AMOR cómo el nuestro.
capítulo. 5
Terry le dirigió una mirada interrogativa a su madre y luego le sonrió educadamente a Susana.
—Oh. Vaya sorpresa. Aunque te agradezco el gesto, Susana. Pero ya tengo a la persona que me va ayudar. Estoy seguro de que mi madre estará encantada de tenerte a su lado. Por cierto —Dijo llevando su mano a la cintura de Candy y acercándose a ella en un gesto protector. —La señorita es Candy White, mí novia y mí ayudante.
La sonrisa de Susana quedó congelada en su rostro. Candy supo que estaba enamorada de Terry. Elynor hizo un gesto de disgusto cuando miró a Candy. Candy se dio cuenta, pero fingió no haber visto nada. No obstante se sintió ofendida, pero se negaba a sentirse inferior a estás horribles personas
—Terry, Ven conmigo, hay alguien a quien debes conocer— Elynor le hizo una señal a Esteban—, acompaña a Candy a su mesa querido. Terry estará en un momento a tu lado — fingió una sonrisa. El tono utilizado por Elynor no daba lugar a la réplica. Terry se movió molesto, Elynor tomó del brazo de Susana.
—Eso fue grosero, madre —susurró furioso.
—Es la primera vez que traes una chica a un evento familiar. ¿Quién es ella? ¿ Sabes quién es su familia?
—No voy a contestarte eso..
— Déjalo, por favor. Vas a conocer, a los mayores accionistas.
—Sé quiénes son, madre.
Esteban dejó sola a Candy en la mesa en cuanto vio a un conocido.
—¿Esto que es? —Dijo en voz alta cuando se acercó a la mesa de bocadillos
— Es un aperitivo francés —Dijo una voz a su espalda. Candy se giro y vio a un hombre bastante guapo y elegante. Pero su rostro era joven—. No nos han presentado, soy Fref, el hermanastro de Terry. Candy le regaló una deslumbrante sonrisa. Terry le había hablado poco de su hermanastro, pero por algunos de sus comentarios supo que no tenían buena relación. Se giro buscando a Terry. Una ola de celos la inundó al ver a Terry sonriéndole a Susana y frunció el ceño al ver cómo ponía la mano en la espalda de la chica, se acercó para escucharla decirle algo. Fred siguió su mirada y un gesto burlón apareció en su semblante.
—Te puedo acompañar — A Candy le gustó que no la miró de arriba abajo, como las demás personas que Terry le había presentado. —Ven, te llevaré a la terraza es cubierta y agradable, sígueme. El hombre tomó dos copas de champaña. Fred estudió con la mirada a Candy, era hermosa, muy hermosa. Lo había hecho desde que entró con Terry al salón. Se consideraba experto en mujeres, y había tenido algunas muy hermosas; a Candy, no obstante, no lograba encajarla en ninguna de las categorías que conocía. Todas las mujeres, en su opinión, jugaban algún jueguito, pero Candy aún no había revelado el suyo. Era cuestión de tiempo el que lo hiciera. Ver la mirada de adoración del bastardo de Terry fue suficiente e hizo que quisiera darle dónde más le dolía.
Candy vio bailando a Terry con Susana, le molesto, no era celosa, pero algo en los gestos de la chica y la manera en que lo miraba le había despertado ese sentimiento horrible. Tuvo el fuerte impulso de acercarse y separarlos. Terry miraba para todos lados, seguro buscándola. Fred no perdía ninguno de los gestos de Candy, sonrió cuando vio lo que estaba molestando a la preciosa mujer de ojos verdes.
—¿Bailamos?
—Claro. —Ella asintió sin duda, dejo la copa de champaña en una mesa esquinera. La melodía que se escuchaba era suave
—Cuéntame, Candy, ¿Tu familia a qué se dedica? Finanzas, publicidad, son dueños de bancos.
—Temo decepcionarte, pero fui adoptada. Giraron por la pista y quedaron a pocas parejas de Terry y Susana. Fred la miró sorprendido.
—Mil disculpas por ser tan entrometido, pero estoy seguro de que todos aquí se están haciendo las mismas preguntas. Me alegra saber que una plebeya se llevará la corona. A Candy le molestó la forma tan despectiva de dirigirse a ella, pero sonrió para que no viera el gesto de dolor en su rostro. —A esta familia le hace falta humildad.
