El amor es intensidad
y por esto es una distensión del tiempo:
estira los minutos y los alarga como siglos.
Octavio Paz
CAPITULO 6.
CONOCIÉNDONOS UN POCO MAS.
Mi círculo de amistades ha crecido mucho, tengo amigos de todos los grados universitarios, mis lazos de amistad con Stear y Patty se han fortalecido. Me he adaptado de maravilla a la vida estudiantil, mis compañeros siempre son muy amables y respetuosos, siempre me reciben con una sonrisa o un lindo saludo.
En cuanto a Eliza, ella me trata como si nada hubiera pasado, dice ser mi amiga, pero para mí no es así, tengo mucha desconfianza hacia su persona ya que su mejor amiga es Susana.
En cuanto a Terry, en estos días siempre busca un pretexto para estar cerca o alrededor de mí, no le importa que Anthony este cerca. Llego a mi dormitorio cansada y él me recibe con una sonrisa y un refrigerio, siempre me da la excusa de que busca a Eliza y nunca la encuentra.
Ya me ha invitado a salir un par de veces en un solo día, pero siempre me he negado. A veces me manda mensaje al celular para desearme un buen día o buenas noches y por supuesto me recuerda que el fin de semana se acerca y que me espera en su casa.
Es jueves por la noche, me encuentro realizando mis deberes de algunas clases en mi computadora, cuando suena el timbre de una video llamada, aparece la foto de mi mamita y acepto de inmediato.
─Hola mamá, ¿cómo estás?
─Bien ¿Cómo estas mi tu mi amor? ¿Cómo te ha ido?
─De maravilla mamá, súper bien.
─Que bueno mi amor, estoy muy orgullosa.
─Me estoy colocando como la primera de mis clases.
─Eso es todo mi amor. Sabía que no me ibas a defraudar. Mañana te deposito el dinero de este mes, para que no tengas apuro de nada.
─Gracias mamita.
─Candy, ¿quién es el chico que está contigo?
─ ¿Cuál chico? estoy sola.
─No mi amor está detrás de ti. ─Giro rápidamente mi cabeza y me mete un susto de muerte. Terry esta cómodamente sentado en la silla del escritorio de Eliza, detrás de mí con una gran sonrisa.
─Hola señora White, un gusto conocerla. ─Me toco el pecho con una mano y le lanzo una mirada de enfado. Me giro nuevamente y me enfoco en la imagen frente a mí, le doy una sonrisa fingida para mi madre, mientras Terry acerca la silla a un lado de la mía, nuestros hombros y manos se rosándose, siento que agarra mi mano, pero la quito al momento. Terry se acomoda para seguir la plática.
─Es un compañero de la universidad y amigo. Su nombre es Terry. ─Le digo a mi madre un poco nerviosa.
─Mucho gusto Terry.
─El gusto es mío señora.
─Y Dime Terry, ¿qué haces a estas horas en el dormitorio de mi hija? ─La pregunta de mi madre no lo toma desprevenido.
─Vine a traerle un refrigerio, es que su hija algunas veces se brinca la hora de las comidas. Y hoy fue uno de esos días.
─ ¡Oh, ¡qué lindo y atento! ¡Gracias, por cuidar de Candy!
─No es nada señora, solo una pequeña atención, es que Candy ─De inmediato volteo y lo fulmino con la mirada. ─Es una buena amiga, me ayuda con mis deberes.
─Me da mucho gusto Candy, que tengas amigos que se preocupan por ti. Terry deberías acompañar a Candy a venir a casa en las vacaciones. ─Suelta de sopetón mi mamá, de donde a venido esto.
─ ¡Mamá como crees! Terry debe tener planes para las vacaciones. Tiene que visitar a su familia ¿cierto Terry?─ Suelto muy nerviosa, como se le ocurre a mi mama invitarlo a mi casa, ¡nooo! Grito por dentro. Entonces interviene el engreído.
─De hecho señora White, este año no pienso visitar a mi familia. Acepto con mucho gusto su invitación.
─Pues no se diga más, los espero en las vacaciones, te prometo que te divertirás mucho. ─se nota que Terry está muy satisfecho por su logro. ─Terry, una cosa más, ¿dónde viven tus padres? ─agrega mi mamá. Seguro va a comenzar con el interrogatorio, para ver si los padres de Terry son sus conocidos.
─En Londres señora. ─Mi sorpresa es mayúscula, Terry no tiene acento extranjero y menos de un inglés, es muy educado y correcto al hablar, pero nunca me imaginé que viniera del otro lado del mundo.
─¡Londres has dicho! Con razón no los vas a visitar, es muy lejos.
─Así es señora, son demasiadas horas de vuelo y es un viaje muy cansado.
─Te entiendo, entonces eres bienvenido en mi casa, cuantas veces quieras venir.
─Es usted muy amable señora White.
─No es nada, solo sigue cuidando de mi hija como hasta ahora. ─Mis ojos viajan de la pantalla de mi computadora al rostro de Terry, parece que no existo. Que le pasa a mi mamá, esta del modo amabilidad con este presumido.
─Mamá, ya es tarde.
─Sí, por supuesto. Candy amor cualquier cosa llámame, ni importa la hora. ¡Te quiero mucho!
