CAPÍTULO 12
Se ha llegado el día en que los Andrew deben poner rumbo a Europa. Por lo que Candice debe ir donde el señor Gable para conocer el estado de su negocio, éste le dice cómo van las cosas. Es entonces que se entera que la tienda “Sensation” se que ha quedado sin clientela y el gerente ha expresado públicamente que gracias a Eliza está rumbo a la ruina.
La pelirroja no puede entender a qué se debe semejante acusación pues siempre ha preferido comprar en esa tienda; también ha escuchado que la “Boutique Fashion Sweet Destiny” es la gran novedad y todo mundo quiere comprar ahí, incluso hasta su madre y la tía Elroy llevan esas ropas… el disgusto de la joven aumentaba porque Sara no apoyaba a “Sensation”.
-Señor Gable, ahora que nuestra competencia se encuentra en estado crítico, quiero que le ofrezca un contrato. Pueden vender algunas de nuestras prendas con la condición que Eliza Leagan no pueda nunca comprarlas. Los vestidos siempre llevarán la etiqueta de nuestra marca y debe tener un lugar en la tienda como “Sección Fashion Sweet Destiny”. Y si no le parecen nuestras condiciones, dígale que siempre podemos comprar el local y reabrirla como una nueva sucursal.
-Entendido señorita.
-Ésta tarde parto de viaje y no sé cuándo regrese, pero de todas maneras quiero seguir bien informada, que mis condiciones se cumplan, sobre todo que Eliza no compre ni una prenda nuestra y si lo hace que le cueste un ojo de la cara; y si es preciso tomar alguna decisión importante y no puede contactarme puede acudir al señor George Johnson.
-Haré como usted dice… que tenga buen viaje señorita y no se preocupe que cuidaré bien de todo.
-Muchas gracias señor Gable, nos veremos luego.
La joven se levanta del escritorio de la oficina del señor Phillips y éste le acompaña hasta la salida, cuando el hombre le abre la puerta ven al otro lado del andén una curiosa escena.
Un chico que le seguía los pasos a Eliza Leagan se había acercado finalmente, quien iba pasando cualmente por ese lugar, él le confesó sus sentimientos y que desde hacía mucho tiempo estaba prendado de su belleza, después le entrega una humilde flor; la pelirroja le propinó una fuerte bofetada y cuando el pimpollo aterrizó en el suelo, ella lo pisó hasta destruirla.
-¿Cómo se te ocurre hablarme de amor? ¡Eres un iluso! ¡Un muerto de hambre! Un bueno para nada, no eres digno de mi persona ni de que te dirija la palabra ¡Quítate de mi camino y no vuelvas a cruzarte nunca más!
Exigió furibunda dándole un empujón y luego limpiar se un pañuelo la mugre imaginaria que creía haber tocado con el roce. Varios transeúntes presenciaron la escena y se quedaron boquiabierto, siendo el momento más humillante para él.
Candice mueve su cabeza de manera negativa y suelta un suspiro desganado. Entonces se dirige al administrador.
-Es lamentable ver que existen personas que se creen superiores sólo porque son capaces de intimidar a los demás. Gable ¿Podría pedirle una última cosa?
-Lo que usted diga señorita
-Se lo agradezco.
Exprese genuinamente la rubia por la disposición y amabilidad del caballero, entonces le señala al chico en cuestión que ha sido humillado y le da indicaciones de cómo debe ayudarlo. Luego se sube al vehículo que estaba ahí esperando para llevarla.
En la popa del barco los hermanos Corwell juegan al quoit, la tía Elroy habla con otros pasajeros tranquilamente mientras pasean por cubierta y Candice y Anthony están descansando en las tumbonas. El viaje se realiza sin contratiempo y pasiblemente, aunque los pensamientos de la rubia volaban a mil por hora.
