Hay una leyenda que dice que los colibríes son mensajeros de los muertos, de aquellos que amas y que de alguna forma vienen a visitarte en forma de un ave para decirte que están bien, que están contigo, que son parte de tu mundo aun. Pero tambien que traen amor a aquellas personas que lo necesitan.
Aquel invierno habia sido muy duro para todo el mundo incluyéndolo a él, habia sido muy largo además y a pesar de estar acostumbrados al frio que se estancaba por tanto tiempo Albert sentía además una soledad infinita en aquel solitario lugar. Extrañaba a su hermana, sus padres, sus seres queridos. Estaba acostumbrado a estar solo y sin embargo a ultimas fechas, tal vez por el hecho de tener que estar encerrado en aquella fría casona, la soledad le calaba mas que nunca.
Durante varios dias, la nieve era tal que parecía el fin del mundo y el encierro no le hacia nada bien porque aquellos que amaba y ya no estaban con el aparecían en su memoria mas y mas…entonces se daba cuenta cuanto extrañaba su vida pasada, aquellas tardes donde ella y su hermana tomaban chocolate caliente cerca de la chimenea mientras su madre afanosa hacia panecillos en la cocina y su padre les contaba historias fantásticas para entretenerlos en medio de las duras tormentas que los aquejaban.
Aquella tarde salio a caminar envuelto en un abrigo que le cubria por completo, sintiendo como el frio le iba calando hasta los huesos pero al mismo tiempo sintiendo que se liberaba del yugo del encierro. La nieve permanecia apenas pero el hielo que se habia formado era peligroso y resbaladizo, no importo, el solo quería salir y despejar su mente fuera de ahí.
- Cuando llegara la primavera al fin? –se pregunto mientras sentía como su rostro parecía ser cortado por miles de agujas debido al viento y al frio. – Cuando llegara la primavera que tanto amaba Pauna? – se pregunto nuevamente imaginando a su hermana en medio de aquel hermoso jardín que ahora parecía muerto.
Durante todo ese tiempo a pesar de extrañar a sus padres, Pauna le venia a la mente mas seguido, tal vez porque era a ella a quien estaba mas unido, no la habia llorado en mucho tiempo, de hecho la recordaba con gran cariño y nostalgia, pero hubo un encuentro que le hizo sonreir… Un pequeño colibrí apareció ante el lleno de color y vida, en pleno invierno aquel pequeño pajarillo volaba a su alrededor como si estuviera cuidándolo de todo peligro. Se bajo la capucha, lo miro de frente, aquel animalito se quedo aleteando estatico frente a su rostro y entonces el sonrio, era como si el pequeño animalejo le dijera que no desesperara porque la primavera estaba por llegar, suspiro y recordó aquella leyenda… su hermana estaba con el y no lo habia olvidado de la misma forma que el no la habia olvidado. Entonces el colibrí alzo su vuelo y se alejo dejándole una sonrisa en los labios y la esperanza de que todo cambiaria, porque al final, la vida vuelve a resurgir despues de un largo invierno.