Índice
Portal
Últimas imágenes
Buscar
Conectarse
SEDUCIENDO AL VILLANO
GIANNY 17
CAPÍTULO 16
GIANNY 17
CAPÍTULO 16
A la mañana siguiente sus ojos verdes de abrían ante las sutiles luces del sol, de pronto las puertas se abrieron y un desfile de mucamas se acercaron a ella, corrieron las cortinas y abrieron las ventanas, otras ayudaron a Candy a lavarse la cara y unas empezaron a seleccionar la ropa que usaría el día de hoy.
---Mi lady ¿Desea tomar un baño antes del desayuno?.- La voz suave de la joven hizo que Candy asintiera con poco interés. – Estará listo dentro de un momento-
---Señorita.- Habló otra.- ¿ Qué le parece este atuendo para el día de hoy?
---Esta bien. - Asintió Candy al ver el hermoso vestido lila que habían escogido las jóvenes.
---Su baño ya esta listo. - Fue ayudada y guiada por otras hacia el anexo del baño y hundiéndose en las tibias aguas dejó escapar un gemido de placer.
Las muchachas lavaron con cuidado su cabello, así como su cuerpo y al cabo de un tiempo estuvo lista y envuelta en la cálida toalla, secaron su cuerpo como sus rizos y la vistieron con cuidado.
Cuando terminaron, se vio reflejada en el espejo y una sonrisa ilumino su rostro.
----Gracias a todas.
Soltó al ver el hermoso resultado., logrando ganarse al fin una sonrisa de partes de ellas.
---Su desayuno ya está listo.
---¿El duque esta en el comedor?.-Preguntó mientras se giraba.
---Lo siento. - Se disculpó la joven.- Su excelencia salió en la madrugada a realizar una verificación del territorio, su partida esta cerca y necesita comprobar el buen estado de las cosas.
---Lo entiendo.
Candy forzó una sonrisa y asintiendo salió al comedor.
Al llegar pudo observar al joven que siempre acompañaba a Terry y saludando a todos con un movimiento de cabeza se sentó.
---¿Cuál es tu nombre?.- Preguntó al silencioso joven.
---James Marberick, señorita.
---¿Tu estas a cargo del funcionamiento de la casa?
---Si, soy el mayordomo mayor de su excelencia.- Candy asintió con una sonrisa.
---Necesito comunicarme con mi padre, debe estar muy preocupado, después de todo lo que ha sucedido.
---Su excelencia ya envió una carta al conde el día de ayer, pero si desea hacerlo por su cuenta puedo encargarme de hacerle llegar su misiva a su señor padre.
---Gracias.- Ya más tranquila empezó a desayunar.- James.- Preguntó al cabo de un rato.- ¿Crees que pueda salir a dar una vuelta por el jardín?
---Por supuesto. - Respondió el joven al ver el rostro de la bella dama.
Su amo no menciono nada con retenerla en la habitación, sino al contrario, les ordeno que la atendieran y que cubrieran sus necesidades, y ella ahora necesitaba salir.
Además, por lo que se le había informado, la señorita Arlington pronto se convertiría en la señora de la casa y no habría nada ni nadie que le impidiera hacer lo que quisiera, donde quisiera y como quisiera.
---Preparare la salida de la señorita.
---Gracias. - Candy sonrió con entusiasmo y siguió comiendo.
Al poco rato, Candy, tres mucamas y James salían camino al enorme jardín y escuchando al joven mayordomo las cuatro mujeres empezaron su paseo.
---Entonces. - Candy miró hacia el horizonte. - Por allá está el centro de entrenamiento y la residencia de los caballeros de Grandchester.
---Si, mi lady .- Respondió James. – Y por el otro lado.- Señaló en sentido opuesto.- Esta el bosque de Vallegrisado, que es rico en vegetación y animales para la caza.
---¿Animales salvajes?- Preguntó asombrada.
---No, ciervos, venados, conejos algunas aves y peces.
---¿Puedo cazar algún día?.- Preguntó la rubia mientras miraba los árboles a lo lejos.
---¿Mi lady sabe cazar?.- La pregunta asombrada de James llamó la atención de Candy.
---Si, imagino no tan bien como el duque pero puedo disparar un arco y darle a un ciervo.
---Oh
---Entonces puedo?
---Claro mi lady, claro que puede.
james respondió a la pregunta de la joven y mientras ella se alejaba el la observaba curioso por detrás.
“¿Esta es la señorita que incomoda la paz del duque?”
