TERRY
Dos horas más tarde…
Puto dolor el que siento. abro mis ojos lentamente, estoy en una sala blanca y una enfermera se acerca al verme despertar.
-señor Grandchester, -Me dice -Como se siente, en ese momento un hombre de pelo rubio con una bata blanca se acerca, me examina.
-tiene mucha suerte, solo tuvo una contusión leve, parece que no hay nada de qué preocuparse, pero lo tendremos en observación.
-Que me paso -logro balbucear, mi boca se siente pastosa.
-Parece que fue asaltado, -Responde el médico, - Afuera están sus familiares, ellos le podrán explicar mejor, están bastante angustiados.
El hombre y la enfermera se retiran y enseguida veo entrar a mis padres,
-Hijo, gracias a Dios, apenas si logro escucharlos, cuando viene a mi mente, -¡¡CANDY!!, mama ¿Dónde está Candy? La escuche gritar -mi tono era de desesperación, mi madre bajo sus ojos, y mi padre se apresuró a contestar.
-Lo sabemos hijo, las cámaras mostraron lo que paso cuando llegaste al estacionamiento, pero me temo que se llevaron a Candy en tu auto, la policía esta tomando declaraciones de los que vieron salir el auto del estacionamiento, pero aún no hallan pistas.
Me levanto jalando la vía intravenosa que mantiene en cama -Por Dios hijo ¿qué haces? -Pregunta mi madre y yo ruedo mis ojos -Que parece que hago, iré a buscarla.
-Terry están haciendo todo lo que pueden por favor recuéstate, descansa, -Suspiro conteniendo las ganas de gritarle a mi madre, pues ella no tiene la culpa.
-Mamá, la mujer que amo, esta quien sabe con quién, en estos momentos, ¡¡sufriendo!! ¿Y tu me dice que me quede y descanse?
Mi madre baja su mirada -Lo siento hijo, tienes razón, es que no quiero que te pase nada malo -viene mi arrepentimiento.
-Lo se mamá, pero quiero que entiendas, mi vida sin Candy, no es vida, quiero formar una familia con ella, por eso renuncie a la academia, por favor ayúdenme a salir de aquí, necesito ver esas cámaras.
Mis padres gestionaron el papeleo correspondiente y firmé responsabilizándome de cualquier tipo de repercusiones por mi negligencia, pero Candy estaba primero que nadie.
Llegamos a estación de policía del distrito 9 - Staten Island en su interior estaban los amigos Candy con el mismo objetivo, saber de su paradero, al verme entrar se sorprendieron.
-Profesor Grandchester, -dijo Archie Cornwell
-Pensamos que estaría más tiempo en el hospital -dijo Annie Brighton también compañera y amiga de Candy
-Gracias por su preocupación, yo estoy bien, ahora lo que importa es Candy, ¿que han informado?
Albert Ardley me miro y se apresuró a contestar algo alterado -Hasta ahora solo nos han tomado declaración, ya que nosotros fuimos los que lo encontramos, vera usted escuchamos el grito de Candy, y corrimos, pero salieron disparados en su auto y solo pudimos ver como usted intentaba levantarse.
-Llamamos al 911 y una ambulancia llego y luego los oficiales y los nos hicieron muchas preguntas. Continúo relatando esta vez patricia O’Brien, al borde de las lágrimas.
- ¿Dijeron algo sobre las cámaras?
-No nos han dejado verlas, dijeron que primero tenían que hablar con usted para tomar su declaración, gracias a Dios está aquí.
En cuanto me vieron los oficiales me hicieron seguir y tomaron mi declaración.
-Que esta haciendo para encontrarla -Mi pregunta estaba llena de desesperación y para colmo el dolor de cabeza había vuelto.
-Señor Grandchester, tiene que entender que estamos haciendo lo posible ya hay patrullas y desplegamos todos equipos de búsqueda y para encontrar a la señorita White.
-No es suficiente -Les grito muy disgustado mi padre, ni siquiera me di cuenta en que momento había llegado, -Ven Terry, moveré mis contactos de algo tiene que servir mi cargo -Cuando íbamos saliendo Stear y Albert, amigos de Candy, nos detuvieron.
-Creo que podemos hacer algo -Lo mire dudoso -Verán es que tengo un pequeño pasatiempo, pero no es legal, aunque no he hecho nada malo con eso lo juro -Agrego Albert -Pero podremos hacer mas de los que estos flojos policías han hecho, que dicen.
Mi padre y yo nos miramos y asentimos -Lo que sea muchachos, Candy es lo único que importa -salimos de la estación mi padre y yo nos dirigimos a la casa que Albert compartía con Stear, Archie y las chicas mientras mi madre se dirigía a visitar a su nieto.
-Muy bien tengo el nuevo software de reconocimiento facial, es el más actualizado, lo tuve que hackear a la CIA, y con una poco de magia, el video de las cámaras llego a este correo fantasma, pero antes de ponerlo en marcha hay que hacer un bloqueo de IP y debo hacerlo rebotar en diferentes partes, ¡¡no queremos que nos descubran cierto!! -El rubito ojos azules se estaba deleitando con su explicación, mientras me veía muy sugestivamente, me estaba poniendo nervioso.
