Es el año 1725, mi caballo cabalga a todo lo que da las tierras escocesas están siendo agredidas por los ingleses, se escuchan los gritos de las personas por doquier, mientras nosotros vamos cabalgando hacia ellos, los pobladores esta corriendo al lado opuesto, sacamos nuestras Glaymore, observaba para todos lados, buscaba a mi hermosa prometida, el miedo de la gente que corría era incontrolables, miraba alrededor pobladores estaban siendo atravesados por las espadas de los Sacenach, su Clan había sido alertado hasta ese día, estaba seguro que un clan debía había estado siendo desleal a Escocia.- Nos acercábamos y con cada muerto que miraba mi sangre cada vez bullía mas de la colera e indignación; esos son unos cobardes.- Pensaba.- Si no fuera por la trampa estos Sacenach , no tendrían la menor oportunidad contra nuestro pueblo.- Saco mi espada y ataco, a un montado en mi caballo, atacaba a todo lo que daba, sacando mi espalda e introduciéndola en cada uno de mis enemigos.- A lo lejos mire a una mujer, con un vestido suelto y escotado de color blanco, mire como nos observaba, pero yo no podía desconcentrarme el ataque que estábamos dando debía ser avasallador.- No nos podíamos detener hasta que logramos acabar con cada uno de los sacenach que nos había atacado.- Gritamos emocionados por que habíamos logrado ganar la lucha.
-Miré a mi mujer que estaba cuidando de los heridos como siempre entonces pude respirar tranquilo mi bella prometida estaba sana y salva. - La observaba con su hermoso vestido que a un sudada se miraba hermosa con ese cabellara rubia rizada, esos hermosos ojos tan verdes como los prados escoces, esa hermosa boca que siempre me dan ganas de besarla cuando lo miro, me bajo de mi caballo y la abrazo, ella me besa, nuestras lenguas chocan y mantienen una lucha dentro de nuestra boca, la escucho suspirar y poco a poco volvemos a la realidad. - Mi Candy le digo, colocando mi frente junto a la suya. - Ella se desprendió de mi abrazo y siguió cuidando de los heridos. - Amor por favor recojan a los muertos y sepúltenlos, para terminar, evitar con cualquier enfermedad, yo asiento y le vuelvo a besar. - no sabes cómo añoro que seas mi esposa. - Ella me vio y entonces me dio un hilo rojo, atamos nuestras manos uniéndolas haciendo un ocho casándonos por un año un día. - Esta noche quiero ser tuya me dijo feliz, luego nos casaríamos con la bendición de un padre, le prometí. - Ella asintió feliz entonces seguimos en nuestras responsabilidades. – La noche caía y a lo lejos mire a la misma mujer que había visto anteriormente, no quitaba la mirada de nosotros y no entendía que quería, pero era algo incomodo, mi Candy me alcanzo y dijo. - No la mires es la ninfa blanca de los bosques. - Amor ellas tienen poderes y te pueden hacer daño si lo quieren o darte lo que más quieres también. - Pero amor todo tiene un precio. - Muchas veces ellas se compadecen ante el sufrimiento de nosotros los simples humanos, decía mientras me llevaba adentro del bosque. - Entonces me quite mi Kilt y lo coloque en el suelo, la besaba mientras le iba quitando cada pieza de su ropa, me despoje de mi camisa, que era lo único que me tapaba y ella me acaricio la espalda y mis firmes pectorales, besándome, así como yo lo hacía, nos entregábamos cada fibra de nuestro cuerpo, entregándonos en medio de la naturaleza que tanto amamos y cobijados bajo un magnifico cielo estrellado, le bese hasta el más íntimo rincón de su cuerpo, completamente sediento de beber su delicioso néctar, hasta saciarme de su miel, la sentí estremecer en mis brazos y me bebi hasta la ultima gota de ese jugo que era mío solamente mío, la penetre y sentí como se estremecía del dolor, me quede quieto y de repente ella empezó a mover sus caderas pidiéndome más, así que se lo doy, quería cada ves mas y mas de ella, nos entregamos a la pasión hasta entregarnos al mas placentero de los orgasmos, luego nos quedamos allí, dormidos abrazados, hasta el día siguiente después de pasar esa hermosa noche en la que nos entregamos al más bello amor.
- Se levantaron y se fueron a sumergir a las frescas aguas de un rio que pasaba justo por donde ellos se encontraban. - Candy y Albert nadaban felices, pero Candy de repente, enredo sus piernas alrededor de mis caderas, para luego besarla e iniciar a penetrarla, cuando tuvimos de nuevo un orgasmo, nos venimos, nos volvemos a vestir para ir ha encontrarnos con nuestros compañeros guerreros. - A medida nos acercamos escuchaba como sonaban las espadas al ser chocadas, entonces mire que un buen grupo de Sacenach nos esta atacando, le pido a Candy que se esconda, la veo que se va por donde venimos y respiro tranquilo, inicio a atacar y luego los volvemos a derrotar. – Gritamos contentos, pero de repente veo que un grupo de Sacenach llevan a mi mujer con un cuchillo en sus espaldas y su ropa estaba rota, la vi golpeada, entonces enfrente de nosotros, mientras me acercaba para salvarla de una segura muerte vi como otro Sacenach se acercaba por la espalda y vi como le enterraba su espada en su estómago, hasta cruzarla, yo grite desesperado los ataco con tal fiereza que mato a cada uno de ellos, pero ya era muy tarde mi mujer estaba escupiendo sangre y acariciándome la mejía, fue cerrando poco a poco sus bellos, ojos, empecé a llorar y aullé desquiciado por el dolor, de repente mire a la mujer que me nos miraba tristemente, entonces vi como hacia círculos con sus manos mientras movía su boca y un viento me envolvió, llevándose cada una de mis lagrimas e inicie a sentirme mareado, mientras un especie de huracán me envolvía, luego sentía que caía.
Continuara……..
Última edición por Carol Aragon el Mar Abr 06, 2021 12:50 pm, editado 1 vez