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EPILOGO I **********EL IMPOSTOR*********
A pesar de haber descansado en un hotel durante el trayecto; el largo viaje desde Chicago a New York ya había causado estragos en el rostro del joven arquitecto, sabía que el desplazamiento lo pudo haber realizado en avión y así evitarse tantas horas de manejo; pero prefirió hacerlo vía terrestre para así tener tiempo y pensar bien como quería enfrentar a su padre.
Sentía verdadera lástima el tener que despedirse de su bello jaguar negro; pero él sabía que este era su último viaje en ese precioso automóvil. Cómo extrañaría a su infaltable reproductor que parecía cobrar vida propia cada vez que lo encendía; pues parecía saber qué música era la que él necesitaba escuchar.
Con verdadera nostalgia lo encendió con su acostumbrada música.**********creando amor de la nada Air Supply*******
—¡Demonios! ¿Es en serio? ¿¡Hasta en nuestros últimos momentos me pondrás música que me recuerde a la Pecas!? —El joven procedió a sacar de la guantera un extraño muñeco de felpa que se encontraba guardado y lo colocó en el asiento del acompañante.
—Vamos señor Conejo, nuevamente serás mi copiloto. En vista de que tu dueña no quiere saber nada de mí, tú tendrás que escuchar toda mi defensa y saber que yo no soy culpable.
[suspiro]—Debo estar enloqueciendo si tengo que hablar con un peluche. ¡Pero la verdad es que tu dueña se marchó sin escucharme! ¡Demonios, no me dio tiempo de contarle sobre esa estupidez del supuesto romance!—Una pequeña sonrisa se dibujó en su rostro al escuchar el coro de la canción que lo envolvía
—Así eres tú señorita Pecas “Creando amor de la nada”… Cuando pensaba que lo tenía todo controlado y sabía cómo llevar mi vida, apareces tú despertando sentimientos confusos en mí que hasta este momento no sé como dominarlos. Jamás me imaginé que todo cambiaría en una semana y ahora me encuentre desesperado por arreglar mi situación con él.
—En cierta forma la culpa es mía por no haber puesto a tiempo un alto a las locuras de mi padre y sus ansias por escalar en esa firma de abogados.
El enorme y frío hall del edificio le daba la bienvenida. Sus imponentes letras doradas denotaban lo importante que era este bufete de abogados en el mundo de los negocios.
«Wachtell, Lipton, Rosen & Katz»
—Se encuentra el Sr. Richard Granchester?
—¿Tiene cita joven? De lo contrario me temo que el Sr. Granchester no lo podrá atender ya que su agenda es muy apretada.
—Por favor avísele que el señor Terence Graham desea hablar con él. Le aseguro que me atenderá
Una estirada e incrédula recepcionista procedía a comunicar de su visita a la asistente del señor Granchester.
—Por favor suba al piso 14 que lo atenderán en este momento
El joven tenía en su rostro una expresión indescifrable. No había visto a su padre desde hace ya un año, justamente para las fiestas decembrinas, las mismas que habían terminado en una sonada discusión.
Las puertas del ascensor se abrieron dejando al descubierto un elegante mini hall; extrañamente la asistente no se encontraba en su puesto así es que, procedió a golpear la puerta de la oficina principal. Una fuerte voz grave muy similar a la de él, le indicaba que pasara adelante.
Un elegante caballero de cabellos canos y rostro perfilado se encontraba sentado detrás de un enorme escritorio de finos acabados. Su penetrante mirada idéntica a la del joven castaño, miraba de manera desafiante a su visitante. Con palabras hoscas y en tono sarcástico le daba la bienvenida
—Así que por fin te dignaste a venir. Me hubieses avisado con anticipación para organizar mejor mi agenda de trabajo. ¿Sabes que he tenido serios inconvenientes para excusarte por tu ausencia en la Cena de Acción de Gracias que organizó tu madrastra?