Es una ventaja que pueda alejarse de Eliza, persuadir a los chicos no fue tan difícil, pero que fuerana terminar en un internado no le hacía tanta gracia. No tenía ni idea de cómo era el lugar y lo que tendría que hacer una vez se instale ahí <<”Cielos… no sé cómo le voy a hacer… en mi vida pasada casi con veinte años ya estaba en la universidad… tener que volver a repetir los estudios es un poco odioso”>> Pensaba la chica mientras observaba las nubes en el cielo.
Cuando finalmente llegaron al Puerto de Southamton los Andrew se hospedaron en el Hotel Savoy. La tía había previsto que los chicos llegaran a tiempo para poder entrar al instituto al iniciar las clases y para ello sólo quedaban dos días, por lo que estuvieron compartiendo paseando por el Big Ben, tomar el té en la plaza Piccadilly Circus, admirar el cambio de guardia frente al Palacio de Buckingham y una noche en el Teatro Lyceum.
Finalmente debían ir al internado, cuando descendieron del carruaje Candice observan cómo los barrotes del portón metálico se abren dando acceso al edificio neogótico del Real Colegio Saint Paul. Fueron dirigidos a un salón donde se encontraban los demás alumnos y les explicaron las estrictas normas de convivencia. Los horarios de misa, la política educacional, el de las clases y las actividades extracurriculares, seguido cada uno recibió una nota donde les decían cuál era la habitación asignada para cada uno, los libros que debería llevar a las clases y un pequeño mapa con respecto a la distribución del edificio.
El nuevo estilo de vida se presentaba a los chicos de manera monótonamente estricto. Las mañanas misa, luego clases de historia, lengua, artes, competición de polo, esgrima, tiro con flecha y más. Poco a poco Candice se fue convirtiendo en líder, sobresaliendo en sus notas y buen comportamiento y fue seleccionada delegada de su clase.
Por otro lado Archy tenía muchos problemas con otro chico, hijo de un noble, cuando eran los duelos con los floretes sus ataques eran tan salvajes que en más de una ocasión debieron ser separados por el instructor. Ese alumno solía ser muy impertinente en varias ocasiones con la intención de hacer enojar a la rectora Grey. Llegaron las vacaciones de navidad y fueron con la tía Elroy a la Villa en Escocia. Cuando regresaron retomaron su rutina tranquila en ese lugar que ellos consideraban una cárcel hasta que llegaron las vacaciones de verano.
Un nuevo ciclo comienza y los jóvenes Andrew están colocando sus pertenencias en las habitaciones, luego se pusieron sus uniformes y debieron presentarse en la capilla para recibir la bien conocedora tortura misa de consagración de dos horas. A pesar de que Anthony, Stear, Archy y Candice habían logrado mantenerse alejarse de los Leagan por un año, fue una noticia desagradable cuando vieron a los hermanos entre los alumnos junto a la hija de los Brither.
-Oh, mira Archy… Anny está aquí en Londres.
Le susurra su hermano cuando la reconoce entre los chicos que están tomando la homilía en el templo. La reacción de él fue una mezcla de admiración y hastío.
-Shhh… calla, si la rectora de escucha nos va a retar.
Puntualizó mientras fingía que volvía a centrarse en la oración. Por su parte, cuando Eliza se enteró que Anthony estaba en Londres le rogó a su madre para que la enviara a estudiar junto a él. De presto las puertas del templo se abrieron y un joven de cabellos largos y vistiendo el uniforme entra, el padre deja de pronunciar las palabras y todos vuelven a ver al intruso.
-Tereuce Grandchester ¡Llegas tarde! Vete a sentar ahora mismo.
-Ha, ha, ha…
-¿De qué te ríes?
-Es realmente gracioso ver la cara de todos fingiendo estar consagrados a las palabras del padre Mathew, pero me pregunto si realmente le están prestando atención
-Terry vete ¡Vete!
-“Fuera de aquí” ¿No? Tranquila hermana Gray, me voy… de todas maneras, yo no vine aquí a rezar
-¿Entonces a qué has venido?
-A descansar, éste es un lugar tranquilo para echar una siesta… me voy
-Un momento Terry.