—Creo que te estás adelantando, Terry y yo empezamos a conocernos. Dijo algo sorprendida por la insinuación " Corona". Fred hizo una mueca.
—Te guste o no, para esta gente estás siendo objeto de interés, ya sabes, por qué pronto tomara su lugar como lo que es.. —Candy lo miró con cara de no saber de qué esta hablando —. A Terry lo une un lazo con la corona.
Eso sí tomo por sorpresa a Candy, ¿por qué Terry no le había dicho nada de eso? También le molestó cómo lo hacía ver Fred.
—Me molesta esa manera de querer hacer ver a Terry. Como alguien inalcanzable, estamos en el siglo XXI, y en Estados Unidos, por Dios, libertad para todos e igualdad. Fred soltó una carcajada.
—Es algo que tienes que saber , Terry se hará cargo de la empresa, demostrará su valía y la mitad de esta gente querrá hacer alianzas con la familia. En eso hermosa, me temo que volvemos al pasado y a las relaciones convencionales, las mejores alianzas se hacen por matrimonio, así que, si no eres heredera, siento decirte que no tendrás posibilidad, por más hermosa e inteligente que seas.
—¿Qué pasa con el amor? —Ya no le parecía buena idea estar hablando con este hombre, aunque le hubiera abierto los ojos, no le daba confianza.
—No puedes ser tan ingenua, Abre los ojos, para esta gente el dinero es lo más importante. No me mires como él malvado, yo solo te estoy diciendo algo que todavía puedes prevenir.
Ver a Candy en brazos de Fred. Hizo que Terry viera todo rojo. Los pensamientos que lo invadieron, no era ninguno bueno. Detuvo el bailé enseguida con Susana, ignorando el disgusto de la joven cuando la dejo en su mesa. La había invitado a bailar forzado por su madre. No debió haberlo hecho, recordó la mirada que le dirigió Candy. ¿Por qué estaba Candy bailando con su hermanastro? El hijo de puta de Fred la miraba como si quisiera comérsela. Estaba furioso, como nunca en su jodida vida. Mientras cruzaba el espacio que los separaba esquivando a las personas que se cruzaban en su camino. Cuando vio que la mano de Fred estaba deslizando por la espalda desnuda de su chica. Quiso correr y matarlo. Él trayecto se le hizo jodidamente infinito.
—¡Te estaba buscando! —Dijo acercándose a Candy e Interrumpiendo el baile de la pareja y sin mirar a Fred, tampoco espero respuesta de ella y la tomo por la mano.
Fred reaccionó en ese momento.
—¿Que te pasa?. — Fred detuvo a Terry por el brazo Terry se soltó de manera brusca, le estaba costando contenerse.
—No vuelvas a acercarte a mi mujer —señaló con los dientes apretados. Dió media vuelta alejándose para evitar romperle la cara y dar el espectáculo en la fiesta de su madre. Llevo a Candy por una puerta fuera del salón, pasando algunas personas muy rápido. Ella lo dejó hacer para no provocar un escándalo e impostó una sonrisa para disimular con las personas con las que se encontraban, quería soltarse y largarse de ese lugar, no estaba dispuesta a que Terry decidiera a quién debía hablarle, aunque percibía la rabia de Terry, no se lo iba a permitir. Terry la llevó al segundo piso, Candy no se fijó en nada de la decoración, ni presto atención en la escalera de vidrio, ni en las pinturas colgando de las paredes, apesar de lo grandes que eran, Cruzaron por un pasillo, hasta que llegó a una puerta que Terry abrió de un tirón. Encendió una luz. Candy no miró la habitación en la que estaban, ni en las muchas más pinturas al óleo que colgaban de las paredes, ni en las cortinas oscuras que abarcaban desde el techo hasta el piso. Se observaron con rabia, con celos, con la adrenalina recorriéndoles todo el cuerpo, pero sin decirse nada.
Ella no iba a ser la primera en hablar. No le iba a mostrar lo celos que sintió al verlo sonreír y bailar con Susana.
—¿Qué hacías bailando con ese hijo de puta? soltó , Terry gritándole.
—¡Bailo con quién yo quiera! —contestó de igual manera—. Tú estabas muy acaramelado con tu amiga, no tienes derecho a reclamarme nada. Se miraron fijamente e intensamente. Él agitado y furioso. Ella celosa y dolida.