—Buenas tardes padre. No sé por qué usted ha tenido que excusarse en mi nombre; pues yo en ningún momento había confirmado mi asistencia. Además ya tenía compromisos adquiridos.
Tus compromisos son lo de menos. Lo bueno es que yo ya resolví tu ausencia. Espero que para la velada de fin de año no me salgas con otro de tus jueguitos y asumo que ya por fin dejaste esa locura de querer ser un simple arquitecto. ¡Espero que hayas renunciado al Corporativo Ardlay! La firma tiene excelentes relaciones con sus dueños, en especial con William, con quien hemos trabajado más de cerca.
El joven secamente dejó caer el juego de llaves de su jaguar en el elegante escritorio de caoba donde su padre se encontraba mirando un sin número de hojas. Cuando vio la actitud insolente del castaño dejó a un lado el fajo de hojas que sostenía entre sus manos y golpeando fuertemente su escritorio se paró para encarar a su hijo.
—¡Qué significa esto Terence! ¿Acaso es otra de tus rabietas?
—Míreme bien padre. Soy un hombre de treinta años al cual usted ya no puede manipular. He vivido por mis propios medios desde que me botó de la mansión por no seguir sus órdenes y querer ser yo mismo. Le recuerdo que me cerró todo medio de sustento monetario y honestamente se lo agradezco. Lo único que me queda de los Granchester es ese jaguar que está aparcado en su privado y que ahora le devuelvo.
El hombre mayor estaba furioso con la actitud de su hijo. Sabía que era ya un hombre al cual no podía dominar y si quería hacerlo, tenía que recurrir a todos los argumentos posibles.
—¿Crees que por haberte cambiado de apellido dejas de ser mi hijo? jajajaja Sé bien que tú no traerás honor a mi estirpe; pero tú eres lo que eres y aunque reniegues de mí siempre serás un Granchester.
—¡Con un demonio! Usted tiene más hijos con su nueva esposa. ¡Para que rayos me necesita!
El carácter del joven se estaba tornando molesto tanto que pasaba sus manos sobre sus cabellos de manera angustiosa
—Resulta que eres caribonito y a la ahijada de uno de los socios fundadores de la firma, el señor Lipton, la dejaste más que impactada. ¡Debes recordarla! es la señorita Marlow con quien yo te vi conversar amenamente. Qué te diré... Te necesito para ganar puntos con Lipton
—Mire padre, sus cuestiones personales me tienen sin importancia. Además yo he tratado con esa señorita solo un par de veces en las reuniones organizadas en la mansión. ¡Es ridículo que se me esté vinculando sentimentalmente con ella!
—¡Oh, esa noticia amarillista! Me cayó como anillo al dedo. Solo te necesito para la velada de fin de año que dará la firma y… como te explico mmm ...trata de entablar una relación amorosa con la señorita Marlow. Solo será por un mes hasta que me convierta en socio de la firma. Después te puedes largar si quieres. La verdad no sé por qué tanto drama si la mujer es muy hermosa y puedes pasar momentos …. agradables por decir algo. ¡Deberías de darme las gracias!
El rostro de Terry denotaba incredulidad ante las palabras dichas por su padre. La actitud sinvergüenza del hombre mayor lo estaba desesperando.
—Vamos Terence, solo te pido que seas cordial con esa señorita en esta fiesta y entables con ella una amistad, si quieres puede ser solo a distancia. ¡Solo es un mes! Además esto no solo me beneficia a mí; también tú sales ganando, pues te aseguro que después de esto yo saldré de tu vida y también te confirmo la tranquilidad emocional de…. Eleanor.
—Eres un ser despreciable.
Eres el mismísimo abogado del diablo—los ojos del joven denotaban ira contenida; pero se obligó a reprimirla y con toda frialdad le dijo—Solo te daré esta velada y de ahí te olvidas de mí. Ten presente que esto lo hago por mi madre; y una vez que esto pase, te quiero lejos de nuestras vidas…. Padre.
