CAPITULO II: INCERTIDUMBRE
Me levanté muy rápido y comencé a buscar a la persona que emitía aquella voz, observé a mi alrededor sin éxito, escuché una carcajada y comencé asustarme, lo vi descender de la rama de un árbol, era el mismo chico que se burló de mí en el barco.
__ ¿Puedes dejar de hacer tanto ruido? Has estado perturbando mi espacio por varios días con tus berrinches, pero hoy sobrepasaste el límite. ¿Anthony? ¿A caso te refieres al delicado chico rubio que ingreso hace unos días al colegio?... Si es así, déjame decirte que no vale la pena, creo que no merece tus lágrimas__ me dijo mientras tomaba mi barbilla para mirarme bien__
__ “Aunque pensándolo bien” … creo que entiendo al tal Anthony, seguro te cambio porque tienes muchas pecas y esa naricita tan pequeña.
Sentí que mi cara ardía del enfado__ ¡Como te atreves! … ¡mocoso insolente!
__Ja ja ja, ¡mucho mejor! te ves mejor enfada que con la cara triste, tus pecas se ven muy graciosas cuando te enfadas. Creo que ya nos presentamos el día que estabas con tu amigo Leagan y compañía.
__Aunque me molesto su actitud altanera, me mostré amable, ya habíamos tenido una discusión en el barco y sinceramente no tenía ánimos de pelear con nadie, además él me ayudo cuando Neal me tendió una trampa y me ataco con sus amigos__
__ Mi nombre es “Candice White Ardlay” mis amigos me llaman Candy, por si acaso lo habías olvidado __ le extendí la mano y él la tomo, nos quedamos platicando en aquella Colina, al despedirme de Terry me sentí muy bien, su compañía me alejo un poco mi tristeza, tal vez podríamos ser buenos amigos.
La chica pecosa llevaba días lloriqueando por todo lo que le sucedía, algunas veces no le prestaba atención, pero hoy al escucharla mencionar a ese Anthony no lo soporte, realmente no vale la pena llorar por nadie y menos por esas tonterías del amor, ella y yo no somos tan diferentes, ella es huérfana y yo aunque tengo padres estoy solo como si ellos no existieran, a veces es mejor ser huérfano y desconocer el rosto de las personas a las que no les interesaste, a conocer los rostros de los que te hacen daño día a día con su indiferencia y te hacen odiarlos, y a la vez te hacen odiar tu propia existencia
Al regresar a mi habitación la tristeza me invadió nuevamente, vi parpadear la luz de la habitación de Stear y Archie, tome una soga y atravesé el bosque, cuando llegue solo estaban ellos dos, me decepcione al no ver a Anthony, pero aun así la pase bien con los chicos.
Se me hizo una costumbre ir a la segunda colina con Terry después de terminar las clases, él no era tan malo como todos creían, se mostraba rudo y hasta prepotente con todo el mundo, pero solo era su caparazón para que nadie lo lastimara.
__ ¿Así que además de ser una pecosa, también eres tarzán?
__ ¿Qué?
__ Desde mi habitación observe en la oscuridad de la noche a una mona con pecas que saltaba en una liana entre los árboles. Creo que te llamare ¿mona pecas? o ¿tarzán pecosa?, si, desde ahora te llamare tarzán pecosa.
No podía creer que Terry me hubiera visto cuando fui a la habitación de los chicos.
__ Espero que algún día me visites a mí también pecosa, mi habitación puede parecerte más interesante que la de esos estirados Cornwell
__ Terry ellos son mis primos y tú… tú… eres…
__ “Un hombre, pecosa”, un hombre que te puede enseñar algunas cosas si así lo deseas __ deslicé mis ojos por su cuerpo y ella se cubrió de color carmín, solté una carcajada para aligerar el momento.
El día que Annie llego al colegio, ella prefirió sentarse con Eliza antes que conmigo, me sentí muy triste porque ella me evitaba, pero al pasar los días se acercó a mí y recuperamos nuestra amistad. Annie tenía sentimientos por Archie.
El domingo llego y nuevamente fuimos a misa, esta vez ya no me dolió ver a Eliza del brazo de Anthony, al salir Terry me saludo y todos me observaban admirados por el gesto que el arrogante Grandchester me dirigió.
__ ¡Vaya, vaya! “Dios los cría y el diablo los junta” __ escuché decir a Eliza, pero no le di importancia, Terry no la escucho, se fue a la colina habíamos quedado en hacer un picnic ese día, discretamente fui tras él.
__ ¿Por qué tardaste tanto pecosa? Pensé que ya no vendrías.
__ ¡No exageres Terry!, solo me retrase diez minutos, ¿Dónde conseguiste todo esto? Se ve realmente delicioso.
__ Cuando uno es tan importante como mi padre, las personas suelen hacer hasta lo imposible para complacerte, eso y el poder que ejerce el dinero en las personas, pero olvidemos como llego y disfrutemos lo que hay. Mejor dime ¿ya olvidaste a tu ex- novio, el jardinero?, escuche que le gusta trabajar de jardinero…
__ ¡¡NO LE LLAMES ASÍ!! _Escuchar que se burlaba de Anthony hizo que me enfadara, cuando fui consiente que estaba gritando, me avergoncé y baje la voz, después de todo Terry solo estaba jugando __ No le llames así… él hace un trabajo extraordinario con los rosedales, pero su nombre es Anthony, no debes llamarle de otro modo.