─Sí mamá, lo hare. Yo también te quiero. Buenas noches.
─Buenas noches señora. ─Se despide divertido Terry. ─ se corta la video llamada.
─Que hermosa es tu mamá. Con razón ¡mi pecosa es tan bella! ─Lo dice agarrando mis mejillas y apretándolas, me da un pequeño beso en los labios y se retira como si nada acomodando la silla en el escritorio. Se acerca a mí y retira la computadora poniéndola en la cama, comienza a sacar los contenedores de comida.
─Te traje comida china. ─ ¿Cómo supo que es mi comida favorita? ─ vamos come, no me iré hasta que te hayas acabado todo.
─Terry ¿a qué has venido?
─Sabes que no puedo estar sin verte por mucho tiempo. ─Su voz es sincera. Permanecimos en silencio por unos minutos. Cuando Terry está a mi lado el tiempo no existe, la pasamos tan bien.
─Puedes venir cuando quieras, eres bien venido siempre. ─Su alegría Terry es inminente, luce radiante y eso me hace sentir muy bien, emocionada.
Comimos la comida china y me reí al ver la habilidad de Terry manejando los palillos, me conto un poco de él y de su familia, del porque se vino a vivir a América. Ya entiendo un poco del porque su comportamiento.
─Candy, quieres el sábado venga a recogerte.
─No te molestes, puedo tomar un Uber.
─De ninguna manera, vengo a recogerte al medio día, te parece bien.
─Sí, está bien.
─No se te olvide llevar tu traje de baño. ─Me dice con una mirada picara.
─No tengo traje de baño.
─No te creo. ─Me dice entre risas
─De verdad no tengo. No pensé necesitarlo.
─No hay problema paso por ti a las nueve, te invito a desayunar y después vamos a las tiendas departamentales para comprarte uno, ¿te gusta la idea? ─ Nuestras manos están entrelazadas, con su mano libre acomoda un riso que salía de mis cabellos y lo acomodo detrás de mi oreja. Entonces la puerta se abrió y entro Eliza.
─Espero no interrumpir. ─dijo Eliza con voz chillona.
─Claro que no Eliza, ya me marchaba.
─Terry, Susana te estuvo esperando en la discoteca.
─Nunca le dije que iría. ─Le contesta secamente. Su mirada fija en la mía.
─Siempre has ido con Susy, no veo porque hoy no. ─Suelta su veneno Eliza porque lo dice Con sorna.
─Hace mucho tiempo que no acompaño a Susana a ningún lado, nunca me ha importado lo que haga o diga─ La observa con ojos fríos y sin ningún gesto en su cara. Me regala una amplia sonrisa y me da un casto beso en los labios, acerca su boca a mi oído, su respiración me eriza la piel.
─Nos vemos mañana, pecosa. ─Mi cabeza se mueve de arriba abajo en confirmación, sonrió como tonta.
─Hasta luego Eliza.
─Adiós Terry. ─ Dice la pelirroja con tono molesto.
Mi encantador rebelde sale de mi habitación, Eliza deja sus cosas sobre su cama, se escucha su risa.
─Candy, no te parece que jugar con dos chicos es jugar con fuego. Te vas a quemar querida y vas a salir muy lastimada.
─No se ha que te refieres Eliza. Anthony y Terry son solo mis amigos.
─Sí que lo sabes, no te hagas la ingenua.
─No soy ingenua, lo que pasa es que tú quieres ver cosas que no existen.
─¿Estas segura? Todos los que estamos a tu alrededor nos hemos dado cuenta que los dos están locos por ti. ─Los comentarios de Eliza me incomodan, pero son ciertos. ─Ten cuidado bebe, hay cosas que tú no sabes.
Mi voz sale desafiante, reto a Eliza ─Pues cuéntamelas para poder estar enterada y saber que terreno piso. La carcajada de Eliza se escucha por todo el dormitorio.
─No, no te lo diré, será mejor que lo descubras por ti misma, será más divertido.
─ ¿Divertido? y esas son las palabras de una amiga.
─Soy tu amiga, aunque no lo creas, por eso mismo te aconsejo que los dejes ir, ¡a los dos! ninguno te conviene. Tú necesitas un chico más… ─se quedó pensando las palabras que diría. ─Como tú, simple y sin brillo alguno.
Una sonrisa salió de mi rostro. La encare, que me diga de una vez por todas ¿qué es lo que quiere? esta mosca muerta.
─Eliza, estas celosa.
─ ¿De ti? por supuesto que no.
─ ¿De verdad? No te creo.
─No me importa si me crees o no. ─Doy unos pasos y estoy más cerca de ella.
─Quiero que sepas una cosa, por ningún motivo, me voy a alejar de Anthony, ni de Terry, entiendes. ─Eliza tiene los ojos muy abiertos, se quedó muda. Pensó que me daría miedo encararla, pues que equivocada esta.
─ Y Susi, que hay de ella.
─Susi, me importa un comino.Te dejo me voy a bañar. ─Saco mi toalla de mi armario y salgo del dormitorio rumbo a las regaderas, con una satisfacción dentro de mí.
Continuará...
Espero que la lectura haya sido de su agrado