“¡Hola amigas! les quiero agradecer por haberse tomado el tiempo de leer este minific creado para esta GF, es la primera vez que participo y lo hago con mucha emoción, me encanta el romance y a veces me gusta darles un toque cómico a mis historias, espero que esta haya sido de su agrado, “no soy escritora solo una fan enamorada de estos bellos personajes”. Sin más preámbulos les dejo con el capítulo final, agradezco infinitamente a Felicity Grandchester por invitarme a participar en este talentoso equipo. ¡Gracias por su apoyo!
__ “No quiero separarme de ti Candy”, mañana partiremos América, pero después estaremos separados por algún tiempo, me volveré loco sin ti.
__ No digas eso Terry… todo va estar bien__ cuando termine de hablar estaba llorando, él tenía razón, yo tampoco quería separarme de él.
Nos abrazamos con ganas de no separarnos jamás, después él comenzó a besarme, nuestras lagrimas se mezclaban mientras devorábamos nuestros labios, sus manos recorrían mi cuerpo por encima de mi camisón, yo le acariciaba su espalda, enredaba mis dedos entre sus cabellos, queríamos que esa noche fuera eterna, estábamos en la cama con nuestras respiraciones agitadas, y nuestros cuerpos reconociéndose, sentí la dureza de su masculinidad presionando mi vientre bajo, “una señorita debe guardar su virtud para el matrimonio” esa había sido la lección de la última clase que dio la hermana Margaret, pero en este momento ya no me importaba si la perdía o no, la dulzura de cada palabra que me susurraba al oído hacían que se me erizara toda la piel, su besos cálidos bajaban hasta mi cuello, sentí un enorme vacío cuando se alejó de mí.
__ “Mi bella pecosa… quisiera unirme a ti y ser uno mismo, pero no quiero que te arrepientas después, sobre todo ahora que estaremos separados”
__ ¿Quieres decir que esto puede ser la despedida, el fin de lo nuestro?
__ ¡No, eso jamás! te buscare no te dejare, pero quiero que el día que te entregues a mí estés consciente de lo que haces, no quiero que sea una despedida.
__ ¡Terry yo jamás podría arrepentirme de lo que hagamos!
__ Yo tampoco mi amor… pasará te lo prometo, pero no aquí, no en estas circunstancias, cuando suceda quiero que sea algo especial.
__ Está bien, pero al menos… ¿Puedes quedarte conmigo un rato más? Solo quiero estar contigo esta noche_ entendía perfectamente su temor, Terry siempre será el caballero que tantas veces se ha rehusado aceptar que es.
__ Candy… yo no sé si pueda…
__ “Por favor”
Esa noche me quede con Candy hasta que se quedó dormida, ella no dejaba de llorar y por más que quería tranquilizarla siempre tenía una respuesta que aguijoneaba mi corazón, pero estaba equivocada si creía que estando separados me olvidaría de ella.
**Viajaron juntos aquel 1 de junio de 1914, al llegar fueron a visitar el hogar de Pony, no sabían lo que les depararía el destino como se moverían sus hilos de ahora en adelante, solo sabían que mientras estuvieran vivos había esperanzas para construir un futuro juntos, entre besos y promesas se despidieron, él se fue a Nueva York y ella se estableció en Chicago, le pedio al Sr. William su consentimiento para estudiar enfermería, la tía abuela dio el grito en el cielo pero el Tío abuelo accedió, Anthony, Stear y Archie se quedaron en la residencia de los Ardlay en Chicago, Candy prefirió independizarse, era incómodo y doloroso estar junto a Anthony cuando él apenas recordaba su nombre, Eliza le había dicho tantas cosas malas de ella, y él las creyó, ya no sentía nada por él solo un afecto fraternal, su corazón ahora le pertenecía a Terry**
Terry y yo intercambiamos cartas todo ese tiempo, él había viajado a Chicago una vez por mes con su madre, Eleonor era una persona encantadora y estaba feliz con nuestra relación, él estudiaba en un colegio en Nueva York, fue lo único que le pidió el duque que continuara con su formación académica.
**En agosto de 1914 Anthony terminó con Eliza, casi un año después él inicio una relación con Clarissa, Eliza cayó en depresión sus padres se mudaron a Florida para que ella se recuperara**
Habían pasado dos años desde que llegamos América, en su última visita Terry me dio una gran noticia que me hizo muy feliz.
__ Candy ¿recuerdas que te había mencionado mi gusto por la actuación?
__ Si, y te dije que lo haces muy bien __ La primera vez que supe de su gusto por la actuación fue en escocia, él estaba leyendo la obra de Romeo y Julieta, posteriormente en la colina siempre me recitaba fragmentos de la obra y me hacía leer la parte que correspondía a Julieta o si era alguna otra obra siempre me hacia participe.
__ ¡Gracias pecosa!, hice una audición sin ayuda de mi madre y ahora ¡estoy en la obra!
_ ¡Eso es maravilloso Terry! ¡muchas felicidades, sé que serás el mejor actor! _ Ahora él cumpliría sus sueños.
