Este aún no es el final, tenemos una sorpresa más y nuestra despedida por la noche...
Sin más, les dejo con el "final" de:
Este viaje en conjunto es una experiencia que no olvidaré jamás.
Miro a Terry y Candy tan felices, y soy feliz por ellos. Las chicas me pusieron al corriente de todo lo que a esta parejita le ha tocado vivir, ambos han sufrido en sus vidas personales, deseo en verdad que logren quedarse juntos y ser felices, y si de nosotras depende hacerlo, ahí estaremos para ello.
En este tiempo he descubierto mis aptitudes y de lo que puedo ser capaz, siempre he sido algo tímida, pero hoy, me siento mucho más capaz de lograr lo que me propongo y de ser yo misma, sin esperar ni pensar en los demás…
Una sonrisa se dibuja en mis labios al notar las travesuras que las chicas hacen contra Terry dentro del mar, mi eterno amor secreto… Con la firmeza y determinación que me da ser parte de las Rebeldes, corro hacia ellos y me uno a la diversión, sintiéndome… no, siendo libre…
Por poco le revelo mi secreto a T.G. acerca del dibujo que hice de Terry, menos mal un ápice de cordura apareció en mí y pude inventar que aún lo iba a pintar… Pero es que quedé taaaaan impactada con la tremenda “diferencia” en los dibujos, que no logro superarlo.
Veo cómo las chicas juegan con él en el mar y mi mirada baja a esa parte de su anatomía que no debería estar mirando… No dejo de verlo mientras brinca, corre y se mueve de un lado a otro… Mis mejillas se encienden sólo de imaginarme “cosas” intrépidas.
--Mari, ¿estás bien? Te ves muy sonrosada. –Preguntó Felícity.
--Sssí… Es… estoy bien… --Tartamudeé. Ella puso su mano sobre mi frente.
-- Pero te siento muy acalorada…
--Es… por… por los tragos…
--Mmmm, tal vez… O tal vez, sea lo que estás recordando.
La miré con los ojos abiertos como platos. Ella sonrió con picardía.
--¿De… de qué… hablas? –Pregunté temerosa.
--No lo sé, tú dímelo. –Expresó mi amiga con énfasis.
--Fe… Felíci…
--Tranquila amiga, tu secreto está a salvo conmigo… Pero la verdad, qué suertudota eres… --Palmeó mi brazo. -- Ahora no pierdas más el tiempo y ve a meterle mano a mi “primito”, total, unos cuantos manoseos no le van mal a nadie.
Mi alocada amiga me empujó, haciendo que mi cabeza girara y mis emociones se incrementaran al verme descubierta... Me bajó los tragos de golpe... Miré hacia ella quien movió sus cejas de arriba abajo sugerentemente, mientras tomaba tranquilamente una piña colada. Me giré ante el relajo presente y dije: “¿Por qué no?”. Hasta la tranquila Sue había entrado en él, así que sería mi oportunidad no sólo de ver, sino de tocar la fruta prohibida… Entre tantas manos, difícil saber quién había sido.
Y allá fui… hacia la segunda mejor aventura de mi vida…
Su querida novia Annie es tan sosa, que andaba por allá tumbada al sol, sin percatarse de nuestras intenciones. Después de aquél encuentro en el bosque del colegio, mi cuerpo se enciende al tenerlo tan cerca de mí.
Mientras buscaba la manera de quedarme a solas con él, vi cómo Pashca se dejó caer, dando un grito al hacerlo. Obviamente todos corrieron hasta ella para ver si estaba bien.
--No lo estoy, me duele mucho el pié. –Dijo con voz atribulada, pero yo no me tragué ese cuento. –Archie… ¿podrías ayudarme a llegar a mi habitación? Creo que necesitaré reposar un tiempo para evitar una mayor lesión.
Mis manos se cerraron en puños. No lo iba a permitir.
--Yo te acompaño, querida. –Le respondí.
--Oh, no… No podrías llevarme cargada. –Alegó ella.
--Pero puedes apoyarte de mi hombro y caminar lentamente… No es necesario que te carguen.
--No tengo problema con eso, la llevaré a su habitación. –Dijo Archie provocando satisfacción en la muy cínica.
Los vi irse, ella poniendo sus enormes montañas en la cara de él… Quise ir donde Annie y advertirle, pero tuve una mejor idea. Dejé que los demás siguieran jugando y me fui sigilosamente tras ellos. Una vez dentro de la habitación, me pegué a la puerta para tratar de oir lo que sucedía:
--¡Oh Archie! Sí, así… justo ahí… No pares por favor… Hazlo un poco más fuerte…
El calor se me subió a la cabeza, una mezcla de coraje y excitación. Abrí la puerta con ímpetu y los encontré como quería… Él… sobando su pié.
--¿Qué haces aquí, Loli? –Preguntó mi guapo gatito.
--Esto. –Dije quitando rápidamente mi bra y bikini, quedándome totalmente desnuda. Él miraba con deseo mi feminidad, la cual estaba completamente depilada, lo hice pensando en él.
---Loli… ¿qué… qué haces? Tápate. –Quiso ordenar, pero el color se le fue al ver que me encaminé hacia él decidida a todo. Antes de poder tocar su mano, Pashca se puso frente a él, igualmente desnuda, dejando al gatito con la boca abierta.
--Ni creas que te dejaré el camino fácil, Archie no se va de aquí sin una buena dosis de “relajación” de parte mía.
--Pues que él decida qué tipo de relajación quiere, la tuya o la mía. –Expresé con decisión.
--Que así sea, estoy muy segura de que ya te gané esta partida.
