SEDUCIENDO AL VILLANO
GIANNY 17
CAPÍTULO 11
Candy caminaba con una sonrisa en el rostro por el verde sendero que rodeaba el parque central, la hermosa sombrilla que cubría su cabeza de vez en cuando giraba del buen humor que su dueña tenía ese día.
Rose que observaba como el paso suave y divertido que daba su señorita llamaba la atención de todos los que pasaban, trato de darle alcance y susurrar apenas.
---Señorita la gente está mirándonos.
---No me importa. - Candy canturreo mientras evadía al pequeño que corría al lado suyo.- Me siento gloriosa Rose.- Candy giro haciendo que su falda se moviera graciosamente entre sus piernas.- Siento que puedo con cualquiera que se meta conmigo.
---Qué bueno señorita. - Hablo algo preocupada la muchacha. – Pero sería bueno que dejara de girar así, podría chocar con alguien y lastimarse.
---Vayamos al mercado Rose.- Dijo Candy mientras miraba el verde paisaje.
---¿Al mercado?.- Los ojos de la joven se abrieron.- Pero ese lugar está lleno de gente y puede ser peligroso.
---Oh vamos. - Candy la tomó de las manos.- Ellos irán detrás de nosotras.- Candy hablo mientras observaba a la escolta que su padre había colocado a su cuidado.- No pasara nada.
---Pero…
---Quién parece la esnof …
Rose suspiro al ver que no iba a lograr hacerla cambiar de opinión y caminando hacia el carruaje se subió en el para dirigirse al destino bullicioso y repleto de gente del pueblo.
Cuando la voz de los comerciantes se empezó a oir, el rostro de Candy adquirió una hermosa sonrisa y dando la orden de parar el carruaje ambas mujeres bajaron para poder disfrutar del ambiente.
---Señorita no se aleje. - Gritó Rose al verla moverse de un lado a otro entre las tiendas de ambulantes.- Por favor.
---Tranquila Rose.- La voz de Candy sonaba con cierto tono de alegría.- Ven prueba esta cosa, sabe muy delicioso.
---No se meta cosas extrañas a la boca que después estará mal del estómago.
---No seas exagerada Rose.- Candy tomo el palillo con la humeante carne.- Esto también está bueno.
---Tendré que comprar medicina para el estómago. – Negó la joven dama al verla comer con ansias.
Caminaron por varias tiendas, probaron infinidad de comida callejera y compraron chucherías que les gustaron.
De pronto se escuchó la música y la gente empezó a aglomerarse en el centro de la plaza, Candy aplaudió y corrió emocionada hacia donde estaba todo el show.
---¡Señorita!.- Gritó Rose mientras iba detrás de ella junto con la escolta.- Espéreme por favor.
Candy se mezcló entre la gente y mientras saltaba al ritmo de la música su mano fue tomada por la un varón fornido que se encontraba cerca de ella. Ella abrió los ojos y más cuando su cuerpo fue pegado al de él.
---Déjeme guiarla señorita.- Dijo el varón con una sonrisa y empezando a girar con pequeños brincos la llevo por toda la pista.- Debe dejarse llevar por la música.- Le dijo mientras cambiada de paso y la hacía girar sobre su eje. – Y por supuesto…por su pareja.- Un giro más y su mano fue tomada por otro hombre más joven.
---¡Dios!.- Dijo Candy al ver el extraño cambio, pero al poco rato una sonrisa inundo su rostro.- Esto es divertido.
---Y tú eres hermosa.- La voz del joven la hizo reír y siguiéndolo, paso al siguiente compañero.
---Woah.- Un brazo formido la tomó de la cintura y la pego a su pecho.- Debo estar muerto ya que un ángel cayo en mis brazos.- El fuerte olor a alcohol inundo sus fosas nasales haciéndola abrir los ojos y parando cualquier movimiento, intentó alejarse de su compañero.
---Por favor, suéltame.- Pidió mientras retrocedía su cuerpo.
---Baila conmigo igual que lo hiciste con ellos. - El brazo la sujeto más fuerte y apegándola a él la aprisiono sin permitirle escapar de su agarre.
---Déjame ir. – Soltó Candy al sentir su aliento en su rostro.