**El tiempo no cesaba y la relación de Candy y Terry se fue haciendo más fuerte cada día, ahora él tenia dieciocho años y ella diecisiete, lo había visitado un par de veces en ese tiempo, lo había visto actuar en el teatro, una de las actrices Susana Marlow sentía atracción por su novio y no era raro, no era la única pero si la que más lo demostraba, cuando la veía no ocultaba su molestia, en uno de los ensayos de la obra Romeo y Julieta ocurrió una verdadera tragedia, las luminarias cayeron y Susana tuvo la mala fortuna de quedar atrapada debajo de ellas, fue terrible…murió instantáneamente, ese día Terry había pasado al correo para enviar una carta, llego tarde al ensayo debido a un contratiempo que hubo en las oficinas del correo, minutos que le salvaron de ese accidente, quien sabe que hubiera pasado si no se hubiera retrasado, las horas, y los días pasaban a gran velocidad, sin darse cuenta el fin de otro año llegaba**
*Narrado por Candy**
En la navidad de 1916 Anthony se acercó a mi…
__ “Candy … ¿cómo estás?”
Mi corazón se encogió, aunque ahora estaba enamorada de Terry hablar con Anthony aún me causaba nostalgia, el saber que fuimos tan unidos y ahora él no recordaba nada, era algo triste.
__ ¡Hola Anthony, muy bien Gracias! ¿y tú cómo has estado?
__ Perfectamente bien, “mi dulce Candy” __dijo mirándome con cautela.
Mis ojos se llenaron de lágrimas__ ¡Anthony… ¿acaso me has recodado?!
__ “Cada segundo qué pasamos juntos, lo recuerdo todo”
Las lágrimas caían por sus mejillas, la expresión desolada de su rostro decía más que mil palabras. Mi corazón se inundó al principio de tristeza y después de felicidad, nos abrazamos fuertemente y lloramos juntos.
__ ¡¡Perdón… perdóname por haberme olvidado de ti!!, por haber creído en las mentiras de Eliza, por permitir que me apartara de ti es algo que nunca me voy a perdonar, pero sé que tu corazón no guarda rencor mi dulce Candy.
__ ¡No hay nada que perdonar Anthony! estás vivo, eso es lo importante ahora eres feliz con Clarissa y yo… con Terry.
__ “Lo sé Candy”, pero lo que vivimos…
__ ¡Fue algo hermoso Anthony!, “que guardaremos en nuestras memorias y nuestros corazones para siempre”, eres uno de mis paladines ¿lo recuerdas?
__ “Yo…te quiero Candy” … de una manera diferente, como amiga, mis sentimientos cambiaron, cuando estoy Clarissa yo …
__ “Lo sé” … a mí me pasa lo mismo con Terry… __ Tome sus manos, y agregue para que se diera cuenta que todo estaba perdonado__ “es momento de escribir nuevas aventuras”, seguir nuestros caminos a lado de otras personas, con el verdadero amor de nuestras vidas.
__ ¡Gracias Candy!, por perdonar mi comportamiento tan frio hacia ti, por tener un corazón tan noble, sé que lo que sentimos fue algo real muy hermoso y que yo te perdí, el destino nos hizo una mala jugada, aunque ame a otra persona mi corazón siempre dolerá por haberte perdido mi dulce ninfa, pero tienes razón no puedo quedarme en esta página sin darle la vuelta, ambos hemos comenzado a escribir otra historia donde los protagonistas nos esperan ahora mismo allá adentro, sonríe siempre Candy esas lagrimas no te sientan bien.
**Narrado por Anthony**
Como decirle que cuando mis recuerdos volvieron mi corazón volvió a latir solo por ella, que cuando veo a la mujer que me besa quisiera que fuera ella, pero no tengo derecho a reclamar nada, ojala se hubieran borrado las malditas mentiras que Eliza sembró en mi mente, sin embargo recuerdo cada una de ellas y como fui indiferente con ese ángel, no, yo no tengo derecho hacerla sufrir cuando ya ha encontrado la felicidad con otro, seria egoísta de mi parte se cuánto ha sufrido, como reclamarle a Grandchester algo que ya no me pertenece, que yo me encargue de entregarle en bandeja de plata, Candy siempre será esa herida que sangrara en mi corazón pero que jamás me atreveré a curar porque merezco este dolor por el daño que le cause, por sus lágrimas derramadas por mí, merezco verla feliz del brazo de otro mientras el corazón se me rompe en pedazos, siempre creí que él era un patán, pero ha podido sanar sus heridas matando y borrando las huellas del amor que una vez tuvo por mí. Mis instintos me gritan que corra tras ella y la aprisione entre mis brazos para no dejarla ir jamás, pero mi conciencia me dicta que mi oportunidad ya paso, y mi corazón solo puede llorar en silencio la pérdida del verdadero amor, mis puños se cierran y mis uñas se clavan en la palma de mi mano hasta hacerme daño cada vez que la veo sonreírle, no sé si esto algún día pasara…
__ ¡Anthony!, te estamos esperando ¿Qué te pasa?
__ “Clarissa”, no pasa nada, solo recordaba… algunos momentos de mi niñez …
~~~~~~****~~~~~~
Hablar de nuevo con Anthony me hizo muy feliz, aunque ambos comprendimos que el amor que sentimos algún día ha quedado atrás, si ese accidente no hubiera ocurrido no sé si nuestros sentimientos hubieran madurado… pero algo en mi corazón me dice que de igual manera me hubiera enamorado de Terry. Tal vez lo hubiera hecho sufrir, tal vez me odiara, es algo que nunca sabré... Terrence había llegado con Eleonor, mi felicidad no podía ser más grande recuperé a mi amigo Anthony y pasaría las fiestas con mi novio y su madre.
