UNA ACTRIZ EN EL ESTABLO
Había llegado ahí de pura casualidad, o más bien dicho, buscando a la mujer con la que congenio tan bien en Florida: Candy. Aun recordaba a la chica con la cual compartio unos dias y que de alguna forma le hizo sentir mejor cuando aquella vez la habian rechazado para el papel de Julieta, no es que sintiera que le debiera nada, incluso creyo que le habia pagado al dejarla entrar al teatro en aquella ocasión, pero la verdad es que tenia pocas amigas y quería en ese momento de su vida, alejarse de los escenarios, al recordarla tambien recordó el lugar que ella menciono “un lugar alejado de todo”. Pero vaya que estaba alejado, habia tardado casi un dia completo en llegar ahí desde la estación aun en auto.
Al llegar pudo observar un lugar pintoresco, nada con ver con lo que ella acostumbraba, le parecio perfecto para alejarse del escandalo en el que se encontraba metida, y es que salir con el director de teatro no fue su mejor idea, menos cuando este era casado y su esposa habia llegado a reclamarle en plena entrevista con el diario. Aquellos dias eran los peores de su vida, esperaba que Candy pudiese a ayudarla a esconderse un tiempo y que además le hiciera compañia.
- Disculpe. –dijo al ver a aquel chico bajando botes de una carreta. – busco el Hogar de Ponny, mas bien dicho, a la srita. Candy White, ¿la conoce?
Tom volteo y vio a aquella chica citadina, con zapatillas que seguro estarian provocando un fuerte dolor de pies, sonrio y dejo lo que estaba haciendo en ese momento para acercarse.
- Aquí es el hogar de Ponny, Candy no esta, seguro no tarda, fue a la clínica a atender unos pacientes.
- Sabe si puedo descansar en algun lugar.
- Pase, seguro la Srita. Ponny le da algo de comer y beber en lo que espera a Candy… Mi nombre es Tom, Candy es mi hermana.
- No sabia que tenia un hermano.
- Aquí todos somos familia, asi que si, es mi hermana.
Karen entro en aquel lugar siguiendo al chico, la verdad es que le gusto desde que lo vio, aunque se le hizo algo brusco y salvaje, dejo sus pensamientos a un lado cuando apareció aquella anciana seguida de un monton de chiquillos.
No fue tan sencillo como pensó, los primeros días las hermanas las dejaron tranquila despues de que Candy les dijera que era amiga suya, Karen no estaba acostumbrada a ese tipo de vida pero descubrió que le empezó a gustar, los primeros dias se levantaba al mediodía, escuchaba la algarabía de los niños y veía a aquellas mujeres trabajar sin fin y se sintio un tanto inútil, era una buena chica, pero ninguna persona que naciera de buena cuna se acostumbraba fácilmente. Tom llegaba y al inicio se quejaba de la invitada de Candy porque no ayudaba pero poco a poco fue viendo como ella se iba incorporando a las actividades del hogar, y algunas veces comenzó a verla actuar en las tardes para los niños, era obvio que extrañaba el teatro y tambien lo era que el se sentia atraído por aquella chica.
Uno de esos días llego al hogar en plena actuación de Karen y se sento a verla al lado de los niños, ella sonrio, la verdad era que se habia dado cuenta cuando el la espiaba y le gustaba, aquel chico fortachon le agradaba mas que cualquier actor escuálido que hubiera conocido, mas incluso que aquel director con el cual se habia visto involucrada sin saber que era casado. Y a partir de ese dia, el acudió sin falta y ella actuo para el indirectamente. Todo aquello no pasaba desapercibido ni por las hermanas, ni por Candy quienes confabulaban para juntarlos de alguna manera.
- Organicemos una obra –puntualizo Candy.
- Una obra? Que planeas Candy?
- La organizaremos en el rancho de Tom, para todos los empleados, seguro a todos les gustara tener un espectaculo.
- Pero crees que el acepte? –pregunto dudativa Karen.
- Si, aunque no creo que no somos tan buenos actores tu llevaras el papel principal.
A Karen esa idea la emociono y se dedico a ensayar con los niños que serian parte de la historia y por supuesto con el galan que seria su coestrella, no es que a Tom le gustara hacer el ridiculo, pero el plan de Candy siempre fue acercarlos mas y definitivamente eso lo hizo. Los nervios de Tom al estar cerca de ella le hacia ver torpe, cosa que a Karen le causaba gracia y ternura y ella misma intentaba no ponerse nerviosa cuando en alguna escena el tenia que acercarse. Era una obra inventada y ella escribia y reescribia las escenas, penso mucho en el final.
Cuando la obra se presento todos se reunieron en uno de los establos, el mas grande, lo habian acondicionado a manera de teatro y estaban emocionados. Algunos de los capataces reian al ver a su jefe tan nervioso pero cuando todo empezó se quedaron callados y atentos para observar el desarrollo de la obra.
Tom definitivamente no era un actor, pero estándo ahí solo se enfoco en los ojos de Karen y se olvido del resto, del ridículo, la vergüenza, la gente que les miraba y Karen como una profesional, lo pudo llevar de la mano a llevar perfectamente las escenas. Al final ella habia pensado en un beso pero no lo dijo, porque se habia arrepentido de su osadia, sin embargo cuando el vivieron felices para siempre llego a la historia se vio sorprendida al sentir los brazos del vaquero rodearla y sin mas buscar sus labios para besarla. Tom no quiso perder esa oportunidad, ella se iria pronto, regresaría a su mundo y el no quería que pasara.
Karen se vio sorprendida, si pero tambien en aquel momento penso que era el momento de ambos y que aquel viaje era cosa del destino, correspondio al beso con la misma pasión olvidando por completo a los presentes.
Ella tal vez volveria a actuar en grandes escenarios y el volveria a sus vacas, tal vez volvieran a verse o tal vez seria todo tan fugaz como una obra de teatro, pero ambos sabían que aquel romance no podrían olvidarlo por el resto de sus dias.