Dejamos correr el video y se veía cuando me golpeaban por la espalda y en el momento en que llego Candy y justo cuando la derrumbaron y se la llevaron, pero los hombres llevaban mascara que cubría sus bocas, justo cuando subió al lado del conductor uno de los asaltantes dejo caer la mascara y en un acercamiento Albert lo tomo, pero no tuvo que correr el software, yo lo conocía.
-¡¡Es Neil!!, y entonces el otro hombre es… si su amigo Carl, no puede ser -exclamé
- ¿Hablas del asqueroso, bueno para nada de Neil Leagan? -Esta vez fue Archie y Stear quienes hablaron al mismo tiempo, asentí con mi cabeza.
-Pero no entiendo, Neil y su amigo no tienen el cerebro ni la imaginación para esto, no se siquiera como es que siguen en la academia y además ¿porque Candy? -Dijo Archie, y yo no pude responder, no entendía nada tampoco, pero ellos vieron nuestro primer encuentro, no era ni el momento ni el lugar para darles explicaciones, más Albert me dio otra mirada, que me dejo bien claro que algo sabia.
-Eso lo averiguaremos en un momento -Dijo Albert.
Busco en el sistema de seguridad el resto de videos y retrocedió el del ataque y entonces cuando llego al inicio de todo y vimos quien era el autor intelectual, mi rabia resurgió, apreté mis puños tratando de apaciguar, todo el rencor que salía de mi interior.
mientras, mis ojos veían esas imágenes y yo no salíamos de la sorpresa y la indignación al darme cuenta de lo tonto e ingenuo que fui, y en que una mujer de verdad puede llegar a ser muy peligrosa cuando quiere, sonó un móvil, era el de mi padre.
-Hola cariño -se apresuró a decir mientras yo seguía estupefacto - ¡Cálmate Eleonor! No te entiendo si no dejas de llorar.
- ¿Que pasa papá? -Por su mirada, supe que había pasado lo que me estaba imaginando.
-Es Karen, ella... desapareció junto con el niño, parece que se hubieran ido rápido -Sentí como si me hubieran sacado el aire, mi mayor temor, se estaba volviendo realidad, y ella se había llevado a mi hijo, ahora tenia a su merced a los dos amores de mi vida y yo me quería morir si algo les ocurría por que una persona tan desequilibrada solo podía hacer lo peor.
Perdí la paciencia y mi desesperación llego a un punto insostenible, mi padre se dispuso a llamar a sus contactos y yo me derrumbe, de pronto, unos brazos me tomaron por los hombros, era Albert
- ¡No hagas esto ahora! Ella te necesita, y te ama más que a su vida, así que no te des por vencido -Su actitud me sorprendió.
- ¿Como sabes? -su boca se torció en una sonrisa socarrona
-Nuestra dulce rubia está escribiendo un libro lo suficientemente explicito para saber perfectamente por su descripción, de quien se trata, lo que si no tiene es una buena contraseña para su laptop, pude acceder a ella de manera remota, me preocupaba que estuviera siempre esa mirada tan triste desde que la conocí, es muy buena y no quiero que la dañes, así que o te calmas o…
- ¿O qué? -Lo rete, pensé que me iba a golpear, pero lo que hizo me impacto aún más, pues me tomo fuerte por los hombros y me beso -Lo empuje, sintiendo el asco mas grande del mundo, y lo golpee., cayó al piso y me devolvió una mirada de triunfo.
-Perfecto ahora que despertaste ya puedes volver a centrarte en lo que importa, funciono mi táctica -me decía sonriendo el muy idiota -¡¡Pudiste utilizar otro método imbécil!! "agh”, me estremecí -Y perder la oportunidad de tener esos lindos labios junto a los míos, ¡¡JAMAS!!, ya puedo morir tranquilo jajajaja -Idiota -masculle por lo bajo.
Pero entonces algo llego a mi mente, - ¡Mi auto! -exclame
-Y en ese momento entraba mi padre, claro soy un tonto como no lo pensé antes, el vehículo consta de búsqueda a través de la tecnología GPS.
-Entonces, me lo pusiste aún más fácil -agrego con una sonrisa Albert, -si ves que necesitabas que sacudiera tu mundo.
-¡¡CIERRA LA BOCA Y BUSCA!! -colmo mi paciencia.
-Está bien, que geniecito el que te cargas, menos mal no soy yo quien te tendrá que aguantar -No tenía tiempo para cojudeces - ¡LO TENGO! - Grito Albert -esta en La central eléctrica de Gowanus Batcave a lo largo de la orilla del puente levadizo de la calle 3. Brooklyn.
-Mi padre saco su teléfono solo fue un instante y se dispuso a dar instrucciones, veinte minutos más tarde ya estábamos en camino, y me cobraría bien caro si esa mujer llegaba a dañar a los míos.