Él emitió un silbido, y dijo de manera sarcástica__ “Me disculpo por ofender a su majestad” veo que le sigues queriendo, pero lamento ser el portador de tan terrible noticia, él solo tiene ojos para esa chica, ¿cómo se llama…? Ah sí “Eliza”.
Mis ojos se llenaron de lágrimas y antes de que él pudiera darse cuenta me puse de pie y quise correr, pero fue más rápido que yo y me tomo de la mano.
__ “Pecosa” … Candy, no quise…no pensé que te afectaría tanto, me disculpo, por favor siéntate y olvidemos este mal momento, por favor__ jamás le suplico a nadie, pero Candy es diferente, afortunadamente ella sonrió y se quedó conmigo__
Terry tenía razón, aunque me dolía reconocerlo Anthony no me miraba, y parecía sentir algo por Eliza, después del amargo momento, comimos, reímos y pasamos una excelente tarde, fue un día increíble, no sé porque todos lo observan como si fuera él peor chico del mundo, él es una persona muy bella, pero no deja que nadie lo sepa, solo es su apariencia para que lo respeten y se mantengan apartado de él y así evitar ser lastimado.
No había una sola tarde en que no me encontrara con Terry en la colina.
Paso un mes y Anthony seguía sin recordarme, era amable y cortes conmigo, pero Eliza no dejaba que fuera más allá y él tampoco hacía el menor intento por acercarse a mí.
En cambio, Terry hacía todo para que la pasáramos bien, aunque a veces discutíamos por cosas que me desagradaban como su hábito de fumar, el cual poco a poco despareció cuando le regale una armónica, era increíble pasar el tiempo con él, siempre me escuchaba y tenía algo que decir para hacerme reír cuando estaba triste, el quinto domingo de cada mes, nos quedábamos en la colina para hacer picnic, durante los otros días a veces nos escapamos del colegio para dar un paseo por el zoológico, él había conocido a Albert, el día que por error se equivocó de habitación y entro a la mía, “estaba ebrio”…
¿Quién anda ahí?
¿Qué?... ¿pecosa? … ¡rayos! Él se equivocó de habitación… déjame descansar un rato y después te prometo que me iré…
¿Terry estas… estas ebrio y también herido? Déjame revisar…
Cuando me acerque a revisar su herida, fijo sus ojos en mi…
¿Te han dicho que eres muy bonita? Pareces… “un ángel”
Cuando levante mi ojos para ver si se estaba burlando de mí, él solo tomo mi rostro y me beso, el sabor a whisky ya no me parecía desagradable, después de un breve momento mis labios siguieron el ritmo de los de él, cerré mis ojos disfrutando ese acto pecaminoso, cuando por fin soltó mis labios, suspire _ Terry … estas borracho y esto no debió pasar… “oh Dios si alguien se entera”, si la hermana Margaret lo supiera , morirá de vergüenza… ¡oh esto está mal!, no puede volver a pasar, no le dirás a nadie Terry…Terry.
La suave respiración me indico que está durmiendo, salí a buscar las medicinas para curar su herida y cuando regrese se había ido, no pude dormir pensando en lo que había pasado, nos llevábamos bien después de convivir todas las tardes en la colina, si hubiese estado en sus cinco sentidos lo hubiera abofeteado, Terry mocoso insolente, pero si lo hacía en su estado podía provocar un alboroto si él se enfadaba y comenzaba a gritar, pero mañana me va a oír, si, mañana le dejare la mejilla tan roja que me pedirá perdón de rodillas.
Al día siguiente Terry no fue a la colina, pasaron dos días para que él apareciera de nuevo…
__ Vaya al fin vienes, creí que ya te habías olvidado de este lugar.
__ Pecosa… mi herida dolía mucho, parece como si me hubieran castigado encerrándome en mi habitación, pero ya no duele tanto.
__ Lo que hiciste estuvo mal Terry, pudieron haberte herido de gravedad, pudiste haber muerto, ¿Por qué lo haces? ¿Por qué te embriagas?
__ “No te han enseñado a que no debes meterte en asuntos que no te conciernen” … pero acepto que hay algo de razón en tus palabras, esta vez estaba en desventaja con los que reñí.
__ Terry ¿no recuerdas algo más de esa noche? _ le cuestione con cautela, sin poder evitar que mis mejillas se calentaran cuando lo miraba.
__ ¿Paso algo más? Humm… veamos, recuerdo que llegue a un bar, al salir unos tipos me atacaron, un buen hombre me auxilio y me llevo por error a tu habitación, después… me quede dormido, cuando desperté no estabas, no quise que tuvieras problemas por mi culpa y por eso me fui sin esperarte.
No recordaba nada de lo sucedido esa noche o por lo menos eso me hizo creer, no mencione nada, solo lo reprendí por su comportamiento para que no volviera hacerlo, pero en mi cabeza no dejaba de preguntarme que tan cierto era lo que me había dicho esa noche o solo fue el efecto del whisky, ¿de verdad me consideraba bonita? ¿Por qué de pronto me interesaba que lo que había dicho fuera cierto?, ¿porque ya no me dolía tanto que Anthony no me recordara?
Continuara….
“Créditos de la imagen Lolita Grandchester”