Observo en silencio al búho que Terry había domesticado, está revoloteando, inquieto, en el salón de música. Detuvo su vuelo posándose sobre el piano que él solía tocar. Ha pasado más de una semana desde que me dejará y se escapará con rumbo a América, y en todo ese tiempo, el ave no había dado indicios de su existencia. Sin embargo, ahora, estaba posándose sobre el instrumento, y todo en él irradiaba tristeza. Mi corazón late con fuerza, incrédulo, ante el cuadro que estamos presenciando. ¿Será que le extraña, tanto como yo?
Me acerqué tratando de no hacer ruido, esperando no espantarlo. No quiero que Rebelde me deje, así como su dueño. A pesar de poner cuidado en mis pasos el animal me vio, y contrario a mis pronósticos, no se movió, como si me estuviera esperando. No toco el piano per se, la única canción que sé, él me la enseñó. Cierro los ojos, rememorando los momentos en que ambos estuvimos en este mismo salón, cuando me inicio en la música, y en tantas cosas más…
Siento mi sangre precipitarse ante el tacto de sus manos sobre las mías, él quiere enseñarme las posturas correctas. Está tan cerca, que siento que el suelo sede, el equilibrio se me va. Terry sonríe socarrón, burlándose de mis nervios. De pronto, se torna serio. Ahora toma mi rostro. Yo apenas y puedo hablar.
-No…
-Si…- volvió a sonreír.
¿Estamos quebrando las reglas? ¿Acaso no fueron hechas para torcerse? Con su beso quemó el frio que habitaba dentro de mí, y ahora que no está, no sólo vuelve el hielo, sino que además me siento, nuevamente, huérfano.
Termine de tocar la única pieza de música que me enseñó, y al hacerlo Rebelde también me abandonó.
-¡Anthony! Te estaba buscando.
-¡Déjame en paz de una buena vez, Eliza!
Salgo del salón de música, dándole un empujón, lo último que quiero es tener frente a mí a la mujer que nos separó.
Rebelde me acompañó durante los siguientes años en el San Pablo, visitándome en la loma o en el salón. Cuando llegó el día en que tenía que regresar a América, quise encerrarle en una jaula. Intenté muchas veces, pero fue en vano, en cuanto pudo, salió volando sin mirar atrás. Tal como Terry. No sé qué depara la vuelta a casa, sólo espero saber que eres feliz, aunque no nos volvamos a encontrar.
FIN ¿?
*Aquí hice trampa Cherry XD quien protagoniza la historia no es Terry, pero es él quien lo inspira, así que creo cumplir el reto XDD ahí me dirás... IGZELL esto es para ti :P parte de tu regalo de cumple, mega atrasado T.T