AMDA:: Respuesta al tercer reto:: ATRAPADO EN EL ESPEJO, one-shot ::

A través de este espejo puedo contemplar mi pasado, ese pasado que me tranquiliza, aunque sea sólo por un momento. Todo lo que fui una vez, ha quedado atrapado en este espejo. Mi presente pertenece a un ser difícil de describir.

Esta noche volví a fracasar. El escuchar su voz angelical hizo que el demonio que habita en mi ser se contuviera. Más estas ansias incontrolables, esta sed de ese líquido rojo, bastó para querer saciarme con su amiga. Su amiga calmó mi hambre. Lo único que siento es que ella sufrirá al enterarse de este hecho y no estaré a su lado para consolarla.

Maldito momento en que me convertí en este horrible ser. Esa mujer fue la culpable, esa mujer que decía quererme con todo su ser. Aquella dama que por egoísmo prefirió ocultarme de todos. Sí aquella tarde no hubiera caído del caballo, seguiría siendo aquel chico amoroso, alegre y esa tierna niña, tal vez, sería mi esposa.

Aunque pensándolo bien esa dama hizo lo correcto, ¿quién le habría tenido afecto a un miserable cojo? Soy un estúpido, un pobre ser mediocre, sigo imaginando una vida feliz, cuando he destruido vidas para saciar mis bajos pensamientos, tal vez siempre fui un hombre lleno de maldad.

A cada minuto escuchó los gritos implorantes de aquella gran dama. Recuerdo que esa noche como pude me levanté de la silla de ruedas, mi único objetivo era retorcer su arrugado cuello hasta dejarla sin aliento. Ella fue la primera de una larga lista. Su única culpa fue haberme alejado de mi hogar, qué derecho tenía de matarme. Ahora ella ocupa mi ataúd. Todos creen que ella se encuentra de viaje. Si, en un viaje, pero al infierno. La muerte de la distinguida Elroy Andrew fue algo tan simple, tan fácil. Su mirada dulce, afligida, pedía perdón. Mi primera vez fue tan tranquila, tan fugaz.

La segunda vez fue excitante. Sentir su sangre caliente en mis manos. Escuchar sus súplicas fue una armoniosa melodía para mis oídos. La torturé por dos noches, hubiera querido alargar su sufrimiento, más sus fuertes y molestos chillidos me estaban taladrando la cabeza y temí que me descubrieran. Verla tan desprotegida sacudió todas mis emociones, contuve por dos noches al demonio, dos largas noches en donde me gritaba salir para hacer de las suyas. En la tercera noche la sangre de ella despertó en mí la mejor de las emociones. Despertó esta locura que me hace vivir y me mata al mismo tiempo. Su sangre se confundía con su cabello rojo, creo que fue mi mejor ensayo. Las que vinieron después fueron la perfección de mi actual estilo de vida.

Sin embargo, el espejo se burla de mí y le hace feliz recordarme el pasado, ese pasado en el que era un simple mortal. Me revuelco en el piso, pido perdón por mis pecados. Pido ver una vez más esa tierna mirada verde. Quiero verla y que ella sea quien calme esta ansiedad, que mate al demonio que se aloja dentro de mí.

Han pasado dos semanas no he salido de cacería, el plan por fin está concluido. Esta noche ella habrá domado al demonio o simplemente sucumbirá a su hambre.

Mi corazón late fuertemente, sé que explotará en cualquier momento. Mis manos tiemblan. Dentro de mis pulmones está el aroma de su perfume de rosas, el aroma de su sangre caliente.

Me miro al espejo y la culpa llega. Vuelvo a retorcerme en el suelo y pido perdón una vez más.

Ya nadie puede detenerme. El espejo ha sido destruido. Mi pasado ha desaparecido.

Ahora sólo queda vivir como escoria de esta inmunda sociedad.