“¿Qué tiene de interesante?”
El mayordomo la vio avanzar y pronto llegó al gran olmo del jardín.
---¡Es enorme!.- Exclamó mirando el frondoso follaje.- ¿Cuántos años lleva aquí?
--- Sesenta años, señorita.
---Vaya.- Candy estiró la mano esperando alcanzar una de sus hojas sin mucho éxito. – Descansare aquí por un rato .- De pronto giró para ver al joven y con una sonrisa pidió.- ¿Podrías traerme una manta y mi libro?
james parpadeo un momento sin entender lo que acaba de escuchar, la futura duquesa leería su libro al aire libre sentada sobre el suelo del jardín.
---Bueno…
---¿Hay algún problema?.- Preguntó Candy al verlo titubear.
---No, ninguno.- Carraspeo un par de veces y girando sobre sus pasos se alejó a paso apresurado.
---Vaya.- Candy lo observó divertida mientras se alejaba.- Creo que casi le da un infarto de solo escuchar que descansaré afuera.- Con una sonrisa, exhalo el aire con aroma a olmo y divertida rodeo el gran tronco del árbol.- ¿Qué pensara el mayordomo si me atrevo a trepar el árbol?.- Una risa divertida salió de sus labios.- Sería entretenido verlo desmayarse desde arriba.
Pero calmando sus deseos primitivos decidió esperarlo, al poco tiempo james trajo lo pedido y entregándolo la dejo sola.
Candy abrió el libro y sentándose sobre la manta empezó su lectura.
Y cuando sintió como el sueño inundaba su cuerpo dejó el libro a un lado y con un suspiro se recostó sobre la suave manta, miro el cielo entre las ramas del enorme árbol y sonrió al percatarse de la hermosa vista.
---Es hermoso.- Y estirando otra vez la mano, intentó sujetar los hermosos rayos de sol que pasaban entre las hojas.
Oooooooooooo//oooooooooooooo
El pura sangre llegó a la mansión con un agotado hombre que lo único que deseaba, era tomar un baño e ir a dormir, Terry bajo del caballo y tras ser entregado al mozo de cuadra, fue recibido por James, quien como de costumbre recibió los guantes de montar e informó sobre los últimos sucesos de la mansión.
---¿Y cómo está la señorita Arlington?.- Preguntó mientras ingresaba a la mansión y se quitaba el saco.
---Bueno…- James dudó un momento al informar sobre su estado. - Ella…
Terry frunció el ceño al escuchar su habla imprecisa y girando su rostro lo miro con seriedad.
---¿Qué sucedió?
---Bueno, ella deseo salir al jardín…y leer un poco.
---¿Y?.- Las arrugas en la frente de Terry cada vez se hicieron más profundas.
---Eso estaba haciendo hasta hacia un momento. - Y con algo de temor señaló a través de la ventana hacia un lugar lejano del enorme jardín. - Pero creo que ya se cansó. - Un brazo sobresalía del césped ya crecido en el horizonte hacia el enorme árbol que le brindaba la sombra acogedora. - Mandaré a una doncella para comunicar de su llegada, señor.
---Déjalo.
Terry entregó el saco y salió nuevamente hacia donde se hallaba la rubia, cuando se hallo cerca intentó no hacer ruido para evitar asustarla y siendo cuidadoso pronto estuvo con ella.
---¿Qué haces?- Su rostro apareció en el campo de visión de Candy, abriendo los ojos sorprendida por la repentina aparición.
---Llegaste.- Candy bajo el brazo y lo miró directamente al rostro.- ¿Qué tal te fue?
Terry la miró con curiosidad y cruzando los brazos habló.
---Bien…¿Qué estás haciendo?
---Estaba leyendo algo y me dio sueño, me recosté y me fije de lo bonito que se ve el cielo desde aquí.
Terry miro el cielo y frunciendo el ceño volvió a mirar a la rubia con un gesto de incredulidad.
---Tienes que verlo desde aquí. - Le respondió al ver la cara del castaño.- Solo así veras que digo la verdad.
Terry suspiro y mirando nuevamente al cielo, a Candy y después en dirección a la mansión negó derrotado.
---Eres rara.- Murmuro mientras se inclinada sobre la manta para después recostarse al lado de la rubia.- ¿Por qué no disfrutas de comprar vestidos, salir a pasear o de esas cosas que les gustan a las mujeres?
