Candy
-¡Hey, Candy!, ¿te puedo pedir un favor?, como sabrás esta noche el restaurante tendrá la celebración de su aniversario y estará abarrotado de gente, pero Rachel se enfermo , y no se que hace falta en bodega, podrías ir con este listado y mirar si está completo, - Alex siempre me daba los trabajos más complicados para mí, odiaba la bodega, estaba en la parte trasera del restaurante que de por si es grande, era inmensa oscura y cada vez que estaba allí sentía que me observaban, Hummm pero trabajo es trabajo.
-seguro, sabes que puedes contar conmigo, - entro en la dichosa bodega y comienzo en tedioso trabajo de revisar la lista y verificarla, dejo la puerta abierta de alguna manera me hace sentir mas segura, las luces parpadean, maldigo para mis adentros, tendré que decirle a Alex que repare esto o no volveré a hacer nada aquí, -subo los escalones adjuntos para ir a la bodega donde guardan los vinos, aquí la luz no sirve y la gruesa puerta suena raro, ¡¡ Rayos!! ¿Dónde deje la linterna? – Giro y me pego en la frente contra la estantería ¡auchh!!
-¡¡Quien está ahí!!- la voz de un hombre se escucha en la entrada de la bodega de vinos, mi cabeza todavía siente la punzada del golpe, ¿te lastimaste? Me pregunta el aún desconocido, pues no puedo ver su rostro- ¡sí! Solo golpee mi cabeza, pero no es nada grabe. Conteste algo irritada.
el desconocido entra para ayudarme, Hummm creo que es una trampa mortal, ¿necesitas ayuda? -Seguro, pero ten cuidado con la puer…. -no pude terminar, la puerta se cerró fuertemente tras él. Ambos intentamos abrirla, pero fue en vano. ¡tranquila! Llamare a Alex, no estaremos encerrados mucho tiempo, - saco su celular y se dispuso a llamar el reflejo de la luz hace que me fije en su porte, no puedo ver muy bien, pero esa voz, me suena familiar.
¡¡Mierda!!, no contesta -dice el desconocido -no me sorprende, - le contesto algo angustiada, -debe haber dejado su celular en la oficina, anda muy atareado con lo del aniversario
Escucho movimiento por parte de él, enciende su celular, con su luz encuentra y toma una de las botellas de vino, ¿quieres un poco? Ayudara a tus nervios mientras esperamos. - sí, dije, tomé la botella ya abierta y le di un gran trago, -mientras podemos conocernos mejor, algo me dice q no saldremos tan rápido.
El desconocido toma mi mano en la suya, - mucho gusto soy terrence Grandchester, pero mis amigos me dicen Terry. - mi corazón dio un vuelco, ¡por Dios! Estaba encerrada con el hombre que me quitaba el aliento todas las noches en mis sueños, -soy catedrático en la real academia de comunidad de escritores saint paul- continúo diciendo. - se supone que tendría que estar haciendo un pequeño inventario, pero no, Estoy atrapada en un lugar oscuro con mi ardiente y querido profesor, aquel que estoy tratando de conquistar, no se si darme de topes por la suerte que tengo o darme de topes por haberme quedado literalmente sin palabras frente a él, y que no este ni enterado de con quien está.
De repente siento que el lugar está más caliente de lo común, mi corazón late fuerte, parece haberse dado cuenta de mi estado pues se acerca a mi para asegurarse que este bien. No puedo evitar lo absurdo de la situación, y se me escapa una carcajada, - ¿he dicho algo gracioso?, - pregunta un poco extrañado- enciende la luz de su celular nuevamente y encuentra una pequeña lampara manual que cuelga del techo, con lo cual logra por fin verme con claridad, su expresión es más que sorpresa.
- ¿Candy? Pe.…pero que haces aquí, -no sé qué contestarle, aún estoy consciente, pero mi lengua perdió el sentido en cuanto escuche su nombre, finalmente tomo todo el valor que me queda y superando la primera impresión respondo- la respuesta mas obvia, es que aquí trabajo – mi voz tenia un tono mas duro del que pretendía.
Lo siento es que, no esperaba encontrarte aquí, - su semblante se vio mas tranquilo- ¿y que haces tu aquí? Pregunte ya con curiosidad, no creía en las coincidencias hasta ahora, -su teléfono sonó, justo cuando estaba a punto de contestarme, ¡¡-hola!! ¿Alex?, Alex estoy en la bodega, ¡¡-holaaa!! rayos!! No se escucha la recepción de celular es muy mala aquí.