---¿Así serán las cosas?.- El hombre la miro con rencor y frunciendo el ceño espetó.- Las de tu clase solo nos humillan después de jugar con nosotros.- De pronto sujeto su mano que empujaba su pecho y se la llevo a los labios.- Pero eso se acabó, te mostrare quien es el que manda.
---Suéltala. – Los ojos del hombre se abrieron al sentir el filudo puñal que se clavaba en su espalda.- Ahora.
Lentamente el agarre se fue liberando y pronto Candy pudo dar un paso atrás, su mirada se posó en el hombre encapuchado que se hallaba detrás de su atacante.
---Si quieres vivir.- La voz lúgubre escarapelo la piel de Candy.- Será mejor que camines y desaparezcas de este lugar.
---B…Bien.- El hombre asintió y empezando su andar, acelero sus pasos para desaparecer tal como se lo habían indicado.
Candy vio como su salvador se giraba y empezaba su andar sin despedirse siquiera y temiendo perderlo entre la multitud lo llamo.
---Terry.- Los pasos se detuvieron pero no se giró.- Gracias por ayudarme.
---No deberías estar aquí. - La voz llego como un reclamo, pero poco le importó a Candy.- Regresa con tu escolta.- Sus pasos se reanudaron pero fueron parados nuevamente por la rubia.
---Tu tampoco deberías estar aquí. - Le respondido con el ceño fruncido. - ¿Qué hace un noble duque por los oscuros callejones de la ciudad?
---Eso no es de tu incumbencia.
Candy lo miró en silencio y después de un rato soltó fastidiada.
---Recuerdo haberte conocido de la misma forma, en un callejón. - Candy caminó algunos pasos. - ¿ Estás haciendo algo turbio?
---Vete.- Los labios de Candy se apretaron y enfadada soltó.
---No te entiendo, eres un cretino cuando estas rodeado de nobles, y eres un imbécil cuando estás conmigo, pero te comportas como un héroe cuando estoy en problemas.
Terry frunció el ceño y girándose miro a Candy.
---No sé de que hablas.- Una sonrisa se formó en el rostro de la rubia y caminado hacia él, colocó su mano sobre su pecho.
---Siempre estás ahí en las sombras, listo para ayudarme o tenderme la mano…como un héroe.
Terry la miró a los ojos y apretando los puños la envolvió en sus brazos.
---¿Piensas que soy tu héroe? ¿Qué estoy aquí para salvarte y defender tu honra?.- Los ojos de Candy se agrandaron al sentir el cuerpo duro del duque.- Te equivocas, no soy ningún maldito héroe y no estoy aquí para servirte.
De pronto junto sus labios con los de ella, sorprendiéndose cuando Candy levantó los brazos para colgarse de su cuello. El beso se hizo más profundo y aunque todavía la rubia era algo torpe claramente se podía sentir el deseo en tal acción.
Candy lo mordió haciéndolo gemir de dolor, pero el la sujeto con fuerza del cabello separándola apenas.
---¿Qué haces?.- Gruño al sentir palpitar sus labios.
---¿Qué?- Candy sonrió maliciosamente.- No me digas que empiezas a verte afectado por mi…tú el Gran Duque de
Grandchester...seducido por una mujer- Nuevamente sus manos volvieron a volar a su cabeza pegándolo a su rostro.
Terry invadido por una extraña fuerza simplemente dejó que el deseo tomara posesión de su razón y la beso ferozmente.
---¡Señorita!.- De pronto la voz de Rose se escuchó en algún lado y sin separarse ambos huyeron hacia la parte trasera de un pequeño negocio.
La respiración agitada de ambos se escuchó en el lugar, mientras los gemidos dolorosos de la rubia se hacían presentes. Terry que hace rato había tomado el cuello de ella se deleitaba con el dulce aroma de rosas que emanaba de su cuerpo.
---Disfrutas de provocarme cierto. - Dijo mientras su mano recorría la fina espalda.
---No sé de qué habla duque. - Terry se despegó de ella y la miro con ceño fruncido.
---¿Por qué haces esto?