---Lo hago. - Le respondió Candy mientras lo mirada.- Solo que ahora estoy recluida en tu casa y lo único bueno que halle, fue tomarme un tiempo y ver lo hermoso que es el mundo.
Terry pujó y dirigiendo su mirada hacía donde la rubia había observado solo atinó a abrir los ojos ante el maravilloso escenario que observaba.
---¿Lo viste cierto?.-Preguntó emocionada Candy al verlo mudo y con la boca abierta, pero al poco rato desvió la mirada y la dirigió hacía el lado de la rubia.
---Claro que no, no vi nada.
---No seas mentiroso, claro que si lo hiciste. – El ceño de Candy se frunció y sus labios hicieron un puchero gracioso.
---No, no lo hice.- Terry giro su cuerpo hacía ella y la observó con cuidado.
“Es realmente bonita”
---Terrence, no mientas. - Candy hizo lo mismo y pronto quedaron cara a cara.
Un silencio se plantó entre los dos y una extraña energía empezó a fluir en el ambiente.
---Es hermoso. - Susurró Candy intentando romper el extraño escenario.
---Si, lo es. - Le respondió Terry mientras tomaba uno de sus rizos rebeldes y lo colocaba detrás de su oreja. – Muy hermoso.
Candy sonrió ante sus palabras y guardando silencio dejó que el ambiente se apoderara de ellos.
A cabo de un tiempo un bostezo cansado de Terry rompió la magia entre ambos.
---¿Estas cansado?.- La voz de Candy sonada suave y arrulladora, logrando que Terry volviera a bostezar mientras algunas lágrimas se formaban en el rabillo de sus ojos.
---No dormí bien anoche. - Respondió mientras se limpiaba somnoliento los ojos.
“Es el karma”
Pensó Candy mientras lo veía parpadear agotado.
“Es por irte de esa forma de mi habitación, malagradecido”
---Si deseas puedes dormir un rato.- Dijo al verlo recostarse boca arriba.
---¿Aquí, al aire libre? .- Un bostezo se mezclo con sus palabras mientras miraba el follaje del árbol.- Soy un duque…¿Cómo haría algo como eso?.- Candy blanqueo los ojos al escucharlo decir aquello.
---O vamos, no me iré de tu lado.- De pronto una sonrisa se formo en el rostro de Terry.
---¿Me prestaras tus muslos para poder dormir? .- Cerró los ojos divertido.
---Si deseas puedes hacerlo. – Sus ojos se abrieron y su rostro giro hacia donde ella se hallaba. – Has utilizado mis muslos de otras maneras, no creo que utilizarlos para que puedas dormir sea tan malo.
---A veces me preguntó si eres consciente de lo que dices.- Habló Terry divertido.
---Lo soy. - Candy se sentó y acomodo cerca del árbol. - Ven Terry.- Lo llamó mientras palmeaba sus piernas.- Recuéstate solo un momento.
Terry la miró extrañado y aunque su conciencia le gritaba que se pusiera de pie y caminara a paso apurado a su residencia, su cuerpo pedía a gritos obedecer a la mujer que lo tentaba con tan sublime propuesta.
“Maldita sea”
Gruñó en su interior cada vez más agotado, si no sufriera de esas pesadillas todas las noches hace rato la hubiera dejado sola.
De pronto con toda la energía que le quedaba se arrastró hacía el regazo de Candy y se acomodo con un gruñido rebelde.
---Ni te atrevas a mencionárselo a nadie. - Soltó ya con voz pastosa.
---No lo haré, descansa. - Y acariciando su suave cabello, lo vio cerrar los ojos y pronto dormirse.
Candy vio como su respiración se volvía regular y profunda y con mayor seguridad pudo contemplar el hermoso rostro de Terry.
---Es realmente hermoso.- Susurró mientras acariciaba su rostro. – Creo…creo que me gusta…y mucho.
Una sonrisa se formó en sus labios al reconocer aquellos sentimientos, sabia que estaba mal pero nada se podía hacer cuando ya empezaban a formarse en su interior.
---Señorita.- De pronto la voz de James la despertó de su sueño y levantando la mirada escuchó.- ¿Qué hacemos ahora?
---Dejarlo descansar.- Candy volvió a mirar a Terry.- Que nadie se acerque a este lugar.
---Bien.
James no muy convencido pero conocedor de la realidad de su señor, sabía que necesitaba de un buen sueño sanador y tal vez esta señorita podía dárselo.
SI DESEAS LEER EL CAPÍTULO 15...CLICK AQUÍ