El joven se marchó cerrando con un fuerte golpe la puerta, dejando a su padre con una sonrisa triunfal pintada en su rostro.
********** Mientras tanto en la Casa White********
Las fiestas decembrinas eran algo que la familia White celebraba alegremente y más ahora que tenían a Candy con ellos después de una larga ausencia. A pesar de que se estaban preparando para la venida del nuevo año con bombos y platillos, no notaban que la rubia solía escabullirse a su habitación para no ser molestada por nadie con preguntas sobre su nuevo novio. Pero unos pequeños ojos traviesos le dieron alcance.
—¿Candy? ¿Te pasa algo? Nuevamente estas muy triste y ya no está aquí el señor Conejo para consolarte—tranquila pequeña pecosa, no me sucede nada. Lo que pasa es que tengo problemas en el trabajo—La joven rubia trataba de no levantar sospechas entre su familia y mucho menos en su vivaracha hermana menor.
—¿Te digo un secreto? Cuando yo tengo problemas con Tom, no le hablo por unos días hasta que se me pase el coraje; pero luego, me pongo bonita y lo busco para que volvamos a ser amigos. ¡ahh! también le llevo un pastelillo para disculparnos.
—¿Y si es Tom el culpable de tu enojo? ¿Qué hace Tom ahí?
—Mmmm bueno, él siempre me tiene unos chocolates. Además, creo que soy yo la que muchas veces me enojo con él y no dejo que me explique nada. Por eso siempre le llevo el pastelillo, para disculparme por no haberlo escuchado siendo él mi mejor amigo. Yo lo quiero mucho así que no me gusta estar molesta con él. Yo le creo.
Candy se quedó meditando las palabras de su pequeña hermana. En realidad ella no le había dado la oportunidad a Terry de que explicara esa bendita nota. Además ¿qué le podía reclamar ella si hasta hace poco más de un mes atrás eran solo unos compañeros de trabajo que se llevaban como perros y gatos?
—¡Creo que he cometido una estupidez! ¡Por dios si seré tonta! ¿cómo le pude dar más credibilidad a las palabras de Eliza? Ella siempre me ha mentido.
Presurosa tomó su celular y buscó información de Terence Granchester. De ese nombre casi no había información solo aquella nota amarillista de su supuesto romance; pero de su famoso padre y del lugar donde trabajaba había un historial completo. Al mirar la foto del renombrado abogado Richard Granchester supo que ese señor efectivamente era padre de Terry, no había duda de ello, pues compartían rasgos muy similares.
Llamó al corporativo Ardlay para poder hablar con Terence; pero le comunicaron que el joven había pedido una licencia de cinco días por las festividades de fin de año.
Candy se encontraba inquieta, su corazón le decía que debía de hablar con Terence; pero ¿dónde ubicarlo?
—¡Vaya novia que soy! Ni siquiera sé dónde encontrarlo—con ojos entristecidos la joven se quedó sentada en el diván de su cuarto con la mirada perdida en el oscurecido cielo.
***** Velada de Fin de Año*****
La elegancia era absoluta en aquellos enormes salones de espejos y candelabros de cristal. Terence hacía su entrada de manera discreta en espera de que aquella noche terminara pronto. La situación de su madre le preocupaba; pero así mismo, sus sabias palabras le habían dado la fortaleza que necesitaba para terminar de una vez con el chantaje del abogado.
Del brazo del señor Granchester llegaba la señorita Marlow, era una belleza rubia que venía enfundada en un precioso vestido azul el cual se ceñía perfectamente a su esbelta figura.
—Buenas noches padre—la voz varonil del joven causó estupor en la muchacha, que para llamar la atención de Terence batía sus espesas pestañas que enmarcaban sus enormes ojos azules.
—¡Cómo estás hijo! Mira quien es mi bella acompañante—la cara de Richard era de total felicidad al ver que su vástago había cedido a su chantaje; ahora tenía que poner su plan en marcha— Señorita, creo que mi hijo será una compañía más propicia para usted en esta noche.