--Ja, lo dudo mucho, la única ganadora seré yo, que te lo diga él de una buena vez…
--¡¡¡Archie!!! –Gritamos ambas para someterlo a una decisión inapelable, pero al buscarlo por la habitación, no había rastro de él.
Al voltear hacia la puerta, apenas y logramos ver su silueta huyendo del lugar.
Por más que gritamos su nombre, el muy malagradecido nunca regresó…
--Archie nos la tiene que pagar. –Exigió Pashca sentándose en la cama.
--Así será… Nos cobraremos esta huida de una forma muy dolorosamente placentera. –Aseguré extendiendo mi mano para estrechar la suya.
Ambas, en total desnudez, comenzamos a reír y a maquinar nuestro futuro plan contra el gatito miedoso.
Nadie, a parte de Felícity, saben que tengo debilidad por los chicos maduritos, y que Albert es mi ideal favorito: es atento, caballeroso, solidario, sabe escuchar y aconsejar… En fin, un perfecto príncipe azul… pero no para mí… Me confirmaría tan sólo con un… “ahhh”—Suspiro y reprimo mis deseos mientras sorbo de mi cocktel.
Todos andan bien divertidos, incluso yo, pero no dejo de sentir esa espinita de estar dejando pasar un momento genial para atesorar en mi mente y corazón… Vuelvo a sorber de mi cocktel y pido uno más en la barra.
Me encamino hacia las palmeras pensando en llevarme un buen paisaje para dibujar en el colegio, a fin de acabar con los momentos de tedio. Tomo mi cámara y comienzo a sacar fotos diversas del lugar. Estoy tan concentrada en la actividad, que no me doy cuenta de mi alrededor y tropiezo con algo, vaciando todo mi cocktel.
--¡Ey, ya son muchas, pequeña! –Dijo ese “algo” con esa voz que hizo que el corazón me brincara más rápido de lo normal y me quedara congelada.
Frente a mí, con los trocitos de fruta sobre su desnudo pecho, estaba ni más ni menos que el guapísimo Albert. Había estado recostado jugando con el mono de T.G. (me refiero a una pequeña mascota que encontró en la playa… No sé si jugaba con algo más).
En ese momento, las palabras de Felícity hicieron eco en mi cabeza… “Arriésgate”… Sentí la adrenalina en mi interior y el miedo luchar contra el deseo reprimido… Y al final, hubo un ganador…
--¡Oh, Albert, lo siento! –Dije pasando mis manos por su amplio pecho, en señal de querer quitar la fruta que lo cubría.
--Tranquila, belleza, fue un accidente.
--Oh, sí, pero qué torpe soy… Mira nada más cómo te dejé… --Dije sin dejar de toquetearlo.
A lo lejos divisé que T.G. se acercaba, así que hice algo aún más intrépido y que me carcomía el pensamiento. Me acerqué a una de sus tetillas, por donde escurría un poco del cocktel que había derramado, y la lamí, succionándola entre mis labios.
Lo oí contener la respiración y tensarse ante mi acción, me agaché a recoger el vaso sobre la arena y noté que su “amiguito” también se había tensionado. En ese momento T.G. llegó hasta nosotros, sin haberse enterado de nada, pues la amplia espalda de Bert había tapado mi atrevida acción.
--Hola Am… --Dijo T.G.
--Hola… --Respondí sonriendo.
--¿Te quedas con nosotros? –Preguntó ella inocentemente jugando con el mono.
--Oh no amiga, voy por un “orgasmo”.
Albert abrió los ojos como platos ante mi aseveración, y yo reprimí una carcajada.
--¿Otro? –Preguntó T.G. –Me parece que ya llevas 3 con este…
--Así es… --Dije levantando el vaso. –Pero este último, me supo a gloria… Así que no me reprimiré… Estaré preparada por cualquier cosa… --Dije en doble sentido y me di la vuelta pavoneando mi trasero ante la mirada de T.G. y Bert, porque estaba segura que ahora ya no era una pequeña, ni una somba… Ahora era la chica busca orgasmos y lame tetillas.
Y así me fui rumbo al bar, nuevamente…
No quería que este tiempo terminara, pero así debía ser.
Estaba segura que cada una se había llevado su recuerdo especial de estás vacaciones.
Candy y Terry estaban tomándose una selfie de recuerdo, entonces quise reunir a todos para salir en la foto junto a ellos, pero algunos estaban lejos y otros ni estaban, así que llamé a las más cercanas a mí para retratarnos con ellos.
Sue, Chianella, Marishka, Amethyst y yo nos acomodamos para la foto. A lo lejos oímos que alguien gritaba un: “espérenme”, pero al ver de quién se trataba, nos apresuramos a fotografiarnos antes de que la histérica llegara.
Neil había desaparecido después de su idiotez, no así Eliza, quien andaba rondando siempre a Terry. Está de más decir que hizo una rabieta marca ACME por no esperarla, porque justo cuando iba a llegar, cayó en una fosa que unos niños habían cavado para enterrarse, y fue a dar las narices contra la arena, tragándose kilos de ella.
Ahí sí que la fotografiamos… Era nuestro as bajo la manga…
No tengo palabras para decir lo feliz que me siento… Sé que aún nos falta la noche para dejar este bello lugar, pero de algo estoy muy segura… Estás VACACIONES las vivimos de la manera más IRREVERENTE posibles, atesorando cada experiencia en nuestra mente y corazón…
Gracias Rebeldes por hacer de estás vacaciones, las mejores de mi vida…
Última edición por Felicity Grand el Lun Mayo 16, 2022 12:51 am, editado 1 vez