Anduve de viaje, pero no de vacaciones.
Anduve arreglando papeles, pero no de herencia.
Anduve trabajando, pero no ganando dinero
En fin, después de ese todo y nada, ya me manifesté.
Vengo a dejarles el tradicional y nada común Fic Conjunto de las Rebeldes
Ya saben que somos unas loquillas bien hechas, pero eso sí, disfrutamos lo que hacemos... Y bien disfrutado
Pasen y lean, nada más y nada menos que...
POV FELÍCITY
Con anticipación, nos habíamos reunido para organizar un viaje grupal a Florida, toda la tropa Rebelde, obviamente, Candy y nuestros amigos. Sabíamos que debíamos esperar los protocolos antes siquiera de poder salir corriendo del aula, pero en nuestro interior, las vacaciones ya habían comenzado.
Las campanas del mediodía sonaron, mi corazón se aceleró y miré a ambos lados a mis traviesas amigas… Loli parecía lista para emprender un maratón, y Didi ya ni quisiera disimulaba pues estaba guardando, apuradamente, sus libretas y libros. Cuando la Madre Superiora terminó su indeseable perorata, esperamos a que salieran, ella y las monjas, y salimos a tropel. A lo lejos oí que alguien gritaba, pero yo ya estaba fuera y nadie iba a retenerme un minuto más ahí.
Llegué a mi habitación, que compartía con Amethyst y Pitu y, como es mi costumbre, comencé a hablar a raudales:
–¿Llevan sus pasaportes?
–Sí. –Respondieron ambas
–¿Tarjetas de crédito o débito? ¿Guardaron todo en sus maletas? ¿Llevan sus outfits para cada día? ¿Quién aseguró la reserva en el hotel? ¿Llamaron al número que les di para asegurar la renta de las SUV?...
Estaba por hablar más, pero las chicas se atacaron en risas, haciéndome fruncir el ceño.
–¡Calma Felícity! Todo va a estar bien. Has repasado la lista de pendientes como 100 veces, no se nos olvida nada, pero si sigues hablando, seguro llegaremos tarde. Ella me acaba de enviar un mensaje, las chicas están afuera, con Candy, Annie y Patty. Los chicos ya salieron del colegio, sólo nos esperan a nosotras.
Miré mi reloj y noté que llevaba 15 minutos en la habitación, yo, yoooo que ya quería salir volando de ahí, pero es que soy tan aprehensiva, que temía que, este primer viaje, no fuera perfecto y que algo pudiera suceder. Me di una bofetada mental y deseché esos malos pensamientos, íbamos a disfrutar sí o sí de estas vacaciones.
Tomamos nuestras maletas y salimos de la habitación y del Colegio. Los demás estudiantes caminaban tan lento para mí gusto, que me parecía que ya se habían vuelto parte de la escuela y no querían dejarla, a nosotras por el contrario, nos faltaban alas para salir de ese lugar, y estoy segura que, el mismo colegio esperaba tener un respiro de nosotras. Nos subimos a los 4 taxis que ya nos esperaban, y encaminamos rumbo al aeropuerto.
Llegando a nuestro destino divisamos a los chicos. Iban tan veraniegos que ya se antojaba irnos derechito a la playa, lo cual no dejaríamos pasar. Esta primera semana nos íbamos a vacacionar todos juntos, y después de esto, cada quién tomaría su destino vacacional que deseara y, seguramente, junto a nuestros padres y familia.
Luego de 1 hora en la fila de check-in, y 2 más en la sala de espera, nuestro vuelo fue anunciado, un viaje de Inglaterra a Florida. Un grupo de adolescentes y jóvenes con las hormonas alocadas abordaba el avión que los llevaría a vivir unas vacaciones Rebeldes…
Los últimos minutos de viaje observe a las parejitas que se habían formado este año en el San Pablo, Stear y Paty, Pashca y Archie, aunque ellos tienen una relación entre idas y venidas. Pero los que sí derrochan pura miel son Terry y nuestra querida Candy. Lo cual me sorprende ya que nuestro castaño no es hombre de una sola mujer.