—Te lo voy a decir solo una sola vez. No quiero verte otra vez con Fred, mantente alejada de mi hermanastro. —Llevo las manos a la cabeza.
—¿Quién diablos te crees para hablarme de esa manera? Estaba bailando con la única persona que me pareció amable en esa maldita fiesta, ya que mi novio tenía que sonreír a Susana. Candy no iba a permitir que controlará a quien iba a hablarle. No iba a permitir por mucho que lo quisiera que tomara decisiones por ella. No quería que sus palabras sonaran a reclamo, no quería que supiera que estaba celosa. Terry maldijo por lo bajo y resopló.
—Ella no es nadie. —Dijo más tranquilo, pero se le notaba tenso. Ella le dio la espalda.
—Si así es como va a ser. No lo quiero.
—¿Qué? No entiendo.
— Este lugar, a esta gente. No es para mí.
—¿Qué mierda te dijo mi hermanastro?
—Lo que me dijera o no, no tiene que ver con mi decisión. Esto no tiene sentido. Terry la miró como si acabarán de bajar los extraterrestres o ella se estuviera volviendo loca. Poco a poco su semblante asustado se transformo e uno furioso, muy, muy furioso. Se acercó a ella, Candy retrocedío
—¿Vas a terminar conmigo, solo porque bailé con Susana? Perdóname… Candy negó con la cabeza antes de contestar.[/lef7t]
—No, ¿ no te das cuenta?.
—No. explicate —dijo, alejándose de nuevo.
—No es porque tú familia me vea menos que ellos, me niego siquiera a sentirme así. —Dijo y el mentón, orgullosa y desafiante—. Tú madre espera mucho de ti, vas a hacerte cargo de la empresa y estarás ocupado. tendrás que hacer contactos y complacer a padres de chicas como Susana, porque sus familias buscan negocios ventajosos con los herederos. No soy tonta, y se cómo funciona esto muy bien.
Había algo en las palabras de Candy que Terry no supo interpretar. Estaba demasiado contrito, para darse cuenta.
—Eso es mierda.
—No, no lo es, sabés que tengo razón.
—¿Desconfías de mis capacidades y piensas que necesito el dinero de otros para salir adelante? Candy parpadeó y lo miró confundida.
—¡No quise decir eso!
—Así se escuchó. —La voz de Terry era serena, pero el brillo metálico en su mirada zafiro era de rabia, furia, deseó y pasión
—Sabia lo que iba a encontrar esta noche, pero no está preparada para enterarme que tienes linaje con la corona. Ni que esa chica Susana estuviera enamorada de ti.
—¿Enamorada? —Terry se acercó a Candy con su rostro a un centímetro del de ella. Estaba celosa y eso.fue suficiente para calmar su furia. Empezó a sentirse angustiado, Tenía miedo de pronto, no quería perderla después de todo el trabajo que le costó que Candy lo aceptara en su vida.
— La única mujer que quiero enamorada es a ti! —No respondió la pregunta no dicha "corona" Se sentó el la cama sin soltarla y la sentó en su regazo cuando la tuvo donde quería, quieta y expectante, la besó y le penetró la boca con la lengua. Soltó un gemido en cuanto ella llevó las manos hacia su nuca con ansias. Terry acercó su boca a su cuello y cuando llegó a su oído le dijo.
—Estoy enamorado de ti, no tienes idea de cuánto —dijo ya sin importarle que ella tuviera el arma de acabar con él—. Estoy loco por ti, y solo te quiero a ti, maldita sea, doy todo por ti. Quiero estar contigo, despertar solo contigo. Pelear contigo. Hacerte el amor solo a ti, Hacerte reír. Quiero estar solo juntó a ti. Ella lo miró con una lágrima bajando por la piel blanca de su mejilla. Candy paso las yemas de sus dedos por sus labios, su barbilla recién afeitada, Llevo sus labios a su rostro y beso cada parte de el, antes de ir a su boca, y besarlo con hambre por él
—Quiero ser tuya completamente —dijo ella sobre sus labios que presionaron con fuerza, sus dientes mordisqueaba sin llegar a lastimar. Terry la aferró del cabello echándola hacia atrás mientras invadía su garganta con un sendero de besos y gemidos, le decía palabras que la volvían loca de pasión.
