Desde el primer momento que lo vio su estado no había cambiado nada, y fue impactante encontrarlo postrado en una cama sin mayor reacción debido a que entró en coma. La enfermera le comentó que había sufrido un accidente automovilístico, que los doctores habían logrado atender sus heridas satisfactoriamente, pero que había recibido un impacto en la cabeza y que debido a ello...
-Posiblemente esa sea la razón por la cual entró en coma. Debemos esperar a que disminuya la contusión para ver si no hay daños severos en el cerebro.
-¿Esperar? ¿Está seguro?
-Sí, no se preocupe... suele suceder en éstos casos, pero no tema, todo el equipo está pendiente de sus signos por cualquier incidente que pueda pasar...
No había terminado de decir esas palabras el médico cuando los monitores encendieron una luz roja y empezaron a emitir un sonido de alarma. Los signo vitales estaban cayendo. El especialista le pidió dentro lo amablemente posible que abandonara la habitación mientras lo atendían, una enfermera llego para pedirle que rellenara los formularios con los datos del paciente, intentando de esa manera poder distraerla.
Cuando la joven quería leer lo que el papel decía no lograba concentrarse, estaba atenta a cualquier movimiento que se daba en la habitación, de las exclamaciones y maniobras que hacían. Su corazón late atolondrado de los nervios.
-¡Enfermera, rápido! Que preparen un quirófano, que lo llevamos enseguida.
-Sí doctor.
Respondía la sanitaria tomó el teléfono y marcó la línea que conecta con la planta de quirófanos para transmitir la orden. Era más que evidente el desconcierto en el rostro de la joven quien inevitablemente tomó de la manga de la bata del doctor para solicitar una explicación.
-Tranquila, no es nada grave... suele suceder en éstos caso, tiene una hemorragia interna, por lo que debemos intervenirle ¡ya!
-Por favor...
Logró a duras penas pronunciar, como una súplica tácita que no lo fuera a perder. El médico hizo una mueca de su cabeza dándole a entender que sabía a lo que se refería. Segundos después siguió al equipo que estaba ingresando al ascensor.
La lluvia cae con intensidad. Mientras tanto en el interior del edificio una joven está sentada en la sala de espera, con los nervios a flor de piel; hace un par de horas que tuvieron que llevar de urgencia al quirófano a Terrence, debido a una hemorragia interna, entonces aparece el doctor
-Su marido ya ha salido del peligro, está todo bien. Sólo falta esperar que reaccione...
-Mi... gra... doctor... ¡Qué alivio!
Logró pronunciar atropelladamente... el hombre sabía que ella estaba devastada todavía por las emociones, por lo que intenta consolarla.
-Tranquila, verá que pronto volverá a ser el hombre con quien se casó...
La rubia niega con un movimiento de cabeza y aclara.
-No doctor... él no es mi marido... es sólo... es... un...
-Bueno, no se preocupe, su familiar se pondrá bien.
-Amigo... él es sólo un amigo.
El caballero no creía lo que sus oídos acaban de escuchar... un mezcla de pensamientos se cruzaron por su mente, pero la única que tenía más fuerza era <<"Seguramente, es su contacto de confianza o el último número con quien habló">>
-Está bien. Entonces, espero que usted pueda ponerse en contacto con la familia de su amigo y explicarle en dónde está. Si no puede, podemos avisar a la policía para que se haga cargo.
-De acuerdo. No se preocupe, sé con quien debo hablar.
-Muy bien. Si me disculpa, debo seguir con mi trabajo. Me temo que hasta mañana no lo podrá ver, ya es tarde y se ha terminado la hora de las visitas.
-Muchas gracias doctor.
Y sin más el caballero se alejó, no sin antes volver a mirarla en la distancia, hasta cierto punto tenía alivio en su corazón, pues había una pequeña, diminuta posibilidad de que la joven estuviera libre. La señorita por su parte no le quedó más remedio que volver a su casa y esperar a que llegue un nuevo día para volverse a encontrar.
Última edición por Cherry Cheddar el Dom Abr 23, 2023 2:18 am, editado 1 vez