Ya instalados en el hotel, un mensaje de texto llegó a mi celular, vi que era de Pascha, pero cuando estaba por leerlo Marishka y Gise entraron gritando a la habitación que compartía con Ella y Didi.
—¿Qué ocurre chicas? ¿Por qué esos gritos?
—Felícity, tienes que hacer algo, Didi se le fue encima a Eliza —dijo Gise.
--Para nuestra desgracia, los Leagan también están en el hotel—expresó Marishka.
No podía creer que nuestras vacaciones soñadas fueran estropeadas por ese par; de camino a recepción las chicas me contaron que Eliza ofendió a Candy como era su costumbre, lo cual no fue soportado por Didi. Para ser sincera yo hubiera hecho lo mismo, pero esta situación podría traer consecuencias negativas, el hotel informaría a nuestros padres si no daba una solución de inmediato.
El cabello de Eliza parecía un nido de pájaros por lo alborotado que se encontraba, sus ojos estaban rojos de tanto llorar mientras que las demás chicas trataban de controlar a una Didi iracunda.
Mientras intentaba inventar una buena excusa, mi celular volvió a vibrar, era una llamada perdida de T.G, lo cual me hizo recordar que tenía que leer un mensaje pendiente de Pascha.
“Querida Felicity he recibido una llamada desde mi casa, debo volver a Londres, un acontecimiento familiar inesperado me obliga a tener que irme, espero puedas comprender, si todo sale bien nos vemos en el colegio.”
POV PASCHA
—¿Nos dejas? —reconocí de inmediato la voz de mi querido amigo Terry.
—No tengo otra opción, pero ten la seguridad que nos volveremos a ver—dije limpiándome los ojos humedecidos.
—Te vi marcharte del hotel con tus maletas, así que te seguí hasta aquí.
Terry me acompañó hasta el último minuto que estuve en el aeropuerto. Como despedida me dio un beso en los labios, más que algo romántico era señal de su amistad, yo sabía que su corazón le pertenecía a la pecosa y el mío era un torbellino de emociones.
POV FELÍCITY
Felícity: Hola Albert.
Albert: Hola, no esperaba que me escribiera ninguna de ustedes, pensé que ya estarían gozando de sus vacaciones.
Felícity: Esa era la intención, pero Pascha se acaba de ir al aeropuerto para regresarse a Londres, tiene una emergencia familiar.
Albert: Me imagino que me escribes para que yo solucione el problema, debí saber que al escribirme no era solo para saludarme.
Felícity: Lo siento Albert, sabes lo importante que era para todos este viaje, estoy segura que eso fue alguna trampa de los Leagan, ellos se encuentran acá y ya empezaron los problemas, estuvieron incordiando a Candy y Didi no lo soportó, ya te podrás imaginar cómo quedó Eliza después del cariñoso saludo de Didi.
Albert: ¿Cómo es posible que ellos estén en Florida? Recuerdo haberlos enviado a Chicago, eso debe ser obra de mi tía Elroy, ya mismo soluciono la situación y te aseguro que Pascha ni siquiera va a subirse al avión.
Suspiro de alivio, puedo confiar en Albert, si él dice que lo va a solucionar le creo, siempre está en el momento justo para arreglar los líos en los que nos metemos, líos que son muy frecuentes, de los cuales no siento un ápice de vergüenza.
Me dirigí al ascensor, quedamos de encontrarnos con todos en la recepción, al abrirse las puertas me encontré con Yile, Sue y Elian, ya estaban súper divinas con sus outfits de verano, no tienen ni idea de lo acontecido con Didi y Eliza, y luego con Pascha, ellas como siempre andan en las nubes, viven en su mundo romántico y atrevido, además que se encontraban en la otra habitación, acomodando sus pertenencias y preparándose para nuestra salida a disfrutar de toda Florida. Las observo, les sonrío, se veían preciosas, sé que hoy estarán dispuestas a aprovechar cualquier oportunidad de encontrar a su amor de verano.
