EL RETRATO
CAP 4
Tantas cosas pasaron en esos días, tantos acontecimientos que daban nuevamente un giro a toda su existencia, tanto que pensar y que decidir.
Candy bajo en pijama hasta aquel jardín, ya no habia mas que temer al estar en aquella casona, sin embargo no se sentia digna de estar ahí, no era su lugar, no obstante ahí se encontraba nuevamente en aquella mansión a la espera de que alguien le permitiera salir de ahí. No, ya no habia impedimento para irse, pero al darse cuenta que aquel amigo a quien tanto habia querido, no era sino la misma persona que la habia protegido y puesto bajo su tutela.
¿Cómo podia partir entonces?
En medio de la noche comenzó a caminar preocupada, confusa, no podia ni siquiera disfrutar del perfume de las flores o del clima calido que se colaba por sus ropas, entonces vio aquel caballo solitario y busco a su dueño, sabia bien de quien se trataba. Con el rostro desencajado lo vio observándola desde lejos recargado en aquel gran árbol, quiso correr como antes lo habia hecho, pero por primera vez se sintio un tanto cohibida, Albert no era su amigo, al menos no el que ella conocía, sintio que el debía el respeto de los mayores, que ya no debía comportarse como aquella impulsiva chica a quien no le importaban los niveles.
- Que pasa Candy? –pregunto Albert un poco vacilante.
- Albert…digo… Sr. William… yo…
- Candy, no haz entendido, soy yo, Albert, no tienes porque llamarme Señor, entre nosotros eso no existe.
- Es solo que…hace mucho tiempo vi tu foto en un enorme cuadro en la Mansion Leagan, apenas… apenas hoy me doy cuenta de lo importante que eres para todos los miembros de la familia, no se como hablar contigo.
- Como siempre, soy el mismo que conociste, el puesto que me han dado es algo que nunca pedi y que no quiero, pero que tomo con gusto para poder protegerlos.
- Y yo?
- Tu, tu eres tu, puedes ir y venir como lo desees, puedes renegar del apellido y pedir la anulación de tu adopción o quedarte como miembro de la familia, tu tienes la libertad que yo siempre quise y el poder de elección que a mi no me dieron. Para ti nunca sere la persona de ese cuadro que mencionas, todos tienen una foto mia y solo es para reconocerme, no porque yo sea alguien de interés sentimental para ellos, en cambio para ti espero poder ser la persona que quiero ser en verdad.
Candy asintió, todas sus dudas se evaporaron con la brisa y como niña, corrió a su encuentro sellando aquella amistad que los habia unido desde siempre…