---Porque no soy tu juguete.- Los ojos de Candy lo fulminaban.- No me trates como una más de tus queridas, acepte desempeñar el papel de tu amante pero no implica a que tire por la borda el honor de mi familia.
---Aceptaste acostarte conmigo.
----Ya.- El rostro de Candy se sonrojo ante el recordatorio.- Pero ese tema es un asunto privado entre tu y yo…nadie más tiene que saberlo. – Terry la miro extrañado y antes de que pudiera opinar simplemente se alejó.
--- Bien.- Se arreglo la túnica y paso su mano por el rostro. – Tendré más cuidado de ahora en adelante.
---Bien.
---Es hora de que te vayas.- En un movimiento de cabeza le mostro a su gente buscándola.- Pasare por ti mañana por la noche.
---Bien.
Y girándose como si nada hubiera pasado la rubia camino hasta Rose que preocupada la llamaba.
Terry la vio desde las sombras y sintiéndose molesto por alguna razón golpeo con fuerza el muro de su costado, no debía meterse en los problemas que ella buscara pero algo lo empujaba a salir detrás y ayudarla, había aceptado aliarse con ella para romper el compromiso y ahora jugó el estúpido papel de enmascarado al salir en su auxilio.
---¿Qué rayos?.- Soltó mientras la veía alejarse acompañada de toda su gente.- Al menos deberían asignarle escoltas que en verdad cumplan bien su papel.
Suspirando con frustración se giró para perderse en la oscuridad del lugar.
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Padre e hija estaban sentados uno frente al otro degustando del aromático té que Rose había preparado minutos antes, Candy tomó una de las galletitas de la mesa mientras Carlos bebía un sorbo del té.
El conde miró detenidamente a su hija y dejando la taza se cruzó de brazos adoptando una postura graciosa.
---¿Qué?.- Preguntó Candy al sentir la miraba penetrante de su padre.
---No me atrevo ni a preguntar la situación del duque contigo.
---Pues no lo hagas padre. – Ella le sonrió dulcemente.
---¿Tengo que preocuparme por que suceda algo entre ustedes?.- Candy calló por un momento y después respondió.
---No.- La sonrisa que le brindó alivio un poco a su padre.- El duque y yo solo somos socios comerciales, no existe ni existirá algún lazo más allá de eso.
---¿Estas segura?
---Claro padre, él es tan extraño y arrogante que me aburre.
---Espero que ese aburrimiento sea genuino y no una mentira que te digas para hacerte la fuerte.
---Padre.- Candy lo miro fastidiada.- No entiendo que me hablas, claro que es verdad todo lo que digo.
---Bien.- El conde asintió ante sus palabras.- ¿Hoy te veras con él?
---Si, iré a su propiedad.
La frente del duque se frunció antes sus palabras y un gruñido salió de su boca, lo que hizo que Candy sonriera satisfecha.
---¿Estas segura de cómo estás haciendo las cosas?
---Mientras mi virtud se mantenga intacta, tu no deberías preocuparte.
---Tu virtud es lo último que me preocupa. - Candy abrió los ojos sorprendida por las palabras de su padre. – Me preocupa más tu corazón.
---Mi corazón estará bien papá. - Ella sonrió mientras tomaba su mano.- Si esto no funciona, seguiremos el plan B.
---El plan B.- El conde tocó su oreja y después la miró.- Con respecto a eso, el vendrá dentro de unas semanas para poder ayudar.
---Ay no.- Candy soltó su mano y se paró de su asiento para empezar a caminar por el lugar.- Te dije que no lo llamaras…aun.
---Lo sé, pero él estaba tan preocupado que se animó a venir para poder ayudar.
---¿En qué puede ayudarme Anthony?.-Soltó exaltada.
---Bueno, está dispuesto a hacer cualquier cosa por la familia y por ti.
---Bien, me fugare como él, como cuándo estuvo en la academia y escapó en medio de la noche. – Soltó de manera irónica.
---Eso o en verdad te recluiré en un monasterio por algunos años.
---Bien.- Candy lo fulminó con la miraba.- Pero ni pienses que andaré de arriba para abajo con él.
Su padre blanqueo los ojos y tomando nuevamente su taza se la bebió de un golpe, algo dentro suyo le decía que las cosas se iban a poner movidas.
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