Cap. 3
Llevaba varios meses castigado. No le permitían salir , siempre vigilado por sirvientes o tutores.
Debía presentar sus exámenes con las mejores calificaciones, era prioridad.
Esto Terry lo entendía perfectamente, lo odiaba, pero como joven enamorado soñaba con poder unirse a su amada y darle la mejor vida posible.
Soñaba con tener para siempre a su mona pecosa a su lado.
Mientras tanto una joven se asomaba a la habitación de su amigo. Lo extrañaba mucho.
Así que decidió trepar por la enredadera que daba directamente a su cuarto y cansada decidió tomar un último impulso y saltar sobre la ventana .
Terry se encontraba en la biblioteca estudiando, mientras su querida nana lo vigilaba.
Cuando se escuchó un fuerte sonido junto con cosas más pequeñas que caían al piso ruidosamente.
Miro a su nana y ella le permitió salir .
El chico tomó su raqueta a manera de precaución, seguro sería algún mapache curioso .
Entro con sigilo y con la raqueta levantada sobre sus hombros listo para defenderse o atacar.
Al mirar hacia la ventana se encontró con una pila de libros y adornos en el piso los cuales el solía tener en una mesa.
Y debajo de todo , esparcidos por el piso había una maraña de rizados cabellos rubios.
Sonriente ante aquel espectáculo procedió a levantar todos sus libros y los adornos hasta que se encontró con la rostro adolorido se su pecosa.
Ohhhhh Mona pecas , estás bien ? Pregunto mirándola con preocupación.
Si mocoso engreído , yo soy muy fuerte , dijo Candy sonriendo , sacándo la lengua y cerrándole un ojo a su chico.
Terry te extrañaba mucho! Le dijo Candy mirándolo detenidamente.
Yo mucho.. más mi… pecosa ! Contesto un poco tímido Terry.
Pero verás que terminaré mis estudios y tu también. Podremos estar juntos en la universidad y después …. . Se quedo callado solo mirándola .
Qué Terry , después que vamos a hacer ? Lo miraba con mucha expectativa.
Por un momento infinito el jovencito sólo miro el rostro de la chica pecosa , absorto en sus ojos verdes , en su naricita llena de pecas, en sus cachetitos suaves y rellenitos y en esa preciosa boquita de labios rosas. Se preguntó qué sabor tendría su pecosa , sabría a chocolate? A menta ? A vainilla?
Se acercó despacio al rostro se su pecas , absorto en esa linda boquita, mientras ella no entendía que hacía su querido amigo.
Cuando el chico iba a acercarse al fin al rostro de su pecas un carraspeo de su nana los interrumpió.
Nana ! Protestó Terry.
Tu padre ha llegado y viene para acá. Contesto asustada la nana.
Cuando el chico volvió a mirar a su Candy ella ya había saltado afuera de la ventana y pronto corría por el enorme jardín.