-¿Qué sucede hermana? ¿Quiere que vaya verle a su despacho? Así hablamos de mi conducta reprochable y que debo cambiar… ya me di esa perorata por adelantado no hace falta que se moleste, adiós.
La rectora estrujaba el rosario en sus manos mientras que todos estaban sorprendidos por la soberbia del chico, entonces Eliza le susurra a María y Luisa las alumnas a su lado.
-¿Ese quién es?
-Ese joven guapo es el hijo del duque, es Tereuce Grandchester
-Es un rebelde, fuma y bebe
-Sí, pero a pesar de eso saca muy buenas notas, aunque no asiste a las clases
-Bueno, suele tener competencia con Anthony Brower en las notas y con Archibalt Corwell en los deportes.
-¿Con los Andrew?
Pregunto sorprendida Eliza.
-¿Los conoces?
-¡Silencio Ahí Atrás! Señorita Leagan, si tiene tiempo para estar cuchicheando es que no está haciendo bien la oración, si no lo consigues es que tu mente no está preparada, concéntrese más.
Sentenció la superiora y muchos tuvieron que contener la risita. Cuando el servicio terminó todos los alumnos disponían de un receso en el jardín por lo que la pelirroja quiso acercarse a su amor platónico.
-Anthony, estás aquí ¿Has venido a recibirme?
-Eliza… ¿Qué haces aquí?
Saluda desganadamente, sus acompañantes observan la escena tranquilamente compadeciéndose de él.
-Vine a estudiar como todos, para convertirme en una gran dama.
-Espero que tengas mucha suerte, mi se disculpas, me retiro.
-Anthony, no iras a marcharte así sin más, deberías de enseñarme las instalaciones del colegio, no quiero perderme.
-Eso es contraproducente Eliza, está prohibido que los chicos hablen con las chicas, lo dice el reglamento.
-No te entrometas Archy, puedo hablar con la hermana Gray para que nos lo permita, en todo caso somos familia.
-Es curioso… ahora resulta que nuestra “querida prima la señorita Eliza” quiere compartir con nosotros.
Comentó Candice sarcásticamente, entonces la pelirroja se gira para descubrir tras de sí a su enemiga.
-Contigo por supuesto que no, nunca aceptaré que una dama de establo ose en llamarse mi familia sólo porque ha sido adoptada por los Andrew…
-Eliza
Balbuceo la joven agredida, no esperaba que de buenas a primeras ya estuviera soltando veneno. Todos los alumnos que estaban cerca y escucharon lo dicho se sorprendieron y empezaron a murmurar; los hermanos Corwell y Anthony se molestaron muchísimo porque sabían que lo hacía sólo para humillarla
-… y eso es porque sus padres la abandonaron, ni siquiera ellos la quisieron y por eso la dejaron, ahora estás con los Andrew porque eres una embaucadora.
-¡Mide tus palabras Eliza! Si no olvidaré que eres una dama.
-No te molestes Anthony, es evidente de que ella no conoce la compasión, educación y respeto. Por favor ignórala, acaba de llegar de Estados Unidos y tiene esos comportamientos agrestes.
-¡¿Cómo te atreves a decir eso de mí Candy…?!
-¡Silencio! Señorita Leagan, está muy revoltosa, por lo visto no ha sido suficiente momento de reflexión en la homilía… será mejor que regrese ahora mismo al templo y póngase a rezar
-Pe… pero hermana Gray
-¡He dicho silencio! He escuchado todo perfectamente y no permitiré que nada ni nadie perturbe la paz de éste prestigioso Colegio Saint Paul. Hermana Margaret acompáñela adentro y no deje que se levante hasta que termine los 300 Padre Nuestros.
-Entendido madre superiora.
Obedece la monja e instando a la pelirroja a que avance, ella está hasta roja del disgusto y no le queda más que aceptar, aunque no es la única que se ha molestado por todo lo sucedido, por lo visto se acabó la paz.
-Muy bien Eliza, volvamos a jugar...