Me apoye en la puerta y deslice mi cuerpo hasta quedar sentada, todo esto me estaba superando, volvió a acercarse a mi angustiado, - tranquila vendrán por nosotros.
-Debe ser el trago que bebí, no estoy acostumbrada- no me convencía su respuesta -podemos aprovechar la situación y así nos conocemos mejor - mi voz sonó mas ronca de lo que quería- esta mujer lograba que mi lívido subiera hasta las nubes, pude ver como se sonrojaba ante la insinuación, sus ojos se oscurecieron, se acerca a mí y yo hago lo mismo, aspiro su olor, ¡¡Dios!! Huele a rosas y a lujuria – baja su mirada hacia mi entre pierna- ya se dio cuenta de lo provoca en mí, es más que evidente, sin embargo, la mirada que me devuelve es de dulzura y pasión al mismo tiempo.
Sin pensarlo la acerco mas y la abrazo, es como si me sintiera en casa con ella, como si no me faltara nada, y eso, me asusta, su aliento roza en mi mejilla- ¡hueles delicioso! Eres. -le digo mirándola con todo mi ser – perfecta; - coloca sus manos en mi pecho al principio pienso que me va a rechazar, sus brazos se tensan mas no me aleja, todo lo contrario, me acerca aún más, mis manos se abren paso y la tomo del cabello, mi boca a milímetros de la suya, - ¿Qué estamos haciendo? ¿Por qué me descontrolas? Le pregunto con el ultimo vestigio de cordura que me queda – lo mismo que me haces tú a mí – me contesta claramente igual de afectada.
Tomo posesión de su boca de una manera voraz, su boca se siente como un manantial y yo muero de sed, sus pequeñas manos exploran mi torso y mis brazos, siento hervir mi sangre, de pronto su toque llega a mi abdomen y con manos temblorosas alcanza mi cinturón y lo abre apresurada, mis manos van bajo su camisa blanca, nunca pensé que el uniforme de mesera pudiera verse sexi, más en ella era como si llamara a tomarla , me lleno de ansiedad y rabia pero deseché esos pensamientos para concentrarme en lo que en lo que estaba por suceder, mi corazón late tan rápido que siento que va a estallar.
desabotono lo que falta de su camisa me deleito en sus muy bien formadas abdominales y abro la bragueta y me apresuro con manos temblorosa a bajar su bóxer y libero su enorme falo que se encuentra tan duro como el acero -paso mis dedos por la hendidura donde algo de líquido preseminal ya demuestra lo excitado que esta, deslizo mi boca en su polla dura, me la engullo hasta el fondo de mi garganta, sus ojos me miran como queriendo saber si era un sueño o realidad, empiezo a succionar duro y al llegar a la punto a hacer círculos con mi lengua, un sonido gutural sale de su boca -¡Candy me vas matar! Sigo con mi felación mientras acaricio sus testículos con mi manos, respiro y trago nuevamente, haciendo que su miembro, viaje aun mas al fondo, sus manos envuelven mi cabello y sus movimientos son erráticos -¡¡OH SI CANDY!!, CHÚPAMELO TODO – su voz ya llenaba todo el espacio, luego sentí como su respiración se agito aún más, cuando en un movimiento de mi lengua en su prepucio provoco el inminente orgasmo, haciéndolo gritar mi nombre y que yo lo bebiera hasta la última gota.
Sentí como su rostro de transfiguraba y volvía a la normalidad en cuanto su orgasmo fue menguando- pero en lugar de calmar su erección, esta seguía tan erguida como si no pudiera saciarse de mí, me levantó por los hombros y me devoro con otro beso, -ahora ese coño va a ser mío, quiero ver como te corres, una y otra vez mientras te lo meto, una promesa que murió en sus labios pues justo en ese momento, la puerta se abrió y en el umbral parada viéndonos estaba Eleonor Baker la dueña, quien por su expresión estaba impactada.
-Terry hijo, pe…. Pero que significa esto -mis ojos se abrieron como platos al analizar sus palabras, - ¿HIJO? ¿ERES SU HIJOOO? - mi mirada se posó en él, esperando una explicación, a lo cual solo respondió con un ¡¡DEMONIOS!!