El día de navidad estuvimos en Lakewook, él tío abuelo se presentó en la cena y nuestra sorpresa fue mayúscula cuando vimos que era nuestro buen amigo “Albert”. Aunque Archie no era amigo de Terry, ese día se limitó a saludarlo y fue cortes con él, Annie, Paty y Stear fueron encantadores, mis queridos amigos ahora eran novios.
Las giras del teatro comenzaron en enero de 1917, duraron seis meses, al terminar Terry viajo a Chicago, me sorprendió encontrarlo en la puerta de mi departamento con un ramo de flores.
__ ¡Te extrañe pecosa!
__ Y yo a ti mi amor, ¡¡no puedo creer que estés aquí!! __ Lo invite a pasar, me platico todo acerca de la gira, todas sus emociones lo mucho que me extraño.
Después nos quedamos en silencio, él se acercó para besar mis labios, no fuimos consiente de nada, lo único que apreciábamos era la calidez de nuestros cuerpos acariciándose libre de las prendas que nos cubrían, una pequeña luz llego a mi conciencia, estaba debajo de él y no quise hacerle caso a esa voz que recriminaba nuestro proceder, me entregue a él esa noche y no me arrepiento, era algo que deseábamos desde años atrás, caricias viejas que salían después de tanto tiempo guardadas, besos ardientes que despertaban el fuego que había en mi interior, el dulce sudor que emanaban nuestros cuerpos al tocarse una y otra vez, la suavidad con la que se fundía en mi femineidad con el leve movimiento de sus caderas para no lastimarme cuando entro en lo más profundo de mi cuerpo llevándose mi virtud, y el cosquilleo que sentía cuando su lengua se deslizaba desde mi cuello hasta mis botones rosados y erguidos, no lo cambiaría por nada en el mundo.
__ “Este es nuestro pacto de amor pecosa, ahora eres mía y siempre será así”
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El cálido viento de agosto se sentía aquel día en el hogar de pony, a donde decidimos viajar después de nuestra entrega, Terry me sugirió visitar el que siempre seria mi hogar, afortunadamente el doctor Lenard me autorizo los días solicitados.
El padre árbol era nuestro refugio y único testigo de nuestras muestras de cariño, estuvimos en la colina contemplando el movimiento del pasto provocado por la brisa, sentada en su regazo no podía ser más feliz después haberme entregado a él una vez más.
__ “Pecosa en tu segunda colina del colegio San pablo te conocí, ahí me enamoré de ti, ahí me hiciste feliz al aceptarme como tu novio, aquí en tu verdadera colina te has entregado a mí, aquí he besado cada centímetro de tu piel, aquí me has hecho llegar al cielo y conocer las estrellas, y es aquí que quiero pedirte que seas mi esposa, ¡cásate conmigo Candy!”
**Se puso de pie, saco la pequeña caja que contenía la sortija que había comprado para ella, un solitario con un pequeño diamante que no se comparaba con el brillo de su mirada**
__ ¿Aceptas casarte conmigo pecosa?
__ ¡¡Si Terry, si acepto casarme contigo!!
__ No tienes idea de lo feliz que me haces, nos casaremos pronto ya no quiero estar lejos de ti, te amo pecosa, me perteneces y así será para toda la vida.
**Se casaron dos meses después, aunque el duque estaba molesto nada pudo hacer al recordar su propia experiencia decidió no entrometerse, esas primeras noches de pasión rindieron fruto y ahora esperaban a su primer hijo, Eleonor como siempre les brindó su apoyo incondicional, la tía abuela enfureció porque Candy había mancillado el apellido, pero Albert apoyó su decisión de que se casaran, sin cuestionar lo evidente**
**Candy**
“La vida nos hace tocar fondo, solo para entender que la felicidad siempre llega después”. Mi infancia fue muy difícil, pero esta etapa con Terry es maravillosa, la vida nos está recompensando por tanto sufrimiento, la infancia de él fue igual o peor que la mía solo que él estaba rodeado de los fríos lujos y yo del caluroso amor en un hogar donde no tuve un padre, pero fui bendecida con dos madres y muchos hermanos.
Ahora solo puedo dar gracias a Dios por permitirme llegar ese día que mi corazón estaba hecho pedazos, a ese hermoso lugar y encontrarlo a él “En la colina”.
Créditos de la imagen a Lolita Grandchester.