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ESCOCIA
Part. 1
La vida… cuantas cosas podría decir al respecto…
pero lo que podría decirse como una verdad, es que todo en nuestra vida nos lleva a un punto del que no podemos correr. Así fue como ese verano, me llevo a ella, a la única chica con la que he comprendido que luchar contra la naturaleza no se da bien en personas como nosotros, con ella he experimentado cosas que nunca pensé sentir, cosas que nunca espere de nadie y solo se que con ella puedo ser verdaderamente yo. Su alma luminosa y rebelde se complementa a la perfección con mi alma oscura y taciturna.
Las vacaciones de verano, nos enviaron a Escocia… el lugar donde sin saberlo mis sueños mas febriles y húmedos se realizarían.
Ese día después de que la tormenta paso, decidí darle un regalo especial a Candy; así que la lleve al hangar para mostrarle el aeroplano de mi padre, sabia que al “inventor” le iba a gustar y como ella es toda bondad, pues haría cualquier cosa para poder enseñárselo y yo sacaría ventaja de eso. No me equivoque; muy emocionada me insistió o casi rogo para que le mostráramos el dichoso artefacto a su primo; entonces fue que comencé mi plan.
Al principio me negué pero luego cedi, dándole una razón para “agradecérmelo”. Ese agradecimiento tendría todo por lo que estaba rogando desde aquel día en que la vi cambiándose en el festival de mayo.
—No me des las gracias —le dije.— Lo que quiero es un beso, un beso tuyo.
Ella se sonrojo y me dijo que cerrara los ojos, tontamente le creí, pero la muy mentirosa puso una hoja en mis labios, se hecho a reír y luego a correr.
—Te atraparé —grite —Y salí corriendo tras ella. No me llevo mucho tiempo atraparla. Tomándola por las muñecas la arrinconé contra el árbol mas cercano y mirándola fijamente dije: —Te regresare el favor —Tomando sus labios y cubriéndolos con los míos comencé a darle pequeñas mordidas, succionando y lamiendo. Para profundizar el beso, introduje mi lengua en su boca, explorando, saboreando. La delicadeza se esfumo y con premura y lujuria la apreté contra el árbol restregándome contra ella, haciendo que me sienta al recorrer con mis manos sus muslos tersos y tiernos. Ella gemía con cada roce, con cada toque, se estaba rindiendo; pero en un momento comenzó a forcejear, a luchar por soltarse; yo la mire confundido.
—¿Qué pasa? —dije con la voz ronca y enfadada.
—No podemos Terry, no es correcto —dijo bajando el rostro.
—¡Por un demonio Candy! ¡Tienes que estar bromeando! —grite lleno de frustración y descontrol— ¡¿Correcto?! ¡¿Correcto?! ¡¿Quién carajos dice que es correcto y que no?! ¡Esto lo terminamos de una u otra manera Candy, sé que lo deseas tanto como yo!
Candy me miro sobresaltada y trato de alejarse de mi, pero la tome del brazo y camine con ella de regreso al hangar donde cerré la puerta y volví a tomarla en mis brazos, sorprendiéndola. Ella no quería pero no me rendiría, así que la alce y la lleve dentro del aeroplano… era incomodo, pero la senté encima mío sujetándola con mas fuerza de la que quería, haciéndola sentir mi clara excitación, mi polla dura y queriendo romper mi pantalón; haciendo mas que obvia mi disposición hacia ella, como cuando la bese y acaricie en el cuarto de música. No paso mucho tiempo para que pudiera ver su rendición, bese su cuello y deje que una mano vagara por sus muslos hasta su intimidad, ella estaba tan mojada que no pude evitar pasar mis dedos en su coño húmedo, sentirla así me enloqueció y cogiendo sus rizos y enredándolos en mi mano, tire de su cabeza hacia atrás y besé su cuello, tire de su vestido desgarrándolo y bese con ansias sus pechos pequeños y firmes, succionando sus pezones tiernos y rosados. Ella gemía, se retorcía y rogaba porque dejara de torturarla; pero ya no había vuelta atrás, no podía parar mis ansias de follarla hasta desfallecer, de dejarla rogando por mas, de que el único recuerdo de estas vacaciones seamos ella y yo en este aeroplano, dando rienda suelta a la pasión contenida.
Con el mismo ímpetu, jale sus bragas hasta romperlas, ella emitió un sollozo que aplaque con mis besos. Urgido y sin darle tregua abrí mi bragueta y saque mi polla, dura y gruesa chocando con su coño mojado y húmedo, sentí morir… no pude mas que alzarla y deslizarme dentro de ella con un solo embate; el grito que soltó Candy y sus ruegos no me detuvieron, solo acrecentaron mis ansias de volver ese dolor en placer, sosteniéndola de la cintura y cogiéndola por sus rizos, la subía y la bajaba con prisa, con premura, sintiendo como me aprisionaba en su interior, como me empapaba la polla con sus jugos, sumergido en su pecho, lamiendo y succionando sus pezones, pude sentir el balanceo de sus caderas, ella estaba disfrutándolo, ansiando llegar al climax así como yo, subí mi vista hacia ella y me quede maravillado… era una puta visión! Sonrosada y agitada, con el cabello alborotado y sus labios hinchados, solo me hizo querer ahogarla de placer, seguí penetrándola una y otra vez, con mas fuerza y vigor, hasta que ella susurro algo, al principio no pude comprender pero después lo entendí fuerte y claro: —Te amo, Terry. Eres el único capaz de hacerme sentir que el infierno es el cielo. — Eso termino conmigo, me hizo creer y confirmar lo que había pensado en la soledad de mi habitación. Ella es mi hogar, ella pertenece aquí, conmigo. Y ahí es donde lo decidí… haría lo que sea para poder estar juntos siempre.
Con todo estos pensamientos y el calor del momento, solté de pronto: —Vas a correrte para mi, y me pertenecerás para siempre, no abra nadie mas —Y ella gimió mi nombre dándome la ultima empujada para llegar a mi propia cúspide de placer, derramándome en ella y haciendo realidad mi propósito. Ahora ella era mía, mía para siempre.
Luego de la experiencia vivida, Candy se sentía avergonzada, no me miraba y vi que lagrimas resbalaban por su rostro; yo solo la miraba pero no decía nada. No sabia que decir, como explicarle que todo estaría bien. Solo la abrace y la bese, pero antes de darme cuenta ella se soltó y se marcho corriendo de vuelta al colegio; no dándome tiempo a decirle que esto pasaba nuestra relación a otro nivel, que nos unía de otra manera y que tendría noticias de mi pronto.
Decidido cerré el hangar y decidí hacerle una visita a la única persona que podría ayudarme a cumplir mi cometido… mi padre, El Duque de Grandchester.
…Continuara…
Última edición por EllaGrandchester24 el Jue Abr 29, 2021 11:25 am, editado 1 vez