Las Campanas del Amor
Año de 1988.
Había sido una noche larga, Candy no había dormido, se había encerrado en su habitación desde que llegó del Colegio, sacó de su mochila la pequeña bolsa con el contenido dentro de ella, lo escondió bajo su almohada, el día anterior a penas si probó bocado, de hecho casi no había comido desde hacía dos semanas, sus Padres aún seguían molestos con ella, en especial su Madre que era autoritaria y muy dura, su Padre era mas condescendiente y la Adoraba, deseaba lo.mejor para su hija, ella acababa de cumplir su mayoría de edad, y pesé a eso no era libre de salir con sus Amigos, y más después de descubrir que seguía viendo a escondidas a Terry, el Rockero Motociclista, que no tenía porvenir, era el concepto que tenían de él su padre, porque su madre se lo había hecho creer, puesto que no lo consideraba un buen partido, era ambiciosa. Aunque no era para nada real, él Joven era el Número uno en su clase en la Universidad, a pesar de provenir de una Familia humilde, si bien su pasatiempo, su forma de pagar sus estudios y ayudar un poco en casa, era la música, además el disfrutaba el Rock, no era ni un vago, ni un vicioso como la Madre de ella decía, y además Amaba a Candy, y a pesar de las prohibiciones ellos deseaban casarse algún día, con o sin el consentimiento de ellos.
Se sentó en la cama, y sacó la prueba de embarazo, sus manos temblaban, leyó las instrucciones y entró al baño, esperó tal y como decían las indicaciones, mientras recordaba aquel día:
Había ido junto con Annie y Patty a aquella fiesta, ellas le habían echo creer a su Madre que Candy saldría con ellas a una fiesta familiar, y que su acompañante sería Neal, el arrogante Chico que se hacía el caballero honorable ante los padres de las chicas, el típico novio que cualquier padre quiera para su hija, pero no fue así, se fueron a una fiesta en la que los chicos junto con su banda darían un espectáculo, ellos pasaban por muchas cosas para poder verse y estar juntos, así que aprovechaban para disfrutar esos contados instantes, Terry Amaba a Candy, era su primer Amor, y él había decidido sería el único, esa ocasión, se entregaron a ese Amor, fue una dulce entrega, espontánea y llena de esa pasión que existía entre ellos, él le prometió que en cuanto terminará su carrera, en dos meses, iría a pedirla en matrimonio, de serle negada, escaparían juntos y se casarían, fue un pacto entre ambos.
La prueba resultó positiva, ella lloró cubriéndose el rostro con su almohada, debería buscar a Terry cuanto antes y decirselo.
Esa mañana le dijo a Annie que por favor le diera a Archie la carta para que él se la hiciera llegar a Terry cuanto antes, ella la tranquilizó, cuando se enteró de su estado; a la hora del almuerzo ella apenas si comió algo, se puso de pie para ir al baño, estaba a punto de volver el estómago cuando todo se nubló a su alrededor y cayó, al despertar estaba en la enfermería, el médico le había tomado una prueba de sangre y le avisó a la Madre Superiora el estado de Gravidez de la chica, de inmediato llegó su Madre que fue advertida del estado de su hija, ella estaba Enfurecida, era una deshonra, pues también fue expulsada del Colegio Catolico. La llevó a la casa y la encerró en la habitación, tenía que encontrar una solución y la que primero llegó fue casarla con Neal que estaba obsesionado con ella y no le importaba su condición, él la quería fuera como fuera. Su padre no sabia nada, siempre hacía lo que era voluntad de su Madre.
Fue confinada a su habitación, ni siquiera sus Amigas podían verla, Terry intentó verla, pero fue a dar a prisión acusado de ser un Vandolero. El matrimonio se arregló en dos semanas, la madre de ella era Benefactora y fiel a la iglesia a la que frecuentaba, se llegó aquel día, ella permitió que sus Amigas le ayudarán a arreglarse, después de todo quería cubrir las apariencias, y hacerle creer a todos incluso a su Padre que esa premura era por Amor. Ella lloraba amargamente, las chicas le hacían compañía, le daba pena que su Padre la viera así, enjugó sus lágrimas una vez llegada la hora, abordó aquel vehículo que la llevaría a la iglesia, su Madre la acompañaba y a cada instante le dedicaba miradas inquisitiva.
Llegaron a la puerta principal, sonó la primer llamada, la campana anunciaba su condena, no quiso bajar, para entonces su Padre comenzó a sospechar, y abrió la puerta y le extendió la mano, una lágrima brilló en los ojos de su hija, él acarició su mano, ella se contuvo, salió del vehículo, había gente por doquier, la madre saludaba orgullosa; sonó la segunda llamada, aquella campana sonaba cada vez más triste para ella, todos comenzaron a entrar a la iglesia, incluso su madre, Candy no podía más, de pronto escuchó el rugir de los motores de las motocicletas, eran Terry y sus Amigos, él iba dispuesto a todo, incluso si volvía a parar otra vez en la cárcel, no dejaría que ella fuera de nadie más.
- Papá, perdóname! No Amo a Neal, esto es una farsa, yo ... estoy embarazada! Y Amo a Terry- el hombre volteó a ver al Chico que se acercaba a grandes zancadas,
- Él es el padre? Y pesé a todo está aquí, que no teme lo que pueda pasar?-
- ¡ No Señor, yo Amo a su hija! Si quiere vuelva a pedir que me encierren, pero no voy a permitir que sea Infeliz!- el hombre lo miró
- Tienes razón muchacho, yo tampoco quiero que mi hija sea Infeliz como lo soy Yo- le ofreció la mano de su hija - Llevátela estoy seguro que Tú el único que puede hacerla Feliz!-
Se escuchó la tercer llamada, las Campanas del Amor.
FIN