Yo me retiro y la dejo en excelente compañía.
—Señorita Marlow, que placer verla esta noche. Si me permite decirle que se encuentra usted encantadora.
En medio de una sensual sonrisa la joven con voz melosa solo acotó—llámame Susy.
La plática que la pareja sostenía era banal y carente de todo interés para Terence; hasta que una figura llamó su atención.
—Susana, por favor acompáñame que quiero presentarte a alguien muy importante—la cabeza del castaño trabajaba a mil y sabía que su oportunidad para salir bien librado de aquel embrollo era esa.
—Neal Lagan, ¡qué sorpresa encontrarte aquí esta noche!—la fuerte voz de Terence hizo que Neal se quedara estático.
—¡Granchester! Mira, yo no quiero problemas...
—¡Tranquilo hombre! Que para mi es un gusto encontrarte aquí—El rostro del castaño denotaba cierta felicidad que Neal no podía comprender.
—Te presento a la señorita Marlow, ella es familiar muy cercano del señor Martin Lipton y será mi acompañante la noche de hoy; pero si la bella señorita desea, puede ser mi compañía por mucho tiempo más—Como gesto de galantería, Terry plantaba un delicado beso en el dorso de la mano de su acompañante. Una mirada de fastidio y envidia inmediatamente se hizo presente en el rostro de Neal, algo que no pasó desapercibido para el castaño y decidió que este era el momento para actuar. Con un susurro mimoso se acercó al rostro de la bella ojiazul.
—Querida Susy, ¿me permites un segundo? necesito hablar con Lagan. Tengo negocios importantes con él—la joven en medio de risillas asintió.
Terence tomando del brazo a Neal lo alejó del lugar para hablarle en privado
—Me gustaría saber dónde está tu dulce noviecita. Te felicito Granchester, veo que no pierdes el tiempo.
—¡Vamos Lagan!, tú sabes que hay oportunidades únicas en la vida y esta es una de esas. La señorita Marlow es el boleto de ida hacia la cumbre económica de cualquier hombre y créeme que no la voy a desperdiciar. Solo falta que tú me colabores con tu empatía. Como dicen por ahí, somos hombres y hay que ayudarnos entre nosotros.
—¡De qué hablas! la última vez me rompiste la nariz por la idiota de Candy.
Terry apretaba su puño conteniendo las ganas de nuevamente desbaratarle la cara a Neal; pero esta vez necesitaba que él creyera en su actuación. Para aligerar el ambiente tomó dos copas de champagne y una se la ofreció a su rival
—¡Candy, Candy! Olvida eso. Necesito que le hagas compañía a la señorita Marlow hasta que yo haga una llamada a Candy para decirle que no me espere para fin de año. Tengo que inventar un cuento largo para que ella deje de fastidiarme. Mis prioridades han cambiado y ella ya no está en mis planes.
—Así que el novio ideal ha sido un fraude…jajaja ya quisiera ver la cara de esa mosca muerta. Pero para que veas que yo no soy rencoroso; pues sí, acepto hacerle compañía a la señorita Marlow toooodo el tiempo que necesites—en la cabeza de Neal ya se fraguaba la manera de que la hermosa joven quedara en sus manos y ser él quien conquiste a tan buen partido. Como punto extra estaría el gusto de quitarle una mujer a Granchester y la tonta de Candy quedaría burlada.
—¡Perfecto!—Manifestaba el castaño —Entonces por favor sé una grata compañía para mi futura conquista en lo que yo aclaro mi situación con Candy.
Los jóvenes chocaron sus copas de champagne en señal de su silencioso acuerdo aunque cada uno tuviera planes diferentes. De manera galante Neal se acercó a la joven ojiazul mientras que Terry trataba de escabullirse silenciosamente de aquella reunión; pero alguien lo detuvo
—¡Qué se supone que haces! —Espetaba de manera furiosa Richard Granchester
—Qué te puedo decir. Al parecer a la señorita Marlow le gusta el chocolate… amargo —Las palabras de Terence sonaban sarcásticas; pero su semblante era sereno, y de la misma manera procedió a despedirse.