Terry recordó en donde estaban, supo que era hora de hacerla completamente suya, pero no en ese lugar.
—Vamos a mi casa.
Salieron de la mansión GrandChester, sin despedirse de nadie. Sin dejar de tocarse cada que podían, las ganas y la adrenalina no disminuyeron. por lo contrario Candy nunca había experimentado tanta anticipación, se imaginaba un montón de cosas, y todas eran en lo que Terry le haría, y lo que ella también quería hacerle. Solo esperaba que lo ocurrido antes no tuviera que ver con lo que iban hacer, aunque eso también era exitante. Pero como sería su relación. Ella temía que la familia de Terry fuera un obstáculo, de alguna manera ya lo era. Le esperaba un duro camino por recorrer si quería estar con Terry. ¿Podré soportarlo? Lo quiero y quiero estar con él.
Terry manejo más rápido de lo permitido, y en menos tiempo estuvo estacionando el automóvil. La anticipación de Candy creció.
La llevó hasta la cama, el deseo por ella le hizo entorpecer sus movimientos, le costó quitarle el vestido. Tuvo el impulso de romperlo como un cavernícola. Ella aceleró el gesto y el vestido estuvo a sus pies en un santiamén. Candy le quitó la chaqueta, le aflojó el corbatín del smoking con afán, a Terry le gustaba que tomara la iniciativa, le gustaba mucho. Le daba la seguridad de que estaba ahí con él compartiendo esa abrumadora obsesión. Que no estaba solo. La desnudó y la acarició ansioso por perderse en su cuerpo. Él llevó la mano a su sexo, ella ya estaba preparada para recibirlo. Ella estaba tan excitada como él. Una necesidad apremiante, además de la avidez y la experticia de Terry.
— No tienes ni idea de cuánto te deseo , Candy estoy muy enamorado de ti. Terry la besó con reverencia, un beso tan sentido que deseaba atravesar todas sus defensas. Quería todo con esa mujer. Quería mimarla. Quería darle todo lo que quisiera. Quería ser él que llenará su mundo y la felicidad en sus ojos, y si eso lo hacía un machista, podría vivir con ello. Había sido un camino largo para conquistarla. Ahora deseaba más que nada en el mundo que Candy lo amara. Candy era la joya más preciada, porque había sido difícil llegar a ella.
—Vamos nena entrégate a mí —dijo en cuanto se preparó para entrar en ella. La noche para ellos apenas empezaba.
Continuará.
Había dicho que esté capítulo estaría en el lado oscuro, pero será el siguiente, Si no tienen ningún problema en leer contenido sexual el siguiente capítulo estará disponible en el sitio adecuado. Pero si prefieren evitarlo. Esperemos el próximo capítulo aquí. No se perderan nada de la historia.
Saludos, y gracias por seguir esperando cada capítulo, de verdad estoy haciendo lo que puedo para no tardar. .Con cariño. Jillvalentine.x
—No, ¿ no te das cuenta?.
—No. explicate —dijo, alejándose de nuevo.
—No es porque tú familia me vea menos que ellos, me niego siquiera a sentirme así. —Dijo y el mentón, orgullosa y desafiante—. Tú madre espera mucho de ti, vas a hacerte cargo de la empresa y estarás ocupado. tendrás que hacer contactos y complacer a padres de chicas como Susana, porque sus familias buscan negocios ventajosos con los herederos. No soy tonta, y se cómo funciona esto muy bien.
Había algo en las palabras de Candy que Terry no supo interpretar. Estaba demasiado contrito, para darse cuenta.
—Eso es mierda.
—No, no lo es, sabés que tengo razón.
—¿Desconfías de mis capacidades y piensas que necesito el dinero de otros para salir adelante? Candy parpadeó y lo miró confundida.
—¡No quise decir eso!
—Así se escuchó. —La voz de Terry era serena, pero el brillo metálico en su mirada zafiro era de rabia, furia, deseó y pasión
—Sabia lo que iba a encontrar esta noche, pero no está preparada para enterarme que tienes linaje con la corona. Ni que esa chica Susana estuviera enamorada de ti.
—¿Enamorada? —Terry se acercó a Candy con su rostro a un centímetro del de ella. Estaba celosa y eso.fue suficiente para calmar su furia. Empezó a sentirse angustiado, Tenía miedo de pronto, no quería perderla después de todo el trabajo que le costó que Candy lo aceptara en su vida.
