todos los ojos que me observaban lo hacían con un reproche mudo, como culpando a la intrusa que no partencia a ese mundo al que alguna vez soñó que entraría.
Anthony fue llevado a la mansión y los mejores médicos fueron traídos a Lakewood para atenderlo, fue lo único que supe antes de que me impusieran mi castigo.
No sabía nada de Anthony lo único que sabía era que estaba vivo. Fui confinada a una habitación y no se me permitía salir, la tía abuela estaba muy molesta conmigo, me prohibió estrictamente acercarme a Anthony, ni siquiera podía hablar con Archie y Stear, solo una mucama entraba a dejar mis alimentos, era una prisionera en una jaula de oro.
Casi un mes paso desde aquella horrible presentación y mi castigo por fin había terminado, supe por George que Stear y Archie se habían ido a estudiar a un colegio en Inglaterra. Anthony fue trasladado a Escocía en lo que se recuperaba del todo, y después ingresaría al mismo colegio que los Cornwell.
¿Que pasara conmigo? – Cuestioné a George _ ¿Me regresarán al hogar de Pony?
__No señorita, el señor William ha solicitado su ingreso al Colegio San Pablo, al igual que a los otros jóvenes de la familia.
Me sentí eufórica, estaría con mis tres paladines otra vez y eso me hacía inmensamente feliz, poder ver a Anthony de nuevo y abrazarlo. En el transatlántico que viaje pase las fiestas decembrinas, la noche de fin de año al salir a la cubierta a tomar un poco de aire, me pareció ver a “Anthony” me acerqué hacia él cómo atraída por un imán, pero me decepcione al darme cuenta que no era él.
Quise alejarme cuando vi que el chico con el que confundí a Anthony estaba llorando, pero fue demasiado tarde, él me vio, me disculpé no era correcto estar husmeando, pero el insolente comenzó a burlarse de mis pecas y mi nariz, ¿Cómo pude confundirlos? cuando está claro que este chico no tiene ni una pizca del carácter gentil que tiene Anthony.
A pesar que debí considerar ese encuentro desagradable, no lo fue, el chico del barco era muy apuesto y no podía borrar su imagen de mi cabeza, Archie y Stear fueron a recibirme, pero no Anthony, creí que lo vería después, al llegar al colegio en compañía de mis dos paladines me sentí un poco triste esperaba verlo, pero él aún no había ingresado.
Ingreso quince días después de mi llegada, ansiaba hablar con él, pero antes de poder hacerlo Eliza se acercó a mí y me amenazó diciéndome que ni se me ocurriera hablarle a Anthony.
__ ¿Así que la huérfana si acepto venir a Inglaterra?, después de lo que hiciste, te advierto huérfana que ni se te ocurra acercarte a Anthony, ya le has hecho mucho daño, ¡aléjate de él!, ahora todo es diferente él se ha dado cuenta de la gentuza que eres y que no le conviene tu amistad.
Sus palabras me tomaron por sorpresa, no pude decirle nada, mis pensamientos regresaron a ese horrible accidente y me eché a correr para llorar en donde no pudieran verme. No sé cuánto tiempo corrí ni en qué dirección, llegue a un lugar muy parecido a la colina de Pony, caí de rodillas y deje salir todo el llanto reprimido, repetía una y otra vez que no tenía la culpa, que fue un accidente. Mis sollozos eran incontrolables.
Cuando me calme contemple el lugar, aunque mis ojos estaban nublados todavía por las lágrimas, eso no evito que viera el hermoso paisaje que tenía delante de mí; me sentí aliviada, por un momento me sentí en “casa” como si estuviera en el hogar de Pony, regrese a mis clases prometiendo que ese sería mi lugar secreto para desahogarme o simplemente para encontrar paz.
El primer día conocí a una chica llamada “Paty”, al principio estaba renuente a entablar una amistad conmigo, estaba influenciada por Eliza, pero después nos hicimos buenas amigas.
Paso una semana y no pude ver a mis paladines, al llegar el domingo estaba emocionada, era el único día que podía compartir con los chicos y está vez nadie podía evitar mi encuentro con Anthony, ya que el ingresaría el sábado.
Me desperté temprano para llegar a tiempo a misa, esta vez todo sería perfecto, no como el vergonzoso día que lleve el uniforme equivocado y que por cierto vi de nuevo al apuesto chico del barco que resultó ser todo un engreído y aristócrata, hijo de un duque al que todos le huían como si tuviera una enfermedad contagiosa, pero era él mismo quien impedía que alguien se le acercara al ser siempre tan petulante y rebelde todos le temían, a pesar de ser buen mozo las chicas solo suspiraban pero nadie se atrevía acercarse, me observo ese día en misa con una frialdad que helo mi sangre.
Pero él no importaba sólo Anthony…
Cuando por fin lo vi entrar acompañado de Stear y Archie, mi corazón saltó de felicidad, le saludé con mi mano, pero solo los Cornwell correspondieron a mi saludo, tal vez Anthony no me vio, solo quería que terminara la misa, para hablar con él. Al terminar la misa, salí a toda prisa para encontrarme con ellos.
__¡¡¡Anthony!!! __ Lo abrace muy fuerte, él retrocedió. __Perdón creo que me emocioné mucho, ¿te hice daño? __ Me miraba confundido, eso me asustó un poco.
¿Anthony qué pasa?
__Disculpe señorita, creo que me ha confundido con alguien más…
__ ¡Anthony, soy yo! … ¡soy Candy! __Archie y Stear se acercaron…
__Candy hay algo que no te hemos dicho.
__¡¡Anthony!!__ Eliza llegó y lo tomó de la mano, él le sonrió y la saludó con mucha “alegría “
__ ¡Eliza que gusto verte!…
Eso me dolió, era tan indiferente conmigo qué no comprendía nada, Eliza se fue con él y él no opuso resistencia, me quede con una opresión en mi pecho y entonces la voz de Stear me regreso a la realidad.
__Candy, Anthony no puede recordarte … el accidente le provocó pérdida de memoria, algunas partes de su vida han sido borradas, es como si hubiera regresado dos años atrás, el doctor dijo que poco a poco sus recuerdos irán llegando, hay que tenerle paciencia Candy, él te recordara.
__ Pero… ¿cómo es posible?
__Fue un golpe muy fuerte el que recibió, es un milagro que solo haya perdido la memoria y que… esté vivo__ menciono Archie observando a Anthony alejarse con Eliza.
Sentí como si me hubieran echado un balde de agua fría, no lo pude soportar y nuevamente salí corriendo a mi refugio. Llegue y me tire sobre el pasto a llorar como nunca, esta vez mi corazón estaba roto, ver a Anthony de la mano de Eliza era demasiado para mi.
“ANTHONY… NO PUEDO CREER QUE TE HAYAS OLVIDADO DE MI… YO… YO TE AMO” __Grité con todas mis fuerzas, caí de rodillas y mi cuerpo se sacudía por el llanto, una voz hizo detener mi agonía__
__ “Pero que pecosa tan escandalosa eres” …
Continuara…
Créditos de la imagen a Lolita Grandchester