—Bueno padre, yo he cumplido y espero que tu palabra tenga valor. Un último detalle, mi madre te envía sus saludos y dice que nunca te olvides de ciertos documentos que ella posee y que por cierto ahora yo tengo copias de ellos. Adiós…. Richard
El joven se marchó dejando a su padre envuelto en cólera
********
Terrence abordaba un vuelo directo hasta Des Moines Iowa cuyo pasaje hubiese sido imposible de conseguir sino fuera porque decidió usar por última vez su famoso apellido. El posterior viaje en auto sería un tanto pesado ya que, la incertidumbre de no saber que encontraría en Pella lo tenía intranquilo; pero quería jugar esa última carta y esperaba que esta vez la suerte estuviera de su lado.
En la casa White la algarabía
estaba en su punto máximo pues las doce campanadas ya habían sonado. El intenso frío y la nieve hacía que todos estuvieran alrededor de la chimenea central; menos Candy quien se encontraba sentada el su diván observando hacia la nada; cuando de pronto, en el frente de su casa se estaciona un auto de alquiler del cual desciende una espigada figura masculina vestido con una larga gabardina gris. En cuestión de segundos sus miradas se conectaron.Candy descendía a toda prisa los escalones de su casa y ante la vista atónita de su familia cruzaba velozmente por media sala hasta llegar a la puerta principal y abrirla de manera acelerada.
Terence estaba ahí, parado bajo la tenue luz de una farola mirando como Candy se acercaba a él con pasos dudosos. El joven temía
acercarse más a la rubia y que ella lo recibiera con una bofetada; pero tenía que saber en qué terreno pisaba. Con paso seguro avanzó hasta estar frente a frente con la muchacha y se atrevió a acariciar su rostro.—Candy, yo necesito saber si estas dispuesta a escucharme y si quieres que lo nuestro supere la barrera de las mentiras.
La joven derramó unas lágrimas al saber que él estaba dispuesto a luchar por ese sentimiento que había nacido entre ellos. Tenía tanto que decir, pero de sus labios no podían salir las palabras correctas.
—Terence yo,… yo no debí marcharme así; pero ... .las dudas…
El castaño abrazó por completo a la rubia y juntando su frente a la de ella le dijo
—Tengo mucho que contarte, pero lo primero que debes de saber es que te quiero a mi lado sin dudas en tu corazón.
Candy aferraba sus manos a las solapas del castaño y con un susurro temeroso preguntó
—Terry… ¿ y esa otra chica? ¿Ella qué significa en tu vida?
—Pecosa, esa joven no es nadie en mi vida y aunque no lo creas Neal me ayudó para que ella desapareciera totalmente. Tal parece que ese gusano por fin sirvió de algo—Terry lucía una sonrisa sincera y con las yemas de sus pulgares limpiaba las pequeñas lágrimas del rostro de Candy.
—¿Te refieres a Neal Lagan?—la expresión de Candy era de interrogación
—¿Acaso conoces algún otro gusano?—Terry sonrió —Pero ya no quiero hablar de ellos, solo quiero besarte como nunca antes nadie lo ha hecho.
Los jóvenes unieron sus labios en un beso ansioso; a pesar de que sobre ellos caían unos ligeros copos de nieve, ellos no sentían más que el acelerado palpitar de sus corazones. Desde el portal de la casa los padres de Candy veían tan tierna escena y en silencio supieron que el corazón de Candy por fin había encontrado a su verdadero dueño.
ESPERO QUE LES HAYA GUSTADO ESTE FIC YA QUE LE PUSE MI CORAZON AL ESCRIBIRLO
GRACIAS POR LEERLO
Gracias por tan Bello final 
de verdad está lindo al final el amor triunfa entre nuestra pareja favorita 