— La única mujer que quiero enamorada es a ti! —No respondió la pregunta no dicha "corona" Se sentó el la cama sin soltarla y la sentó en su regazo cuando la tuvo donde quería, quieta y expectante, la besó y le penetró la boca con la lengua. Soltó un gemido en cuanto ella llevó las manos hacia su nuca con ansias. Terry acercó su boca a su cuello y cuando llegó a su oído le dijo.
—Estoy enamorado de ti, no tienes idea de cuánto —dijo ya sin importarle que ella tuviera el arma de acabar con él—. Estoy loco por ti, y solo te quiero a ti, maldita sea, doy todo por ti. Quiero estar contigo, despertar solo contigo. Pelear contigo. Hacerte el amor solo a ti, Hacerte reír. Quiero estar solo juntó a ti. Ella lo miró con una lágrima bajando por la piel blanca de su mejilla. Candy paso las yemas de sus dedos por sus labios, su barbilla recién afeitada, Llevo sus labios a su rostro y beso cada parte de el, antes de ir a su boca, y besarlo con hambre por él
—Quiero ser tuya completamente —dijo ella sobre sus labios que presionaron con fuerza, sus dientes mordisqueaba sin llegar a lastimar. Terry la aferró del cabello echándola hacia atrás mientras invadía su garganta con un sendero de besos y gemidos, le decía palabras que la volvían loca de pasión.
Terry recordó en donde estaban, supo que era hora de hacerla completamente suya, pero no en ese lugar.
—Vamos a mi casa.
Salieron de la mansión GrandChester, sin despedirse de nadie. Sin dejar de tocarse cada que podían, las ganas y la adrenalina no disminuyeron. por lo contrario Candy nunca había experimentado tanta anticipación, se imaginaba un montón de cosas, y todas eran en lo que Terry le haría, y lo que ella también quería hacerle. Solo esperaba que lo ocurrido antes no tuviera que ver con lo que iban hacer, aunque eso también era exitante. Pero como sería su relación. Ella temía que la familia de Terry fuera un obstáculo, de alguna manera ya lo era. Le esperaba un duro camino por recorrer si quería estar con Terry. ¿Podré soportarlo? Lo quiero y quiero estar con él.
Terry manejo más rápido de lo permitido, y en menos tiempo estuvo estacionando el automóvil. La anticipación de Candy creció.
La llevó hasta la cama, el deseo por ella le hizo entorpecer sus movimientos, le costó quitarle el vestido. Tuvo el impulso de romperlo como un cavernícola. Ella aceleró el gesto y el vestido estuvo a sus pies en un santiamén. Candy le quitó la chaqueta, le aflojó el corbatín del smoking con afán, a Terry le gustaba que tomara la iniciativa, le gustaba mucho. Le daba la seguridad de que estaba ahí con él compartiendo esa abrumadora obsesión. Que no estaba solo. La desnudó y la acarició ansioso por perderse en su cuerpo. Él llevó la mano a su sexo, ella ya estaba preparada para recibirlo. Ella estaba tan excitada como él. Una necesidad apremiante, además de la avidez y la experticia de Terry.
— No tienes ni idea de cuánto te deseo , Candy estoy muy enamorado de ti. Terry la besó con reverencia, un beso tan sentido que deseaba atravesar todas sus defensas. Quería todo con esa mujer. Quería mimarla. Quería darle todo lo que quisiera. Quería ser él que llenará su mundo y la felicidad en sus ojos, y si eso lo hacía un machista, podría vivir con ello. Había sido un camino largo para conquistarla. Ahora deseaba más que nada en el mundo que Candy lo amara. Candy era la joya más preciada, porque había sido difícil llegar a ella.
—Vamos nena entrégate a mí —dijo en cuanto se preparó para entrar en ella. La noche para ellos apenas empezaba.
Continuará.
Había dicho que esté capítulo estaría en el lado oscuro, pero será el siguiente, Si no tienen ningún problema en leer contenido sexual el siguiente capítulo estará disponible en el sitio adecuado. Pero si prefieren evitarlo. Esperemos el próximo capítulo aquí. No se perderan nada de la historia.
Saludos, y gracias por seguir esperando cada capítulo, de verdad estoy haciendo lo que puedo para no tardar. .Con cariño. Jillvalentine.x