Mientras baja nuestro ascensor les comento lo que sucedió, se pusieron furiosas, porque ellas al igual que yo, creen que todo lo malo que nos pasa es obra de los hermanitos Leagan y patrocinados por la siempre alcahueta Tía Elroy.
—No te preocupes, confío en que Albert lo va a solucionar, él siempre es nuestro ángel —me dice Yile y las demás chicas hacen un gesto que me dice que debo estar tranquila.
—Sí, tienes razón, vamos a vernos con los demás en recepción y esperamos qué respuesta nos tiene Albert —le comento a ellas.
Salimos del ascensor y ya están reunidos, se encuentran casi todos, nos estaban esperando, para mi gran sorpresa no está Terry y de inmediato miro a Candy.
—Se fue a acompañar a Pascha al aeropuerto, no quería que se sintiera sola y desdichada —me dice Candy en respuesta a mi mirada.
Cuando voy a responderle, escucho gritar eufórica y feliz a Pascha, no lo puedo creer, no tengo idea qué hizo Albert, pero ya la tenemos con nosotros, el grupo por fin está completo y listo para gozarnos este verano como debe ser. En ese momento llegan nuestras SUV´s y partimos del hotel…
POV ELIAN
Y por más que intento, no puedo localizarlas.
Llegamos al hotel hace un par de horas. Es un lugar lujoso, además de costoso, pero cuenta con una vista prodigiosa al mar.
Mis escurridizas amigas se fueron a la playa ni bien llegamos; los muchachos fueron tras ellas mientras yo solucionaba un problema con mi registro. Ya lo hice, y cuando intento comunicarme con alguna de ellas, ninguna coge el celular.
El encargado de recepción me indica que, cuando lo desee, estará encantado de hacerme un tour por todo el hotel. Vaya, le gusto. Bien por él.
Le sonrío, le doy las gracias y añado que lo pensaré. Lo que no le digo es que solo quiero unas perfectas vacaciones con mis amigos y que, además, no deseo salir con nadie por el momento.
Me quedo en el vestíbulo y me siento en un sofá cercano a la entrada. Mientras espero que alguien me conteste, ojeo una revista, y cuando estoy a punto de dejarla, un artículo llama mi atención. Mis ojos se quedan clavados en esa fotografía.
Es él.
POV FELÍCITY
Mientras la veo salir junto a los demás, algo llama mi atención. Eli está mirando fijamente una revista con ojos de ensueño. Con mucho sigilo, y en modo chisme activado, me acerco hasta ella con cuidado y la descubro mirando la evidencia del juicio de Jhonny Deep, esa por la que Amber lo ha acusado de “salvaje”.
¡¡¡Santos enmascarados!!! Casi se me salen los ojos ante taaaaaaaaaal evidencia… Uffff, calor, necesito playa. Necesitaba distraer a esta niña de semejante pen…samientos… Me paré a su lado, sin ser notada, y cual Usagi Tsukino, hablé casi gritando:
--Hola Eliiiiiii, ¿qué haces? –Ella cerró apresuradamente la revista y se la llevó al pecho. Tenía las mejillas sonrosadas y los ojos dilatados como platos.
--Yo… yo… me… perdí… --Balbuceó.
--Me he dado cuenta, querida. Pero tranquila, te ayudaré a bajarte la calentura…
--¿Cómo dices? –Preguntó escandalizada.
--Quise decir, te ayudaré a llegar con premura.
--Ahh. –Expresó apenada sin creer mi confusión.
La arrastré al exterior, el día se hizo para disfrutar y la noche para gozar, ya le llegaría la oscuridad para desatar el calor que le provocó la evidencia de mi amado Jhonny. Ahora me complacía en verla jugar volibol junto a Pashca, Archie, Tom, Gladys y Anthony… Me encantaba verlos tan felices.
Pashca y Gladys tenían una lucha entre sus vanguardias y retaguardias para atraer la atención del gatito, quien era el ganón disfrutando de ambas atenciones, no dudaba que de esta lucha saliera un trío, y no precisamente el de los Panchos… ¡¡¡Ayyy nanita!!!
CONTINUARÁ...